Comentario de Isaías 42:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
“He aquí mi siervo, a quien sostendré; mi escogido en quien se complace mi alma. Sobre él he puesto mi Espíritu, y él traerá justicia a las naciones.
He aquí mi siervo. Isa 43:10; Isa 49:3-6; Isa 52:13; Isa 53:11; Mat 12:18-20; Flp 2:7.
yo le sostendré. Isa 49:7, Isa 49:8; Isa 50:4-9; Jua 16:32.
mi escogido. Sal 89:19, Sal 89:20; Jua 6:27; 1Pe 2:4, 1Pe 2:6.
en quien mi alma tiene contentamiento. Mat 3:17; Mat 17:5; Mar 1:11; Luc 3:22; Efe 1:4, Efe 1:6; Col 1:13.
He puesto sobre él. Isa 11:2-5; Isa 59:21; Isa 61:1; Mat 3:16; Mar 1:10; Luc 3:22; Jua 1:32-34; Jua 3:34; Hch 10:38.
él traerá justicia a las naciones. Isa 32:16; Isa 49:6; Mal 1:11; Mat 12:18; Hch 9:15; Hch 11:18; Hch 26:17, Hch 26:18; Hch 28:28; Rom 15:8-16; Efe 3:8.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El oficio del Mesías, adornado con mansedumbre y constancia, Isa 42:1-4.
La promesa de Dios para él, Isa 42:5-9.
Una exhortación a alabar a Dios, Isa 42:10-12.
Dios se manifestará, y contendrá la idolatría, Isa 42:13-17.
El reprende al pueblo por su incredulidad, Isa 42:18-25.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
He aquí: El Señor presenta formalmente a su siervo. El título mi Siervo se refiere al Señor Jesucristo en el Antiguo Testamento (Mat 11:15-21). Isaías pudo simbolizarlo, pero solamente Cristo traerá la justicia universal (v. Isa 42:4) y el pacto eterno (v. Isa 42:6).
sostendré: Cuando Dios sostiene a alguien, nadie puede derribarlo. Encuentre una idea similar en Isa 41:10. El siervo (es decir, Jesús) trae el Espíritu Santo (Isa 4:4; Isa 11:2; Isa 48:16; Isa 59:21; Isa 61:1; Luc 3:22), que lo faculta para ejercer la justicia en el mundo.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
CONSOLAOS. Se escribieron estos capítulos durante los últimos años de la vida de Isaías. Dios reveló estas profecías a fin de brindar esperanza y consuelo a su pueblo durante su cautividad en Babilonia ciento cincuenta años después de la época de Isaías (véase Isa 39:5-8). Están llenas de revelaciones proféticas acerca del Mesías venidero y su reino futuro en la tierra. Algunos acontecimientos profetizados se cumplieron en el cautiverio babilónico y en la restauración de Judá, muchos se relacionan más específicamente con la manifestación de Jesucristo en la tierra, y otros todavía esperan su cumplimiento. En general, los caps. Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22 hacen hincapié en la liberación, los caps. Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13; Isa 56:1-12; Isa 57:1-21 en la redención, y los caps. Isa 58:1-14; Isa 59:1-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24 en la gloria.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
HE AQUÍ MI SIERVO. En el NT se citan parcialmente estos versículos (véase Mat 12:18-21); sin duda el siervo de quien escribe el profeta es Jesucristo, el Mesías.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
HE PUESTO SOBRE ÉL MI ESPÍRITU. Al Mesías se le ungiría con el Espíritu Santo a fin de que realizara su obra de redención (cf. Isa 61:1; véase el ARTÍCULO JESÚS Y EL ESPÍRITU SANTO, P. 1412. [Luc 11:13]). Sus seguidores, que continuarían lo que había comenzado Jesús, también necesitaban que el Espíritu Santo se derramara sobre ellos (Hch 1:8; Hch 2:4). Sólo el Espíritu puede capacitar a los creyentes para servir con la sabiduría, la revelación y el poder necesarios.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
ÉL TRAERÁ JUSTICIA A LAS NACIONES. Mediante el poder del Espíritu Santo, el Mesías llevaría a todas las naciones las normas de la justicia santa y los principios de la verdad divina. Por lo tanto, su obra era esencialmente misionera. Esa misma tarea es hoy la responsabilidad de los que ostentan el nombre de Cristo. Él bautiza a sus seguidores en el Espíritu Santo para que puedan cumplir con esa misión (véase Hch 1:8, nota).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
42. El Siervo de Yahvé. Liberación de Israel.
Los dos capítulos anteriores son como una introducción a lo que sigue, donde se detallarán las principales ideas antes expuestas. Pero en este capítulo encontramos un oráculo relativo a un misterioso Siervo de Yahvé, que volverá a aparecer en otros capítulos posteriores. Su misión y personalidad es excepcional y desconcertante, ya que sale del marco general del pensamiento del Antiguo Testamento. Su misión es renovar la alianza concluida entre Dios e Israel, haciendo retornar a los exilados del destierro y estableciendo la verdadera religión entre las naciones paganas. Y todo esto lo realizará sin ostentación ni fuerza material. Su personalidad es misteriosa, e indudablemente no puede confundirse con la colectividad de Israel, ya que tiene por misión primordial restablecer la alianza de éste con Dios. El tema del Siervo de Yahvé personal vuelve a aparecer en 49:1-9b; 50:4-9; 52:13-53:12. Todos estos fragmentos, actualmente dispersos, debieron de constituir un libro único con un tema homogéneo, que se va desarrollando progresivamente en sus diversas facetas.
El capítulo puede dividirse en las siguientes secciones: 1) el Siervo de Yahvé (1-7); 2) Yahvé es Dios, y los ídolos son nada (8-9); 3) la gloria y redención de Israel (10-13); 4) intervención de Yahvé (14-17); 5) invitación a Israel a reconocer el castigo merecido por sus pecados (18-25).
Elección del Siervo de Yahvé (1-4).
1 He aquí a mi Siervo, a quien sostengo yo; mi elegido, en quien se complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él; él dará el derecho a las naciones. 2 No gritará, no hablará recio ni hará oír su voz en las plazas. 3No romperá la caña cascada ni apagará la mecha que se extingue. 4Expondrá fielmente el derecho, sin cansarse ni desmayar, hasta que establezca el derecho en la tierra; las islas están esperando su ley.
El oráculo empieza de modo abrupto y sin preparación alguna. Habla Dios a los jueces y gentiles, a los que hace la presentación de su Siervo directamente: He aquí a mi Siervo, a quien yo sostengo (v.1) 1. Indudablemente, este Siervo de Yahvé es distinto de Israel, porque aparece como intermediario entre Dios e Israel (v.6-7). Y Dios es su sostén, porque es su elegido, en quien se complace; palabras que se repetirán sobre el Tabor y en el bautismo de Jesús 2. Es objeto de las complacencias divinas, en tal forma que participa del mismo espíritu o energía dinámica divina, necesaria para cumplir una misión extraordinaria. Los profetas estaban poseídos del espíritu de Dios, en cuanto que realizaban misiones excepcionales movidos por el mismo Dios. Son las gracias carismáticas que Dios otorga en momentos determinados a algunas almas para la realización de misiones concretas. En Isa 11:2 se dice que sobre el retoño de Jesé descansará el espíritu del Señor, con su múltiple manifestación de dones y cualidades excepcionales necesarias para gobernar a su pueblo. La misión confiada al Siervo de Yahvé ahora es llevar el derecho a las naciones, e.d., el conjunto de normas jurídicas para la regulación de la vida social religiosa de Israel, y que han de ser participadas por las naciones gentiles. Y todo ello con un nuevo espíritu profundamente religioso. En una concepción teocrática de la sociedad, la palabra derecho tiene un sentido eminentemente religioso, porque la religión es el fundamento del derecho público y privado 3. La misión del Siervo no será política, sino religiosa, y se ordena a las naciones gentiles, o a la humanidad en general. Israel era un testimonio indirecto ante las naciones del conocimiento de Dios (Isa 43:10; Isa 55:5), en cuanto que era una luz orientadora en medio de las tinieblas paganas; pero no salía a iluminar a las otras naciones. Por otra parte, el Siervo cumplirá su misión de un modo muy característico, pues lo hará sólo por los medios de la persuasión, sin prepotencias, propias de los conquistadores orientales: no gritará. ni dejara oír su voz en las plazas (v.2). Los falsos profetas hacían manifestaciones estruendosas, buscando el proselitismo para excitar la atención de los oyentes. El porte del Siervo será modesto y callado; su dulzura y ejemplo será la mejor predicación (cf. Mat 12:175). Los nabis, o falsos profetas, buscaban las diatribas y las discusiones en las plazas; pero éste, al contrario, obrará calladamente, con un método persuasivo espiritual e interior (cf. Lev 9:55). Su actividad misionera será tan persuasiva y suave, que no romperá la caña cascada ni apagará la mecha que se extingue (v.3), e.d., no obrará violentamente, destruyendo los gérmenes de bondad y de espiritualidad que encuentre. Los gentiles son la caña cascada y la mecha que se extingue, por su debilidad espiritual. La labor del Siervo será la del médico, que cura y restaña las heridas y flaquezas humanas (cf. Mat 9:13). No condenará, pues, a los paganos, sino que los reanimará y levantará de nuevo, desarrollando sus rudimentos de religión y de moral. Y cumplirá su misión sin desmayar (v.4), hasta que su predicación del derecho se extienda a toda la tierra, pues las islas (e.d., los países lejanos costeros, símbolo del mundo pagano) están esperando su instrucción, su ley. La labor del Siervo será dura y difícil, pero él no se fatigará ni desistirá en su cometido.
Misión del Siervo de Yahvé (5-7).
5 Así dice Dios, Yahvé, que creó los cielos y los tendió,el que extendió la tierra y sus brotes,el que da al pueblo que (está) sobre ella el aliento, y el soplo a los que por ella andan. 6 Yo, Yahvé, te he llamado en la justicia y te he tomado de la mano. Yo te he formado y te he puesto por alianza del pueblo y para luz de las gentes, 7 para abrir los ojos de los ciegos, para sacar de la cárcel a los presos, del calabozo a los que moran en las tinieblas.
El Siervo es enviado por Dios mismo, Creador de cielos y tierra, con todo lo que en ellos hay. De ahí se deduce la base para la universalidad de su misión (v.5). El mismo Dios que creó todas las cosas llamó a su Siervo en justicia (v.6), porque su misión responde a unas promesas hechas por Dios a los antepasados de Israel, y por eso su aparición es un acto de justicia. Además, justicia muchas veces, en el Antiguo Testamento, significa salvación; en este caso, la elección del Siervo obedece sólo al plan de salvación de Dios sobre Israel y las naciones.
Además, el Siervo será mediador de una nueva alianza (v.6) entre Dios e Israel, el pueblo de Yahvé por antonomasia, en contraposición a las gentes del estico siguiente, que reciben de ese Siervo una luz religiosa y moral. Así, pues, la misión del Siervo es doble: reconciliar a Israel con Dios con una nueva alianza e iluminar al mundo pagano. Jesús es saludado por Simeón como “luz de las gentes” (Luc 2:32), y El mismo se llama “luz del mundo” (Jua 8:12)4. La misión del Siervo es moral y religiosa, y se dirige a los que están encerrados en oscuras mazmorras; por eso su labor debe orientarse espiritualmente a abrir los ojos de éstos y sacarlos a pleno día. El que está en pecado está ciego y como en una prisión. El evangelista ve en las curaciones milagrosas de Jesús el cumplimiento de estas palabras (Mat 11:2-6), pero es por asociación de ideas con la misma ceguera espiritual.
La divinidad de Yahvé (8-9).
Algunos autores creen que estos dos versos pertenecen al fragmento inmediato anterior, en que se habla del Siervo de Yahvé (1-7); pero parece mejor considerarlos como continuación Deu 41:29, pues es un contexto similar5. Sería, pues, la conclusión de la disputa de Yahvé con los ídolos del capítulo anterior.
8 Yo soy Yahvé, tal es mi nombre; no doy mi gloria a ningún otro ni a los ídolos mi alabanza. 9 He aquí que las cosas antiguas han llegado, y anuncio otras nuevas; antes de que germinen las voy a hacer oír.
De nuevo la argumentación contra los ídolos del capítulo anterior: el nombre de Yahvé está sobre todos los ídolos, y es el específico de Dios (v.8), y por eso su gloria es incomunicable a los ídolos, pues es expresión de sus gestas gloriosas, con lo que su nombre (Yahvé) es objeto máximo de alabanza. No puede compartir con los ídolos estas prerrogativas suyas, porque sólo a El le pertenecen. Y prueba de ello son el cumplimiento de las cosas antiguas (v.9) anunciadas. Parece se refiere a la aparición de Ciro (Deu 41:25-29). Pero, además, va a anunciar cosas nuevas futuras, e.d., la liberación de Israel y su repatriación; y esto antes de que tengan lugar ni siquiera en sus rudimentarios indicios (germinen); con ello se excluirá la mera conjetura humana, haciendo ver su origen divino. El cumplimiento de las predicciones será la confusión de los ídolos, que nada han podido vaticinar.
Invitación a la alegría general (10-13).
10 Cantad a Yahvé un cántico nuevo, su alabanza desde los confines de la tierra. Estremézcase el mar y cuanto en él se contiene, las islas con sus habitantes. 11 Alcen su voz el desierto y sus ciudades y las aldeas que habita Cedar. Lancen gritos de júbilo los habitantes de Sela y den gritos de alegría en lo alto de los montes. 12 Que den gloria a Yahvé, que expresen su alabanza en las islas. 13 Yahvé saldrá como un héroe, como guerrero se excita en su ardor. Lanzará gritos y alaridos y se portará como un héroe contra sus enemigos.
Se invita a todo lo creado a expresarse en un cántico de alegría para celebrar la realización de esas cosas nuevas del versículo anterior. Puesto que es una nueva situación, ello requiere también nuevos cánticos. Las grandes gestas de Yahvé son la causa de esa alegría general manifestada en el cántico nuevo, y en ella deben participar todos los confines de la tierra. El tono poético es salmódico: se invita a los elementos a colaborar a este reconocimiento gozoso de las obras de Dios, y con ellos todas las naciones paganas (las islas, v.10). En concreto, el profeta invita a los habitantes de las ciudades del desierto (v.11), e.d., de los oasis que escalonan la ruta caravanera, a través del desierto, desde Mesopotamia a Palestina, y entre ellos los de Cedar (cf. 21:16), famosa tribu árabe de TransJordania. También se invita a los habitantes de Sela o Petra, en Edom, junto al sudeste del mar Muerto. En el v.12 se vuelve a invitar a las islas o ciudades costeras. Yahvé es presentado como un guerrero invencible que avanza impávido a la lucha (v. 13) contra los enemigos del pueblo elegido.
Intervención justiciera de Dios (14-17).
14 Mucho tiempo callé, estuve en silencio, me contuve; como mujer en parto gemiré, suspiraré y jadearé a la vez. 15 Devastaré montes y collados y agostaré todo su verdor; convertiré en islas las corrientes de las aguas 6 y secaré los lagos. 16 Llevaré a los ciegos por un camino ignorado, los conduciré por senderos desconocidos. Ante ellos tornaré en luz las tinieblas, y en llano lo escarpado. Estas cosas haré yo y los dejaré. 17 Retrocederán cubiertos de ignominia los que confían en los ídolos, los que dicen a las imágenes fundidas: Vosotros sois nuestros dioses.
Yahvé se muestra impaciente por hacer justicia a su pueblo oprimido. Ya hace mucho tiempo que estuvo en silencio (v.14), es decir, sin intervenir con hechos contra los enemigos de Israel, su pueblo. Pero llega la hora de entrar en acción y está inquieto como mujer en parto. Los dolores de parto son la mejor metáfora para indicar el desasosiego e inquietud de Dios por llevar a cabo su obra en favor de Israel. Dios, en su cólera devastadora, será como un viento solano, que todo lo agosta y seca (v.15), sobre los enemigos de Israel, mientras que la naturaleza se transformará en favor de su pueblo elegido. El desierto, concebido tradicionalmente como lugar de tinieblas, será iluminado, para que puedan volver los exilados como por una amplia avenida luminosa (v.16). Yahvé será el guía seguro para los que no conozcan el camino, y hará desaparecer todo obstáculo: tornaré en llano lo escarpado (c.40:4). Ante esta manifestación de poder y de gloria de Yahvé, los adoradores de los ídolos se llenarán de confusión y de vergüenza (v.17).
Invitación á reconocer la obra de Yahvé (18-25).
18 ¡Oíd, sordos; mirad, ciegos, y ved! 19 ¿Quién es ciego sino mi Siervo? ¿Quién sordo como el mensajero que yo envío? ¿Quién es ciego como mi familiar, y ciego como el siervo de Yahvé?7 20 Muchas cosas has visto sin poner en ellas atención; abiertos tenías los oídos, pero no oíste. 21 Habíase complacido Yahvé en su justicia, en hacer grande y magnífica la ley, 22 y he ahí a este pueblo saqueado y hollado, puesto en cepos, encerrado en mazmorras; destinado al pillaje, sin que nadie los libre; despojados, sin que nadie diga: Restituid, 23 ¿Quién de vosotros dará oído a estas cosas, quién atento las escuchará para lo por venir? 24 ¿Quién entregó Jacob a los saqueadores, Israel a los despojadores? ¿No fue Yahvé contra quien hemos pecado, cuyos caminos no quisimos seguir, cuya ley no obedecimos? 25 Y El derramó el fuego de su ira con los furores de la guerra, que se encendieron en torno a él, pero no comprendió; le quemaron, mas no hizo caso.
Esta sección es una invitación cariñosa y paternal, por parte de Dios, a que Israel considere atentamente sus desastres por no haber seguido la ley de Yahvé. Israel se ha manifestado ciego (v. 18) en toda su historia. Esta ceguera le ha impedido ver los caminos de la Providencia divina en su historia. En realidad ha sido el mismo Yahvé quien le ha castigado entregándole a sus opresores, y sólo El puede redimirlos de nuevo. Son, pues, sordos 3; ciegos (v.18), y es necesario que depongan esta actitud para que Dios se apiade de ellos. Israel es llamado cariñosamente mi siervo, mi mensajero, mi familiar (v.19). Israel puede llamarse mensajero de Yahvé en cuanto que su religión es un testimonio viviente de Dios (44:26). Israel ha visto muchas cosas (v.20); e.d., toda su historia está llena de intervenciones de Dios; sin embargo, no ha captado el verdadero sentido de los hechos, ni las revelaciones hechas por el mismo Dios a sus escogidos le sirvieron de nada. Israel había sido escogido como instrumento de Dios para hacer conocer su justicia y religión entre los demás pueblos, como testimonio viviente de los intereses religiosos verdaderos. Este era un designio glorioso para Israel, pero sus infidelidades para con Yahvé le trajeron la humillación ante los demás pueblos. Su destino glorioso se tornó en baldón e ignominia al ser saqueado y hollado, puesto en cepos (v.22), es decir, llevados en cautividad, condenados a prisión como esclavos, sin que haya nadie que se preocupe de la suerte de Israel ni proteste contra los atropellos cometidos contra ellos y sus bienes (sin que nadie diga: Restituid, v.22). Y todo esto fue enviado por el mismo Yahvé, a pesar de que no se dan cuenta de ello. El único remedio, pues, es volver a Dios, que es el que únicamente los puede ayudar. El profeta pone, por fin, en boca del pueblo el reconocimiento de sus extravíos (v.24) 8.
1 El texto de los LXX traduce: “He aquí a mi siervo Jacob., mi elegido Israel”; lo que parece una glosa debida a un autor posterior que creía que el Siervo Deu 42:1 era el mismo que el de los c.40-48, donde se habla del pueblo de Israel. – 2 Cf. Mat 3:171Mat 17:5. – 3 Se ha hecho notar, a propósito de esta concepción teocrática, que en el Corán la pa-l abra din (juicio) tiene el sentido de obediencia, religión, estatuto, ceremonial, etc. – 4 La frase “luz de las gentes” falta en los LXX, y algunos, como Lagrange, la consideran como interpolada. – 5 Cf. Ceuppens, De prophetns Messianicis in A.T. (1935) p.287; Feldmann, Das Buch Isaías s 2 p.2555; Condamin, o.c., p.295 y 310; Lagrange, Le judaisme p.36g. – 6 Con un ligero cambio podemos leer estepas en vez de islas, lo que hace resaltar más la idea. – 7 Por razones de paralelismo, algunos autores cambian el segundo ciego de este estico en sordo (Condamin, Dennefeld). – 8 Algunos autores consideran este versículo como glosa posterior. Así Condamin, Duhm.
Fuente: Biblia Comentada
mi siervo. Otros merecen el título «siervo mío» y «mi siervo» (vea la nota sobre Isa 20:3), pero este siervo personal del Señor es el Mesías, quien fue escogido (Luc 9:35; 1Pe 1:20; Apo 13:8) porque el Señor se complace en Él (Mat 3:17; Mat 17:5) y su Espíritu reposa sobre Él (Isa 11:2; Isa 59:21; Mat 3:16; Luc 4:18). justicia a las naciones. En su segunda venida, Cristo gobernará sobre un reino en el cual prevalece la justicia por todo el mundo. El reino milenario no solo es para Israel, aunque el Mesías reinará en el trono de David en Jerusalén, e Israel será el pueblo glorioso. De hecho, todas las naciones del mundo experimentarán la rectitud y la justicia del Rey Mesías.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Este es el primero de cuatro «cánticos del siervo» que hacen referencia al Mesías (cp. Isa 49:1-3; Isa 50:4-11; Isa 52:13-15; Isa 53:1-12). Hablan del carácter afable del siervo y de su misión mundial. Los versículos Isa 42:1-3 se aplican a Jesucristo en su primera venida en Mat 12:18-20.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Las profecías de los capítulos Isa 1:1-31 al Isa 39:1-8 iban dirigidas a Judá en medio de su situación durante el ministerio de Isaías (739 a.C. hasta ca. 686 a.C.). Las profecías de los capítulos Isa 40:1-31 a Isa 66:1-24 van dirigidas a Judá como si el cautiverio en Babilonia (Isa 39:5-7) ya fuera una realidad presente, aunque ese cautiverio no sucedió hasta 605-586 a.C. Las palabras «No hay paz para los malos, dijo Jehová» (Isa 48:22; Isa 57:21) marcan la división de esta sección en tres partes: capítulos Isa 40:1-31 a Isa 48:1-22, capítulos Isa 49:1-26 a Isa 57:1-21 y capítulos Isa 58:1-14 a Isa 66:1-24.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Esta sección trata la esperanza y el consuelo de un futuro bienaventurado después del juicio de Dios en el cautiverio babilónico que está por venir.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Primer canto del Siervo: Si en Isa 41:8-9 el término “siervo” era un misterioso apelativo del pueblo de Israel, aquí hace referencia a otra persona o colectivo del que desconocemos su naturaleza. Es probable que esta figura fuese ambigua o indefinida por voluntad del propio profeta-poeta, y que por tanto estuviera abierta a distintas interpretaciones.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Isa 11:2; Mat 3:16 y par.; Jua 1:32-33.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Mat 12:18-21.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
El primer “Cántico del Siervo”. La súbita quietud luego de los abrumadores temas de los caps. 40 y 41 se ha comparado con el “sonido apacible y delicado” de 1 Rey. 19:12. Cuatro o cinco veces aparece en estos capítulos como un pasaje aislado de esa naturaleza, que pinta al Siervo como el “hombre para los demás”, con un creciente énfasis en el sufrimiento en 49:1-13; 50:4-9; y 52:13-53:12; seguido del triunfal 61:1-4 que enumera las bendiciones que él distribuye.
Al final de la serie, él es el uno en lugar de los muchos; 1 pero aquí, presentado como mi siervo y mi escogido, está íntimamente ligado con el “Israel” de 41:8 ss. El ser investido con el Espíritu y la implantación de la justicia (vv. 1, 3, 4), o verdadera religión, sin embargo, son semblanzas del reino davídico de 11:1-5; 32:1-8 (cf. el entrelazamiento de este pasaje con el Salmo real 2:7 en ocasión del bautismo de Jesús, Mat. 3:17), de modo que ya a esta altura comienza a surgir un individuo de la masa de Israel. El cierre del capítulo (vv. 18-25) reforzará notoriamente esta impresión.
2-7 La gentileza del Siervo, tanto en su no dogmatismo (v. 2) como en su ternura hacia los débiles y desamparados (v. 3) no se frustra por alguna debilidad de sí mismo: las palabras desalentará y desfallecerá (v. 4) sutilmente toman los términos heb. ya utilizados para la caña cascada y la mecha que se está extinguiendo (v. 3). Mat. 12:17-21 identifica el cuadro, y un vistazo al mundo que espera (v. 4c) confirma el carácter de su misión. Luz para las naciones (v. 6) fue una de las primeras designaciones de Jesús (cf. Luc. 2:32) y uno de los títulos formativos de su iglesia (cf. Hech. 13:47). Pero mientras la iglesia habría de participar en esta liberación de los ciegos y presos (v. 7; cf. “el siervo del Señor” descrito en 2 Tim. 2:24-26), sólo su cabeza podía ser descrita como el pacto de Dios, uniendo a Jehovah y al pueblo (v. 6; cf. 49:8) en su persona (cf. Mat. 26:28).
Los vv. 8, 9 vinculan el motivo del Siervo como los temas de los caps. 40 y 41 respectivamente, porque el celo de Jehovah por su verdadera gloria se expresará principalmente en el esparcimiento de su luz por todo el mundo. Esta es la fase de su proyecto que habrá de venir, las cosas nuevas declaradas antes que salgan a luz, que también han sido reveladas en bosquejo “desde el principio” (41:26, 27; cf. Gén. 12:1-3).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
42.1-4 Estos versículos se citaron en Mat 12:18-21 en referencia a Cristo. El siervo escogido revela un carácter de mansedumbre, aliento, justicia y verdad. Cuando se sienta herido y quebrantado, o consumido en su vida espiritual, Dios no lo aplastará ni lo echará a un lado como algo inútil, sino que con amor lo levantará. La humanidad actual necesita con desesperación los atributos amorosos de Dios. Podemos mostrar dicha sensibilidad mediante su Espíritu a la gente que nos rodea, reflejando la bondad y la sinceridad de Dios hacia ellos.42.1-9 Estos versículos, algunas veces llamados el cántico del Siervo, hablan acerca del Siervo-Mesías, no del siervo Ciro (como en el capítulo 41). Tanto a Israel como al Mesías se les llama a menudo Siervo. Israel, como siervo de Dios, tenía que ayudar al mundo a conocer a Dios. El Mesías, Jesús, cumpliría esta tarea y mostraría al mundo a Dios mismo.42.6, 7 Parte de la misión de Cristo en la tierra era demostrar la justicia de Dios y ser luz para los gentiles (todas las naciones). A través de Cristo, toda la gente tiene la oportunidad de abrazar su misión. Dios nos llama a ser siervos de su Hijo, demostrando la justicia de Dios y llevando su luz. ¡Qué privilegio tan extraordinario ayudar al Mesías a cumplir su misión! Sin embargo, debemos buscar su justicia (Mat 6:33) antes de demostrarla a los demás y permitir que su luz brille en nosotros antes de que podamos ser luz (Mat 5:16; 2Co 4:6).42.10 Mire todo lo que el Señor hará para nosotros y a través de nosotros (42.6-9). Obras majestuosas provocan respuestas majestuosas. ¿Agradece en verdad el bien que Dios hace en medio de usted y por medio de usted? Si es así, deje que su alabanza a El refleje lo que realmente siente.42.19, 20 ¿Cómo Israel y Judá pudieron ser siervos de Dios y aún así seguir tan ciegos? ¿Cómo pudieron estar tan cerca de Dios y ver tan poco? Jesús condenó a los líderes religiosos de sus días por la misma negligencia (Joh 9:39-41). ¿Acaso no fallamos nosotros de la misma manera? Algunas veces la ceguera limitada (ver pero no comprender, o saber lo que es bueno pero no hacerlo), quizás sea peor que no ver nada.42.23 Podemos condenar a nuestros predecesores por sus fracasos, pero nosotros somos doblemente culpables si repetimos los mismas errores después que los reconocimos como tal. A menudo estamos tan listos para dirigir el mensaje de Dios a otros, que no vemos cómo ese mensaje toca nuestras vidas. Asegúrese de estar dispuesto a seguir su propio consejo cuando enseñe o guíe a alguien.EL SIERVO EN ISAIASSe llama siervo a la nación de Israel:412Ki_8 42:192Ki 43:102Ki 44:1-2, 2Ki 44:212Ki 45:42Ki 48:20Se llama Siervo al Mesías:42.1-17 49.3, 5-7 502Ki_10 52:132Ki 53:11A la nación se le ha dado la misión de servir a Dios, ser guardas de su Palabra y luz a las naciones gentiles. A causa del pecado y la rebelión, fallaron. Dios envió a su Hijo, Cristo, como Mesías para cumplir su misión en la tierra.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) “Mi espíritu.” Heb.: ru·jí.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 2005 Isa 52:13; Mat 12:18; Jua 4:34; Jua 6:38
b 2006 Isa 49:7; Jua 16:32
c 2007 Sal 89:19; Luc 9:35; 1Pe 2:4
d 2008 Mat 3:17; Jua 6:27; 2Pe 1:17
e 2009 Isa 61:1; Mat 3:16; Hch 10:38
f 2010 Mat 12:18; Rom 15:9
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
He aquí mi Siervo. En contraste con los ídolos, que son falsos (41:29), está el Siervo del S eñor , en quien Dios se complace.
mi Espíritu sobre El. Se menciona la venida del Espíritu de Dios sobre algunas personas: En Nm 11:17, 25 en conexión con los setenta ancianos que ayudarían a Moisés; en Nm 11:29 en conexión con la profecía; en Ez 39:29 y en Jl 2:28 en términos de la revelación de Dios de sí mismo; en Mt 12:18 señalando la aprobación de Jesús por Dios; y en Hch 2:17 describiendo el establecimiento de la iglesia en el Pentecostés.
Fuente: La Biblia de las Américas
siervo. Aquí se refiere a una persona (Jesucristo, según Mat 12:18-20), quien ejercería un ministerio sin pretensiones y quien (en Su segunda venida) traerá justicia a todo el mundo.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Pondré mi Espíritu… → Jua 1:33.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
O, a los gentiles
Fuente: La Biblia de las Américas
LXX añade Jacob.
42.1 LXX añade Israel.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
[2] El Siervo cumple su misión transformando a los individuos.[3] Al contrario fortalecerá a los débiles e iluminará a los ignorantes.[5] Naciones.[6] Dice Dios a su enviado.[8] Is 48, 11.[11] El árabe que vivía en tiendas de campaña.[11] Capital de la Arabia.[19] Y era antes siervo mío muy favorecido.