Comentario de Isaías 45:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

“Así ha dicho Jehovah, a su ungido, a Ciro, a quien tomé por su mano derecha para sojuzgar a las naciones delante de él, para desvestir a los reyes de sus armaduras y para abrir puertas delante de él, de modo que las puertas de las ciudades no se cierren:

a su ungido. Isa 13:3; Isa 44:28; 1Re 19:15; Jer 27:6.

al cual tomé yo. Isa 41:13; Isa 42:6; Sal 73:23.

por su mano derecha. Eze 30:21-24.

para sujetar naciones. Isa 41:2, Isa 41:25; Esd 1:1; Jer 50:3, Jer 50:35; Jer 51:11, Jer 51:20-24; Dan 5:6, Dan 5:28-30; Dan 7:5; Dan 8:3.

para abrir delante de él puertas. Nah 2:6.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Dios llama a Ciro paor amor a su pueblo, Isa 45:1-4.

Por su omnipotencia desafía la obediencia, Isa 45:5-19.

El poder y la justicia de Dios reveladas, Isa 45:20-25.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El ser el ungido, literalmente ser el «Mesías», indica la designación de un cargo, por lo general como rey (Isa 61:1). El otorgamiento de este título único y exaltado para el rey persa, después de que fuera usado en Israel para los nobles patriarcas (Sal 105:15), para David (Sal 2:2) y para el venidero Mesías (Dan 9:25) pudo haber impactado a los oyentes de Isaías (vv. Isa 45:9Isa 45:10). ¿Por qué Dios designaría a un pagano extranjero para llevar a cabo su voluntad? Las puertas conducían al foso defensivo de Babilonia; no se cerrarán cuando Ciro capture a Babilonia (Isa 44:27).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

CONSOLAOS. Se escribieron estos capítulos durante los últimos años de la vida de Isaías. Dios reveló estas profecías a fin de brindar esperanza y consuelo a su pueblo durante su cautividad en Babilonia ciento cincuenta años después de la época de Isaías (véase Isa 39:5-8). Están llenas de revelaciones proféticas acerca del Mesías venidero y su reino futuro en la tierra. Algunos acontecimientos profetizados se cumplieron en el cautiverio babilónico y en la restauración de Judá, muchos se relacionan más específicamente con la manifestación de Jesucristo en la tierra, y otros todavía esperan su cumplimiento. En general, los caps. Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22 hacen hincapié en la liberación, los caps. Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13; Isa 56:1-12; Isa 57:1-21 en la redención, y los caps. Isa 58:1-14; Isa 59:1-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24 en la gloria.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

SU UNGIDO… CIRO. Aunque no era adorador de Dios (vv. Isa 45:4-5), a Ciro se le llama el «ungido», el mismo título que más tarde Dios le dio a su Hijo (el Mesías, o Cristo). Ciro (reinó 550-529 a.C.) era ungido en el sentido de que fue usado por Dios para realizar la importante tarea de libertar a Israel del cautiverio, de modo que Dios pudiera llevar a cabo su plan de usar a Israel para dar origen a la salvación de la raza humana. Ciro fundó el imperio persa, que duró dos siglos. Él tomó a Babilonia en 539 a.C. y luego permitió que los judíos retornaran a su país (véase Esd 1:1-11).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

45. Ciro, Libertador de Israel.
Conversión de las Gentes.

Ciro, instrumento de Yahvé (1-7).
1 Así dice Yahvé a su ungido, Ciro, a quien tomé de la diestra para derribar ante él las naciones, y yo desceñiré las cinturas de los reyes, para abrir ante él las puertas y para que no se cierren las entradas. 2 Yo iré delante de ti y allanaré los ribazos. Yo romperé las puertas de bronce y arrancaré los cerrojos de hierro. 3 Yo te entregaré los tesoros escondidos y las riquezas de los escondrijos, para que sepas que yo soy Yahvé, el Dios de Israel, que te llamó por tu nombre. 4 Por amor de mi siervo Jacob, por amor de Israel, mi elegido, te he llamado por tu nombre, te he dado un nombre glorioso, aunque tú no me conocías. 5 Soy yo, Yahvé, no es ningún otro; fuera de mí no hay Dios. Yo te he ceñido, aunque no me conocías, 6para que sepan desde el levante del sol y desde el poniente que no hay ninguno fuera de mí. 7Yo soy Yahvé, no hay ningún otro; el que formó la luz y creó las tinieblas, el que da la paz y crea la desdicha. Yo soy, Yahvé, quien hace todo esto.

En 41:2-4 aparece ya Ciro como elegido de Yahvé avanzando en fulgurantes conquistas. Aquí de nuevo es presentado como instrumento elegido por Dios para el cumplimiento de sus designios providenciales. Tenemos un cilindro muy característico de Ciro, en el que este monarca vencedor se presenta como el elegido del dios babilónico Marduc1. El estilo es parecido. Aquí, en el libro de Isaías, Ciro aparece como ungido de Yahvé (v.1), título que se aplicaba a los reyes de Israel, que eran ungidos como representantes de Dios el día de su coronación; si bien se aplicó también a los patriarcas y al pueblo israelita 2. Ese será, con el tiempo, el título característico del Rey de los tiempos mesiánicos, el Mesías, título que aparece por primera vez con este sentido en Sal 2. Ciro, pues, aquí es llamado ungido de Yahvé en cuanto es instrumento de los designios salvíficos de Dios sobre su pueblo, es decir, el instrumento de la liberación de Israel del yugo babilónico. No cabe duda que aquí el título dice relación a la misión que ha de cumplir como servidor de los intereses del pueblo elegido. Tomé de la diestra, e.d., le protegí y guié en sus victorias para desceñir las cinturas de los reyes, e.d., desarmarlos, de modo que pudiera abrir las puertas de las ciudades conquistadas; Yahvé va delante de Ciro (v.2) para quitarle los obstáculos en su camino, allanando ribazos, convirtiendo su camino en una espléndida avenida triunfal, hasta llegar a las ciudades cuyas puertas de bronce y cerrojos rompería el mismo Yahvé. Con ello caerían en su poder los tesoros escondidos (v.3) de las naciones 3. Y la finalidad de esta protección de Dios es para que Ciro reconozca a Yahvé, Dios de Israel, como principal autor de sus conquistas, pues El le ha llamado por su nombre (cf. 46:11). En el decreto de Ciro sobre la reedificación del templo de Jerusalén dirá: Yahvé, Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra (Esd 1:2), lo que es verosímil en labios de Ciro, que también en sus inscripciones se presenta como llamado por Marduk para tomar Babilonia4. En su política, muy diplomática, buscaba ante todo ganar la simpatía de cada pueblo sometido, halagando sus creencias religiosas y presentándose como el enviado del propio dios de cada pueblo. Pero debe quedar claro que, si Yahvé le ha suscitado y le ha dado la victoria, es por amor de Israel, es decir, con vistas a su liberación del cautiverio babilónico; por ello le ha dado un nombre glorioso (v.4) como el de ungido, pastor (Esd 44:28; Esd 45:1), aunque no le conocía; es decir, Ciro no sabía que sus conquistas eran debidas a Yahvé, Dios para él desconocido. Si Dios le protege, es para que todos reconozcan desde el levante y desde el poniente (v.6) que no hay más Dios que Yahvé, señor de la paz y de la desdicha (v.7), en cuanto domina y es arbitro de los destinos de la historia. Los otros ídolos no son dioses y no pueden prestar auxilio a nadie.

Las bendiciones de los tiempos mesiánicos (v.8).
8 Gotead, cielos, desde arriba, y que las nubes destilen la justicia. Abrase la tierra y produzca el fruto de la salvación, y germine a la vez la justicia. Yo, Yahvé, lo he creado.

Puede considerarse este versículo como una explosión lírica sugerida al profeta por la próxima perspectiva de liberación de la cautividad. Los tiempos mesiánicos eran la obsesión de todo fiel israelita, porque en ellos habría de instaurarse un reinado de justicia (v.9) o rectitud moral en las relaciones entre los ciudadanos, y de éstos con el Rey Mesías. Y todo ello se concibe como un rocío de bendición que viene de lo alto, de los cielos y de las nubes. Sólo Dios puede hacer que reine la justicia entre los nuevos ciudadanos de la futura teocracia mesiánica: Yo, Yahvé, lo he creado; esta afirmación solemne de Dios es para garantizar la futura realización de esta época venturosa de justicia de que habla el profeta; es obra de Dios: lo he creado. Dios garantiza su realización, que da por hecha. Es el estilo de los perfectos proféticos.

Inutilidad de la oposición a Dios (9-13).
Esta sección parece va dirigida contra un grupo de exilados que no admitían la liberación por medio de un rey pagano, no israelita, como se promete en Jer 30:21. Y sobre todo esperaban una intervención milagrosa de Yahvé más espectacular, sin servirse de medios paganos; con ello resplandecería más la omnipotencia divina.

9 ¡Ay del que contiende con su Hacedor! Es el tiesto de los tiestos de la tierra. ¿Dice acaso el barro al alfarero: Qué es lo que haces? Y su obra: ¿No tienes manos? 5 10 ¡Ay del que al padre dice: ¿Por qué engendraste? y a la mujer: ¿Por qué me pariste? 11 Así dice Yahvé, el Santo de Israel y su hacedor: ¿Me vais a interrogar sobre el futuro, sobre mis hijos? sobre la obra de mis manos, ¿me vais a dar órdenes? 12 Yo hice la tierra y creé sobre ella al hombre; mis manos desplegaron los cielos y yo mando a todos u ejército. 13 Y yo le suscité para justicia y allané todos sus caminos. El reedificará mi ciudad y libertará a mis desterrados, no por precio ni por dones, dice Yahvé de los ejércitos.

Aquí se destaca la libérrima actuación de Dios en su providencia. Como señor de todas las cosas y de la historia, dispone de las cosas según su beneplácito, como el alfarero, que hace a su antojo las orzas. Nadie tiene derecho a pedir razones a Dios, como tampoco el barro al alfarero (v.8). Los israelitas, pues, que protestan por haber elegido Yahvé a Ciro como instrumento de su liberación, no tienen sentido. El que contiende con su Hacedor es el tiesto de los tiestos de la tierra, e.d., no tiene más categoría ante Dios que el barro o tiesto en manos del alfarero, que lo modela según su capricho. No es la arcilla en manos del alfarero a quien corresponde negar la habilidad del alfarero (no tienes manos, v.9). Tampoco el hijo tiene derecho a protestar a su padre por haberlo engendrado (v.10). Igualmente los israelitas no tienen derecho a pedir a Yahvé cuentas por el modo de llevar el curso de la historia humana, porque el futuro es la obra de mis manos (v.11), ya que es el Hacedor o plasmador de la historia de Israel, y ahora va a realizar también una obra en la historia (v.11), e.d., hará surgir a Ciro como libertador de su pueblo, lo que es un signo más de la omnímoda omnipotencia divina, pues toma como instrumento de sus designios sobre el pueblo santo a un gentil. Y como base de su intervención libérrima en la historia está el hecho de ser el Creador de todo: la tierra, los cielos y el hombre (v.12).· La liberación de Israel será también obra de Dios, pues Ciro no será sino un instrumento de su providencia en la historia. Nadie puede permitirse criticar al que es el Hacedor del universo. La aparición de Ciro en la historia no es sino una manifestación de ese gobierno que Yahvé tiene sobre los pueblos. Dios le ha suscitado para justicia (v.13), es decir, para cumplir una misión: la de liberar al pueblo escogido conforme a las promesas. El, pues, será el encargado de reedificar Jerusalén (mi ciudad) sin necesidad de ofrecerle de antemano precio ni dones. La liberación de los desterrados es obra exclusiva de Yahvé, que ha inducido el corazón de Ciro a realizarla. En 43:3 se decía que Dios le daría, en recompensa por esta obra, grandes regiones y riquezas. Pero en este c.45 Dios quiere hacer destacar que, como Señor único de Israel y de la historia, no necesita ofrecer rescates y dones para que sus obras se lleven a cabo. Dios no necesita rebajarse a ofrecer dones para que sus planes se cumplan. Basta que dé un impulso interno al corazón del hombre para que éstos se realicen.

Las naciones paganas reconocen al Dios de Israel (14-17).
14 Así habla Yahvé: La labor de Egipto, y la ganancia de Etiopía, y los sobeos, hombres de elevada estatura, pasarán a ti y serán tuyos, y te seguirán, y te servirán esposados, y se postrarán ante ti, y suplicantes te dirán: Sólo tú tienes un Dios, no hay ningún otro; los dioses no existen ya. 15 En verdad que tienes contigo un Dios escondido, el Dios de Israel, Salvador. 16 Cubiertos de confusión y de ignominia están todos a una, se van avergonzados los forjadores de ídolos. 17 Israel es salvado por Yahvé con salvación eterna; no seréis avergonzados ni confundidos por toda la eternidad.

El profeta contempla en la época mesiánica una procesión de pueblos extranjeros africanos desfilando humillados con su labor y ganancias (v.14), ofreciéndolas como homenaje al pueblo escogido, que ha tenido como patrimonio al único Dios, Salvador, mientras que los ídolos han desaparecido. Las victorias de Ciro y la liberación portentosa de Israel han abierto los ojos a Egipto, Etiopía y Sabá. En Egipto dominaron por algún tiempo las dinastías etíope-nubias, con las que tenían especiales relaciones los habitantes de Sabá. El profeta los junta como formando un frente común por occidente contra Judá, y ahora reconciliados con ella. El imperio persa llegó hasta el corazón de Egipto. Los sobeos, a quienes define como de elevada estatura (v.14), solían constituir tradicionalmente una clase social de esclavos (cf. 43:3) de los egipcios. El imperio egipcio en pleno, pues, se postrara ante ti, pidiendo la admisión a participar en el culto del Dios único, Yahvé, que se ha manifestado para Israel de un modo particular, como Salvador (v.15). Hasta entonces, para las naciones, Yahvé era como un Dios escondido, pues había permitido que su pueblo fuese llevado en cautividad 6. Ahora, en cambio, se ha manifestado en toda su omnipotencia, dejando avergonzados a los ídolos y a sus seguidores (v.16). Las estatuas de los ídolos para nada han servido, y por eso los forjadores de ídolos están avergonzados. En cambio, Israel es salvado con salvación eterna, e.d., ha sido liberado, y no volverá a ser humillado de nuevo.

La salvación de Yahvé a todas las gentes (18-25).
18 Porque así habla Yahvé, el que creó los cielos, el Dios que formó la tierra, la hizo y la afirmó. No la creó para yermo, la formó para que fuese habitada. Soy yo Yahvé, y ningún otro. 19 No he hablado yo en secreto, en un oscuro rincón de la tierra. No he dicho yo a la progenie de Jacob: Buscadme en vano. Soy yo Yahvé, que hablo justicia y proclamo lo recto. 20Reunios, venid, acercaos juntamente los sobrevivientes de las naciones. No tienen entendimiento los que llevan ídolos de madera y ruegan a un dios incapaz de salvar, 21 Hablad y exponed, consultaos unos a otros: ¿Quién ha hecho oír esto desde antiguo y lo anunció desde entonces? ¿No soy yo Yahvé, y no hay más que yo? No hay Dios justo ni salvador fuera de mí. 22 Volveos a mí y seréis salvos, confines todos de la tierra. Porque yo soy Dios, y no hay otro. 23Por mí he jurado, salió la justicia de mi boca, una palabra irrevocable. Porque doblaráse ante mí toda rodilla y jurará toda lengua, 24 diciendo: Ciertamente en Yahvé tengo justicia y fuerza, a El vendrán cubiertos de ignominia todos los inflamados contra El. 25En Yahvé será justificada y glorificada toda la progenie de Israel.

Este fragmento constituye una nueva profecía. La anterior “quedó cerrada solemnemente en el ν.17. Allí se hablaba de la liberación de Israel; aquí se hace una llamada salvadora a todos los pueblos en nombre de Yahvé. Enfáticamente se presenta a Yahvé como el creador de cielos y tierra (v.18). Si creó la tierra, lo hizo con una finalidad muy noble, y no para dejarla convertida en yermo 7, sino para que fuese habitada. No entra, pues, en sus planes la idea de destrucción de la vida. Dios tiene un designio salvador sobre la humanidad. Este designio bienhechor de Dios se demuestra por las revelaciones públicas que ha hecho a Israel. No ha hablado ocultamente con frases enigmáticas para que no las entendieran (v.19). No habló en un rincón oscuro de la tierra, es decir, en el desierto, llamado frecuentemente “país de tinieblas.” Yahvé no habló en lugar solitario, sino públicamente 8; por otra parte, Yahvé no ha dicho a Israel: Buscadme en vano (v.19), es decir, sin indicar el modo de ser encontrado. Sus revelaciones fueron suficientemente claras para que pudieran orientarse en la búsqueda de Dios, pues siempre le señaló el camino de la justicia y de los rectos 9.
Yahvé convoca a las naciones a reunirse y decidir por sí mismas sobre lo que acaba de decir, e.d., sobre el testimonio de Yahvé acerca de la justicia y de lo recto. Como en capítulos anteriores, aduce la prueba de su veracidad en la venida de Ciro, que sólo El ha predicho, y no los ídolos. Esta invitación está dirigida a los sobrevivientes de las naciones (v.20), e.d., a los que han escapado al juicio de Dios sobre los pueblos antes de la inauguración mesiánica, después de las victorias de Ciro. Y Dios de nuevo invita a las naciones reunidas a exponer sus puntos de vista (v.21) sobre el hecho de la aparición de Ciro, que sólo ha sido predicha por Yahvé (¿Quién ha hecho oír esto desde antiguo? v.21). Este anuncio de antemano es prueba de que sólo Yahvé es el único Dios (v.21). Si, pues, es el único que conoce el futuro y domina los acontecimientos de la historia, es el único Salvador (v.21). Por eso invita a todas las naciones a volverse a El (v.22), como único Ser digno de recibir culto y acatamiento. Dios ha jurado (v.22) con carácter irrevocable que se doble ante El toda rodilla y jure toda lengua 10. Todos los inflamados contra El (v.24), e.d., los que furiosamente se oponen a Yahvé, volverán a El confundidos como consecuencia de ese juramento que Yahvé ha hecho. Todos tendrán que reconocer que la justicia y la fuerza (v.24) no pueden provenir sino de El, ya que es el único Salvador, que otorga la victoria, mientras que los ídolos son seres inertes. Aquí justicia equivale a victoria. Todo el que se adhiera a Yahvé, triunfará; y al contrario, el que no le reconozca será avergonzado. En Yahvé será justificada, e.d., saldrá vencedora, toda la progenie de Israel (v.25), y ese triunfo será causa de que Israel sea glorificado ante todos los pueblos.

1 El interesante documento dice así: “Marduk eligió un príncipe justo según el deseo de su corazón, para tomarlo de la mano. A Ciro, rey de la ciudad de Anzam, cuyo nombre pronunció y llamó para dominar sobre todo el mundo. El país de Quti. sometió a sus pies. Le hizo tomar el camino de Babilonia, yendo a su lado como amigo” (H. Gressmann, Altorientalische Texte zum A.T. 2.a ed., 369). – 2 Cf. Sal 105:15; Hab 3:13. – 3 Los autores greco-romanos hablan de las grandes riquezas tomadas por Ciro al entrar en Babilonia. Cf. esquil., Pers. 53; Plinio El Viejo, Htsf. Nat. 33:3. – 4 Cf. Gressmann, Altorientalische Texte zum A.T. 2.a ed., p.3óQ. – 5 Así según los LXX. El TM lit.: “y tu obra: no hay manos para él.” – 6 Cf. Isa 43:3; Isa 55:8; Deu 29:29; Pro 25:2. – 7 El texto hebreo emplea la palabra tohu (cf. Gen 1:2), que significa caótico, sin distinción, informe. – 8 Algunos interpretan país de tinieblas, cono sinónimo de seol, la morada de las sombras de los difuntos. La nigromancia era el arte de consultar a los muertos. Yahvé, pues, aquí diría que El no habló con artes nigrománticas. – 9 Lit. “buscadme en el caos” o “yermo,” e.d., sin orientación. Cf. Isa 41:1-4.21-29; Isa 43:9-31· – 10 Cf. Gen 22:16; Jer 22:5; Heb 6:13; Rom 14:11; Flp 2:10-11.

Fuente: Biblia Comentada

su ungido. Esta palabra corresponde a «Mesías», y es una transliteración del hebreo. Es el término que se emplea con referencia al rey y redentor mesiánico en el Sal 2:2 y Dan 9:25-26, pero aquí se refiere a Ciro como el rey apartado por la providencia de Dios para cumplir los propósitos divinos. Aunque no rendía culto al Señor, el monarca persa jugó un papel singular como pastor de Israel (Isa 44:28) y como juez ungido por Dios sobre las naciones.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

puertas … puertas … puertas de bronce. Es probable que sea una referencia a las puertas numerosas que tenía la ciudad amurallada de Babilonia que Ciro invadió con relativa facilidad. Las puertas interiores que conducían del río a la ciudad se dejaban abiertas al igual que las puertas del palacio. El historiador griego Herodoto informó que la apertura de la ciudad fue tan grande que los persas tomaron prisioneros mientras avanzaban hacia el palacio en el centro.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Las profecías de los capítulos Isa 1:1-31 al Isa 39:1-8 iban dirigidas a Judá en medio de su situación durante el ministerio de Isaías (739 a.C. hasta ca. 686 a.C.). Las profecías de los capítulos Isa 40:1-31 a Isa 66:1-24 van dirigidas a Judá como si el cautiverio en Babilonia (Isa 39:5-7) ya fuera una realidad presente, aunque ese cautiverio no sucedió hasta 605-586 a.C. Las palabras «No hay paz para los malos, dijo Jehová» (Isa 48:22; Isa 57:21) marcan la división de esta sección en tres partes: capítulos Isa 40:1-31 a Isa 48:1-22, capítulos Isa 49:1-26 a Isa 57:1-21 y capítulos Isa 58:1-14 a Isa 66:1-24.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Esta sección trata la esperanza y el consuelo de un futuro bienaventurado después del juicio de Dios en el cautiverio babilónico que está por venir.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

— ungido: Sorprende realmente la aplicación a Ciro de este título que generalmente designaba a los reyes israelitas en su función de “virreyes” del Señor, y que hacía referencia al rey ideal de las promesas mesiánicas.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Isa 41:1-15+.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

El Dios de toda la tierra. 1-8 Estos versículos colocan el control que el Señor ejerce sobre Ciro en el marco de su total soberanía (v. 7), su autorrevelación en todo el ámbito del mundo (v. 6) y su voluntad para reivindicar la justicia (v. 8).

1-3 El término ungido es la base del título de Mesías; pero su utilización en el AT es general, principalmente para los reyes ungidos por Dios (cf. Saúl:1 Sam. 24:6). Aquí se subraya el hecho de que Ciro ha sido nominado y equipado para una suprema tarea para la cual todas sus victorias no serán más que el preludio. Cada una de las frases de los vv. 1b-3a pone de relieve estos éxitos; los tesoros de la oscuridad son los más cuidadosamente ocultados, por ser los más preciados. (Como conquistador de Lidia, bajo el reinado de Creso, y de Babilonia, Ciro habría de adquirir una incalculable riqueza.)4 Pero el hecho de que era el fin y clímax de su carrera, la liberación de Israel (cf. v. 13) era, para Ciro, un episodio de importancia menor; así de defectuosas son las evaluaciones humanas (cf. 55:8). Su reconocimiento de Yahweh (cf. Esd. 1:2-4), como de otras deidades pareciera haber sido superficial (ver sobre 41:25): un reconocimiento de su existencia e influencia (v. 3) sin el correspondiente conocimiento personal (v. 4).

7 Luz y … tinieblas … paz y … adversidad son expresiones típicamente hebraicas, en parejas opuestas, para “todo lo que es” (cf. Sal. 49:1, 2). Adversidad significa lit. “mal”, pero esta palabra heb. es un término demasiado general para sugerir que Isa. hace a Dios el autor de la maldad; ver, más bien, Job 2:10; Amós 3:6; Rom. 11:36. Algunos han visto en estas palabras un ataque al dualismo zoroástrico, con sus dioses rivales del bien y del mal; pero este versículo se opone igualmente al politeísmo, blanco de la mayor parte de las invectivas contenidas en estos capítulos. No hay suficiente evidencia de que Ciro hubiera sido zoroastra como lo fueron algunos de sus sucesores.

9-13 El enfoque vuelve de Ciro a un Israel algo quejumbroso (los sujetos en plural de los verbos en el v. 11, y la alusión a Ciro en la tercera persona en el v. 13, indican este cambio), con un clásico reproche por sospechar que Dios estuviera estropeando su obra (cf. 29:16). 11 La versión de la RVA es correcta, con la connotación irónica de sus imperativos equivalentes a indignas preguntas. 12 La lección objetiva del cielo estrellado fue utilizada de manera similar, aunque más suavemente, en 40:26-31. 13 Cf. 44:28.

14-25 Previendo el gran influjo de los gentiles, estos versículos van mucho más allá de la liberación. Los caps. 60-62 retomarán el tema con mayor detalle. Aquí está expresado primero en un discurso a Israel (vv. 14-19) y luego en un llamado a la humanidad a reconocer a su Señor, como algún día habrá de suceder, y de ahí encontrar la salvación en compañía de la nación que una vez lo despreció (vv. 20-25).

14 Tales nombres como Egipto, etc., y los detalles de encadenados y homenaje, ilustran el triunfo de Dios en términos de una escena contemporánea, utilizando el vívido colorido de victorias humanas. En el cumplimiento, éstas serán trascendidas, como lo dejan entrever claramente los vv. 20-25. Los gentiles aquí son aquellos que nunca hasta ahora pertenecieron al imperio israelita; su rendición será tan total como si fueran prisioneros de guerra, pero en realidad será por convicción (vv. 14c-16) y terminará en salvación (vv. 22, 24).

15 La expresión tú eres un Dios misterioso puede tal vez ser la continuación de la confesión de los convertidos, reconociendo al Dios invisible en lugar de sus ídolos; más probablemente sería la ex-clamación de Israel por los inescrutables caminos de Dios, “que sobrepasa todo entendimiento”. 18, 19 Replican que, por todo ello, él ha obrado según un gran diseño y se ha revelado inequívocamente. Vacía (v. 18) y vano (v. 19) es tehú, como en Gén. 1:2 (“sin orden”); el v. 18b mira hacia el fin a la vista de la creación, (cf. la frase para que fuera habitada) la transformación de un mundo inicialmente informe en un mundo habitable. De la misma manera, Israel logrará un final glorioso.

22-25 Estos versículos finales son notables, en primer lugar por el cuadro de conversiones sinceras en toda la tierra, y en segundo lugar por la audaz utilización que el NT hace de los vv. 23, 24, aplicándolos directamente a Cristo en Fil. 2:10, 11 (e indirectamente en Rom. 14:9, 11). Cf. el uso hecho en 8:12b y 13a en 1 Ped. 3:14, 15.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

45.1-8 Este es el único lugar en la Biblia donde se le llama «ungido» a un gobernante gentil. Dios es el poder que está por encima de todos los poderes y El unge a quien elige para llevar a cabo tareas especiales. El reino de Ciro se extendió a 3,220 kilómetros (el más grande imperio entonces conocido) e incluía los territorios de los Imperios Asirio y Babilónico. ¿Por qué ungió Dios a Ciro? Porque Dios le tenía reservada una tarea especial que debía realizar para Israel. Ciro permitiría que la ciudad de Dios, Jerusalén, se reconstruyera y liberaría a los cautivos sin esperar nada a cambio. Pocos reyes de Israel o de Judá hicieron tanto por el pueblo de Dios como lo haría Ciro.45.7 Dios gobierna sobre la luz y las tinieblas, sobre la paz y la adversidad. Nuestras vidas están salpicadas de ambas clases de experiencias y las dos hacen falta para crecer espiritualmente. Cuando vengan los tiempos buenos, déle gracias a Dios y utilice su prosperidad para El. Cuando vengan los tiempos malos, no se resienta, sino pregunte qué puede aprender de esta experiencia purificadora para ser un mejor siervo de Dios.45.9 El tiesto es una pieza rota de alfarería, básicamente sin valor.45.14 Los sabeos eran personas de Seba, localizada al sur de Arabia.45.17 Hasta este momento, Israel contaba con una salvación temporal: Dios los salvaría de sus enemigos. Ahora Isaías habla de la salvación eterna con Dios.45.18, 19 Las promesas de Dios son públicas y su cumplimiento es seguro. Entonces, ¿por qué dudamos muchas veces de El? Nunca debemos sentirnos inseguros cuando tenemos un Dios de verdad y justicia.45.22 La salvación es para todas las naciones, no solo para los israelitas. Muchas veces parece como si Israel tuviera una ruta interna para la salvación. Pero Dios aclara que los suyos son todos los que lo siguen. Israel tenía que ser el medio para que todo el mundo llegara a conocer a Dios. Jesús, el Mesías, cumplió el papel de Israel y dio a cada persona la oportunidad de seguir a Dios. (Véanse también Rom 11:11; Gal 3:28; Eph 3:6; Phi 2:10.)

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) “A su ungido.” Heb.: lim·schi·jóh; gr.: kjri·stói; sir.: lam·schi·jeh; lat.: chrí·sto.

(2) “A Ciro”, M(heb.: leKjóh·resch)TLXXVg.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 2239 1Re 19:16; Isa 44:28

b 2240 Esd 1:1; Sal 73:23; Isa 45:4

c 2241 Isa 13:17; Isa 41:25; Jer 51:20

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

su ungido. El título ungido (heb. mashiaj , es decir Mesías ), era un título de los reyes israelitas: Saúl: (1 S 24:6, 10); David (2 S 1:14, 16; 19:21); y cualquiera de la dinastía davídica (Sal 2:2; 18:50). También era usado para el sumo sacerdote (Lv 4:3, 5, 16; 6:20) que era ungido de una manera única, y por tanto estaba separado de los sacerdotes comunes para el servicio especial del tabernáculo (8:12). En el N.T., el título « ungido» o « Mesías» (gr. cristós ) es aplicado a Jesús (Mr 8:29; Hch 2:36; He 9:11). El uso del término para un rey pagano es raro, lo más cercano es 10:5 donde un rey asirio es llamado vara de la ira de Dios (cp. Jer 25:9; 27:6; 43:10, donde Nabucodonosor es llamado « siervo de Dios» ).

a quien he tomado por la diestra. En 41:13 Dios habla de tomar la diestra a Israel para darle fuerzas para superarse. En el contexto de pastor y ungido , que significan dignidad real, parece que Ciro comprendería esta expresión en términos del modismo babilónico « tomando las manos de Marduc» refiriéndose a la ceremonia por la cual se reconocía a la persona como rey.

para desatar lomos. El equivalente arameo de esta frase aparece en Dn 5:6 y probablemente signifique « mojarse a sí mismo» (de miedo). Si este es el caso aquí, entonces el terror es el presagio de la derrota inevitable de los que se opongan a Ciro. La frase paralela someter ante él naciones sugiere que es otra metáfora de la victoria de Ciro sobre las naciones que se le oponían.

para abrir ante él las puertas. Esta metáfora se refiere a las puertas de una ciudad bajo sitio. Dios abrirá estas puertas a Ciro y la ciudad será suya.

Fuente: La Biblia de las Américas

ungido. Lit., mesías (cp. la designación de Oro como pastor en Isa 44:28). Este es un título adecuado para aquel rey pagano por dos razones: Ciro, como libertador temporal del pueblo de Dios, provee una ilustración de Jesucristo, el Redentor eterno; y puesto que los reyes vasallos eran ungidos por los más poderosos. Ciro, como alguien que ejecutaba los propósitos de Dios, podía ser debidamente considerado como un vasallo ungido.

abrir delante de él puertas. La noche cuando los persas se apoderaron de Babilonia algunos de los soldados penetraron por el cauce del río seco y abrieron las puertas a sus ejércitos desde adentro.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Lit., y desataré

Fuente: La Biblia de las Américas

Es decir, dejar sin fuerzas.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

[1] Decreto divino que anuncia la entronización de Ciro, rey extranjero, dándole el título de Ungido. Este rey será instrumento de liberación para el pueblo de Dios, esclavizado en Babilonia.[3] Te elijo y destino para que ejecutes mis designios. Ex 31, 2; 33, 17.[4] Y de Pastor y Salvador de mi pueblo.[8] La siguiente plegaria pide a Dios que de todos los acontecimientos terrenos saque la salvación. San Jerónimo traduce salvación y justicia, como nombres de persona Salvador y Justo.[15] Salvador es nombre propio del Dios de Israel. Sus acciones salvíficas van incluidas en las actividades humanas, aun en las mismas campañas del pagano Ciro. Sólo la fe permite reconocer la presencia de Dios y su acción.[19] Jn 18, 20.[24] Confesará a Dios. Eljuramento significa a veces en la Escritura el culto religioso de Dios, alabarlo, glorificarlo. Rom 14, 11; Filp 2, 10.

Fuente: Notas Torres Amat