Comentario de Isaías 50:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
El Señor Jehovah me abrió el oído, y no fui rebelde ni me volví atrás.
Isa 48:8; Sal 40:6-8; Mat 26:39; Jua 8:29; Jua 14:31; Jua 15:10; Flp 2:8; Heb 5:8; Heb 10:5-9.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
abrió: La idea es la misma que aparece en Sal 40:6, la abertura del canal auditivo como símbolo de escuchar y de obedecer.
no fui rebelde: Compárese con Isa 1:2.
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PARA VIVIRLO
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Los peligros de la lengua
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Tendemos a conocer a las personas por lo que dicen. Las palabras pueden causar temor en otros o poner en evidencia la necedad del que las dice, o también pueden ser una fuente de ayuda y consuelo para otras personas.
En un pasaje que posiblemente le atañe al Mesías, Isaías dice que el ungido por Dios «sabrá cómo hablar» al recibir instrucciones del Señor (Isa 50:4). Como resultado de este tutelaje divino, tendrá la habilidad de hablarle al cansado con las palabras apropiadas. ¿Cuánto más necesitaremos el resto de nosotros de ayuda para saber qué palabras decir, dada nuestra condición de pecadores? Las Escrituras nos advierten en reiteradas ocasiones sobre el poder y el peligro de nuestras palabras, en donde se ve frecuentemente que ellas pueden:
• cortar como una espada (Sal 57:4; Sal 64:3);
• ser tan peligrosa y venenosa como una serpiente (Sal 140:3);
• traer mentiras con el impacto de un arco (Jer 9:3);
• derribar a otras personas como una flecha (Jer 9:8); y,
• maldecir y degradar a otros (Ose 7:16).
¿Cuál es el impacto que provocan sus palabras en los otros? ¿Lo que dice es para ayudar o desmoralizar a otros?
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
REFERENCIAS CRUZADAS
q 2574 Sal 40:6; Sal 40:8
r 2575 Jon 1:3; Mat 26:39; Flp 2:8