Comentario de Isaías 5:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¡Ay de los que juntan casa con casa y acercan campo con campo, hasta que ya no queda más espacio, y así termináis habitando vosotros solos en medio de la tierra!
¡Ay de los que juntan casa! Jer 22:13-17; Miq 2:2; Hab 2:9-12; Mat 23:14; Luc 12:16-24.
y añaden heredad. 1Re 21:16-20.
¿Habitaréis vosotros solos? Eze 11:15; Eze 33:24.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Esta poesía consiste de seis acusaciones o «ayes» que especifican los pecados de las «uvas silvestres» (vv. Isa 5:2, Isa 5:4) y la naturaleza de los actos de opresión: avaricia (v. Isa 5:8), libertinaje, (vv. Isa 5:11, Isa 5:12), incredulidad cínica (vv. Isa 5:18, Isa 5:19), perversión (v. Isa 5:20), arrogancia (v. Isa 5:21) e injusticia (vv. Isa 5:22, Isa 5:23). A estos pecados se les suman profecías de juicio: desolación (vv. Isa 5:9, Isa 5:10), captura o muerte de los pomposos líderes (vv. Isa 5:13, Isa 5:14) y humillación a todos (v. Isa 5:15). La armada victoriosa se describe en los vv. Isa 5:26-30.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Habitaréis … tierra: Los avarientos terratenientes controlan toda la tierra de Israel. Dios otorgó la tierra, la que «no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es» (Lev 25:23), como una herencia a todo su pueblo (Núm 27:7-11). Privados de todas esas tierras ancestrales, los ciudadanos de Israel se han convertido en temporeros o esclavos de lo que antiguamente fue una herencia familiar.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
¡AY DE LOS QUE…! Se pronuncian seis ayes (i.e., declaraciones de juicio) sobre seis tipos de pecados:
(1) la codicia egoísta (v. Isa 5:8),
(2) la embriaguez (vv. Isa 5:11-12),
(3) la burla del poder de Dios para juzgar su pecado (vv. Isa 5:18-19),
(4) la tergiversación de las normas morales de Dios (v. Isa 5:20),
(5) la arrogancia y el orgullo (v. Isa 5:21), y
(6) la perversión de la justicia (vv. Isa 5:22-23; cf. los ayes de Cristo sobre los hipócritas religiosos; véanse Mat 23:1-39, notas).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
casa a casa … heredad a heredad. Dios dio la tierra a los israelitas con la intención de que la partición original permaneciera en posesión de cada familia (Lev 25:23-25). En el tiempo de Isaías, los terratenientes especuladores ya habían acumulado grandes extensiones de tierra (Miq 2:2; Miq 2:9), y los ricos y poderosos usaban procesos legales para quitar a los pobres lo que les pertenecía por derecho antiguo (Amó 2:6-7).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
El primer ay fue contra los dueños de propiedades por su avaricia y su materialismo.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
El profeta pronunció seis ayes (juicios) contra el pueblo de Israel que se negaba a responder al amor de Dios.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Isa 10:1-4, Jer 22:13-19; Eze 7:5-26; Amó 6:1-11; Miq 2:1-5; Hab 2:6-20; Mat 23:13-33; Luc 6:24-26.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Extorsionistas. La ley sobre la propiedad, que Nabot defendió con su vida (cf. Lev. 25:23; 1 Rey. 21:3) se ha transformado en letra muerta, pero el insaciable deseo de adquirir más tierras, será, irónicamente, satisfecho. 10 Bato era una medida de capacidad para líquidos equivalente a un efa para áridos, de 37 litros; el homer (no confundir con el gomer de Exo. 16:36) tenía una capaci dad diez veces mayor (cf. Eze. 45:11). La cosecha sería desastrosamente inferior a lo sembrado.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
r 222 Jer 22:17; Miq 2:2; Hab 2:9
s 223 1Re 21:16
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
El primer « ay» trata de la avaricia, especialmente por tener más propiedades. La ley de Moisés (Nm 33:54; Lv 25) repartió una parcela de tierra a cada cabeza de familia. Fue ordenado que la tierra permaneciera con la familia; podía ser arrendada, pero no vendida porque cada parcela había sido asignada en perpetuidad a las familias (Nm 27:7– 11; 1 R 21:1– 3). Si acaso era vendida, debía volver a la familia original en el año del jubileo. Se debía considerar al S eñor como dueño verdadero de la tierra (Lv 25:23). La historia de Nabot (1 R 21) describe cómo los poderosos trataban de apoderarse de la buena tierra de los débiles.
Fuente: La Biblia de las Américas
Después del cántico de la viña siguen seis « ayes» (vers. 8, 11, 18, 20, 21, 22). En lenguaje conciso y vívido se describen las características de una sociedad corrompida.
Fuente: La Biblia de las Américas
En estos versículos hay una acusación contra Israel dividida en seis partes. Cada una de las cuales comienza con un «Ay».
(1) ¡Ay! de los ladrones de tierras (vv. Isa 5:8-10; cp. 1Re 21:3; 1Re 21:16), cuyas casas han de quedar desoladas y cuya tierra se volverá estéril.
un bato. Equivalía a 37 litros; 4,04 hectáreas podían producir hasta 500 batos de vino.
efa. La décima parte de un homer que era 370 litros (cp. Rut 2:17).
(2) ¡Ay! de los que siguen la embriaguez (Isa 5:11-17; cp. Isa 5:22; Isa 19:14; Isa 24:20; Isa 28:1, Isa 28:7). Tal exceso trae castigo temporal a las naciones (Isa 5:13) y castigo eterno al individuo (v. Isa 5:14).
(3) ¡Ay! de los blasfemos (vv. Isa 5:18-19), quienes llevan consigo a su ídolo de pecado y retan a Dios a que actúe si puede.
(4) ¡Ay! de los que pervierten los distintivos morales (v. Isa 5:20).
(5) ¡Ay! de los envanecidos (v. Isa 5:21).
(6) ¡Ay! de los jueces borrachos (vv. Isa 5:22-25).