Comentario de Isaías 62:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no me quedaré quieto, hasta que su justicia irradie como luz, y su salvación arda como antorcha.
Por amor de Sión no callaré. Isa 62:6, Isa 62:7; Sal 51:18; Sal 102:13-16; Sal 122:6-9; Sal 137:6; Zac 2:12; Luc 10:2; 2Ts 3:1; Heb 7:25.
hasta que salga como resplandor su justicia. Isa 1:26, Isa 1:27; Isa 32:15-17; Isa 51:5, Isa 51:6, Isa 51:9; Isa 61:10, Isa 61:11; Sal 98:1-3; Pro 4:18; Miq 4:2; Mat 5:16; Luc 2:30-32; Flp 2:15, Flp 2:16; 1Pe 2:9.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El deseo ferviente del profeta para confirmar su pueblo en las promesas de Dios, Isa 62:1-5.
el cuidado de los guardas de la ciudad, Isa 62:6-9,
y preparación del pueblo, Isa 62:10-12.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La repetición de la palabra justicia (v. Isa 62:1) muestra que está unida la profecía divina con la observación del profeta.
un nombre nuevo, como las vestiduras nuevas (Isa 61:10), conlleva la idea de una nueva condición (Gén 17:5, Gén 17:15; Gén 32:28; Apo 2:17). Para los nuevos nombres, véanse los vv. Isa 62:4, Isa 62:12.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
CONSOLAOS. Se escribieron estos capítulos durante los últimos años de la vida de Isaías. Dios reveló estas profecías a fin de brindar esperanza y consuelo a su pueblo durante su cautividad en Babilonia ciento cincuenta años después de la época de Isaías (véase Isa 39:5-8). Están llenas de revelaciones proféticas acerca del Mesías venidero y su reino futuro en la tierra. Algunos acontecimientos profetizados se cumplieron en el cautiverio babilónico y en la restauración de Judá, muchos se relacionan más específicamente con la manifestación de Jesucristo en la tierra, y otros todavía esperan su cumplimiento. En general, los caps. Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22 hacen hincapié en la liberación, los caps. Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13; Isa 56:1-12; Isa 57:1-21 en la redención, y los caps. Isa 58:1-14; Isa 59:1-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24 en la gloria.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
SION… JERUSALÉN. Este capítulo trata de un día en que Jerusalén se llenará de gloria y justicia del Señor; el pueblo de Dios habitará con paz y alegría dentro de sus muros, y todo el mundo se beneficiará de su exaltación. Ese día sucederá después que venga el Salvador al fin de los tiempos (v. Isa 62:11).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
62. Inminencia de la Salvación.
Este capítulo está estrechamente unido, por su contenido, al anterior, pues en ambos se trata de la salvación que se avecina sobre Jerusalén, la cual entrará en relaciones especialísimas con Yahvé como esposa amada, de modo que no se verá de nuevo entregada a los enemigos.
Ansias y aspiraciones del profeta (1-3).
1 Por amor de Sión yo no callaré, y por Jerusalén no pararé hasta que resplandezca su justicia como luz esplendente, y su salvación como antorcha encendida; 2y verán las naciones tu justicia, y todos los reyes tu gloria, y se te dará un nombre nuevo que la boca de Yahvé determinará; 3 serás en la mano de Yahvé corona de gloria, real diadema en la palma de tu Dios.
En el capítulo anterior se anunciaba como inminente la salvación. El profeta está inquieto y ansioso por ver el nuevo horizonte ya hecho realidad. Hay un fuego interior que le abrasa, los destinos de Jerusalén: Por amor de Sión no callaré (v.1). Sabe que hay ciertas promesas sobre su justicia o salvación (v.1b), la cual ha de manifestarse al fin como antorcha encendida irradiando sobre los otros pueblos (v.2a). Su situación será tan singular que se le dará un nombre nuevo (v.2b) que refleje dignidad. Será el mismo Yahvé quien determine este nombre, pues sólo El es capaz de medir la nueva dignidad de Sión entre las naciones. El profeta no sabe inventar un nombre que refleje plenamente la transformación de Jerusalén en la nueva era, y por eso lo deja a la iniciativa divina. En el v.4 se esforzará en buscar nombres aplicables a Jerusalén que reflejen de algún modo su nueva situación; pero el verdadero nombre nuevo lo determinará la boca de Yahvé.
Jerusalén será como una corona de gloria en la mano de Yahvé (v. 3), como objeto de su predilección, y resplandeciente como una diadema real ante los otros pueblos. 1
Sión, esposa de Yahvé (4-5).
4 No te llamarán más ya la “Desamparada,” ni se llamará más tu tierra “Desolada,” sino que te llamarán a ti “Mi complacencia en ella,” y a tu tierra “Desposada,” porque en ti se complacerá Yahvé, y tu tierra tendrá esposo. 5Como mancebo que se desposa con una doncella, así el que te edificará se desposará contigo. Y como la esposa hace las delicias del esposo, así harás tú las delicias de tu Dios.
Algunos autores consideran este fragmento como una profecía distinta, sobre todo por razones métricas. No obstante, la ilación de pensamiento parece perfecta con lo que precede. Jerusalén ha sido considerada como una “diadema real en la palma de Yahvé”; ahora va a ser considerada como una esposa, como máxima expresión de amor. El profeta ensaya nombres descriptivos para dar a entender la nueva situación de Sión, en espera de que Dios mismo revele un día el nombre que en realidad le corresponde en justicia. Antes Jerusalén fue considerada como Desamparada y Desolada al ser invadida y destruida; pero ahora, al entrar bajo una protección especial de Dios, se la llamará Mi complacencia en ella y Desposada (v.4b). Yahvé mismo será su esposo. Esta imagen del desposorio es común en la literatura profética a partir de Oseas. 2 Israel en el desierto fue desposada con Yahvé por la alianza mosaica. Por sus infidelidades, Yahvé se separó de ella y la castigó. Pero Yahvé hará una nueva alianza y volverá a ser su Esposo (v.5). Las nuevas relaciones, pues, no pueden ser más estrechas.
Invitación a los centinelas de Sión a estar vigilantes (6-9).
6 Sobre tus murallas, ¡oh Jerusalén! he puesto centinelas, que no callarán ni de día ni de noche. Vosotros, los que hacéis que se acuerde Yahvé, no os calléis, 7y no le deis treguahasta que restablezca y ponga a Jerusalén por alabanza en la tierra, 8 Juró Yahvé por su diestra y por su brazo poderoso: No daré más tu trigo para comida de tus enemigos, ni los extraños beberán tu mosto, por el que te afanaste. 9 Porque los que hagan la recolección la comerán y alabarán a Yahvé,y los que hagan la vendimia beberán en los atrios de mi santuario.
El profeta nombra centinelas sobre las murallas de Jerusalén (v.6a) para que recuerden con su presencia constantemente a Yahvé las promesas de su reedificación de la ciudad. Algunos autores creen que estos centinelas son una especie de ángeles custodios encargados de los intereses comunitarios de Jerusalén 3. Lo más fácil es suponer simplemente que es el profeta quien habla, como ^al principio del capítulo. No deben callar en su ruego de día y de noche, importunando a Yahvé para que ponga a Jerusalén por alabanza en la tierra (v.7), e.d., objeto de admiración entre los pueblos. 4
Dios hace un juramento solemne de que Jerusalén no será de nuevo invadida, de forma que sus cosechas no sean usufructuadas por los extranjeros: los extraños y enemigos (v.8a). Parece que el profeta piensa en los tiempos que siguieron a la repatriación, cuando Palestina se hallaba bajo la dominación persa y expuesta al pillaje de los samaritanos. 5 Yahvé jura por su diestra, por su brazo, símbolo de su omnipotencia, como garantía de su cumplimiento indefectible.
En los tiempos venideros serán los propios israelitas los que participarán del fruto de sus afanes, con lo que alabarán a Yahvé (v.8), y, sobre todo, beberán en los atrios del santuario, alusión a los convites sagrados con motivo de los sacrificios, acompañados de cánticos de acción de gracias por los beneficios.6 Quizá aluda a las fiestas alegres de la vendimia de los tabernáculos, cuyo jolgorio era proverbial en Israel 7.
Inminencia de la salvación (10-12).
10 Franquead, franquead las puertas, allanad el camino del pueblo, terraplenad, terraplenad la calzada, alzad bandera sobre los pueblos. 11He aquí que Yahvé proclama a todos los confines de la tierra: Decid a la hija de Sión: He aquí que llega tu salvación, viene con su recompensa y le precede su retribución. 12Les llamarán pueblo santo, los rescatados de Yahvé, y a ti te llamarán la “Deseada,” la “ciudad” no desamparada.
No pocos autores consideran esta sección como un poema aparte en el que hay reminiscencias de otros pasajes anteriores. No obstante, los argumentos para aislarle del contexto anterior no tienen mucho fundamento. Tenemos que contar siempre con la especial psicología del poeta oriental, que hace recapitulaciones y asociaciones de ideas, algunas veces para nosotros desconcertantes. Parece que aquí el profeta hace una invitación indeterminada a salir al encuentro de una caravana de repatriados, e invita a abrir las puertas de la ciudad de par en par: franquead las puertas (v.10), al mismo tiempo que ordena quitar los obstáculos para que la marcha discurra sin dificultades: terraplenad la calzada (v. 10). Era lo que se hacía con ocasión de un cortejo real. Pero con estas palabras quizá el profeta hable en sentido metafórico, es decir, invite a sus conciudadanos a que echen fuera de sí todos los obstáculos morales que se oponen a la venida o manifestación de Dios en su pueblo, trayendo la salvación. En ese caso no se trataría de una caravana de repatriados que llega, sino de un cortejo simbólico ideal que representaría la inauguración solemne de la época de la salud por Yahvé. De este modo tiene perfecta relación con el contexto anterior, en que se suspiraba por la hora de la salvación. Ha llegado el momento solemne, y por ello invita a que se alce una bandera sobre los pueblos (v.10b), como signo de que llega la salvación para todos, y los pueblos se percaten de ello y acudan hacia la Ciudad Santa. Yahvé va a hacer, por su parte, una proclamación solemne: Decid a la hija de Sión: He aquí que llega tu salvación (v.11a). Esta salvación es personificada en una reina que lleva como cortejo la recompensa precedida de la retribución (v. 1-1b), es la compensación por tantos sufrimientos.
La nueva situación de Jerusalén será tal que sus habitantes serán reconocidos como pueblo santo (v.12a). En 61:6 se decía que los israelitas serían como sacerdotes entre los otros pueblos por su carácter de elegidos e intermedios entre Yahvé y el resto del mundo. Aquí se destaca su carácter de santidad o trascendencia. Serán algo aparte, como vinculados a la esfera de Dios, que vive en una atmósfera de santidad. Serán también los rescatados de Yahvé, porque han sido sacados por El de la gran tribulación, y Sión será la ciudad Deseada, centro de los anhelos de todos los pueblos, por estar bajo una especial protección de Dios; de ahí su nombre de ciudad no desamparada, símbolo de su glorioso futuro, en que estará vinculada a Dios como esposa en virtud de una nueva alianza. 8
Fuente: Biblia Comentada
no callaré … no descansaré. El Señor expresa su determinación de convertir a Jerusalén en un faro que ilumine al mundo entero (Isa 58:8; Isa 60:1-3).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Las profecías de los capítulos Isa 1:1-31 al Isa 39:1-8 iban dirigidas a Judá en medio de su situación durante el ministerio de Isaías (739 a.C. hasta ca. 686 a.C.). Las profecías de los capítulos Isa 40:1-31 a Isa 66:1-24 van dirigidas a Judá como si el cautiverio en Babilonia (Isa 39:5-7) ya fuera una realidad presente, aunque ese cautiverio no sucedió hasta 605-586 a.C. Las palabras «No hay paz para los malos, dijo Jehová» (Isa 48:22; Isa 57:21) marcan la división de esta sección en tres partes: capítulos Isa 40:1-31 a Isa 48:1-22, capítulos Isa 49:1-26 a Isa 57:1-21 y capítulos Isa 58:1-14 a Isa 66:1-24.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Esta sección describe la gloria futura para el pueblo de Dios, Israel.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Isa 54:1-10.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— justicia… salvación… prosperidad: En perfecto paralelismo; su significado, por tanto, debe ser muy similar; ver nota a Isa 59:9.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Isa 60:1+.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
La hermosura nupcial de Sion. Este es otro poema en las series (comenzando en 49:14 y terminando en 66:7-16) que describe a Sion como a una mujer que añora a su esposo y a su familia. Pero aquí el acento está puesto según la perspectiva de Dios sobre la reunión: la energía de su voluntad (v. 1a), la altura (v. 1b) y la anchura (v. 2) de su ambición por ella; su orgullo en perfeccionarla (v. 3), su gozo en traer de vuelta al hogar a los desterrados (v. 4a); y el misterio central, que no es filantropía sino ardiente amor (vv. 4b, 5b).
4 De los cuatro nombres que aparecen en este versículo, los dos últimos han pasado a integrar (y también fuera de él) el vocabulario cristiano como Jefsibá y Beulá (ver nota de la RVA); su mención juntas ilustra el contraste entre la fe bíblica y los cultos cananeos. La metáfora de Dios como esposo señala a la fidelidad (cf. sobre 50:1) y deleite, mientras Baal como esposo era poco más que una fuente de fertilidad (cf. Ose. 2:12, 13). 5 Los hijos de Sion pueden hacer que la metáfora suene mal en nuestros oídos, pero llevan la intención de enriquecerla recordándonos que los piadosos están desposados con la ciudad madre al par que engendrados por ella, cuya restauración significará la delicia, tanto de ellos, como de Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
62.1-7 Muchos comentaristas creen que Isaías es el que habla en el versículo 1. De ser así, el celo de Isaías por su nación y su deseo de ver finalizada la obra de salvación provocó que orara sin cesar, esperando así la salvación de Israel. Debemos tener el mismo celo que tuvo Isaías para procurar que se haga la voluntad de Dios. Esto es lo que queremos decir cuando oramos: «Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra». Es bueno seguir orando con insistencia por los demás.62.12 La gente de Jerusalén (Sion) tendría nuevos nombres: «Pueblo Santo» y «Redimidos de Jehová». Hoy en día, los creyentes también tienen nuevos nombres: cristianos. En 1Pe 2:5, se nos llama «sacerdocio santo».EL ESPIRITU EN ISAIAS11.2 : El Espíritu de Dios da sabiduría, inteligencia, conocimiento y temor de Dios.32.15 : El Espíritu de Dios trae abundancia.34.16 : El Espíritu de Dios lleva a cabo la Palabra de Dios.40.13 : El Espíritu de Dios es el Maestro Consejero.42.1 : Al Mesías, Siervo de Dios, se le dará el Espíritu.44.3-5 : A través del Espíritu, los verdaderos hijos de Dios prosperarán.48.16 : El Espíritu de Dios envió a Isaías a profetizar.61.1 : El Espíritu ungió a los siervos de Dios (Isaías y luego Jesús) para proclamar las buenas nuevas.63.10, 11 : El Espíritu de Dios se afligió por el pueblo de Dios.63.14 : El Espíritu de Dios los pastoreó.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 3204 Sal 102:13; Isa 43:13
b 3205 Sal 137:6; Zac 2:12
c 3206 Pro 4:18; Isa 1:26
d 3207 Sal 98:2; Isa 51:5
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
[10] Is 57, 14.