Comentario de Isaías 65:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Porque he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva. No habrá más memoria de las cosas primeras, ni vendrán más al pensamiento.
yo crearé nuevos cielos y nueva tierra. Isa 51:16; Isa 66:22; 2Pe 3:13; Apo 21:1-5.
y de lo primero no habrá memoria. Jer 3:16.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
yo crearé también se puede traducir por «estoy creando» o «estoy a punto de crear».
nuevos cielos y nueva tierra: Como Dios formó los cielos y la tierra existentes, formará igualmente un nuevo cosmos que estará listo para su presencia y para el regocijo de su pueblo.
lo primero abarca todas las cosas hasta la creación del nuevo cosmos (Apo 21:4).
os gozaréis y os alegraréis denota la idea de «una felicidad abierta y distendida». Se llama a los santos a celebrar por la fe en la próxima salvación gloriosa (Isa 66:10).
traigo a Jerusalén significa que será totalmente nueva porque no tendrá ningún parecido a la antigua ciudad (Isa 62:7). Juan también vincula «los nuevos cielos y la nueva tierra» con la nueva Jerusalén (Apo 21:1, Apo 21:2).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
permanecerá vuestra descendencia garantiza la continuidad de Israel (Isa 65:9; Rom 11:1-36).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
CREARÉ NUEVOS CIELOS Y NUEVA TIERRA. Esta profecía predice el futuro reino de Dios en la tierra. Isaías mezcla la era de la eternidad —en la que no habrá pecado ni muerte (vv. Isa 65:17-19) — con la era mesiánica (i.e., el reino milenario) que la precede (vv. Isa 65:19-25; Apo 20:4-6). Obsérvese que el v. Isa 65:18 comienza con la adversativa enfática («Mas»): habrá en efecto nuevo cielo y nueva tierra, «mas» Dios también tiene planes para la actual Jerusalén en su reino milenario.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
nuevos cielos y nueva tierra. El reino futuro de Israel incluirá un reino temporal de mil años (vea las notas sobre Apo 20:1-10) y un reino eterno en la nueva creación de Dios (Isa 51:6; Isa 51:16; Isa 54:10; Isa 66:22; cp. Apo 21:1-8). El profeta emplea aquí el reino eterno como un punto de referencia para ambos. La profecía de Isaías no aclara la relación entre los dos aspectos del reino como lo hace la profecía posterior (Apo 20:1-15; Apo 21:1-8). Esto es similar a la fusión de la primera y la segunda venida de Cristo que en algunos textos no se distinguen entre sí (cp. Isa 61:1-2).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Aquí se describen las bendiciones del pueblo fiel de Israel en el reino venidero.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Isa 66:22; 2Pe 3:13; Apo 21:1.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Cielos nuevos y tierra nueva. Lo nuevo es representado íntegramente en los términos de lo viejo, pero sin las angustias pasadas; no se hace ningún intento de describir algún otro tipo de novedad. De ahí la familiar puesta en escena, Jerusalén, y la modesta satisfacción, principalmente la oportunidad de disfrutar de la obra de sus manos (v. 22). Esto permite que aparezcan en relieve las cosas más importantes del pasaje: la curación de viejos males (v. 17b); gozo (vv. 18, 19); vida (v. 20; ver más adelante); seguridad (vv. 21-23a); comunión con Dios (vv. 23b, 24) y concordia entre sus criaturas (v. 25).
Con respecto a cien años (v. 20) se quiere significar que en este nuevo escenario un mero siglo es vergonzosamente breve, tan vasta es la escala.
Esto deja abierto el interrogante en el sentido de saber si el pasaje promete lit. estas bendiciones, o describe el estado final por medio de analogías terrenales. Si las condiciones fueran lit., serán las del milenio, como se lee directamente en Apoc. 20, donde los santos resucitados parecieran coexistir con el mundo de los vivos, antes del juicio final. Contra esto, sin embargo, tenemos la secuencia según la cual la nueva creación (vv. 17, 18) precede a estas bendiciones aquí, pero las sigue en Apoc. 21:1. Por esta razón pareciera preferible que tomemos a este pasaje como una analogía, y sus alusiones al pecador (v. 20, ver nota de la RVA) y a la serpiente (v. 25) como promesas de juicio y de victoria. No prosperarán más los malvados, ni los fuertes harán presa de los más débiles, ni el tentador podrá escapar a su sentencia (cf. v. 25: con Gén. 3:14, 15), en el mundo perfecto por venir. Pero todo está expresado libremente, en forma local y pictórica, para inflamar la esperanza más que para satisfacer una curiosidad. Obsérvese, finalmente, la inferencia por la alusión a 11:6-9, que eso no ha de ocurrir lisa y llanamente por un fíat creador, sino por obra del Rey mesiánico.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
g 3389 Esd 4:3; Esd 5:2; Isa 32:1; Isa 51:16; Luc 12:32; Rom 8:20; Rev 14:1
h 3390 Gén 12:3; Sal 37:29; Isa 49:8; Mat 25:34; Jua 10:16; 2Pe 3:13; Rev 7:9
i 3391 Sal 37:10
j 3392 Rev 21:4
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
En este pasaje se le anuncia al pueblo de Israel que los días de luto y sufrimiento terminarán (vers. 19) y que una nueva era de bendiciones (vers. 20– 24), de gozo (vers. 18) y de paz (vers. 25) le serán dados en el futuro reino mesiánico. En esta profecía hay dos ideas, al parecer distintas, pero que se complementan en Isaías: 1) los vers. 17– 19 hacen referencia al estado celestial, con cielos nuevos y una tierra nueva (cp. Ap 21:1– 2) en que el mundo presente será transformado, pero no destruido; 2) los vers. 20– 25, se refieren al reino terrenal y milenial del Mesías en su segunda venida. El vers. 25 es tomado de la profecía mesiánica de Isaías 11 (vers. 6– 9). En Isaías estos dos estados se presentan como si fueran uno, en cambio en Apocalipsis, Juan recibió la revelación de distinguir el reino celestial del reino terrenal.
Fuente: La Biblia de las Américas
Una descripción del reino milenial, que es preliminar a los nuevos cielos y nueva tierra (v. Isa 65:17). Entre sus características se destacan que Jerusalén se convierte en un gozo en vez de una carga (v. Isa 65:18; cp. Zac 12:2-3), longevidad (Isa 65:20; nótese que el pecado será castigado en el Milenio), paz y seguridad (vv. Isa 65:21-23) y la desaparición de la hostilidad en la naturaleza (v. Isa 65:25; cp. Isa 11:7-9).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Lit., al corazón