Biblia

Comentario de Jeremías 16:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Jeremías 16:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

“No tomarás mujer para ti; no tendrás hijos ni hijas en este lugar.

Gén 19:14; Mat 24:19; Luc 21:23; Luc 23:29; 1Co 7:26, 1Co 7:27.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

NO TOMARÁS PARA TI MUJER. Se pusieron ciertas restricciones a la vida y al ministerio de Jeremías que servirían de lecciones objetivas para el pueblo cuando llegara la hora del juicio.

(1) La primera restricción fue la orden de que no se casara ni tuviera hijos, demostrando que en la aflicción venidera morirían muchas familias (vv. Jer 16:1-4).

(2) La segunda fue que no mostrara aflicción ni condolencia en una comida fúnebre, revelando que Dios había retirado del pueblo su bendición, amor y compasión (vv. Jer 16:5-7).

(3) La tercera fue que no tomara parte en actividades festivas, demostrando que Dios haría cesar en Judá toda voz de gozo y alegría (vv. Jer 16:8-9).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

No tomarás para ti mujer. Puesto que la destrucción y el exilio caerán pronto sobre Judá, el profeta no debe tener esposa ni familia propia. La bondad de Dios lo guardará de toda ansiedad y preocupación en ese sentido en medio de una situación terrible de sufrimiento y muerte (v. Jer 16:4). Cp. Jer 15:9 y 1Co 7:26.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

— No te cases: Como sucede en Ose 1:1-11, la propia vida del profeta constituye un signo del contenido del mensaje. En el caso de Jeremías, si todo va a acabar pronto y de manera dramática (v. Jer 16:9), resultaría paradójico querer casarse y tener hijos para que luego sean irremediablemente condenados a una muerte tan prematura como injusta (v. Jer 16:4).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Ver Mat 19:12; 1Co 7:26.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

a 925 Mat 24:19

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

mujer…hijos ni hijas. La orden de Dios de que Jeremías no tuviera mujer ni hijos es rara en el A.T. Una familia grande era señal de bendición divina (Sal 127:3– 5) y la esterilidad era maldición (Gn 30:1; 1 S 1:6– 8). Pero las circunstancias extraordinarias y terribles de la situación de Jeremías (vers. 3, 4) justificaban este mandato.

Fuente: La Biblia de las Américas