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Comentario de Jeremías 19:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Jeremías 19:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Así ha dicho Jehovah: “Vé y compra del alfarero una vasija de barro. Lleva contigo ancianos del pueblo y ancianos de los sacerdotes.

Año 607 a.C.

Ve y compra una vasija. Jer 19:10, Jer 19:11; Jer 18:2-4; Jer 32:14; Isa 30:14; Lam 4:2; 2Co 4:7.

y lleva contigo a los ancianos del pueblo. Jer 26:17; Núm 11:16; 1Cr 24:4-6; Eze 8:11, Eze 8:12; Eze 9:6; Mat 26:3; Mat 27:1, Mat 27:41, Mat 27:42; Hch 4:5, Hch 4:6.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Por medio de la ilustración de las vasijas rotas, Jeremías predice la desolación de los judíos debido a su pecado, Jer 19:1-15.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Esta sección tiene dos partes.

(1) la vasija rota en el Valle de Hinom (vv. Jer 19:1-13) y

(2) mensaje en el atrio del Templo (vv. Jer 19:14Jer 19:15).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Una vasija era una botella para agua, pequeña, de cuello estrecho, de arcilla, de quince a veinticinco centímetros de altura. Se convoca a los ancianos para seguir a Jeremías al valle del hijo de Hinom (Jer 7:31, Jer 7:32), un vertedero donde sacrificaban a los niños como rito en los días de Manasés. La puerta oriental accedía al valle por el lado sur de la ciudad desde los días de la expansión hecha por Ezequías.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

UNA VASIJA DE BARRO DEL ALFARERO. Mediante una parábola impresionante, Jeremías revela que Jerusalén y Judá sufrirían un juicio tan devastador que serían hechas pedazos.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

19. El Cántaro roto, símbolo de la destrucción de Jerusalén.
En este capítulo nos encontramos de nuevo con una parábola en acción, del tipo de la del cinturón escondido en el río. Por orden de Yahvé, el profeta rompe una vasija de barro que acababa de comprar ante testigos, para expresar la destrucción de Jerusalén, escogida por Dios como lugar de su residencia en la tierra. Desde el punto de vista literario no hay unidad, y es necesario admitir, por lo menos, amplificaciones redaccionales.

El cántaro roto (1-13).
1 Así dice Yahvé: Ve y cómprate una orza de barro y lleva contigo algunos de los ancianos del pueblo y de los sacerdotes, 2 y sal al valle de Ben-Hinnom, delante de la puerta de la Alfarería, y pronuncia allí las palabras que yo te diré. 3 Dirás, pues: Oíd la palabra de Yahvé, reyes de Judá y habitantes de Jerusalén. Así dice Yahvé de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que traeré sobre este lugar males que a cuantos los oigan les retiñirán los oídos, 4por haberme dejado a mí y haber enajenado este lugar, ofreciendo incienso en él a dioses ajenos, que no conocían ni ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá, llenando este lugar de sangre de inocentes, 5y edificando los altos lugares a Baal, para quemar sus propios hijos como holocausto a Baal, lo que yo no había mandado ni me había venido a la mente. 6Por eso, he aquí que vendrán días – oráculo de Yahvé – en que no se llamará ya a este lugar “Tofet” y “Valle de Ben-Hinnom,” sino “Valle de la mortandad.” 7 En este lugar frustraré yo los designios de Judá y de Jerusalén, y los haré caer a espada ante el enemigo y a mano de cuantos buscan sus vidas, y daré sus cadáveres en pasto a las aves del cielo y a las fieras de la tierra. 8 Y haré de esta ciudad la desolación y la burla, de modo que cuantos pasen por ella se asombren y silben irónicamente sobre todas sus heridas. 9 Y les haré comer la carne de sus hijos y de sus hijas, y se comerán unos a otros en las angustias y apreturas con que les estrecharán sus enemigos, que buscan sus vidas. 10 Y romperás la orza a la vista de los que te acompañan, 11y les dirás: Así dice Yahvé de los ejércitos: Así romperé yo a este pueblo y a esta ciudad, como se rompe un cacharro de alfarero, sin que pueda volver a componerse. 12 Así haré yo con este lugar y con sus habitantes – oráculo de Yahvé – , con virtiendo a esta ciudad en un “Tofet”. 13 Las casas de Jerusalén y las de los reyes de Judá quedarán inmundas como el lugar del “Tofet,” todas las casas en cuyos terrados quemaron incienso a toda la milicia celeste y libaron a dioses extraños.

Yahvé ordena a Jeremías que baje con algunos ancianos y sacerdotes, como testigos de excepción, al valle de Ben-Hinnom, o depresión al occidente de Jerusalén, el actual Wady Er-Rababy, y ge-henna de la tradición rabínica contemporánea de Cristo 2. La puerta de la Alfarería, cuyo nombre parece persistir en el “campo de la Alfarería” (o Hacéldama), consagrado para lugar de sepultura de peregrinos 3, es generalmente localizado en la zona de confluencia del Cedrón, el Tiropeón y Er-Rababy4, donde por la abundancia de agua es fácil que hubiera muchas artesanías de alfarería. El profeta allí se dirige solemnemente a toda la nación (reyes de Judá y habitantes de Jerusalén, v.5) 5; y parece levantar enfáticamente su mano desde el valle hacia la colina de Jerusalén y sus alrededores que estaban enfrente: traeré sobre este lugar (v.3). El Tofet era el símbolo de todas las abominaciones y transgresiones que habían cometido los habitantes de Jerusalén. La culminación de la insensatez idolátrica está representada en los sacrificios cruentos de sus hijos en holocausto a Baal (v.5). Habían llenado aquel lugar de sangre de inocentes, quemando sus hijos a Moloc 6. Con ello habían enajenado este lugar del Tofet, levantando altares a dioses extranjeros, abandonando a su Dios nacional. Los v.5-6 reproducen casi a la letra el pasaje Deu 7:31-32 (véase su comentario en este lugar). Yahvé se encargará de frustrar las vanas esperanzas que habían puesto, en los ídolos del Tofet. No los librarán en la hora del castigo (v.7). La mortandad será general. Todos los que pasen por ese lugar silbarán en son de burla al ver que el pueblo israelita ha sido abandonado de sus dioses (v.8). En el asedio de la ciudad se darán las escenas más trágicas, comiéndose mutuamente entre sí los padres y los hijos7.
La rotura de la orza representa la rotura que Yahvé hará con Judá como pueblo. La expresión sin que pueda volver a componerse (v.11) no debe entenderse en sentido absoluto, sino, como todas las profecías conminatorias, en sentido condicionado, e.d., supuesto que el pueblo no se arrepienta y vuelva a Dios.
Los v.12-13 parecen obra redaccional, fuera de contexto, que están mejor en el discurso sobre el Tofet. Este lugar de la mortandad, al estar lleno de cadáveres, se contaminaba. Así, Jerusalén, al caer en manos de los enemigos, tendrá sus calles y plazas convertidas en un montón de cadáveres, quedando, por tanto, inmundas (v.13), como lo era el Tofet o lugar de maldición divina. El contacto con un cadáver hacía impuro al que lo tocaba. Toda Jerusalén será convertida en un inmenso cementerio, pues en sus casas hubo prácticas idolátricas: todas las casas en cuyos terrados quemaron incienso a toda la milicia celeste y libaron a dioses extraños (v.13). Desde Manases había habido una infiltración de cultos idolátricos en su más variada manifestación: en el templo 8, en las plazas 9, en las terrazas del palacio real10 y de las casas privadas 11. Sobre todo, el culto astral (la milicia celeste) estaba muy extendido por influencia asiro-babilónica.

Castigo de Yahvé por la contumacia de Judá (14-15).
14 Y se volvió Jeremías del “Tofet,” donde le había enviado Yahvé para que profetizara, y se detuvo en el atrio del templo, y dijo a todo el pueblo: 15 Así dice Yahvé de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que traeré contra esta ciudad y contra todas las ciudades que de ella dependen todos los males con que les he amenazado, porque han endurecido su cerviz y por no haber escuchado mis palabras,

Jeremías había bajado al valle de Ben-Hinnom, junto al Tofet, para destacar el carácter idolátrico y abominable de aquel lugar; pero con él estaban un reducido número de personas, y era preciso anunciar la ruina a todo el pueblo de Jerusalén, y por eso sube al atrio del templo (v.14). El castigo es inevitable por la obstinación en el pecado por parte de Tuda, desoyendo los mandatos de Yahvé 12.

1 En los LXX falta la frase “Y en Tofet mismo sepultarán, por no haber otro sitio para enterrar,” que está en el TM, y cuyo lugar propio sería el v.6, donde se reproduce 7:32. – 2 Cf. 7:31- – 3 Cf. Mat 27:8-10. – 4 Cf. Vincent, Jérusalem antigüe p.129 nt..1 – 5 Quizá la frase reyes de Judá y habitantes de Jerusalén sea una expresión redaccional tomada Deu 17:20, pues los LXX traen todo el 17:20. – 6 Cf. 2Re 21:16; 24:4” – 7 Cf. Deu 28:53; Lev 26:29. Según Bar 2:3 y Lam 4:18, estos casos de canibalismo se dieron realmente en el asedio. 2Re 6:28 refiere lo mismo con ocasión del asedio de Samaría por los sirios. Flavio Josefo lo relata del asedio de Jerusalén por Tito (Bell iud. IV 3:4). – 8 Cf. 2Re 13:4.12. – 9 2Re 13:12. – 10 Cf. 2Re 13:12. – 11 Cf. Sof 1:5. Véase también Estrabón, Geog. XVI 3:26, que habla de este culto en los terrados entre los nabateos. Sobre la milicia celeste cf. Jer 8.2. – 12 Cf. Jer 7:26; Jer 17:32.

Fuente: Biblia Comentada

los ancianos del pueblo … los sacerdotes. Estos fueron escogidos para ser testigos confiables de la acción simbólica con la vasija de barro, para que nadie pudiera decir que ignoraba la profecía. Los setenta y dos ancianos que conformaban el sanedrín provenían en parte de los «sacerdotes» y de otras tribus («pueblo»).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Existe un vínculo estrecho entre el capítulo Jer 17:1-27 y los capítulos Jer 18:1-23; Jer 19:1-15; Jer 20:1-18. En el Jer 17:1-27 se tiene en vista la destrucción, aunque todavía puede ser prevenida por el arrepentimiento (Jer 18:7-8). No obstante, como no hubo arrepentimiento (Jer 18:12), la vasija de barro de Jeremías que se rompió ilustró el castigo severo de Dios sobre Israel (cap. Jer 19:1-15). Después, el espíritu de rechazo (cp. Jer 19:15) condujo a la persecución contra el vocero de Dios (cap. Jer 20:1-18).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

La jarra rota: Para esta nueva acción simbólica o signo profético en el libro de Jeremías, ver nota a Jer 13:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

19.6 El valle del hijo de Hinom era el basurero de Jerusalén y donde se sacrificaban los niños al dios Moloc. También se menciona en 7.31, 32. Tofet estaba localizado en el valle que significa «ardiendo» y tal vez era el lugar donde se quemaban a los niños sacrificados.19.7-13 La horrible carnicería que predijo Jeremías sucedió en dos ocasiones, durante la invasión babilónica bajo el gobierno de Nabucodonosor en el año 586 a.C. y en el 70 d.C., cuando Tito destruyó Jerusalén. Durante el sitio babilónico, la comida escaseó tanto que la gente se volvió caníbal, incluso se comían a sus hijos. (Si desea más información sobre profecías relacionadas con esto, véanse Lev 26:29; Deu 28:53-57; y véase 2Ki 6:28-29; Lam 2:20; Lam 4:10 donde se narran los sucesos actuales.)

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Véase Jer 2:2, n: “Ve”.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 1075 Jer 18:2; Rom 9:21

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

vasija de barro del alfarero. Se usa en la segunda ilustración de Jeremías de la alfarería. Judá ya no es flexible como el barro mojado (18:3– 12) que se puede formar de nuevo. Al contrario, como una vasija endurecida, sólo puede ser destruida (vers. 10– 14).

ancianos… ancianos de los sacerdotes. Este paralelismo hebreo enfatiza que se debieran escoger a los líderes de entre los religiosos y los políticos de la sociedad. Así los dos grupos de la sociedad estaban representados cuando Jeremías hizo su declaración ilustrada.

Fuente: La Biblia de las Américas

vasija de barro. Una vez endurecida, no podía ser reconstruida; si era defectuosa tenía que ser quebrada. Judá había llegado a ese estado.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Se sigue LXX.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Así en algunas versiones antiguas; el texto heb. omite: toma contigo

Fuente: La Biblia de las Américas

[8] Jer 18, 16; 49, 13; 50, 13.[14] Ante los principales de Judá.

Fuente: Notas Torres Amat