Biblia

Comentario de Jeremías 2:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Jeremías 2:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:

Vino a mí palabra. Jer 1:11; Jer 7:1; Jer 23:28; Eze 7:1; Heb 1:1; 2Pe 1:21.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Dios habiendo mostrado su bondad, trata con la infidelidad de los judíos, Jer 2:1-13.

Ellos causan su propia desgracia, Jer 2:14-17.

Los pecados e idolatrias de Juda, Jer 2:18-34.

Su confianza es rechazada, Jer 2:35-37.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El capítulo Jer 2:1-37 se presenta en la forma de un juicio por el pacto, esto es, una acusación de Dios contra su pueblo (Jer 2:1-37; Jer 3:1-5). El juicio normalmente contenía los siguientes elementos.

(1) un bosquejo de fundamento y de los beneficios de la relación;

(2) convocatoria a los cielos y la tierra como testigos;

(3) acusaciones y formulación de cargos contra los demandados;

(4) una referencia de la inutilidad de buscar ayuda de otras fuentes; y

(5) un anuncio de amenaza de juicio y descripción del castigo. Jeremías llama al pueblo de Judá a que se acuerde de Dios. El período de desposorio entre Dios e Israel en el desierto fue un tiempo cuando Israel andaba en pos de mí, y adoraban a Jehová. Se refiere a la nación de Israel como las primicias de los nuevos frutos que por derecho pertenecían a Dios (Deu 26:1-11) y santo, apartado para la gloria de Dios. En el tiempo de Jeremías, el pueblo de Judá ya no se acordaba de los días cuando sus abuelos y abuelas habían adorado y obedecido a Dios.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

2. La apostasía de Israel, Causa del estado desgraciado Actual.
En este capítulo encontramos diversos fragmentos profetices, unidos posteriormente por cierta ilación lógica. Parecen de la primera época de su ministerio. En 2:28 se alude a Asiría como centro de atracción de los judíos, lo que quiere decir que es de antes de la caída del imperio asirio, que sufrió el primer colapso con la muerte de Asurbanipal en 625, y definitivamente en 612 con la caída de Nínive. No es, pues, esta profecía posterior a esta época. Por otra parte, en 2:36 aparece Egipto como centro de atracción de un sector de opinión judía, y como Egipto fue derrotado por Nabucodonosor en el 604 y expulsado de Palestina, síguese que este fragmento no puede ser posterior a esta fecha.

Israel, esposa de Yahvé (1-3).
1 Vínome la palabra de Yahvé, diciéndome: 2 Anda y clama a los oídos de Jerusalén: Así habla Yahvé: Me acuerdo en favor tuyo del afecto de tu adolescencia, del amor de tus desposorios, de tu seguirme en el desierto, tierra donde no se siembra, 3 (Era) Israel lo santo de Yahvé, la primicia de sus frutos. Quien de ella comía, pecaba , y caía sobre él la desgracia, oráculo de Yahvé.

Encontrarnos aquí por primera vez el símil del matrimonio para reflejar las relaciones amorosas de Yahvé con Israel. Un siglo antes, Oseas había hecho girar todos sus oráculos en torno a este símil, que se convirtió después en un tópico en la literatura profética y sapiencial. Jeremías debe proclamar a los oídos de Jerusalén sus infidelidades, contraponiéndolas a las buenas relaciones que en otro tiempo tuvo su pueblo con Yahvé. La época del desierto había quedado como la era ideal de las relaciones de Israel con su Dios. Aislados en la estepa, sin infiltraciones de los cultos sensuales cananeos, aquella generación del desierto tenía una mentalidad más sencilla, y, formada en un ambiente de milagrosa providencia divina, tenía una psicología ruda e infantil, pero sabía corresponder mejor a las exigencias de la religión. Naturalmente, toda esta concepción era fruto de una idealización del pasado hecha por los representantes del yahvismo, que estaban hastiados del materialismo reinante en su época. Reiteradamente los profetas acuden al pasado como época ideal de las relaciones entre Yahvé y su pueblo. 2 Yahvé mismo tiene nostalgia de aquellos tiempos en que Israel se entregaba virginalmente a su providencia: me acuerdo. del afecto de tu adolescencia, del amor de tus desposorios (v.2b). Israel entonces se entregaba ilusionada a la solicitud de su Dios, esperándolo todo en una tierra inhóspita, donde no se siembra (v.2c). Cuando Israel se instaló en Canaán y se dedicó a trabajar una tierra más feraz, se olvidó de Yahvé, atribuyendo la feracidad de la región a la bendición de los dioses cananeos, con lo que desertó de su primera vocación religiosa.
Israel en su primera etapa del desierto era lo santo de Yahvé (ν·3); e.d., 1a propiedad sagrada de Yahvé, a quien le pertenecía la primicia de los frutos (v.3). Era la porción que se había reservado entre todos los pueblos. Según la ley levítica, las primicias de todos los frutos pertenecían a Yahvé, y el que se atrevía a apropiárselos estaba sujeto al castigo. 3 Es el caso de Israel: quien se atrevía a tocarle como nación, deseando apropiarse de ella, estaba sujeto al castigo divino: quien de ella comía pecaba, o debía recibir el pago (v.3b). 4

Infidelidad de Israel (4-6).
4 Oíd la palabra de Yahvé, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. 5 Así dice Yahvé: ¿Qué injusticia hallaron en mí vuestros padres para alejarse de mí e irse en pos de la vanidad de los ídolos, para hacerse vanos? 6 Y no dijeron: ¿Dónde está Yahvé, el que nos subió de la tierra de Egipto, el que nos condujo a través del desierto, tierra de estepas y de barrancos, tierra árida y tenebrosa 5, tierra por donde no transita nadie y donde nadie habita?

Después de consignar la nostalgia de Yahvé por los tiempos del desierto, el profeta se dirige enfáticamente a la casa de Jacob, o Israel, encarándose con su ingratitud. ¿A qué obedece la actual apostasía? ¿Es que creen que el Dios actual de ellos no es el de antes? ¿Es que ven en El algo injusto o desleal? (v.5). El hecho es que le han abandonado para ir en pos de la vanidad de los ídolos, para hacerse vanos ellos mismos (v.5b). La expresión de vanidad (cosa hueca, sin valor) aplicada a los ídolos es muy característica de Jeremías 6. Los ídolos no tienen vida, en contraposición a Yahvé, el Dios viviente por excelencia. Como no son nada, no pueden ayudar a sus fieles, que terminan haciéndose vanos como ellos, engañándose a sí mismos.
En realidad, este vicio ya es antiguo, pues sus padres abandonaron a Yahvé, sin querer acordarse de sus beneficios en el desierto, cuando Israel estaba naciendo a la vida como pueblo organizado. En el fondo de esa conducta está una inmensa ingratitud, pues se olvidaron de los beneficios que Yahvé había hecho a su pueblo en los momentos más críticos de su existencia (v.6). El profeta se complace en destacar el carácter estepario e inhóspito del desierto, para resaltar más la especialísima providencia que Yahvé ha tenido con ellos. Ezequiel dirá que encontró a Israel como un niño recién nacido abandonado y que tuvo que prestarle los primeros y elementales cuidados7.

La profanación de la heredad de Yahvé (7-9).
7 Yo os introduje en tierra fértil para que comierais sus frutos y sus bienes, y en cuanto en ella entrasteis, contaminasteis mi tierra e hicisteis abominable mi heredad. 8Tampoco los sacerdotes preguntaron: ¿Dónde está Yahvé? los depositarios de la Ley me desconocieron y los pastores se insurreccionaron contra mí. También los profetas se hicieron profetas de Baal y se fueron tras de los que nada valen. 9Por eso todavía he de entrar en juicio con vosotros, oráculo de Yahvé, y con los hijos de vuestros hijos contenderé.

La providencia especial de Yahvé sobre Israel continuó después de la peregrinación en el desierto, pues fue El quien los introdujo en la tierra fértil (v.7) de Canaán, la cual, en comparación con las estepas del Sinaí, era un verdadero edén. Pero, lejos de agradecer tal beneficio, la contaminaron con sus idolatrías, haciendo abominable la heredad de Yahvé, su verdadero propietario. Los israelitas eran sólo usufructuarios, pero se entregaron a otros dioses, como si fueran los propietarios del país.
Y en esta apostasía general intervienen en primer término los sacerdotes, que no se preguntaron: ¿Dónde esta Yahvé? (v.8). Abdicaron de su condición privilegiada de depositarios de la Ley. Con ellos, los dirigentes o pastores del pueblo se alejaron de Yahvé, sin que faltaran entre esos desertores los profetas, que tenían por misión despertar las inquietudes espirituales del pueblo; se pasaron al culto de Baal, considerando más lucrativo ejercer su profetismo en dichos cultos licenciosos. Baal es un nombre genérico que se aplica a cualquier ídolo. Significa “dueño,” y existían dueños o “baales” en cada localidad. El profeta les arguye desde el punto de vista utilitario, ya que esos que se entregan a los ídolos sólo buscan prosperar en sus negocios materiales; pero aun en esto se equivocan, pues nada valen.
Pero esta situación no puede seguir así. Yahvé va a iniciar un proceso judicial: he de entrar en juicio con vosotros., y con vuestros hijos contenderé (v.9). El pecado es demasiado grave, y por ello el castigo afectará aun a las generaciones venideras. Es una frase para encarecer la magnitud del pecado de idolatría. Por otra parte, en la teología del A.T. se destaca mucho el principio de la solidaridad en el mal y en el bien. 8 Este principio parecerá modificado después del destierro, como lo expresará el mismo Jeremías.9

Magnitud del crimen de idolatría (10-13).
10 Pasad, pues, hasta las islas de Kittim y ved, mandad a Ce-dar e informaos bien, a ver si jamás sucedió cosa como ésta. 11 ¿Hubo jamás pueblo alguno que cambiase de dios, con no ser dioses ésos? Pues mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que nada vale. 12 Pasmaos, cielos, de esto y horrorizaos, estupefactos, sobremanera, oráculo de Yahvé. 13 Pues un doble mal ha cometido mi pueblo: dejarme a mí, la fuente de aguas vivas, para excavarse cisternas agrietadas, incapaces de retener el agua.

El estilo es ahora más solemne. Se invita a hacer una visita a los pueblos paganos desde el oriente al occidente, para ver si algún pueblo ha cambiado de divinidad. Kittim es la Kittion de los documentos antiguos, la actual Larnaca, en Chipre. 10 Cedar es la conocida tribu en la Biblia que tenía su asiento en el desierto siro-arábigo, al este de Palestina, confinando con la actual Jordania, vecina de los antiguos nabateos. Muchas veces en la Biblia suele ser sinónima de árabe o de hombre de la estepa. El profeta invita a sus oyentes a que visiten países paganos para ver si son tan ingratos como los israelitas, que abandonaron a su Dios nacional: ¿Hubo jamás pueblo que cambiase de dios? (v.11a). Todo pueblo es reacio a abandonar sus tradiciones religiosas, que considera como el mejor patrimonio del pasado, su gloria. Israel, en cambio, ha cambiado su gloria (v.11b). Yahvé, que le había sacado milagrosamente de Egipto, había mostrado su omnipotencia, y debía constituir un timbre de gloria estar vinculado a tan excepcional protector. Ningún pueblo podía presentar una historia semejante ni una divinidad tan excelsa. Yahvé era realmente la gloria de su pueblo con su majestad y esplendor 12. El profeta recalca que los dioses de otros pueblos no son dioses (v.11a), para evitar el equívoco a que pudiera dar lugar la frase anterior. 13 La conducta de Israel ha sido un mal negocio: ha cambiado su gloria (Yahvé) por lo que nada vale, es decir, los impotentes ídolos.
Enfáticamente, el profeta toma a los cielos como testigos de esta enorme maldad y equivocación desde el punto de vista del cálculo lucrativo (v.12). Al abandonar su gloria, se han labrado la ruina: han dejado a Yahvé, fuente de aguas vivas, para excavarse cisternas agrietadas, incapaces de retener el agua (v.13). El pecado ha sido doble: abandonar a Yahvé, omnipotente, y buscar otros dioses que no puedan ayudarlos. Yahvé era como una fuente de agua viva, es decir, un pozo manantial, que siempre se renueva cristalino, dando por eso la impresión que el agua está viva. En cambio, los ídolos a quienes acuden son míseras cisternas agrietadas para recoger al agua de lluvia, siempre inferior a la de manantial.14

Israel, castigado y humillado (14-19).
14 ¿Es por ventura Israel un siervo, un siervo nacido en casa? ¿Cómo, pues, ha venido a ser presa? Cachorros de león rugieron sobre él, dieron su rugido. 15Han hecho de su tierra un desierto, han quemado y despoblado sus ciudades. 16Hasta los habitantes de Menfis y de Tafnis te quebrantaron la coronilla. 17¿Todo esto no lo ha traído sobre ti el haberte apartado de Yahvé, tu Dios? 18 Y ahora ¿qué es lo que buscas camino de Egipto? ¿Beber las aguas del Sijor? ¿Y qué es lo que buscas camino de Asiría? ¿Beber las aguas del río? 19 Sírvante de castigo tus perversidades, y de escarmiento tus apostasías. Reconoce y advierte cuan malo y amargo es apartarte de Yahvé, tu Dios, y no poseer mi temor, oráculo del Señor, Yahvé de los ejércitos.

Como en los v.2-3, contrasta el profeta la situación del Israel actual, entregado a los ídolos como siervo (v.14a), y el estado de plena libertad de hijo en que se hallaba al ser elegido por Yahvé en el desierto. Era lo santo de Yahvé, las primicias entre todos los pueblos, objeto de las complacencias de Dios, en tal forma que nadie podía tocarle sin incurrir en castigo. Ahora, por su idolatría, ha sido castigado y convertido en esclavo de todas las naciones paganas. Israel por vocación no es un siervo, ni siervo nacido en casa, sino un ser libre. La Ley distinguía dos clases de esclavos: a) los que habían sido privados de su libertad después de haber sido libres, por una acción de guerra o por una deuda que no pudieron saldar; b) los nacidos en casa (el verna de los romanos), e.d., los hijos nacidos como tales, hijos de un esclavo. La condición de estos últimos era más degradante, pues no tenía esperanza de emancipación, mientras que el simple siervo, si era israelita, debía ser dejado en libertad a los seis años de esclavitud, 16 o antes si era rescatado o dejado en libertad por su dueño. En la interrogación, pues, del profeta hay un climax o avance de pensamiento: Israel ni era siervo simplemente ni siervo nacido en casa, sino que en los planes de Dios era su primogénito. 17
Pero ahora ha perdido su libertad: ¿Cómo ha venido a ser presa? (v.14b); alusión a su sometimiento político a Asiría y a la política de otras naciones más fuertes. Sus enemigos han caído sobre Israel como cachorros de león (v.14b). Quizá en la imagen hay una alusión al emblema de león que empleaban los asirios como señal de su imperialismo. 18 El paso del invasor ha dejado la devastación y la ruina: han quemado y despoblado las ciudades (v.15). ¿A qué hecho concreto alude el profeta? En el 701, Senaquerib había invadido Judá, pero éste quedaba muy lejano en la mente de los contemporáneos de Jeremías. Quizá aluda a la derrota de Josías en Megido, a manos de Necao II, en el 609. Puede el profeta aludir a incursiones de otros pueblos invasores, como moabitas y edomitas, que constantemente amenazaban sus fronteras. En todo caso, el pensamiento del profeta es claro: en otro tiempo, Israel era algo “santo” y las “primicias” ante Dios, que no permitía que le tocaran; en cambio, ahora todas las naciones abusan de él como si fuera un siervo, y Yahvé se desentiende de su suerte.
En esa humillación ha tenido parte principal Egipto: Los habitantes de Menfis y Tafnis te quebrantaron la coronilla (v.16), probable alusión a la derrota de Megido antes mencionada. Necao II humilló a Judá después de haber muerto Josías, deponiendo a su hijo Joacaz, elegido por los judíos, y nombrando en lugar de él a su hermano Eliaquim, al que cambió el nombre en Joaquim, para mostrar insolentemente su poder. 19 Egipto es aquí mencionado con el nombre de sus dos capitales: Menfis, 20 capital del bajo Egipto, junto a El Cairo actual, y Tafnis, la “Dafne” de los griegos, actualmente llamada Tell-Defenne, al sudeste de Pelu-sium, fortaleza en el delta oriental, en la ruta caravanera de Egipto a Asiría. La expresión quebrantaron la coronilla (v.16), que indica humillación y subyugación, es traducida por algunos: rasuraron la coronilla, signo de humillación y oprobio, ya que la rasuración era signo de duelo para los judíos y otros pueblos orientales. 21
El profeta da la razón teológica de esta humillación y esclavitud de Israel: ¿Todo esto no lo ha traído sobre ti el haberte apartado de Yahvé, tu Dios? (v.17). Los dirigentes de Judá habían hecho cálculos políticos humanos, y desoyeron los consejos de los profetas, que predicaban volver a Yahvé como mejor medio de conciliar su protección contra los peligros de invasión. Por eso se opone Jeremías a toda política humana de acercamiento a Egipto y a Asiría. Fustiga la posición de los dos partidos: el egiptófilo y el asirófilo, que se dividían la opinión desde hacía un siglo. Nada tienen que esperar de Egipto ni de Asiría. Lo mejor es neutralidad y confiar en Yahvé, Señor de todo: ¿Qué es lo que buscas de Egipto? ¿Beber las aguas del Sijor? (v.15a). Sijor era uno de los canales del Nilo en el extremo norte oriental, 22 y aquí es sinónimo de Egipto. El profeta no quiere tampoco que se acerquen a Asiría: ¿Qué es lo que buscas camino de Asiría? ¿Beber las aguas del río? El río sin artículo en hebreo designa al Eufrates, el río por excelencia. Aquí es sinónimo de Asiría. 23

Las infidelidades de Israel (20-25).
20 Porque desde antiguo quebrantaste tu yugo, rompiste tus coyundas y dijiste: No serviré; pues sobre todo collado alto y bajo todo árbol frondoso te acostaste y prostituíste. 21 Y yo te planté de vid generosa, toda ella de legítimos plantones. ¿Cómo, pues, te me has convertido en sarmientos degenerados de vid ajena?24. 22Pues aunque te laves con nitro, por mucha lejía que emplees, permanecerá marcada tu iniquidad ante mí25, oráculo del Señor, Yahvé. 23 ¿Cómo dices: No estoy manchada, no me he ido en pos de los baales? Repara en tu conducta en el valle, reconoce lo que hiciste, camella joven, ligera, titubeante en sus caminos. 24 Asna salvaje, habituada al desierto, en el ardor de su pasión olfatea el viento26; su celo, ¿quién lo reducirá? 27El que la busque no tendrá que fatigarse, la hallará en su mes (de celos). 25Evita que tus pies estén descalzos28, que tus fauces estén sedientas. Pero tú dices: Es en vano, no29; pues amo los extranjeros y tras ellos me voy.

Sigue la diatriba con la enumeración de las infidelidades de Israel. En el fondo, toda su historia ha sido una constante rebelión contra Dios (v.20). La Ley de Yahvé era un yugo para Israel, pero que había de reportarle muchos beneficios. El culto a los ídolos era de momento más atrayente, pero iba a traerle la catástrofe. La imagen de Israel como novilla indómita era la más propia para expresar su permanente espíritu de rebelión contra su Dios 30: no serviré (v.20b). Israel se prostituyó, entregándose a los ídolos. Israel estaba desposada con Yahvé con una alianza 31; al abandonarle, yéndose tras de otros dioses, se entregó a una prostitución espiritual: te acostaste. (v.20c). Y los lugares de esa prostitución son sobre todo collado alto y bajo todo árbol frondoso, lugares tradicionales de culto a los ídolos: los lugares altos 32 y los jardines llenos de árboles frondosos 33, lugares de culto cananeo, símbolo de la fecundidad otorgada por divinidades licenciosas, como Astarté (la Isthar me-sopotámica) y Adonis (el Tammuz asiro-babilónico).
De nuevo el recuerdo del elevado origen de Israel como pueblo: Yo te planté de vid generosa., de legítimos plantones (v.21a). Esta comparación es muy similar a la famosa alegoría de la viña de Isaías 34. Israel es como una viña plantada con los mejores plantones 35. Dada su calidad selecta, era de esperar que diera buenos frutos, pero se ha degenerado, convirtiéndose en sarmientos de vid ajena (v.21b). Supuesta su buena naturaleza, hubiera debido dar frutos de santidad y de justicia; pero ha dado frutos de apostasía, de injusticia y de infidelidad. Esta es la terrible realidad. Como en la alegoría de Isaías, dio agrazones, indignos de las cepas de calidad de origen.
Ese proceso de degeneración ha hecho que Israel aparezca manchada ante los ojos de su Esposo, Yahvé: Aunque te laves con nitro., con lejía., permanecerá marcada tu iniquidad ante mí (v.22a). También esta imagen parece estar tomada de Isa 1:18.25. Con estas palabras el profeta quiere destacar la enormidad de los pecados de Israel, acumulados durante su historia. Ha sido una rebeldía constante, y por eso a los ojos de Dios aparece como un vestido tan manchado, que es muy difícil dejarlo en su limpieza primitiva. No quiere esto decir que sus pecados sean imperdonables, sino que quiere destacar el grado de degeneración a que ha llegado Israel, acumulando infidelidades que le fueron alejando de su Dios.
La obcecación de Israel es tal, que no reconoce su conducta alejada de Yahvé. El pueblo creía lícito un culto sincretista, es decir, reconocer oficialmente a Yahvé, asistiendo al culto en el templo; pero, al mismo tiempo, participar en cultos licenciosos de los baales. Por eso dice: No estoy manchada, no me he ido en pos de los baales (v.23a). El profeta concreta al punto sus acusaciones: Repara en tu conducta en el valle. (v.23b), probable alusión al culto de Moloc en el valle que resulta de la confluencia del Cedrón y el Ge-Hinnom o Gehenna, famoso por sus cultos idolátricos 36. Israel se parece en sus galanteos con los ídolos a la camella joven, ligera, titubeante en sus caminos (v.23b) cuando está en época de celos y anda inquieta buscando satisfacer su instinto erótico con el macho. Es el asna salvaje, habituada al desierto; en el ardor de su pasión olfatea el viento (v.24a). El asno salvaje es considerado en la Biblia como símbolo del que quiere vivir libre 37. Israel se parece en este aspecto a una asna salvaje, que no quiere “coyundas” y que al mismo tiempo desea entregarse a los cultos de los ídolos, satisfaciendo sus instintos sensuales. La comparación está jugando con la idea de “prostitución” religiosa, expresada con crudo realismo, y al mismo tiempo parece aludir a la causa de frecuentar estos cultos, participar de ritos orgiásticos licenciosos. En esa época de su celo, ¿quién la reducirá? es decir, ¿quién será capaz de sujetarla y hacerla volver a su dueño? El profeta insiste más en la locura de Israel siguiendo el símil de la camella o asna salvaje: el que la busque no tendrá que fatigarse, la hallará en su mes (de celos); es decir, sus amantes no tendrán que fatigarse en hacerle la corte, pues ella misma se ofrecerá en la época del celo para satisfacer su sensualidad con el primero que encuentra. La inclinación de Israel por la idolatría, por sus amantes los ídolos, es tal, que, en vez de buscarla éstos a ella, ésta los buscará ansiosamente.
El profeta irónicamente dice a Israel que ande menos aprisa, no sea que pierda el calzado y se haga daño en los pies: Evita que tus pies estén descalzos (v.25a). Anda tan loca tras de sus amantes, que corre peligro de hacerse daño en los pies. Por otra parte, tanto andar le va a resecar la garganta: evita que tus fauces estén sedientas. Es demasiado caminar tras de los ídolos. Pero la respuesta de Israel no se hace esperar: Es en vano, no, pues amo los extranjeros. (v.25b). Confiesa que es tal la pasión que tiene por los ídolos extranjeros, que no puede contenerse.

Degradación idolátrica de Israel (26-30).
26 Corno queda confundido el ladrón al ser sorprendido, así será confundida la casa de Israel. Ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes y sus profetas, 27 que dicen a un leño: “Tú eres mi padre,” y a una piedra: “Tú me engendraste.” Pues vuelven hacia mí la espalda, y no su rostro, pero al tiempo de su desgracia dicen: álzate y sálvanos, 28 ¿Dónde están tus dioses que te hiciste? ¡Que se alcen ellos si pueden salvarte al tiempo de tu desventura! Pues tantos son tus dioses cuantas tus ciudades, ¡oh Judá! y cuantas son las calles de Jerusalén, tantos son los altares a Baal38. 29¿Por qué pretendéis litigar conmigo? Todos os habéis rebelado contra mí,oráculo de Yahvé. 30En vano os he castigado; vuestros hijos no aceptaron la corrección, La espada ha devorado a vuestros profetas como león devastador.

La apostasía de Israel es un mal negocio, pues le va a acarrear la confusión y el deshonor como ladrón sorprendido “in fraganti” (v.26). La infidelidad ha comenzado por las altas clases, que tenían especial obligación de velar por los intereses religiosos de su pueblo. Los reyes, príncipes, sacerdotes y profetas son los principales culpables de la idolatría; Tú eres mi padre (v.27), dicen a un simple leño. Alusión a los cultos de árboles sagrados. Aún hoy día entre las gentes incultas beduinas se cree que los árboles tienen especiales geniecillos y poderes. Son restos de la religión animista. En el culto cananeo se daba mucho realce al árbol como símbolo de la fecundidad; y aun se daba culto a leños secos llamados asera, relacionándolos con Astarté, la diosa de la fecundidad. Además, estaba el culto a la piedra o estela llamada massebah. Los templos cananeos eran al aire libre: bosques naturales o artificiales (troncos dispuestos verticalmente) o piedras en forma de menhires; por eso aquí se dice que el devoto dice a una piedra: Tú me engendraste (v.27a). Quizá en estas expresiones del profeta sólo haya una simple alusión al material de que estaban hechos los ídolos en general. La ironía es sangrante: los hombres reconociendo como progenitores suyos a los seres inanimados, la vida proporcionada por objetos que no la tienen. Isaías desarrolla esta idea del modo más sarcástico39. Los israelitas abandonan al Dios-Yahvé, trascendente, santísimo, que los ha elegido como pueblo, para entregarse a la más crasa idolatría. No cabe mayor degradación religiosa.
Esta conducta, no obstante, es sólo en épocas de bonanza, pues cuando llega la desgracia y la adversidad, vuelven a Yahvé, diciendo: álzate y sálvanos (v.27c). La expresión hebrea usada para sálvanos es el hoshianna (hosanna), que después quedará estereotipado en el uso litúrgico como exclamación de júbilo y esperanza. Yahvé responde con ironía a este grito de socorro in extremis, diciendo que, puesto que tienen tantos ídolos cuantas ciudades. (v.28b), que acudan a ellos para que les ayuden40.
Pero, además, la hipocresía de estos israelitas idólatras llega a tal término, que se atreven a pedir cuentas al mismo Yahvé. Se creen inocentes, y se atreven a acusar a Yahvé de demasiado susceptible y severo. ¿Por qué pretendéis litigar conmigo? (v.29). La historia de Israel ha sido una constante rebelión contra su Dios. Yahvé les recuerda los castigos que ha enviado a sus hijos. Los israelitas han tenido que sufrir los rigores de la ira divina con el fin de hacerles entrar en buen camino, pero ha sido todo en vano: no aceptaron la corrección. Parece que Jeremías alude a alguna matanza general debida a un levantamiento popular en el que hubieran caído los falsos profetas del pueblo: La espada ha devorado a nuestros profetas (v.30b). No obstante, no sabemos que en estos tiempos hubiera habido una matanza de profetas como la había habido en tiempos de Elias y de Jehú, rey de Israel41, en el reino del Norte. Por eso, algunos autores prefieren ver aquí una alusión a los verdaderos profetas de Yahvé muertos en alguna rebelión popular. Sabemos que Manases años antes había llenado Jerusalén de sangre inocente 42, especialmente de profetas. Pero el contexto parece insinuar la primera interpretación.

Ingratitud de Israel para con Yahvé (31-37).
31 Oíd los de esta generación la palabra de Yahvé43: ¿Por ventura soy yo para Israel un desierto o una tierra tenebrosa ? ¿Por qué dice mi pueblo: 1 Somos libres 44, no iremos más en pos de ti? 32 ¿Se olvida por ventura la doncella de sus galas, y de su ceñidor la esposa? Pues mi pueblo se ha olvidado de mí ya desde días sin cuento. 33 ¡Qué bien amañas tus caminos para buscar el amor! También a las maldades avezaste tus caminos. 34 Hasta en tus palmas de la mano se descubre sangre de vidas de pobres inocentes 45, no de sorprendidos en conatos de robo46. 35Y dices: “Soy inocente, su cólera se ha apartado ya de mí.” Heme aquí para juzgarte por decir: “No he pecado.” 36¿Cómo te apresuras sobremanera a cambiar tus caminos? 47 También de Egipto serás avergonzada, como lo fuiste de Asiría. 37También de ahí saldrás con las manos en la cabeza, porque Yahvé ha rechazado aquellos en quien confías, y no tendrás éxito con ellos.
La conducta de Israel ha sido inexplicable, pues Yahvé no ha sido para ellos precisamente un desierto o una tierra tenebrosa (v.14). Yahvé no ha sido en la historia tan hosco como para huir de El como si fuera un lugar inhóspito, lleno de tinieblas. El desierto era símbolo de terror, que había de evitar el viajero, ya que, aparte de su carácter estepario y sin vida, era lugar de salteadores y guarida de fieras, amparadas en la oscuridad. En realidad, Yahvé ha sido en la historia como un lugar atractivo, lleno de vida y vegetación, pues le ha protegido y ayudado siempre. Y, sobre todo, la religión yahvista era mucho más luminosa y elevada que las idolátricas48. Sin embargo, Israel dice despectivamente: somos libres, no queremos ir en pos de ti (v.31c). Esta conducta es inexplicable, como lo sería la de una doncella que olvidara sus galas (v.32a), que son su adorno y le dan prestancia ante los hombres. Yahvé es, en realidad, el mejor adorno que puede tener Israel. En Oriente aún hoy día mujeres pobrísimas lucen joyas de mucho valor, que han recibido por tradición en herencia y de las que no se desprenden aun en la mayor necesidad. Saben que ello forma parte de su personalidad. Israel, en cambio, se ha olvidado de su adorno y ceñidor, que es Yahvé. En Isaías encontramos un símil semejante: el buey y el asno saben ir a su pesebre, mientras que Israel no sabe volver a su Dios, del que todo lo recibe49. Y este proceso de apostasía es antiguo, de días sin cuento (v.32b).
De nuevo el tono irónico recriminatorio: ¡Qué bien amañas tus caminos para buscar el amor (v.33a) de los dioses extranjeros! Israel tiene una predisposición especial para apartarse de su Dios y entregarse a su amor, su obsesión de los cultos idolátricos. Es como una mujer que está experta en probar amores bastardos. Pero su proclividad es a algo más que a los cultos idolátricos, pues se ha familiarizado con los mayores crímenes (v.33b). Y especifica estas maldades: Hasta en tus palmas de la mano se descubre sangre de vidas de pobres inocentes (v.34a). El profeta parece aludir a los sacrificios cruentos de niños a Moloc. Es una explicación de lo dicho en v.22-23. Esa sangre está presente a los ojos de Yahvé, que sabe ver en las mismas palmas de la mano que levantan hipócritamente para orar en las épocas de angustia. Y esta sangre que ve en las manos de los israelitas no es precisamente de ladrones que han sido cogidos atacando el muro de una casa: No de sorprendidos en conatos de robo (v.34b). Según esta versión, se aludiría aquí a la ley mosaica, según la cual, cuando se mataba a un ladrón en el acto de atacar, no había culpa alguna50. Esta idea de que los israelitas tienen las manos manchadas en sangre se encuentra a menudo en Jeremías51.
A pesar de estos horrendos crímenes, Israel no admite su culpabilidad (v.35a). Israel parece aquí presumir de inocencia, precisamente porque se siente próspera. Según la mentalidad de la época, el mal provenía de algún pecado, como castigo de Dios. De ahí la ecuación de justicia y prosperidad, desgracia y pecado. Yahvé ahora quiere castigar a Israel por esta presunción hipócrita, pues no quiere reconocer sus pecados: Heme aquí para juzgarte por decir: “No he pecado” (v.35b). El castigo le hará recapacitar reconociendo su culpabilidad.
Y de nada le han de valer las alianzas políticas para evitar la manifestación justiciera de Yahvé: ¿Cómo te apresuras sobremanera a cambiar tus caminos? (v.36a); alusión a su nerviosismo buscando aliados en Egipto y en Asiría. Parece que había una facción fuerte egiptófila, que buscaba en Egipto protección contra el peligro babilonio, encarnado en Nabucodonosor. Pero de nada le servirá esta alianza, pues los egipcios serán derrotados por Nabucodonosor en 604, siendo definitivamente arrojados de Palestina. Y entonces se volverá a repetir la historia de la alianza anterior con Asiría, cuando Josías salió a defender a ésta contra Necao II en Megiddo, y la suerte fue la muerte trágica del piadoso rey Josías: También de Egipto serás avergonzada, como lo fuiste de Asiría. No hay más que una política realista según el profeta: reconocer los pecados y volver a Dios, el único salvador de Israel.
Todo lo que sea meterse en alianzas con potencias extranjeras será ir al fracaso, teniendo que volver con las manos sobre la cabeza (v.37a), gesto de confusión y desesperación52. La suerte ya está echada, y el profeta lo anuncia en nombre del que dirige los hilos misteriosos de la historia (v.37b).

1 Otros traducen: “quien de ella comía debía pagan, es decir, recibir el pago de su atrevimiento. – 2 Cf. Ose 2:15(17). – 3 Cf. Exo 23:19; Num 8:8; Lev 22:9. – 4 Cf. Ex i9:5ss; Deu 7:6; Deu 14:2. – 5 En heb. “sombra de muerte.” – 6 Cf. Jer 8:19; Jer 10:1-16; Jer 14:22; Jer 16:19; cf. también 1Sa 12:21; Is 44>9s; Deu 32:21; 2Re 17:15. – 7 Cf. Ez 16. – 8 Cf. Exo 34:7. – 9 Cf. Jer 31:29; Ez 0.28; Deu 24:16. – 10 Cf. Flavio Josefo, Ant. I 6:1. Los Kftttm aparecen en Gen 10:4 como descendientes de Yaván o Grecia. En Dan 11:30 se refiere a las naves romanas. En 1Ma 1:1; 1Ma 1:8, 1Ma 1:5, se refiere a Macedonia. Cf. Deu 11:30. – 11 Kedar o Cedar era el segundo hijo de Ismael (Gen 25:13). Cf. Isa 42:11; Isa 42:60, Isa 42:7; Isa 21:17; Eze 27:21; Can 1:5. Son los Cedraei de Plinio, Htst. Nat. V 11:12. – 12 Cf. Deu 10:21; 1Sa 4:21; Sal 106:20. – 13 Cf. Deu 32:21; Isa 37:19; 1Co 8:4; Jer 16:20. – 14 Cf. Sal 36:10; Jua 4:10ss; Jua 7:38. Dussaud ve en estas palabras una alusión al Bahal fenicio patrono de la lluvia. Cf. Les découvertes de Ras Shamra et V Anden Testament (París 1937) P-74- – 15 Así según el hebreo. El griego dice: “te conocieron y te ultrajaron.” – 16 Cf. Exo 21:2-4; Exo 34:10. – 17 Cf. Exo 4:22. – 18 Cf. Nah 2:12; Jer 4:7; Jer 5:6; Jer 25:38; Jer 25:49, iQ; So.i?· – 19 Cf. Jer 22:10-12; 2Re 23:315. – 20 En egipcio Men-Ofer. – 21 Cf. Isa 15:2; Isa 22:12; Isa 3:17.24. – 22 Cf. Jos 13:3; 1Cr 13:5; Isa 23:3. Los LXX traducen Geón, identificando al Nilo con el Geón del paraíso. Cf. Flavio Josefo, Aní. I 1:3. – 23 Cf. Isa 8:7. – 24 El texto es oscuro en el detalle, pero claro en la idea general. La Bible de Jérusalem traduce: “planta degenerada, viña bastarda.” Dennefeld: “plantas degeneradas y bastardas.” – 25 Así según la Bible de Jérusalem. Dennefeld: “la mancha de tu iniquidad permanecerá ante mí.” – 26 Frase oscura. La traducción arriba expuesta es la seguida por la Bible de Jérusalem, Dennefeld, Streane. – 27 La Bible de Jérusalem: “su ruta, ¿quién la frenará?” Streane: “En su ocasión, ¿quién puede volverla?” – 28 Bible de Jérusalem: “¡Ten cuidado! Tu pie va a descalzarse.” – 29 Bible de Jérusalem: “No, qué importa.” Dennefeld: “Imposible.” – 30 Cf. Ose 10:1-1; Jer 31:18. – 31 Cf. Jer 2:2; Ose 4:13s; Amo 2:7. – 32 Cf. Deu 23:18; 1Re 1:14.24; 1Re 22:47; 2Re 23:7. – 33 Cf. Jer 3:6ss; Jer 17:2; Isa 1:21; Isa 57:5; Ose 4:13.14; Eze 6:13. – 34 Cf. Is s.iss. – 35 En hebreo dice de Soreq, que es una localidad llamada hoy Kh. Surik, junto al actual Beit-Dgebrim. En Jue 16:4 es la patria de Dalila. Quizá fuera famoso por sus vinos, y de ahí el nombre de esas cepas excepcionales. – 36 Cf. Isa 57:9. – 37 Cf. Job 39:5ss. La traducción de los LXX es muy diferente: “alargo sus caminos hacia el agua del desierto, llevada del viento en el ardor de su alma; ¿existe vía determinada para hacerla volver?” – 38 Este último estico falta en el TM. – 39 Cf. Isa 44:11-17. – 40 Aparece de nuevo en Jer 1:13. – 41 Cf. 1Re 18:40; 2Re 10:18-27. – 42 Cf. 2Re 21:6; Luc 11:47; Hec 7:52. – 43 El texto es inseguro. – 44 Bibl. de Jérus.: “corremos aquí y allá.” – 45 Así según G., pero el H. dice: “en los bordes de tu vestido hallóse sangre.” – 46 Frase muy oscura, aunque el sentido general es claro. La Bible de Jérus.: “A éstos no los habías sorprendido forzando puertas.” – 47 Bible de Jérus.: “¡Cómo frivolamente cambias de camino!” Dennefeld: “¡qué poco te cuesta cambiar de caminos!” – 48 Cf. Deu 30:11s; Isa 45:19. – 49 Cf. Isa 1:3. – 50 Cf. Exo 22:2. La versión de los LXX difiere bastante: “Sobre tus manos se ha encontrado sangre de almas inocentes; no la encontraste en las fosas, sino bajo toda encina.” Con-damin deduce de esto que aquí se aludiría a sacrificios de niños bajo los árboles en los que había ritos idolátricos. – 51 Cf. Jer 5:26; Jer 22:13.17; Isa 1:15; Isa 8:15; Eze 34:23. – 52 Cf. 2 Sam 13:19.

Fuente: Biblia Comentada

Jerusalén … Israel. Jeremías proclamó la sensibilidad del Señor y su cuidado del pueblo al comienzo de su historia (v. Jer 2:21). Después de algunos siglos el pueblo estaba 1) alejado de Dios, a quien habían abandonado (vv. Jer 2:5; Jer 2:31), 2) sumergido en la idolatría (vv. Jer 2:11; Jer 2:27-28), y 3) sin salvación verdadera (cp. v. Jer 2:8; Jer 5:10 a).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

2.1-3.5 En esta sección, la analogía del matrimonio contrasta tremendamente el amor de Dios para su pueblo con el amor de este por otros dioses y revela la infidelidad de Judá. Jeremías condena a Judá (algunas veces llama a Judá «Jerusalén», el nombre de su ciudad capital) por buscar la seguridad en cosas indignas, cambiantes y no en el inalterable Dios. Quizás nos sintamos tentados a buscar la seguridad en las posesiones, en la gente o en nuestras habilidades, pero estos nos fallarán. No existe seguridad duradera aparte de nuestro eterno Dios.2.2 Apreciamos a un amigo que permanece fiel a su compromiso y nos desilusiona el que no puede cumplir una promesa. A Dios le complació cuando su pueblo lo obedeció al principio, pero se contrarió cuando se negaron a cumplir su compromiso. Las tentaciones nos distraen de Dios. Piense en su compromiso original de obedecer a Dios y pregúntese si sigue permaneciendo fiel.2.3 La primicia, o la primera porción, de la cosecha se separaba para Dios (Deu 26:1-11). De esa misma forma Israel estaba dedicada a Dios en sus años anteriores: ansiaba complacer a Dios, como si fuera su joven esposa, un pueblo santo y devoto. Esto era un gran contraste con el pueblo de los tiempos de Jeremías.2.4-8 La nación unida incluía «la casa de Israel» y «la casa de Jacob» (Judá). Jeremías conocía bien la historia de Israel. Los profetas recitaban la historia al pueblo por varias razones: (1) recordarles la fidelidad de Dios; (2) asegurarse de que el pueblo no la olvidaría (no tenían Biblias que leer); (3) enfatizar el amor de Dios hacia ellos; y (4) recordarles que hubo un tiempo en que estuvieron cerca de Dios. Debemos aprender de la historia para así construir sobre los éxitos y evitar repetir los fracasos de los demás.2.8 Baal era el jefe masculino de los dioses de la religión cananea. «Baales» (2.23) se refiere al hecho de que, en la práctica cananea, Baal se adoraba en varios lugares. Baal era el dios de la fertilidad. Su adoración incluía sacrificio de animales, prostitución sagrada (hombres y mujeres) en los lugares altos. Jezabel, la esposa del rey Acab, inició la práctica de la adoración a Baal en el reino del norte y finalmente se difundió por todo Judá. La orientación sexual de la adoración de este ídolo era una constante tentación para los israelitas, quienes tenían el llamado a ser santos. JEREMIASLa resistencia no es una cualidad común. Muchos carecen de compromisos, interés y disposición a largo plazo que son vitales para cumplir una tarea a pesar de las probabilidades. Sin embargo, Jeremías fue un profeta que resistió.El llamado de Jeremías nos enseña cuán íntimamente Dios nos conoce. Nos evalúa antes que nadie sepa que existiremos. Nos cuida mientras estamos en el vientre de nuestra madre. Planea nuestras vidas mientras se forman nuestros cuerpos. Nos valora mucho más de lo que nos autovaloramos.Jeremías tuvo que depender del amor de Dios para poder soportar. Por lo general, sus oyentes eran antagónicos o apáticos a sus mensajes. Lo despreciaron y a menudo lo amenazaron de muerte. Pudo presenciar tanto el entusiasmo del despertar espiritual como la tristeza por el regreso de una nación a la idolatría. A excepción del rey Josías, que fue bueno, Jeremías observó que un rey tras otro olvidaban sus advertencias y apartaban de Dios al pueblo. Vio cómo asesinaban a otros compañeros profetas. A él mismo lo persiguieron con rigor. Por último, observó la derrota de Judá a manos de los babilonios.Jeremías respondió a todo esto con el mensaje de Dios y con lágrimas humanas. Sintió el amor directo de Dios por su pueblo y el rechazo del pueblo a ese amor. Pero aun cuando se enojaba con Dios y se sentía tentado a renunciar a todo, Jeremías supo que debía seguir adelante. Dios lo llamó para que resistiera. Expresó sentimientos profundos, pero además vio más allá, al Dios que pronto ejercería su justicia, pero que después de todo administraría su misericordia.Quizás nos resulte fácil indentificarnos con las frustraciones y el desaliento de Jeremías, pero debemos darnos cuenta que la vida de este profeta también nos alienta a ser fieles.Puntos fuertes y logros :– Escribió dos libros del Antiguo Testamento: Jeremías y Lamentaciones– Ministró durante los reinados de los últimos cinco reyes de Judá– Fue un catalizador en la gran reforma espiritual ocurrida durante el gobierno de Josías– Actuó como mensajero fiel de Dios, a pesar de los atentados que hubo en su contra– Sufrió tanto por la condición caída de Israel que ganó el título de «profeta llorón»Lecciones de su vida :– La opinión de la mayoría no es necesariamente la voluntad de Dios– Si bien el castigo por el pecado es severo, hay esperanza en la misericordia de Dios– Dios no aceptará la adoración hueca e hipócrita– Servir a Dios no garantiza la seguridad en la tierraDatos generales :– Dónde: Anatot– Ocupación: Profeta– Familiares: Padre: Hilcías– Contemporáneos: Josías, Joacaz, Joacim, Joaquín, Sedequías, BarucVersículos clave :»Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová» (Jer 1:6-8).La historia de Jeremías se narra en el libro de Jeremías. Además se menciona en Ezr 1:1; Dan 9:2; Mat 2:17; Mat 16:14; Mat 27:9. Véase también 2 Crónicas 34, 35 para la historia del avivamiento espiritual bajo el reinado de Josías. 2.10 Dios decía que aun las naciones paganas como Quitim (Chipre, en el oeste) y Cedar (residencia de las tribus árabes que vivían en el desierto al este de Palestina) permanecieron leales a sus dioses nacionales. Pero Israel abandonó al único Dios verdadero por un objeto indigno de adoración.2.13 ¿Quién apartaría un manantial de agua resplandeciente por una cisterna, un pozo que recogía agua de lluvia? Dios le dijo a los israelitas que hacían exactamente eso cuando se apartaban de El, la fuente de agua viva, para adorar a otros ídolos. No solo eso, las cisternas que escogieron estaban rotas y vacías. El pueblo construyó sistemas religiosos para almacenar la verdad, pero no tenían valor alguno. ¿Por qué nos debemos asir de las promesas quebrantadas de «cisternas» inestables (dinero, poder, sistemas religiosos o cualquier cosa pasajera que colocamos en lugar de Dios), cuando Dios nos promete refrescarnos constantemente con El mismo, fuente de agua viva (Joh 4:10)?2.16, 17 Menfis estaba cerca de lo que hoy es El Cairo, en el bajo Egipto, y Tafnes estaba en la región nordeste del mismo país. Jeremías a lo mejor se refería a la anterior invasión de Judá por el faraón Sisac en 926 a.C. (1Ki 14:25), o quizás haya estado prediciendo la invasión del faraón Necao en 609 a.C., cuando moriría el rey Josías de Judá (2Ki 23:29-30). Jeremías quiso señalar que el pueblo se acarreó esto al rebelarse contra Dios.2.22 La mancha del pecado es más profunda que la piel. Israel tenía manchas que no podían limpiarse, ni siquiera con los limpiadores más fuertes. La purificación espiritual debe ir hasta el corazón y este trabajo solo lo puede hacer Dios. No podemos obviar los efectos del pecado y esperar que desaparezcan. Su pecado ha originado una profunda mancha que Dios puede quitar y lo hará si usted está dispuesto a que El lo limpie (Isa 1:18; Eze 36:25).2.23-27 El pueblo se compara a animales que buscan pareja en tiempos de celo. Con desenfreno, corren hacia el poder, el dinero, las alianzas con potencias extranjeras y a otros dioses. Los ídolos no buscan a nadie. La gente busca a los ídolos y luego corre con ligereza en pos de ellos. Después se siente tan cómoda en su pecado que no puede pensar en renunciar a él. Su única vergüenza es que la atrapen. Si deseamos algo a tal punto que estamos dispuestos a hacer cualquier cosa para conseguirlo, esta es una señal de que somos adictos a ella y estamos fuera de sintonía con Dios.2.30 Ser un profeta en esos tiempos implicaba grandes riesgos. Los profetas tenían que criticar las políticas de reyes malvados y esto los hacía parecer traidores. Los reyes odiaban a los profetas por levantarse en contra de sus políticas y, por lo general, el pueblo los odiaba por predicar en contra de sus estilos idólatras de vida. (Véase Act 7:52.)2.31, 32 El olvido ya sea accidental o intencional puede ser peligroso. Israel se olvidó de Dios al centrar sus afectos en los encantos del mundo. Mientras más nos concentremos en los placeres del mundo, más fácil resultará que nos olvidemos de la protección, el amor, la fiabilidad, la dirección de Dios y, sobre todo, de El mismo. ¿Qué le agrada más? ¿Se ha olvidado de Dios últimamente?2.36 Dios no está en contra de las alianzas ni de las sociedades de trabajo, sino que está en contra de que la gente confíe en otros para recibir la ayuda que solo debe provenir de El. Este era el problema en los tiempos de Jeremías. Después de los días de David y Salomón, Israel se dividió debido a que los líderes buscaron la ayuda de otras naciones y dioses y no del verdadero Dios. Jugaron políticas de poder, pensando que sus vecinos fuertes los protegerían. Pero Judá pronto aprendería que esta alianza con Egipto sería tan desalentadora como su antigua alianza con Asiria (2Ki 16:8-9; Isa 7:13-25).REYES QUE VIVIERON DURANTE LA VIDA DE JEREMIASJosías – 2 Reyes 22.1–23.30 Reinó del 640-609 a.C. En su mayor parte bueno.Mensaje entregado: 3.6-25Joacaz – 2Ki 23:31-332Ki 23:–609 a.C. – MalvadoMensaje entregado: 22.11-17Joacim – 2 Reyes 23.34–24.7 – – 609-598 a.C. – MalvadoMensaje entregado: 22.18-23; 25.1-38; 26.1-24; 27.1-11; 35.1-19; 36.1-32Joaquín – 2Ki 24:8-172Ki 24:- 598-597 a.C. – MalvadoMensaje entregado: 13.18-27; 22.24-30Sedequías – 2 Reyes 24.18–25.26 – 597-586 a.C. – MalvadoMensaje entregado: 21.1-14; 24.8-10; 27.12-22; 32.1-5; 34.1-22; 37.1-21; 38.1-28; 51.59-64

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 39 Heb 1:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

TM añade v. Se sigue LXX → §194.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

[5] Miq 6, 3.[8] 1 Re 18, 22; 2 Re 21, 3.[10] Países de Oriente.[11] Rom 2, 11-14.[20] Jer 3, 6.[21] Is 5, 1; Mat 19, 33.[27] Jer 32, 33.[28] Jer 11, 13.[37] 2 Re 23, 29.

Fuente: Notas Torres Amat