Comentario de Jeremías 4:11 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: “Un viento caliente viene desde los cerros del desierto en dirección de la hija de mi pueblo, pero no para aventar ni para limpiar.
Viento seco de las alturas. Jer 23:19; Jer 30:23, Jer 30:24; Jer 51:1; Isa 27:8; Isa 64:6; Eze 17:10; Eze 19:12; Ose 13:3, Ose 13:15.
vino a la hija de mi pueblo. Jer 8:19; Jer 9:1, Jer 9:7; Jer 14:17; Isa 22:4; Lam 2:11; Lam 3:48; Lam 4:3, Lam 4:6, Lam 4:10.
no para aventar. Jer 51:2; Isa 41:16; Mat 3:12; Luc 3:17.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El viento cálido viene del desierto al este y sur de Israel, traía un calor abrasador y remolinos de polvo. El viento divino de juicio traería destrucción a Jerusalén, la hija de Dios. Esta última frase es particularmente emotiva; Jacob es «hijo» de Dios, y Jerusalén es su «hija» (Jer 4:31; Jer 6:2).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
REFERENCIAS CRUZADAS
w 231 Eze 17:10; Ose 13:15
x 232 Isa 22:4
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Un viento abrasador. Descrito antes como un león (vers. 7), el ejército conquistador ahora es presentado como viento abrasador. El siroco, que sopla del este a través de Arabia Saudita y Jordania, es figura apta del ejército destructor de Babilonia, que también vino del este.