PARA VIVIRLO

Vida después de la muerte

A través de la historia la gente se ha preguntado si esta vida es todo lo que existe. ¿Hay un cielo o un infierno? ¿Termina todo aquí? Job se preguntó lo mismo al pasar sus sufrimientos (Job 14:14). Él creía que la muerte terminaría con su dolor (Job 14:13), pero, ¿acaso también terminaría con su existencia? De todos modos, Job describe la muerte como «el camino sin retorno» (Job 16:22) y como «el rey de los espantos» (Job 18:14). Por momentos parece que Job no tiene una impresión particularmente positiva al enfrentar el final de su vida.

Sin embargo, al leer sobre la perspectiva que Job tiene de la muerte es importante recordar que su conocimiento era menor que el que tenemos hoy día. Es probable que no hubiera escrito ninguna porción de las Escrituras y tampoco conocía sobre la obra de Jesús de liberar a la gente del pecado y de la muerte (Rom 6:23; 1Co 15:20-28).

Pero aún sin esas importantes verdades, Job tenía una cierta confianza de que vería a Dios después de la muerte. A decir verdad, en su conmovedora declaración de fe, que comienza con estas palabras: «Yo sé que mi Redentor vive» (Job 19:25-27), ha transmitido esperanza a generaciones de creyentes (ayudado en gran medida por George Frideric Handel, compositor del siglo dieciocho que usó las palabras de Job para escribir la música de «Mesías», su obra maestra).

Cualquier pregunta sobre la muerte que haya estado pendiente desde los días de Job, Jesús la respondió cuando declaró: «El que crea en mí, aunque esté muerto, vivirá» (Jua 11:25). Por esta razón, aun en medio de la tristeza y el luto por la muerte de seres queridos los que creen en Jesús pueden celebrar. Jesús prometió vida eterna a los creyentes; una vida libre de lágrimas, pena y dolor (Apo 21:4). Es por esto que cuando de la muerte se trata, los cristianos son gente de esperanza.