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Comentario de Job 16:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Job 16:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces respondió Job y dijo:

Job reprocha la crueldad de sus amigos, Job 16:1-16.

Sostiene que él es inocente, Job 16:17-22.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

muchas veces he oído cosas como estas: Al comenzar con una rara alusión directa a lo que el interlocutor dijo antes, Job empequeñece a sus amigos al llamarlos consoladores molestos. Si se parafrasea a Job diría algo como: «Hablando de problemas, en lugar de consolarme como lo deberían hacer los buenos consejeros, ustedes aumentan mis problemas a pesar de que reclaman lo contrario».

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

16. Respuesta de Job a Elifaz.
E l desventurado varón de Hus siente su corazón lacerado al ver la incomprensión de sus amigos. Si ellos estuvieran en su situación, también él pudiera hilvanar fáciles discursos, dando consejos al paciente. Pero su situación es trágica, ya que se siente abandonado no sólo de sus amigos, sino del mismo Dios, que le envuelve con su furor; pero, con todo, sabe que tiene un Abogado en el cielo y que, al fin, se le hará justicia. Su espíritu se debate entre la desesperación al verse a las puertas del sepulcro y la esperanza lejana de ser rehabilitado por el que es la Justicia misma.

Los vanos discursos de los tres amigos (1-5).
1 Respondió Job, diciendo: 2 ¡He oído ya muchos discursos semejantes! ¡Funestos consoladores sois todos vosotros! 3 ¿Tendrán término los vanos discursos, o qué es lo que a responder así te incita? 4 También podría yo hablar con vosotros, si vosotros estuvierais en mi lugar. Podría hilvanar palabras a costa vuestra y mover mi cabeza sobre vosotros. 5 Os alentaría con mi boca y daría rienda suelta a mis labios.

En realidad, para Job sus amigos no han hecho sino enunciar tópicos e ideas vanas, sin consistencia racional alguna. Sus consuelos son tan fuera de lugar, que, lejos de aminorar su dolor, lo aumentan. Parece que sienten necesidad mórbida de decir despropósitos; y resultaría fácil componer discursos tan falaces y hueros si ellos estuvieran en su triste situación, y aun mover la cabeza sobre ellos en señal de compasión (v.4). Es fácil alentar con palabras cuando se goza de buena salud, pero no tanto soportar la adversidad en su total crudeza.

Situación desesperada de Job (6-14).
6 Si hablo, no se calma mi dolor; si callo, ¡qué se va a apartar de mí! 7 Ciertamente ahora la malquerencia me ha extenuado, toda su banda se apodera de mí *. 8 Se levanta contra mí como testigo de cargo y depone contra mí con calumnias 2. 9Su furor desgarra y me persigue, rechinando contra mí sus dientes. Mi adversario aguza sus ojos contra mi. 10 Abren su boca contra mí, abofetean con afrenta mis mejillas, todos a una se apretujan contra mí. n Dios me entrega a los impíos, me arroja en manos de los perversos. 12 Estaba yo tranquilo, y El me sacudió, me tomo por el cuello y me estrelló. Púsome por blanco suyo. 13 Cércanme sus proyectiles, me traspasa mis ríñones sin piedad, derrama por tierra mi hiél. 14 Abre en mí brecha sobre brecha y corre contra mí como un guerrero.

Job se presenta como un acusado contra el que es lícito desahogar todas las calumnias y malquerencias. Sumido en aflicción extrema, no sabe si debe hablar, ya que esto no alivia su dolor, y, si calla, se consume interiormente en la meditación. Con toda franqueza declara su triste situación, y presenta a sus enemigos como una banda de forajidos enfrentados en juicio contra él, sin darle respiro y acumulando acusaciones y calumnias, sin que pueda defenderse (v.8). Son como una fiera que se lanza sobre la presa, desgarrándola y rechinando con sus dientes, lanzándole miradas desafiadoras (v.9). Todos los acusadores se permiten atacarle impunemente y aun abofetearle sin compasión (v.10) 3.
Y Dios permite esta burla, entregándolo en sus manos (v.11). Guando más tranquilo estaba, gozando de su fortuna y paz familiar, Dios le sacudió, y, en lucha personal cuerpo a cuerpo, le cogió por el cuello y le estrelló, convirtiéndolo en blanco de sus saetas mortíferas. Como un implacable guerrero, abre brecha en su ciudadela – familia, fortuna y salud corporal – y se abalanza contra él.

Declaración solemne de inocencia (15-22).
15 He cosido un saco sobre mi piel, he revuelto mi frente en la ceniza; 16 está mi rostro enrojecido por el llanto, y sobre mis párpados hay un velo sombrío, 17 aunque no hubo violencia en mis manos y fue pura mi oración. 1S No cubras, ¡oh tierra! mi sangre, y no haya lugar para mi clamor. 19 Ahora, pues, en los cielos está mi testigo, y allá arriba está mi fiador. 20 Mi clamor ha llegado hasta Dios4, las lágrimas de mis ojos corren ante El. 21 ¡Oh si hubiera arbitro entre Dios y el hombre, como lo hay entre el hombre y su prójimo! 22 Pues están contados los años que me restan, y es sin vuelta el camino por do voy.

A pesar de la situación deplorable en que se halla, tiene conciencia de ser inocente ante Dios, aunque no lo reconozcan los hombres. Consciente de haber sido tocado por el dedo justiciero de Dios, se ha vestido de atuendo de duelo, arrojándose en el suelo para revolcarse en la ceniza en señal de depresión moral y humillación ante Dios 5. Sumergido en el más profundo dolor, sus ojos están enrojecidos por el llanto, y sus parpados están cubiertos por espeso velo de tristeza y amargor. Sin embargo, a su entender, esta situación no está justificada, porque su conducta fue irreprochable, ya que nunca empleó la violencia y la opresión, y, por otra parte, su oración ha sido pura y sincera (v.17).
En un arranque de inocencia, pide a la tierra que al morir no cubra su sangre, para que ésta clame al cielo como la de Abel, pidiendo justicia y rehabilitación de su nombre ante la sociedad6. En Isa 26:21 se dice de los muertos que han de resucitar para incorporarse a la teocracia mesiánica: La tierra hará aparecer la sangre que ha bebido, no encubrirá mas sus muertos. Job quiere que su grito de inocencia resuene en todo lugar, aun en lo más recóndito.
Abrumado por el dolor, en un desahogo genial, declara que el único que puede hacer valer sus derechos de inocente es el testigo que está en los cielos. Del Dios verdugo pasa aquí Job al Dios justo. Estas paradojas psicológicas se repiten a menudo en el drama de Job. Es el misterio del dolor y la certeza de que Dios es justo y providente; por tanto, aunque momentáneamente parece abandonar al justo, sin embargo, a la postre le ha de hacer justicia. Job, consciente de la justicia divina, espera, contra toda actual apariencia, que al fin se le reconozca como inocente, pues en lo alto está su fiador, que ha de salir por sus derechos, como en efecto ocurrirá al final del drama del libro: Dios rehabilitará a Job, amonestará a sus importunos amigos y declarará que los caminos de la Providencia son misteriosos e inasequibles al hombre.
Job siente cierta satisfacción íntima – en medio de la incomprensión general – al ver que su clamor ha llegado a Dios (v.20). Inesperadamente ha sentido cierta íntima seguridad de que al fin se le hará justicia. En 19:25 volverá a repetir esta luminosa confianza en la recuperación de la amistad divina. Como en Seol, vuelve a expresar el deseo de que hubiera un arbitro para dirimir el litigio entre Dios y él mismo. Sería el mejor modo de hacer brillar al punto su inocencia, ya que Dios está lejano, y en sus misteriosos designios puede aún retrasar su intervención en su favor. Sabe que le quedan pocos años, y le urge la pronta rehabilitación antes de emprender -el viaje sin retorno a la región de los muertos (v.22).

1 Texto oscuro. Siguiendo una corrección propuesta por Dhorme y seguida por la Bib. de Jér., creemos que el sujeto de los verbos es la personificación de la rna{querencia o del adversario en un juicio. Algunos autores, sin embargo, prefieren poner como sujeto de estos verbos a Dios, que aparece por primera vez en el v.u. – 2 Así la Bib. de Jér. – 3 Cf. Sal 22:14. – 4 Así siguiendo a los LXX. El TM: “mis amigos son mofadores.” – 5 Véase coment. a 1:20. – 6 Cf. Gen 4:10-11.

Fuente: Biblia Comentada

Toda esta sección es poesía, un dramático poema de discursos que intentan comprender el sufrimiento de Job.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Esta sección cubre los ciclos de discursos entre Job y sus bienintencionados amigos, incluyendo Eliú (caps. Job 32:1-22; Job 33:1-33; Job 34:1-37; Job 35:1-16; Job 36:1-33; Job 37:1-24).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

El segundo ciclo de discursos pronunciados por Job y sus tres amigos. La resistencia de Job a su punto de vista y a sus llamamientos los estimuló a una mayor intensidad en su enfrentamiento.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Job respondió con su segunda refutación.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

16.1ss Se suponía que los amigos de Job debían consolarlo en su dolor. En cambio, lo condenaron por haber propiciado su propio sufrimiento. Job comenzó su réplica a Elifaz al llamarlo a él y a sus amigos «consoladores molestos». Las palabras de Job revelan varias maneras para llegar a ser un mejor consolador para aquellos que sufren: (1) no hable sólo por hablar, (2) no dé sermones al dar respuestas amables, (3) no acuse ni critique, (4) póngase en el lugar de la otra persona y (5) ofrezca ayuda y aliento. Pruebe las sugerencias de Job, con el conocimiento de que fueron dadas por una persona que necesitaba un gran consuelo. Los que pueden consolar mejor son aquellos que saben algo acerca del sufrimiento personal.16.19 Job tenía miedo de que Dios lo hubiese abandonado. Aun así, apeló directamente a Dios (su testigo) ya que Dios conocía su inocencia. Un testigo es aquel que ha visto lo que sucedió, y mi testimonio es como un abogado que habla a nombre del querellante. Al usar estos términos, Job mostró que él había depositado en el Dios de los cielos toda su esperanza de una defensa justa, porque probablemente moriría antes de que sucediera en la tierra. En el Nuevo Testamento aprendemos que Jesucristo intercede a nuestro favor (Heb 7:25, 1Jo 2:1), por lo tanto, no tenemos nada que temer.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

Job trata con desdén el «consuelo» de sus amigos.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

[3] Job se dirige a Elifaz.[9] Que se tenía por amigo mío.

Fuente: Notas Torres Amat