Comentario de Job 16:19 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
He aquí que también ahora mi testigo está en los cielos; en las alturas está mi defensor.
en los cielos está. Job 25:2; Sal 113:5.
mi testigo. 1Sa 12:5; Rom 1:9; Rom 9:1; 2Co 1:23; 2Co 11:31; 1Ts 2:10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Existe una controversia sobre la identidad del testigo de Job. Lo que se entiende por «Redentor» de Job en Job 19:25 interfiere con lo que se entiende aquí por testigo. Algunos argumentan que Job se refería a Dios. Sin embargo, el contexto de Job 9:33, donde Job desea un árbitro imparcial entre Dios y él (Job 9:32, Job 9:33), y el contexto inmediato de v. Job 16:21 sugiere que Job usaba una metáfora legal para expresar su deseo de un defensor que ojalá pudiese disputar el hombre con Dios, como con su prójimo en la tierra. Esto adelanta a Jesucristo como nuestro Intercesor (Heb 7:25) y nuestro Abogado (1Jn 2:1).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
EN LOS CIELOS ESTÁ MI TESTIGO. Con fe Job se sobrepuso a sus dudas en cuanto a la bondad de Dios, porque declaró que Dios mismo daría testimonio como testigo de su inocencia. Él anhelaba que Dios defendiera su causa en un tribunal de justicia celestial. El deseo de un mediador que hable con Dios a favor de los creyentes se hizo una realidad en Jesucristo, por medio de quien Dios «nos reconcilió consigo mismo» (2Co 5:18); «abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo» (1Jn 2:1).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
— mi defensor habita en lo alto: Job espera encontrar a alguien que dirima su contencioso con el Señor. No es fácil identificar a este abogado celeste; ver, sin embargo, nota a Job 19:25.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) “Y mi testigo.” Heb.: wesa·hadhí, que se considera una palabra tomada del aram. Véase Gén 31:47, n: “Jegar-sahadutá”.
REFERENCIAS CRUZADAS
x 447 1Sa 12:5; Rom 1:9; 2Co 11:31; 1Ts 2:10
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
mi testigo está en el cielo. Job se da cuenta de que su vindicación ha de venir del cielo , porque no puede venir del hombre. Aunque Job ve a Dios como el que lo persigue, también reconoce que Dios es el que al final tendrá que vindicarle.
Fuente: La Biblia de las Américas
O, testigo