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Comentario de Job 35:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Job 35:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Elihú continuó diciendo:

No puede haber comparación con Dios, porque nuestras buenas o malas acciones no pueden aplicarse a él, Job 35:1-8.

Muchos claman en sus aflicciones, pero no son escuchados por falta de fe, Job 35:9-16.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Eliú se pregunta si es recto (un término legal; Heb. mishpat, «justo») que Job actúe como si fuera más justo que Dios. Basándose en el interrogatorio de Elifaz (Job 4:17), Eliú percibe, de manera correcta, que Job daba a entender que sus estándares éticos eran más altos que los de Dios.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

35. Tercer Discurso de Elihú.
E n esta tercera parte de sus argumentaciones, el joven interlocutor prueba a Job que Dios no saca provecho alguno de la buena o mala conducta de Job. En realidad, el efecto de las acciones del hombre lo percibe éste. Es insensata la afirmación de Job de que no le ha reportado ningún provecho el no haber pecado.

La conducta del hombre no afecta a Dios (1-8).
1 Tomó Elihú la palabra y dijo: 2¿Te parece juicioso decir: “Tengo razón contra Dios”? 3pues dices: “¿De qué me sirve, qué ventaja he tenido por no haber pecado?” 4Voy a responderte, y a tus amigos contigo. 5Contempla el cielo y mira; considera las nubes; son más altas que tú. 6Si pecas tú, ¿qué le haces? Si se multiplican tus pecados, ¿qué (mal) le causas? 7Y con ser justo, ¿qué le das o qué recibe El de tu mano? 8 A un hombre como tú (afecta) tu maldad, y a un hijo de hombre tu justicia.

Las afirmaciones de Job han sido altamente temerarias, pues ha pretendido que Dios ha obrado injustamente con él, pues por considerarse inocente cree que no ha merecido el infortunio que sufre. Otra sinrazón es afirmar que su supuesto inocencia no le ha reportado beneficio alguno (v.3). En realidad, no sabe lo que dice, pues cree empañar con sus afirmaciones al Dios que habita en los cielos. Pero está tan alto, que poco le pueden afectar las acciones de una insignificancia como es el propio Job (v.6). La argumentación se inspira en la expresada ya por Elifaz 1. Sólo el ser humano se beneficia de sus buenas acciones o se perjudica con su maldad (v.8).

Dios exige el reconocimiento de su soberanía (9-16).
9 Gritan por las muchas opresiones, claman (oprimidos) por el brazo de los grandes; 10 pero nadie dice: “¿Dónde está el Dios que nos hizo, que da en la noche cantares de júbilo, 11 que nos instruye más que a las bestias de la tierra y nos hace más sabios que las aves del cielo?” 12 Entonces, aunque griten, El no responde, a causa del orgullo de los malvados. 13 Es inútil ciertamente: Dios no oye, y el Todopoderoso no lo percibe. 14 Menos todavía cuando tú dices que no lo ves, que el proceso está delante de El y que tú esperas, 15 y ahora (al afirmar) que no es su ira la que castiga y que no conoce bien la transgresión2. 16Job, pues, abre vanamente su boca y multiplica insensatamente las palabras.

En 24:12, Job había declarado que los oprimidos gritan a Dios. Elihú recoge esta afirmación, pero declarando que, si Dios no los socorre, es porque no piden auxilio a El, reconociéndole como Hacedor y providente. Estas lamentaciones, lejos de ser una plegaria al Todopoderoso, son un mero desahogo natural del dolor. Sin embargo, la presencia de Dios es fácil descubrirla en la naturaleza, particularmente en las noches estrelladas, pues al hombre se le ha dado la inteligencia, por lo que es superior a las bestias de la tierra y a las aves del cielo (v.11).
Dios no escucha los gritos desesperados de los que sufren cuando no se dirigen a El con espíritu de plegaria (v.12); y mucho menos será escuchado Job cuando, en vez de dirigirse suplicante a Dios, le exige su intervención como si fuera en un proceso en el que necesariamente tienen que dar el veredicto (v.14), y, por otra parte, no sabe reconocer la mano de Dios, que castiga al pecador, y cree que el impío obra impunemente, sin que Dios se preocupe de su transgresión (v.15). En realidad, sus afirmaciones son insensatas y ha hablado vanamente.

1 Cf. Job 22:2-5. – 2 Transgresión: corrección basada en Sím., Teod. y Vg.

Fuente: Biblia Comentada

Toda esta sección es poesía, un dramático poema de discursos que intentan comprender el sufrimiento de Job.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Esta sección cubre los ciclos de discursos entre Job y sus bienintencionados amigos, incluyendo Eliú (caps. Job 32:1-22; Job 33:1-33; Job 34:1-37; Job 35:1-16; Job 36:1-33; Job 37:1-24).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Un nuevo participante que había estado allí con los otros tres (vv. Job 32:3-5) entró en el debate sobre la condición de Job, el joven Eliú, que adoptó un nuevo enfoque en la cuestión del sufrimiento de Job. Encolerizado con los otros tres, tenía algunos nuevos pensamientos, aunque estuvo muy duro con Job. Eliú estaba airado, lleno de su propia importancia y expresivo, pero su enfoque era un alivio después de oír las repeticiones de los otros, aunque no verdaderamente útil para Job. ¿Por qué fue necesario registrar y leer estos cuatro enérgicos discursos de este hombre? Porque tuvieron lugar como parte de la historia, mientras Job seguía esperando que Dios se le revelara (caps. Job 38:1-41; Job 39:1-30; Job 40:1-24; Job 41:1-34).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Tercer discurso de Elihú: “Job no debió quejarse sino clamar a Dios.”

1-8 Elihú aquí parece volver a referirse al reclamo que puso en boca de Job en 34:9, que “El hombre no sacará provecho de estar de acuerdo con Dios”. No es ese el concepto de Job, ni es Job quien pregunta: ¿Qué te importa a ti la ventaja que yo saque de mi pecado? (3). Elihú sólo imagina que ésta es la pregunta de Job. No obstante, se la contesta diciendo que está mal esperar una ganancia por ser recto (7). Como Dios es tan grande, lo que sucede sobre la tierra poco le concierne (5), aun cuando lo que pasa es iniquidad (6, 8).

9-16 Dado que la queja de Job ha sido que Dios le ha quitado su derecho (27:2), Elihú pregunta por qué Job no ha sido librado de su aflicción. Toma el caso de pueblos oprimidos que claman a causa de la mucha opresión (9). No siempre son librados. ¿Por qué no? Porque algo le falta a su clamor. Ha sido un clamor involuntario y no lo han dirigido a Dios como su Hacedor quien puede revertir la suerte dando canciones en la noche (10), y quien puede dar más sabiduría a los humanos que a las bestias y a los pájaros (11). No reciben respuesta porque no han clamado a él (12); dichos clamores son vacíos y Dios no los tiene en cuenta (13). Lo mismo se aplica a Job, dice Elihú. Sencillamente se ha estado quejando de su sufrimiento y no se ha dirigido a Dios (14-16). Nuevamente, Elihú no da en el blanco ¡porque Job ha estado hablando con frecuencia directamente a Dios!

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

35.1ss En ocasiones nos preguntamos si la fidelidad a nuestras convicciones realmente nos hace algún bien. Eliú habló acerca de esto. Su conclusión era que Dios sigue interesado aun cuando no interviene inmediatamente en cada situación. Dios ejecuta la justicia. Tenemos su promesa de que lo hace. No pierda la esperanza. Espere en Dios. El sabe de su manera recta de vivir y de su fe.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

Eliú expresa la queja de Job de que la santidad carece de provecho.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

[2] Job no dijo eso. Las protestas de su inocencia no eran acusaciones contra Dios.[3] Job 34, 9.

Fuente: Notas Torres Amat