Biblia

Comentario de Job 9:32 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Job 9:32 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Porque él no es hombre como yo para que le responda, y para que juntos vengamos a juicio.

Porque no es hombre como yo. Job 33:12; Job 35:5-7; Núm 23:19; 1Sa 16:7; Ecl 6:10; Isa 45:9; Jer 49:19; Rom 9:20; 1Jn 3:20.

y vengamos juntamente a juicio. Job 13:18-23; Job 23:3-7; Sal 143:2.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Job se queja de que Dios no es un hombre que vaya junto a él a juicio (Job 9:3). Tampoco tiene Job un árbitro imparcial entre Dios y él. Uno que presente el caso frente a Dios. El deseo de un mediador entre Dios y la humanidad es el tema clave en Job (Job 16:19; Job 19:25) y anticipa el énfasis a Jesús en el NT. como el verdadero mediador entre Dios y toda la humanidad (1Ti 2:5).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

vengamos juntamente a juicio. Job reconoció que, como un hombre simple, no tenía derecho a invocar a Dios a que declarara su inocencia, ni a contender con Dios acerca de la misma. Job no estaba manteniendo que no tuviera pecado, pero no creía haber pecado como para merecer estos profundos sufrimientos. Job aceptaba el mismo sistema simplista de retribución que sus acusadores, que decían que el sufrimiento era siempre a causa del pecado. Y él sabía que no era sin pecado, pero no podía identificar ningún pecado no confesado ni pecados de los que no se hubiera arrepentido. «¿Dónde está la misericordia?», se preguntaba.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Ecl 6:10.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

g 252 Núm 23:19; Isa 45:9; Jer 49:19; Rom 9:20

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Las palabras de Job tocante a la trascendencia de Dios (Él está por encima de la creación y es independiente de ésta), refleja un sentimiento de incapacidad. Esto le llevó a pedir un árbitro, alguien que comprenda tanto a Dios como al hombre y que pueda juntarlos armoniosamente. Dios ha provisto ese árbitro en la Persona de Su Hijo, el Dios-Hombre, Jesucristo (1Ti 2:5).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie