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Comentario de Josué 19:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Josué 19:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

La segunda suerte tocó a Simeón, a la tribu de los hijos de Simeón, según sus clanes. Y su heredad estaba dentro del territorio de los hijos de Judá.

la segunda suerte tocó. Jos 18:6-11.

su heredad fue en medio. Jos 19:9; Gén 49:5-7.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La suerte y territorio de Simeón, Jos 19:1-9;

de Zabulón, Jos 19:10-16;

de Isacar, Jos 19:17-23;

de Aser, Jos 19:24-31;

de Neftalí, Jos 19:32-39;

de Dan, Jos 19:40-48.

Los hijos de Israel dan una heredad a Josué, Jos 19:49-51.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Simeón no obtuvo una posesión independiente, sino que heredó tierras dispersas dentro de la porción de Judá. Su padre Jacob así lo predijo (Gén 49:5-7). Después, Simeón y Judá lucharon juntos (Jue 1:3). En (1Cr 4:24-27) se describe a Simeón como una tribu mucho más pequeña que Judá.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Herencia de Simeón (19:1-9).
1La suerte atribuyó la segunda parte a Simeón, a la tribu de los hijos de Simeón, según sus familias; tuvieron su heredad en medio de la heredad de los hijos de Judá. 2Su heredad fue: Ber-seba, Sabe, Molada, 3Aser Sual, Bala, Asem, 4Eltolad Betul, Jarma, 5Siceleg, Bet Marcabot, Jasersusa, 6Bet Lebaot y Sarujen; trece ciudades con sus pueblos; 7Aín, Remón, Atar y Asan, cuatro ciudades con sus pueblos, 8así como todos los burgos de los alrededores de estas ciudades, hasta Baalat Beer, que es la Ramat del Sur. Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Simeón según sus familias. 9La heredad de los hijos de Simeón se tomó de la parte de los hijos de Judá, demasiado grande para ellos, y fue en medio de su territorio donde los hijos de Simeón recibieron su heredad.

Jacob maldijo a Leví y a Simeón, diciendo: “Yo los dividiré en Jacob y los dispersaré en Israel” (Gen 49:7). La realidad confirmó la profecía de Jacob, ya que Leví no ocupó un territorio fijo en Israel, y Simeón, que se estableció en medio de Judá, fue absorbido por éste. Cedió Judá a su hermano la parte más meridional de su territorio y, juntos, conquistaron las tierras del sur (Jue 1:17). Por lo mismo, no se indican sus límites, y las ciudades que se mencionan se consideran en 15:21-32 como pertenecientes a Judá.

Territorio de Zabulón (19:10-16).
10La tercera parte tocó en suerte a los hijos de Zabulón según sus familias; la frontera de su heredad se extendía hasta Sarid; 11subía al occidente hacia Marala y tocaba en Debaset, y luego ral torrente, ante Jocnam. 12De Sarid se volvía a oriente, al sol levante, hasta los confines de Queselet Tabor; se prolongaba hacia Daberet y subía a Jafia; 13de allí pasaba a oriente a Guita Jefer por Itacasín, y se dirigía a Remón, que confina con Noa; 14volvía del lado norte hacia Anatón y terminaba en el valle de Jeftael;15Catat, Nalal, Seremón, Jedala y Betlejem; doce ciudades con sus pueblos. 16Esta fue la heredad de los hijos de Zabulón según sus familias; las ciudades y los pueblos.

Este hijo de Jacob (Gen 30:19) sentía afición por los negocios (Deu 33:18-19). Su padre habíale dicho que habitaría la costa del mar; pero, a pesar de sus aficiones marítimas, debían sus descendientes desenvolverse en las vertientes meridionales del macizo galilaico, impidiéndole Aser el acceso al mar Mediterráneo. La posesión de la baja Galilea le permitía explotar su suelo fértil y exportar sus productos.

La suerte de Isacar (Deu 19:17-23).
17La cuarta parte tocó en suerte a Isacar, a los hijos de Isacar, según sus familias. 18Su territorio era: Jezrael, Quesulot, Sunem, 19Jafaraím, Sión, Anajerat, 20Rabot, Quesyón, Abes, 21Ramet, En Ganim, En Jadda y Bet Fases. 22La frontera tocaba en el Tabor, en Sejesima y en Betsames, y se extendía hasta el Jordán; dieciséis ciudades con sus pueblos. 23Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Isacar según sus familias; las ciudades y los pueblos.

La región más fértil de Palestina fue entregada a Isacar (Gen 30:18), quien, “viendo que su lugar de reposo era bueno y que era deleitosa la tierra” (Gen 49:15), se entregó a una vida relajada en vez de combatir para arrojar de su territorio a los cananeos. A causa de ello “hubo de servir como tributario” (Gen 49:15). De él había dicho Jacob que era “un robusto asno que descansa en sus establos” (Gen 49:14). El patrimonio de Isacar ocupaba la parte oriental de la llanura de Esdrelón, territorios muy fértiles, que fueron causa de la desidia religiosa y patriótica de Isacar. Muchas de sus ciudades reaparecen en el curso de la historia de Israel, tales como Jezrael (1Re 18:45-55), que dio nombre a la llanura conocida más tarde por llanura de Esdrelón. Sunem (1Sa 28:4) fue la patria de Abisag (1Re 1:3) y lugar donde residió Elíseo (2Re 4:8-36).

Porción asignada a Aser (2Re 19:24-31).
24La quinta parte tocó en suerte a la tribu de los hijos de Aser según sus familias. 25Su territorio fue Jelcat, Jalí, Beten, Acsaf, 26 Elmelec, Amad y Mesal; la frontera tocaba a occidente al Carmelo y a Sijor Lebanat; 27después se tornaba a oriente hacia Bet Dagón, tocaba a la de Zabulón y al valle de Jeftael, al norte de Bec Emec, y de Nejiel, y se prolongaba hacia Cabul, a la izquierda, 28y hacia Abrón, Rejob, Jamón y Cana, hasta Sidón la Grande; 29se dirigía luego hacia Rama, hasta la ciudad fuerte de Tiro, y hacia Josa, para morir en el mar, cerca del distrito de Ac-ziba; 30 además, Ama, Afee y Rejob; veintidós ciudades con sus pueblos. 31 Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Aser según sus familias; sus ciudades y sus pueblos.

La heredad asignada a esta tribu comprendía una franja de terreno junto al mar Mediterráneo, que limitaba al sur con el monte Garmelo y al norte con la ciudad fuerte de Tiro y, tal vez, con Sidón. territorio, sobre todo la región meridional, era muy feraz. En-rados sus habitantes a la agricultura y al comercio, no se sintieron muy solidarios con las empresas guerreras de sus hermanos, y en este sentido le achaca Débora que, mientras otras tribus se unían para combatir al enemigo, “Aser, a orillas del mar, descansaba en puertos” (Jue 5:17).

Herencia de Neftalí (Jue 19:32-39).
32La sexta parte tocó en suerte a los hijos de Neftalí según sus familias. 33Su frontera iba desde Jelef, a partir del encinar que hay en Senanim, hacia Adami; Negueb y Jabnel hasta Lecum, e iba hasta el Jordán; 34volvía hacia occidente a Azonot Tabor, y de allí seguía a Jucoca; tocaba a la de Zabulón, al mediodía; a la de Aser, a occidente, y al Jordán, a oriente. 35Las ciudades fuertes eran: Asedim, Ser, Jamat, Recat, Queneret Edema, 36Arama, Jasor, 37Cades, Edraí, En Jasor, 38Jerón, Migdael, Joren, Bet Anat y Bet Sames; diecinueve ciudades con sus pueblos. 39Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Neftalí según sus familias; sus ciudades y sus pueblos.

El hagiógrafo describe a grandes rasgos los límites fronterizos de Neftalí. Por el este limitaba con el Jordán superior, y al oeste con las tribus de Isacar, Zabulón y Aser. En el monte Tabor convergían las tribus de Neftalí, Zabulón e Isacar. Sus campos, en la orilla occidental del lago de Genesaret, eran famosos por su rara fertilidad. Sin embargo, esta riqueza natural no le sumió en la indolencia y haraganeria, como a Isacar, sino que acudió en ayuda de sus hermanos. Al igual que Zabulón, “ofrece su vida a la muerte. desde lo alto de sus campos” Que 5:18). Ha perdido actualidad la hipótesis de los que consideraban las tribus norteñas de Aser, Zabulón y Dan como de origen cananeo, de las que se hablaba, decían, en los textos de Rash Shamrah!

La suerte de Dan (19:40-49).
40La séptima parte tocó en suerte a la tribu de los hijos de Dan según sus familias. 41El territorio de su heredad comprendía Saraa, Estaol, Ir Semes, 42Selebín, Ayalón, Jétela, 43Elón, Temna, Acrón, 44Elteque, Guibetón, Balat, 45Jud, Bene Ba-rac, Gat Renón, 46Mejarcón y Racón, con el territorio frente a Jope. 47El territorio de los hijos de Dan se extendió más allá de sus límites, pues los hijos de Dan subieron a combatir contra Lesem, se apoderaron de ella y la pasaron a filo de espada; posesionándose de ella, se establecieron allí y la llamaron Dan, del nombre de su padre. 48Esta fue la heredad de la tribu de los hijos de Dan según sus familias; sus ciudades y sus pueblos. 49Terminada la distribución de la tierra, según sus límites, los hijos de Israel dieron a Josué, hijo de Nun, una heredad en medio de ellos.

La tribu de Dan, la última en el reparto, recibió un territorio en la llanura de Sarón, que en parte ocupaba Judá. De hecho, algunas ciudades que se mencionan como danitas (Sarac, Estaol, Tem-na, Acrón), pertenecían a la tribu de Judá (15:33-45-57); otras eran patrimonio de Efraím (Selebín, Ayalón), y algunas estuvieron mucho tiempo en manos de los filisteos. Aprisionado en su territorio y acosado por los filisteos, Dan, “como serpiente en el camino, como víbora en el sepulcro” (Gen 49:17), obra astutamente para hacerse con nuevas tierras. En el v.47 se contiene un breve resumen de la expedición bélica de Dan contra Lais (Tell el-Qadi), en las fuentes del Jordán, a cinco kilómetros de Banías, y cuya excursión se describe largamente en Jueces c.18. Como es fácil adivinar, se intercala en el texto un hecho acaecido en época posterior.

Dotación de Josué (Gen 19:50-51).
50Por mandato de Yahvé le dieron la ciudad que él pidió, Tamnat-Sara, en la montaña de Efraím; Josué reedificó la ciudad y habitó allí. 51Estas fueron las heredades que Eleazar, sacerdote; Josué, hijo de Nun, y los jefes de familias de las tribus de los hijos de Israel distribuyeron por suerte en Silo, en presencia de Yahvé, a la entrada del tabernáculo de la reunión, terminando la distribución de la tierra.

Los hijos de Israel quisieron corresponder a los servicios in-conmesurables que había prestado Josué a la causa nacional, entregándole una heredad en medio de ellos. Invitado a escoger, pidió la ciudad de Tamnat-Sara. Por mandato o insinuación de Yahvé se aceptó su petición. El emplazamiento de Tamnat-Sara corresponde a la actual Jirbet Tibne, a veinticinco kilómetros al noroeste de Jerusalén. Hecha la repartición de la tierra, la misión de Josué había terminado. También el autor sagrado podría poner término a su libro, por haber probado suficientemente la tesis que se propuso desarrollar; pero creyó conveniente añadir a su relato algunos apéndices.

1 R· De Lanche, Rash Shamrah ct VAnden Teslament (París 1945) vol.2:466.
2 Véase H. Kjaer, The Excavation of Siloh 1929: Jpos 10 (1930) 87-174.

Fuente: Biblia Comentada

Simeón. Esta área fue una porción sur del territorio de Judá, debido a que esa porción era más de lo que Judá necesitaba (v. Jos 19:9).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

— Simeón: Tribu mencionada en Gén 49:5-7 (ver también 1Cr 4:24-43). En realidad su territorio era una especie de enclave dentro del territorio de Judá (ver Jos 15:21-32; Jos 19:9). Por eso, ciudades atribuidas aquí a Simeón figuran también entre las de Judá en el cp. Jos 15:1-63.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

segundo sorteo le tocó a Simeón, el segundo hijo de Jacob con Lea (Gén. 29:33). Al hacer los mapas de la tierra, se decidió que la porción de Judá, aunque designada por suerte, era más grande de lo que necesitaba y así se le dio a Simeón tierra dentro de la porción de Judá (9). Esto cumplió la maldición de Jacob sobre Simeón de que estaría disperso en Israel (Gén. 49:7). Al tomar posesión de la tierra, Judá y Simeón combatieron uno al lado del otro (Jue. 1:3). Las ciudades de Simeón se concentraron en las cercanías de Beerseba y al nordeste del Néguev, en donde los oasis no son nu merosos y los pozos profundos son esenciales para un continuo establecimiento.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

19.47, 48 La tribu de Dan halló muy difícil conquistar algunas partes de la tierra, así que escogieron emigrar a Lesem, ya que entendían que allí la victoria sería más fácil. Cualquiera puede confiar en Dios cuando las cosas parecen fáciles. Es cuando todo parece imposible que viene la prueba de nuestra fe y valor. Confíe en que Dios es lo suficientemente grande para enfrentar las situaciones más difíciles de su vida.19.49 Había varias buenas razones para establecer estas fronteras bien definidas en vez de convertir la tierra prometida en una sola nación sin divisiones: (1) Las fronteras daban a cada tribu la posesión de una región, fomentando lealtad y unidad que fortalecerían a cada tribu. (2) Las fronteras delineaban zonas de responsabilidad y privilegio que ayudarían a cada tribu a desarrollarse y madurar. (3) Las fronteras reducían los conflictos que podían haber surgido si todo el mundo hubiera querido vivir en las regiones más deseables. (4) Las fronteras cumplieron la promesa dada mucho tiempo atrás (desde la época de Jacob) de lo que heredaría cada tribu (Gen 48:21-22).

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 909 Núm 26:56; Jos 18:6

b 910 Gén 46:10

c 911 Gén 49:7

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Conforme a la profecía de Jacob (Gn 49:7), Simeón no recibió territorio; sino que él heredó ciudades dentro del territorio de Judá. Estos versículos mencionan las ciudades de Simeón. La proximidad de una a la otra resultó más tarde en una alianza (Jue 1:3).

Fuente: La Biblia de las Américas

Simeón recibió tierra en la parte sur del territorio de Judá en cumplimiento de la profecía de Jacob (véase nota en Gén 49:5).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Lit., salió, y así en el resto del cap.

Fuente: La Biblia de las Américas

[2] Los dos nombres son de la misma ciudad. A Bersabee la llamaban también Sabee.[26] Había otro Carmelo en la tribu de Judá.[30] Algunas de las ciudades nombradas sólo denotan los límites de la tribu de Aser en cuya frontera estaban, aunque no porque pertenecieran a esa tribu.[38] No se nombran todas.[50] Se ve la modestia y desinterés de Josué, que sólo después de haber repartido a todos su suerte, recibe la suya.

Fuente: Notas Torres Amat