Biblia

Comentario de Josué 21:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Josué 21:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Los jefes de las casas paternas de los levitas se acercaron al sacerdote Eleazar, a Josué hijo de Nun y a los jefes de las casas paternas de las tribus de los hijos de Israel.

los jefes. Jos 19:51; Éxo 6:14, Éxo 6:25.

al sacerdote Eleazar. Jos 14:1; Jos 17:4; Núm 34:17-29.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Cuarenta y ocho ciudades de todas las tribus fueron dadas por suertes a los levitas, Jos 21:1-42.

Dios les dio tierra y reposo a los israelitas, conforme a su promesa, Jos 21:43-45.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Se designaron cuarenta y ocho ciudades para que los levitas vivieran y apacentaran sus rebaños cerca. Estas ciudades serían posesión de las otras tribus, pero los levitas tendrían derecho a vivir y apacentar allí dentro, ya que no tenían otra porción de tierra (Jos 13:14Jos 13:33Jos 14:3Jos 18:7). Como maestros de la Ley, los levitas podían enseñar más fácilmente a todo el pueblo si vivían por toda la tierra (Deu 33:102Cr 17:7-92Cr 35:3Mal 2:6-9).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Los levitas fueron a Josué para exigir su legítima parte del territorio que incluía ciudades por todas las tierras que Dios prometió (Núm 35:1-8). Los ejidos eran las tierras alrededor de cada ciudad.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Las ciudades levítícas (21:1-41).
1Los jefes de familia de los levitas se acercaron a Eleazar, sacerdote; a Josué, hijo de Nun, y a los jefes de familia de las tribus de los hijos de Israel, 2y les hablaron en Silo, en tierra de Canaán, diciendo: “Yahvé mandó a Moisés que nos diese ciudades donde habitar, con sus campos para nuestros ganados.” 3Los hijos de Israel dieron a los levitas, de sus heredades, según el mandato de Yahvé, estas ciudades, con sus campos. 4Salió la suerte para la familia de los caatitas, y los hijos del sacerdote Aarón, de entre los levitas, obtuvieron por suerte tres ciudades de la tribu de Judá, de la de Simeón y de la de Benjamín; 5los otros hijos de Caat obtuvieron por suerte diez ciudades de las familias de la tribu de Efraím, de la tribu de Dan y de la media tribu de Manases. 6Los hijos de Gersón obtuvieron por suerte trece ciudades, de las familias de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí y de la media tribu de Manases, en Basan. 7Los hijos de Merarí, según sus familias, obtuvieron doce ciudades de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la tribu de Zabulón. 8Los hijos de Israel dieron por suerte a los hijos de Leví esas ciudades y sus contornos, como Yahvé se lo había mandado a Moisés. 9Dieron de la tribu de los hijos de Judá y de la tribu de los hijos de Simeón estas ciudades; 10pues la suerte de los hijos de Aarón, de la familia de Caat, de los hijos de Leví, fue la primera. 11Diéronles, pues, en la montaña de Judá, la ciudad de Arbé, padre de Enac, que es Hebrón, con sus contornos; 12pero los campos de esta ciudad y las ciudades de ella dependientes se las dieron a Caleb, hijo de Jefoné, en heredad. 13Dieron a los hijos del sacerdote Aarón la ciudad de refugio para los homicidas, Hebrón y su contorno, así como Libna y su contorno, 14Jeter y su contorno, Estemo y su contorno, 15Jelón y su contorno, Dabir y su contorno, 16Asín, Juta, Bet-sames, con sus contornos; nueve ciudades de estas dos tribus. 17De la tribu de Benjamín, Gabaón y su contorno, Gueba y su contorno, 18Anatot y Almón y sus contornos; cuatro ciudades. 19 En todo, las ciudades de los sacerdotes, hijos de Aarón, trece ciudades y sus contornos; 20pero a las familias de los hijos de Caat, hijos de Leví, y a los otros hijos de Caat, les señaló la suerte ciudades de la tribu de Efraím. 21Se les dio la ciudad de refugio para los homicidas, Siquem y su contorno, en la montaña de Efraím, y Gazer con su contorno; 22 Quisaím y Betorón, con sus contornos; cuatro ciudades. 23De la tribu de Dan, El-teco, Guibetón, 24Ayalón y Gat Rimmón, con sus contornos; cuatro ciudades. 25De la media tribu de Manases, Tanac, con su contorno, y Gat Rimmón, con sus contornos; dos ciudades. 26En todo, diez ciudades con sus contornos para las familias de los otros hijos de Caat. 27Se dio a los hijos de Gersón, de entre las familias de los hijos de Leví, de la media tribu de Manases, la ciudad de refugio para los homicidas, Golán, en Basan, y su contorno, como también Bosra y su contorno; dos ciudades. 28De la tribu de Isacar, Quisyón, Daberet, 29Jaramut y En Ganim y sus contornos; cuatro ciudades. 30De la tribu de Aser, Masal, Abdón, 31Jelcat y Rejob, con sus contornos; cuatro ciudades. 32De la tribu de Neftalí, la ciudad de refugio para los homicidas, Cades, en Galilea, con su contorno, como también Jamot, Dor y Cartán, con sus contornos; tres ciudades. 33 En todo, las ciudades de los gersonitas, según sus familias, trece ciudades con sus contornos. 34A las familias de los hijos de Merarí, al resto de los hijos de Leví, en la tribu de Zabulón, Jocneam, Carta, 35Damna y Nalol, con sus contornos; cuatro ciudades; 36de la tribu de Rubén, Besor y Jasa, con sus contornos; 37Quedemot y Mefat, con sus contornos; cuatro ciudades; 37(38)y de la tribu de Gad, la ciudad de refugio para los homicidas, Ramot, en Galaad, y su contorno, así como Majanaím, (39)Jesebón y Jazer, con sus contornos; cuatro ciudades. 38(40)En todo, las ciudades señaladas por la suerte a los hijos de Merarí, según sus familias, el resto de las familias de los hijos de Leví, doce ciudades. 39(41)Todas las ciudades de los hijos de Leví, en medio de las posesiones de los hijos de Israel, cuarenta y ocho ciudades y sus contornos. 40(42)Cada una de estas ciudades tenía en torno suyo un campo, y así para todas las ciudades. 41(43)Yahvé dio a Israel toda la tierra que a sus padres había jurado darles, y se posesionaron de ella y se establecieron allí. 42(44)Yahvé les concedió el descanso en torno suyo, como se lo había jurado a sus padres; ninguno de sus enemigos pudo resistirles, y Yahvé los entregó a todos en sus manos. 43(45)Las buenas palabras que Yahvé había dicho a la casa de Israel, todas se cumplieron.

Según Gen 46:11 y Exo 6:16-20, los hijos inmediatos de Leví fueron Caat, Gersón y Merarí (Num 3:1-39)·Caat, entre otros, engendró a Amram, que tomó por mujer a Jocabet, que dio vida a Aarón y Moisés. Aarón debe considerarse como padre de la casta sacerdotal. Los hijos de Gersón fueron Lobni y Semeí; los de Merarí, Majli y Musí (Exo 6:14; Exo 6:16-19). No recibió Leví heredad en la distribución de la tierra; su herencia será Yahvé, es decir, la parte que corresponde a los sacerdotes de los sacrificios y ofrendas hechos a Yahvé. Pero a los levitas asignó Moisés algunas ciudades en las cuales podían habitar y lugares de pasto para sus rebaños. El total de ciudades asignadas a los levitas fueron cuarenta y ocho, seis de las cuales eran al mismo tiempo ciudades de refugio. Las tribus debían ceder estas ciudades en proporción de la extensión de su territorio (Num 35:8).
Josué, a instancias de los levitas, cumplimentó esta orden de Moisés, en Silo, asistido por Eleazar, sacerdote, y por los jefes de familia de las tribus. Los aaronitas recibieron trece ciudades: en el territorio de Simeón y Judá (nueve) y de Benjamín (cuatro). A los otros caatitas (Num 3:27; Num 4:18) se les entregaron diez ciudades: cuatro de la tribu de Efraím, cuatro de la de Dan y dos de la media tribu de Manases. Los hijos de Gersón (Num 3:17-25; Num 4:22-28) recibie-ron trece ciudades: cuatro en Isacar, otras cuatro en Aser, tres en Neftalí y dos en la media tribu de Manases del territorio transjor-danico. Finalmente, se dieron a los hijos de Merarí doce ciudades, en la heredad de Zabulón (cuatro), Rubén (cuatro) y Gad (cuatro).
Esta narracion de la distribución de las cuarenta y ocho ciudades de la tribu de Leví, ¿se encontraba en el texto primitivo del libro de Josué o se agrego, en todo o en parte, al texto ya existente, a últimos del reinado de David y principios del de Salomón por la casta sacerdotal? No puede admitirse, con Wellhausen, Noth y otros, que la lista de ciudades sea obra del documento sacerdotal (P) y, por lo mismo, posterior a la cautividad. Puede ser que las listas fueran escritas en tiempos de David y de Salomón, dice Albright; pero la institución es de los tiempos de la conquista de Canaán l.

Fuente: Biblia Comentada

ciudades donde habitar. Dios le había dado a Moisés su dirección para proveer cuarenta y ocho ciudades para los levitas, halladas a lo largo de las porciones de las tribus de Israel (Núm 35:1-8). Seis tenían que ser las ciudades de refugio (Núm 35:6).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Jos 14:4; Núm 35:1-8; 1Cr 6:54-81.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Trasfondo histórico. Aunque los levitas tenían al Señor como su heredad (13:14, 33), necesitaban ciudades para vivir y tierras de pastoreo para sos tenerse. Ahora se estaba proveyendo para esas necesidades.

A semejanza de Josué y Caleb, y a diferencia de las siete tribus perezosas y miedosas que necesitaron del impulso de Josué (18:2, 3), las cabezas de las tres ramas de levitas (Núm. 3:17) tomaron la iniciativa y se acercaron a los administradores de la porción sagrada en Silo, reclamando la promesa de Dios a través de Moisés para darles 48 ciudades con sus tierras de pastoreo alrededor, incluyendo las seis ciudades de refugio (41, 42; cf. Núm. 35:1-5). A las tribus como Judá, que tenía muchas ciudades, les dio más territorio que a aquellas otras tribus como Neftalí que solamente tenía unas pocas (Núm. 35:7-8).

Los israelitas accedieron a la petición de los levitas y dieron a esta tribu -semejante a peregrina, esparcida por toda la tierra- ciudades de su propia heredad. Al dar este tipo de “diezmo”, se bendecían a sí mismos, porque los levitas esparcidos en su medio les enseñaban la ley que los santificaba, bendecía y aseguraba en la tierra (Deut. 33:8-11).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

21.2 Los levitas debían ministrar delante de Dios de parte de todo el pueblo. Por eso recibieron ciudades esparcidas en toda la nación. Aunque Jerusalén estaba lejos de las casas de muchos israelitas, casi nadie tenía que viajar por más de un día para llegar a una ciudad levítica.21.43-45 Dios se mostró fiel al cumplir todas las promesas que le había dado a Israel. El cumplimiento de algunas de ellas tomó varios años, pero «todo se cumplió». Sus promesas serán cumplidas según su calendario, no el nuestro. Pero sabemos que su Palabra es segura. Mientras más aprendamos de las promesas que Dios ha cumplido, y sigue cumpliendo, será más fácil esperar por aquellas que han de venir. Algunas veces nos volvemos impacientes, y queremos que Dios actúe de una determinada manera ahora. En cambio, debemos cumplir con fidelidad aquello que sabemos que Dios quiere que hagamos y confiar en El en lo que respecta al futuro.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

REFERENCIAS CRUZADAS

a 1007 Núm 34:17; Jos 14:1

b 1008 Jos 17:4

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

las casas de los levitas. Los descendientes de los levitas se dividieron en tres grupos: los coatitas, los gersonitas y los meraritas (v. Ex 6:16– 19). Aarón era descendiente del linaje de Coat y sus descendientes formaron la clase sacerdotal. Por tanto, sólo los descendientes de Aarón servían de sacerdotes (Lv 6:20). Los otros levitas ayudaban a los sacerdotes.

Fuente: La Biblia de las Américas

Como el S eñor era la heredad de los levitas, éstos no recibieron ningún territorio (13:14, 33; cp. Dt 18:1– 2). Sin embargo, el S eñor ordenó que les dieran ciudades donde habitar y tierras de pasto para sus animales (Nm 35:2– 5). Los levitas recibieron un total de 48 ciudades esparcidas por todo el país. Ya que los levitas tenían la responsabilidad de instruir al pueblo, ésta fue la manera que Dios usó para asegurar que su palabra se extendiera por toda la tierra.

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit., los padres

Fuente: La Biblia de las Américas

[1] La tribu de Leví se componía de tres grandes familias, que tomaban el nombre de los tres hijos de Leví: Casat, Gersón y Merari.[13] La ciudad de Hebrón había sido dada a Caleb, por orden del Señor.[41] A proporción de lo que se iban multiplicando.

Fuente: Notas Torres Amat