Comentario de Josué 21:9 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Les dieron estas ciudades de la tribu de los hijos de Judá y de la tribu de los hijos de Simeón (a las cuales llamaron por nombre),
dieron estas ciudades. Jos 21:13-18; 1Cr 6:65.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La división sacerdotal de los coatitas, descendientes de Aarón, recibió trece ciudades de Judá, Simeón y Benjamín. Así, los sacerdotes aarónicos se ubicaron estratégicamente para servir en el Templo y en el territorio que quedó en las manos de los descendientes de Judá antes y después del cautiverio babilónico. Israel no poseía realmente algunas de las ciudades en ese tiempo (por ejemplo, Gezer, v. Jos 21:21), y parece que otras nunca estuvieron bajo su control (por ejemplo, las ciudades filisteas de Elteque y Gibetón, v. Jos 21:23). Estos nombres pueden simplemente reflejar las verdaderas porciones de terreno en los días de Josué ya que mucha tierra quedó sin conquistar aún después de ser repartida (Jos 13:1; Jos 15:63; Jos 16:10; Jos 17:12, Jos 17:13).
EN EL LUGAR
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Las ciudades de los levitas
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En algunas naciones occidentales hoy día, las instituciones religiosas disfrutan de ciertos privilegios como la exención de impuestos para las propiedades religiosas y ventajas tributarias para ministros ordenados. Los levitas del antiguo Israel tenían beneficios aún mayores. Uno de los principales era que usaban cuarenta y ocho ciudades llamadas ciudades de los levitas (Jos 21:1-3).
A diferencia de las otras once tribus, la tribu de Leví no tenía tierra en Canaán. En vez de eso, Dios se designó como la «porción» de los levitas (Núm 18:20-24). Pero, como Dios consideraba a los levitas un «don» para el pueblo para atender las labores de adoración y sacrificios (Núm 18:5, Núm 18:6), ordenó que cada tribu apartara un número proporcionado de ciudades y sus alrededores para el uso de los levitas (Núm 35:1-8).
Derechos y privilegios
Los levitas probablemente no eran los únicos que vivían en esas ciudades, pero disfrutaban de una posición mientras vivían junto a los otros habitantes. Por ejemplo, los levitas podían apacentar sus rebaños en las tierras cerca de las ciudades. Asimismo, la mayoría de su sustento venía de un impuesto del 10 por ciento que se recaudaba del pueblo cada tres años (Deu 26:12-15).
Además, la ley mosaica protegía a los levitas de la desposesión (Lev 25:32-34), y a diferencia de las otras tribus obtenían un derecho ilimitado de redención. Incluso, como dependían de sus comunidades para sustento y protección, los levitas eran responsables ante los residentes locales.
Ubicadas estratégicamente
La ubicación de las ciudades levíticas, que solían estar entre los límites de las tribus más que en sus centros, tenía como objetivo distribuir a los levitas por todo el país. Las ciudades eran:
Sitios misionales de enseñanza: Los levitas tenían el ministerio especial de enseñar entre las tribus (Deu 33:8-10; 2Cr 35:3-6). Sus ciudades no eran lugares para templos, sino bases desde las que ayudaban a todas las ciudades y tribus a conocer y obedecer la Ley. Centros de justicia e influencia política: Las enseñanzas de los levitas eran más que sólo religiosas; también eran importantes para el sistema político y civil, como se hace evidente en las reformas del rey Josafat que envió a los levitas junto con los príncipes a enseñar la Ley, para que la paz prevaleciera sobre la rebeldía (2Cr 17:7-10).
Uno de los papeles más importantes delegados a seis de las ciudades levitas era ser «ciudades de refugio» (Núm 35:11). Estaban ubicadas estratégicamente para acceder a ellas con facilidad pues protegían de la venganza a alguien acusado de homicidio sin premeditación hasta que los ancianos de la ciudad investigaban el asunto y emitían su juicio. Así, los levitas estaban en contacto directo con asuntos judiciales. Como resultado de estas prestigiosas responsabilidades, algunas de las ciudades levitas llegaron a ser centros importantes de la vida cívica y religiosa de Israel, especialmente Gabaón, Bet-el y Gilgal.
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
— … se nombran a continuación: De ellas, las nombradas en primer lugar en cada serie, a saber, Hebrón, Siquén, Golán, Cadés, Béser y Ramot de Galaad, eran también ciudades de asilo (ver Jos 20:7-8; Núm 35:6).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
z 1033 1Cr 6:65
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Los descendientes de Aarón recibieron 13 ciudades en los territorios de Judá, Simeón y Benjamín. Su posición preeminente se ve en el hecho de que servían donde estaba colocado el tabernáculo y donde después se construiría el templo.