Comentario de Juan 10:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Nadie me la quita, sino que yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”
10:18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder (autoridad, LBLA) para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. — Hch 2:22. La muerte de Jesús ocurrió conforme al plan de Dios. Era la voluntad de Dios que Jesús diera su vida por el hombre, Cristo quería dar su vida por el hombre, y El tenía poder o autoridad para llevar a cabo su propósito de morir por los hombres, y nadie ni nada pudiera evitarlo. En esto vemos la unidad de lo que el Padre hace y lo que el Hijo hace: el Padre entregó al Hijo y el Hijo entregó su vida; el Padre levantó al Hijo y el Hijo volvió a tomar su vida. Lo que el uno hace, el otro hace también. Los hermanos que enseñan que Jesús no tenía poder inherente (poder propio) enfatizan mucho que el Padre tuvo que levantarlo y rehúsan hacer caso de este texto que afirma que Cristo mismo tenía «poder para volverla a tomar». Si Cristo tenía poder para volver a tomar su vida (poder para resucitar de entre los muertos), ¿por qué algunos de nuestros hermanos se esfuerzan tanto en negar el poder inherente de Cristo? Los evangelistas y todo cristiano debemos hacer todo lo posible por exaltar y magnificar el nombre de Jesucristo, pero parece que algunos hermanos están resueltos a despreciarlo, porque enseñan que cuando Cristo vino a la tierra, era simplemente como uno de los apóstoles, porque el único poder que tenía era el poder que recibió del Padre o del Espíritu Santo. Esta doctrina falsa niega la deidad de Cristo y, por eso, no debe ser tolerada.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Nadie me la quita. Jua 18:5, Jua 18:6; Jua 19:11; Mat 26:53-56.
mas yo la pongo de mí mismo. Jua 2:19-21; Isa 53:10-12; Hch 2:24, Hch 2:32; Hch 3:15; Flp 2:6-8; Tit 2:14; Heb 2:9, Heb 2:14, Heb 2:15.
Este mandamiento recibí de mi Padre. Jua 6:38; Jua 14:31; Jua 15:10; Sal 40:6-8; Heb 5:6-9; Heb 10:6-10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
10:18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder (autoridad, LBLA) para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. — Hch 2:22. La muerte de Jesús ocurrió conforme al plan de Dios. Era la voluntad de Dios que Jesús diera su vida por el hombre, Cristo quería dar su vida por el hombre, y El tenía poder o autoridad para llevar a cabo su propósito de morir por los hombres, y nadie ni nada pudiera evitarlo.
En esto vemos la unidad de lo que el Padre hace y lo que el Hijo hace: el Padre entregó al Hijo y el Hijo entregó su vida; el Padre levantó al Hijo y el Hijo volvió a tomar su vida. Lo que el uno hace, el otro hace también. Los hermanos que enseñan que Jesús no tenía poder inherente (poder propio) enfatizan mucho que el Padre tuvo que levantarlo y rehúsan hacer caso de este texto que afirma que Cristo mismo tenía «poder para volverla a tomar». Si Cristo tenía poder para volver a tomar su vida (poder para resucitar de entre los muertos), ¿por qué algunos de nuestros hermanos se esfuerzan tanto en negar el poder inherente de Cristo? Los evangelistas y todo cristiano debemos hacer todo lo posible por exaltar y magnificar el nombre de Jesucristo, pero parece que algunos hermanos están resueltos a despreciarlo, porque enseñan que cuando Cristo vino a la tierra, era simplemente como uno de los apóstoles, porque el único poder que tenía era el poder que recibió del Padre o del Espíritu Santo. Esta doctrina falsa niega la deidad de Cristo y, por eso, no debe ser tolerada.
Jesús tenía poder para poner su vida y para volverla a tomar, pero nosotros no tenemos tal poder. Al morir somos como el agua derramada sobre la tierra que no se puede recoger.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Sigue con el tema de la vida, aunque el texto no lo diga en forma explícita: “Nadie me la quita esa vida”. También se puede traducir en tiempo en pasado: “nadie me la quitó” o, como la NEB: «nadie me la robó». En algunos idiomas el presente puede dar la idea de que Jesús estaba en ese momento en el proceso de perder la vida, por eso sería mejor decir “nadie me quitará la vida”, Nadie me la quita, sino que yo mismo la pongo, «Nadie me quita la vida, sino que yo la doy por mi propia voluntad» (DHH). “Matar” no es exactamente el sentido del verbo, pero puede comunicar una posible equivalencia en otros idiomas, como: “Ninguna persona me va a matar, a menos que se lo permitan”. La formulación “Yo la entrego por mi propia voluntad” o “yo la doy espontáneamente” se usa también en Jua 5:30. Se entiende que Jesús es el que permite que lo maten: “Yo soy el que dejo que otros me quiten la vida”.
En Tengo poder para ponerla se usa “poder” en la mayoría de las versiones. Es la misma palabra se usa en Jua 1:12, y su sentido primario es “derecho” o “autoridad”. En algunos idiomas la equivalencia más cercana sería “habilidad”, “capacidad personal”, “soy capaz de entregar mi vida, y soy capaz de regresar de nuevo a la vida”, «Tengo el derecho de darla y de volver a recibirla» (DHH).
Este mandamiento recibí de mi Padre, “Esta es la orden que recibí de mi Padre”. Se puede usar “orden”, “mandamiento”, “encargo” o “mandato”. Se pudiera reestructurar esta oración en forma de discurso directo: “Mi Padre me ordena: ‘Esto es lo que debes hacer’”.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Jua 14:31.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) “Ha quitado”, P45 *BSyp; P66 cADVgSys: “quita”.
REFERENCIAS CRUZADAS
i 593 Jua 2:19; Hch 2:24
j 594 Jua 14:31
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
de mi propia voluntad. Jesús enfatiza su subordinación al Padre, y a la vez su participación completa con la voluntad y el poder del Padre. La muerte de Jesús no fue accidental, ni el resultado de fuerzas fuera de su control. Su muerte estaba dentro de su voluntad y de la voluntad del Padre (19:30; He 10:7).
Fuente: La Biblia de las Américas
Yo la pongo de Mí mismo… → Jua 19:30; §089.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Algunos mss. antiguos dicen: me la ha quitado
Fuente: La Biblia de las Américas
g 19.30 g §089.