Comentario de Juan 10:35 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Si dijo “dioses” a aquellos a quienes fue dirigida la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser anulada),
10:35, 36 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios — Solamente en este sentido se les llamó dioses; es decir, porque eran «aquellos a quienes vino la palabra de Dios». Si Jesús podía decir que era «dios» aun en el sentido muy limitado en que los jueces se llamaron dioses, entonces los judíos no tenían el derecho de apedrearle. Al decir esto, de ninguna manera afirma que El es el Hijo de Dios en el mismo sentido en que los jueces eran llamados dioses. El propósito del argumento de Jesús era simplemente mostrar la inconsecuencia de los judíos. — (y la Escritura no puede ser quebrantada), — No puede ser invalidada, 7:23; 24:35; Heb 4:12. Esta es una afirmación clara de la inspiración de las Escrituras del Antiguo Testamento.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
a aquellos para quienes vino la palabra de Dios. Gén 15:1; Deu 18:15, Deu 18:18-20; 1Sa 14:36, 1Sa 14:37; 1Sa 15:1; 1Sa 23:9-11; 1Sa 28:6; 1Sa 30:8; 2Sa 7:5; 1Cr 22:8; 2Cr 11:2, 2Cr 11:3; 2Cr 19:2; Rom 13:1.
la Escritura no puede ser quebrantada. Jua 12:38, Jua 12:39; Jua 19:28, Jua 19:36, Jua 19:37; Mat 5:18; Mat 24:35; Mat 26:53-56; Mat 27:35; Luc 16:17; Luc 24:26, Luc 24:27, Luc 24:44-46; Hch 1:16.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
quebrantada significa literalmente «soltar, desatar». Esta es una enérgica declaración de la infalibilidad de las Santas Escrituras. Observe cómo hace Jesús que su argumento descanse en la absoluta confiabilidad de las Escrituras.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
la Escritura no puede ser quebrantada. Una afirmación de la fidelidad y autoridad absolutas de las Escrituras (vea las notas sobre Mat 5:17-19).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
10:35, 36 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios — Solamente en este sentido se les llamó dioses; es decir, porque eran «aquellos a quienes vino la palabra de Dios». Si Jesús podía decir que era «dios» aun en el sentido muy limitado en que los jueces se llamaron dioses, entonces los judíos no tenían el derecho de apedrearle. Al decir esto, de ninguna manera afirma que El es el Hijo de Dios en el mismo sentido en que los jueces eran llamados dioses. El propósito del argumento de Jesús era simplemente mostrar la inconsecuencia de los judíos.
— (y la Escritura no puede ser quebrantada), — No puede ser invalidada, 7:23; 24:35; Heb 4:12. Esta es una afirmación clara de la inspiración de las Escrituras del Antiguo Testamento.
— ¿al que el Padre santificó (como santificó el día de reposo, Éxo 20:11; el altar, Lev 16:19; a los sacerdotes, 2Cr 26:18; y al profeta, Jer 1:5) y envió al (eis ton) mundo, — «llamó dioses (concedió que llevasen el nombre divino) a aquellos (los jueces y otros gobernantes, hombres mortales) a quienes vino la palabra de Dios» (bajo una dispensación especial y limitada), pero al hablar de sí mismo (Cristo) dice, » al que el Padre santificó y envió al mundo». Los jueces ya estaban en el mundo cuando la palabra de Dios vino a ellos, pero Cristo fue enviado desde el cielo para entrar en el mundo. Desde afuera vino «al» (eis ton) mundo. Nunca hubiera dicho tal cosa acerca de los jueces y otros gobernantes del pueblo.
— vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy? — Jesús no está analizando la diferencia entre su relación con Dios y la relación entre Dios y los jueces. El único propósito de Jesús era callar la acusación contra El. Lo hizo por medio de un argumento muy sencillo e irrefutable. Ellos bien sabían que los jueces eran llamados dioses y no protestaban contra ello; por eso, eran inconsecuentes (hipócritas) al acusar a Jesús de blasfemia cuando dijo que era el Hijo de Dios.
Los «testigos» del Atalaya y otros incrédulos se aprovechan de este texto (lo tuercen, 2Pe 3:16) para enseñar que Jesús era «un dios» (Jua 1:1, de su «biblia» falsa). Ellos creen que 10:34-36 apoya su «traducción» de 1:1, pero recuérdese que Dios ayuda a los que no reciben el amor de la verdad «para que crean la mentira» (2Ts 2:10-12). Dios nunca habló de hombre alguno como «al que el Padre santificó y envió al mundo», pero Juan dice, «testificamos que el Padre ha enviado al Hijo el Salvador del mundo» (1Jn 4:14).
Fuente: Notas Reeves-Partain
La expresión literal del texto griego “Si aquél dijo dioses a quienes vino la palabra de Dios” necesita más información para que quede clara en la traducción. Como el argumento de Jesús está referido a Dios se debe explicitar el nombre Dios: «Y Dios llamó dioses a aquellas personas a quienes dirigió su mensaje» (DHH). Las BL, CEV y TEV cambian el orden del versículo colocando esa oración al final, y la oración de paréntesis, que literalmente está en la segunda parte del versículo, la colocan al comienzo: «Sabemos que lo que la Escritura dice es cierto». Luego sigue literalmente y la Escritura no puede ser quebrantada, expresión que la RV95 coloca entre paréntesis. Pensando en aclarar mejor la traducción para otros contextos se puede dar la información donde este versículo aparece como una condición introductoria a la pregunta del v. Jua 10:36 : “Si Dios mismo llamó a esta gente dioses, y los textos sagrados no pueden rechazarse” o “por cuanto Dios se refirió a estas personas como dioses, y las santas Escrituras no pueden fallar”. En otros contextos, cuanto Jesús está argumentando de estas personas del Antiguo Testamento se podría tratar en la traducción esta oración como algo aparte, como: “Dios mismo llamó a estas personas dioses, y la santa Escritura no puede ignorarse. Y si a estas personas les vino el mensaje de Dios ”.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
NOTAS
(1) O: “a”.
REFERENCIAS CRUZADAS
e 616 Sal 82:1
f 617 Mat 5:17; Luc 16:17
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
la Escritura no puede ser quebrantada. I.e., privada de su autoridad obligante. Jesús emplea aquí una exégesis más bien técnica del AT.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
M35 El acusativo θεούς se usa predicativamente: el los llamó dioses.