Comentario de Juan 10:42 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Y muchos creyeron en él allí.
10:42 Y muchos creyeron en él allí. — Los judíos de Jerusalén eran incrédulos endurecidos, pero estos creyeron en El.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Jua 2:23; Jua 4:39, Jua 4:41; Jua 8:30; Jua 11:45; Jua 12:42.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
10:42 Y muchos creyeron en él allí. — Los judíos de Jerusalén eran incrédulos endurecidos, pero estos creyeron en El.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Y muchos creyeron en él allí, “Y allí mismo muchas personas pusieron su fe en Jesús”. Esta gente es la marginada por Jerusalén, la que se encuentra al otro lado del Jordán, en Samaria y Galilea. Ella es la que recibe a Jesús, contrario a la de Jerusalén, quienes siguen en su ceguera. Se percibe que el evangelista Juan termina este capítulo con una nota antijerosolimitana, así como también terminó los caps. Jua 10:5, Jua 10:7, Jua 10:8 y Jua 10:9.
Reflexión bíblica y pastoral
Nuevamente Juan escenifica una discusión entre los líderes judíos y Jesús en el templo y en el marco de una fiesta, la de la Dedicación en esta ocasión. Mucha gente sencilla ha creído que Jesús es el Cristo, pero no así los expertos en religión. Ellos presionan a Jesús para que haga una declaración abierta, pero Jesús sigue expresándose metafóricamente, tal vez porque considera que las señales que ha realizado hablan lo suficientemente claro como para que ellos yo no tuvieran dudas. Jesús sabe que aún si les dijera directamente que él es el Cristo no lo creerían, porque sólo “sus ovejas oyen su voz y él las conoce, y lo siguen” (v. Jua 10:26). Y es que reconocer a Jesús como el Cristo no es cuestión de inteligencia humana sino de apertura a aceptar el misterio de Dios, a dejarse interpelar por las señales de vida que realiza.
Jesús no contesta la malintencionada pregunta sobre su condición de Mesías de forma directa con un sí, pero lo hace en forma indirecta, remitiendo al testimonio de sus obras y afirmando que su verdadera identidad sólo puede ser reconocida por los suyos, “sus ovejas”, aquellos que están abiertos a la fe. Jesús, haciendo ver el valor significativo de sus obras, proclama su unión íntima, única, con el Padre, lo que es un escándalo intolerable para los judíos. La afirmación “El Padre y yo somos uno solo” (v. Jua 10:30) es de proporciones inauditas para la fe judía, pero expresa una de las bases de la fe cristiana, que proclama que en Jesucristo habitó toda la plenitud de Dios, que Jesús era realmente Dios encarnado.
La respuesta de los dirigentes judíos no se hizo esperar, reaccionando con la intención de matarlo. Parece ser que la única respuesta que tienen es el uso de la violencia. Pero recordemos que la narración de Juan se escribe en un momento histórico de mucha conflictividad entre las comunidades cristianas juaninas y el naciente judaísmo rabínico. Por ello no debe entenderse la descripción de la reacción de los dirigentes como típica de todos los judíos. Así que debemos recordar también que el mismo Juan termina la narración de esta unidad con la afirmación: “Y mucha gente de aquel lugar creyó en Jesús” (v. Jua 10:42), es decir, muchos judíos y judías fueron creyentes sinceros en Jesús como el Mesías.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Jua 2:23; Jua 7:31; Jua 8:30; Jua 11:45; Jua 12:11; Jua 12:42.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
ñ 626 Jua 8:30; Jua 11:45