Comentario de Juan 11:44 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Y el que había estado muerto salió, atados los pies y las manos con vendas y su cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: —Desatadle y dejadle ir.
11:44 Y el que había muerto salió («tengo las llaves de la muerte y del Hades», Apo 1:18) , atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. — Juan no dijo nada acerca de la reacción de la gente. ¿Qué habrán dicho al ver este milagro? La naturaleza impersonal y la brevedad de los relatos de los eventos sensacionales son evidencias fuertes de la inspiración de las Escrituras. — Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. — Deberían desatarle porque el hombre vivo todavía llevaba ropa de muerte (AH).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
el que había muerto salió. Jua 11:25, Jua 11:26; Jua 5:21, Jua 5:25; Jua 10:30; Gén 1:3; 1Sa 2:6; Sal 33:9; Eze 37:3-10; Ose 13:14; Hch 20:9-12; Flp 3:21; Apo 1:18.
atadas las manos y los pies con vendas. «Envuelto con rollos» o vendas, κειριαις [G2750], largas tiras de lino, de unos pocos cent�metros de ancho, trajeron alrededor del ������ [G4616], o sábana de lino en la que estaba involucrado el cadáver, y por el cual αρωματα, o especias, se mantuvieron en contacto con la carne. En respuesta a las objeciones escépticas, es suficiente observar que el que pudo resucitar a Lázaro de entre los muertos pudo, con mucho menos esfuerzo, haber aflojado o quitado las vendas de sus pies y piernas de manera que lo hacían factible. para que él salga. Tittman observa bien, que Lázaro fue restaurado no solo a la vida sino también a la salud, como aparece por la presteza de su movimiento; y esto constituiría un nuevo milagro. Jua 20:5, Jua 20:7.
Desatadle, y dejadle ir. Jua 11:39; Mar 5:43; Luc 7:15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
EL QUE HABÍA MUERTO SALIÓ. El milagro de la resurrección de Lázaro fue una señal que indicaba que Jesús es la resurrección y la vida. Fue una demostración de lo que Dios hará por todos los creyentes que han muerto, porque ellos también resucitarán de entre los muertos (Jua 14:3; 1Ts 4:13-18). Ese milagro también fue el suceso definitivo que hizo que los dirigentes judíos decidieran que Jesús debía morir (v. Jua 11:45-53).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
11:44 Y el que había muerto salió («tengo las llaves de la muerte y del Hades», Apo 1:18) , atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. — Juan no dijo nada acerca de la reacción de la gente. ¿Qué habrán dicho al ver este milagro? La naturaleza impersonal y la brevedad de los relatos de los eventos sensacionales son evidencias fuertes de la inspiración de las Escrituras.
— Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. — Deberían desatarle porque el hombre vivo todavía llevaba ropa de muerte (AH).
Juan explica que los apóstoles eran testigos de Cristo, diciendo (1Jn 1:1), «lo que hemos oído, lo que hemos visto… y palparon nuestras manos». En esta ocasión la gente podía ver a Lázaro, los que le desataron (y los otros) podían palparlo, seguramente habló y le oyeron y había otra evidencia más que ya se ha mencionado, una evidencia de suma importancia: dijo Marta, «hiede ya»; por eso, había otra evidencia, el olfato, para probar que por varios días había estado muerto, y no hay razón alguna para creer que se pudiera decir de su nuevo cuerpo, «todavía hiede».
No dijo, «Desatadle para que la gente pueda estar todo el día viendo este espectáculo». Lázaro podía volver a su casa y a sus actividades normales.
En esta ocasión Jesús dio una prenda de cómo El, por medio de su propia muerte, podría «librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre» (Heb 2:15).
Fuente: Notas Reeves-Partain
Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Varias versiones omiten el término literal “el muerto”, quizás porque ya se sabe que es Lázaro de quien se está hablando. Las vendas de “con las manos y los pies envueltos con vendas” se usaban para envolver los cuerpos a sepultar, que por lo general estaban untadas con ungüentos perfumados. Es bueno traducir especificando que Lázaro salió caminando: “Él salió caminando con las vendas alrededor del cuerpo, y su cara envuelta en un sudario” o “él salió con las manos y los pies envueltos en cintas mortuorias, y con un pañuelo grande cubriéndole la cara”. La palabra para “sudario” es del latín (sudarium ) y aparece en el texto transliterada en griego, como expresión técnica para la “servilleta”, el “pañuelo” o la “sábana” con la que se envolvía el rostro del cadáver, o se secaba la transpiración.
“Jesús les ordenó: ‘¡Desátenlo y déjenlo ir!’”. El texto no dice qué es lo que hay que desatar, y literalmente puede dar la idea de que el cuerpo estaba amarrado con cuerdas a algún mueble mortuorio. Por eso es más claro añadir la información de las vendas: «Quítenle todas las vendas, y déjenlo libre» (TLA), «Quítenle las vendas para que pueda andar» (LPD), «Quítenle las vendas y dejadlo andar» (BI).
Reflexión bíblica y pastoral
Este pasaje sigue mostrando no sólo esa íntima y profunda comunión de amor y confianza ente el Hijo y el Padre, así como la misteriosa e indivisible unidad entre las naturalezas humana y divina de Jesús. Nuevamente Juan señala un estado emocional de Jesús muy humano, pues lo describe como “profundamente conmovido” (v. Jua 11:38), como un hombre capaz de estremecerse ante el dolor que provoca la muerte. Pero al mismo tiempo Juan nos muestra esa fe inquebrantable que Jesús siempre mostró en el Padre, de quien sabía que era capaz de volver a los muertos a la vida y quien siempre le escuchaba.
Cuando todo parecía imposible, ya que incluso el cuerpo de Lázaro estaba en estado de descomposición avanzada, él volverá a Lázaro a la vida. Por ello le dice a Marta, quien preferiría no abrir más la puerta del sepulcro: “¿No te he dicho que si creyeres verás la gloria de Dios?” (v. Jua 11:40). Nuevamente aparece la fe como la posibilidad de conocer, en este caso “ver” la gloria de Dios. Es sólo la fe la condición y la posibilidad de entender los signos que hace Jesús.
Muy significativo nos parece que Jesús, antes de volver a Lázaro a la vida, agradece al Padre por haberle oído. No le agradece después, sino antes, como una clara señal de que estaba seguro que en la voluntad de Dios estaba que Lázaro viviera nuevamente. Jesús no sólo exige la fe de sus seguidores, sino que él mismo es el ejemplo de esa fe total y profunda en el amor y el poder de Dios, que se manifiesta principalmente dando vida.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Jua 20:6-7.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
n 667 Mat 27:59; Jua 20:7
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
los pies y las manos atados. Según la costumbre, las manos y los pies de Lázaro estaban atados por tiras largas y estrechas de tela blanca. Tales detalles indican el testimonio de un testigo presencial.
Fuente: La Biblia de las Américas
R910 El participio perfecto intensivo τεθνηκώς se refiere a una acción que antecede a la del verbo principal (había estado, equivale a un pluscuamperfecto -B156); pero δεδέμενος denota acción coincidente con referencia al verbo principal.