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Comentario de Juan 11:49 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 11:49 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote en aquel año, les dijo: —Vosotros no sabéis nada;

11:49, 50 Entonces Caifás (18:13, 24, 28; Mat 26:3; Mat 26:57; Luc 3:2; Hch 4:6) , uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, (según Josefo, los romanos, temiendo un gobierno permanente frecuentemente remplazaban a los pontífices de los judíos) les dijo: Vosotros no sabéis nada; (insulta a los demás, pero ¿qué sabía él de Jesús y del significado de su enseñanza y obra?) ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. — Buscaban lo que sería ventajoso o provechoso para ellos mismos (el Sanedrín, los gobernantes de la nación ); es decir, no apreciaban los milagros de Jesús ni la belleza de su vida perfecta ni sus maravillosas obras, porque su ministerio no les beneficiaba a ellos (políticamente), y «si le dejamos así, todos creerán en él» y nos desampararán a nosotros como sus líderes. ¡Eso no conviene! «Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad» (Mat 21:38).

El razonaba que sería justo y correcto matar a Jesús porque tal acto sería para el beneficio de la nación (es decir, mejor que muriera un solo hombre en lugar de que toda la nación pereciera), pero en realidad lo opuesto ocurriría. Como Jesús profetizaba, la nación perecería por crucificar a «un hombre» (Cristo) (Mat 23:37-39; Luc 19:41-44; Luc 21:10-28). Así pues el temor de Caifás de que los romanos destruyeran su puesto y su nación era un temor bien fundado.

Los oficiales habían discutido con Jesús y entre ellos mismos, habían amenazado a Jesús con piedras, etc., pero todo había sido en vano; por eso, Caifás presenta este plan como el último recurso para el Sanedrín. «Los políticos están frecuentemente muy bien dispuestos a hacer grandes sacrificios en cabeza ajena» (ATR).

Aquí cabe una explicación breve de la actitud del Sanedrín hacia los romanos. Los judíos se quejaban mucho acerca de su sujeción a los romanos y sobre todo acerca de los impuestos que tenían que pagar, pero en realidad estaban más o menos contentos con su posición, porque tenían completo control sobre la gente y se aprovechaban de su puesto para enriquecerse. Así, pues, aunque a ellos no les importara lo que pasara a la nación, la situación de ellos mismos era muy ventajosa y no querían cambios.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Caifás. Jua 18:13, Jua 18:14; Luc 3:2; Hch 4:6.

Vosotros no sabéis nada. Jua 7:48, Jua 7:49; Pro 26:12; Isa 5:20-23; 1Co 1:20; 1Co 2:6; 1Co 3:18, 1Co 3:19.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

En la opinión de Caifás, Jesús debería morir en vez de llevar a la destrucción a la nación. Juan añade que en virtud de su oficio, Caifás pronunció un mensaje de Dios inconscientemente: que un hombre muera por el pueblo. Caifás fue un profeta a pesar de sí mismo. Juan vio también en las palabras de Caifás una profecía sobre que Jesús no sólo moriría por Israel, sino por los gentiles también.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Caifás. Caifás se convirtió en sumo sacerdote en 18 d.C. tras ser nombrado por el prefecto romano Valerio Grato en lugar de su suegro Anás, quien había ejercido la misma función entre 7 y 14 d.C., y que aun después de su gestión ejerció gran influencia sobre el cargo (vea Jua 18:12-14). Caifás permaneció en el puesto hasta 36 d.C., año en el que fue removido por los romanos junto a Poncio Pilato. Desempeñó un papel protagónico en el juicio y la condena de Jesús. En su corte o palacio, los principales sacerdotes (saduceos) y los fariseos se reunieron «y tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y matarlo» (vea Mat 26:3-4).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

11:49, 50 Entonces Caifás (18:13, 24, 28; Mat 26:3; Mat 26:57; Luc 3:2; Hch 4:6) , uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, (según Josefo, los romanos, temiendo un gobierno permanente frecuentemente remplazaban a los pontífices de los judíos) les dijo: Vosotros no sabéis nada; (insulta a los demás, pero ¿qué sabía él de Jesús y del significado de su enseñanza y obra?) ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. — Buscaban lo que sería ventajoso o provechoso para ellos mismos (el Sanedrín, los gobernantes de la nación ); es decir, no apreciaban los milagros de Jesús ni la belleza de su vida perfecta ni sus maravillosas obras, porque su ministerio no les beneficiaba a ellos (políticamente), y «si le dejamos así, todos creerán en él» y nos desampararán a nosotros como sus líderes. ¡Eso no conviene! «Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad» (Mat 21:38).
El razonaba que sería justo y correcto matar a Jesús porque tal acto sería para el beneficio de la nación (es decir, mejor que muriera un solo hombre en lugar de que toda la nación pereciera), pero en realidad lo opuesto ocurriría. Como Jesús profetizaba, la nación perecería por crucificar a «un hombre» (Cristo) (Mat 23:37-39; Luc 19:41-44; Luc 21:10-28). Así pues el temor de Caifás de que los romanos destruyeran su puesto y su nación era un temor bien fundado.
Los oficiales habían discutido con Jesús y entre ellos mismos, habían amenazado a Jesús con piedras, etc., pero todo había sido en vano; por eso, Caifás presenta este plan como el último recurso para el Sanedrín. «Los políticos están frecuentemente muy bien dispuestos a hacer grandes sacrificios en cabeza ajena» (ATR).
Aquí cabe una explicación breve de la actitud del Sanedrín hacia los romanos. Los judíos se quejaban mucho acerca de su sujeción a los romanos y sobre todo acerca de los impuestos que tenían que pagar, pero en realidad estaban más o menos contentos con su posición, porque tenían completo control sobre la gente y se aprovechaban de su puesto para enriquecerse. Así, pues, aunque a ellos no les importara lo que pasara a la nación, la situación de ellos mismos era muy ventajosa y no querían cambios.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo, “Caifás, uno de ellos, era el sumo sacerdote aquel año, y les confrontó”. Caifás, que se menciona también en Jua 18:13, Jua 18:14, Jua 18:24, Jua 18:28, fue nombrado sumo sacerdote el año 18 d. C. y fue depuesto de su cargo el 36 d. C., cuando Pilato también fue cesado de su cargo. Como Juan indica en Jua 18:13, Caifás era el yerno de Anás. Tradicionalmente el de sumo sacerdote era un cargo vitalicio, pero según el Nuevo Testamento este cargo dependía mucho del favor del gobernador romano.

“Aquel año” como frase temporal no indica que pronto Caifás iba a dejar de ser sumo sacerdote, como algunos entienden, sino que pudo significar que él era sumo sacerdote “aquel año” memorable de la crucifixión de Jesús.

“Sumo sacerdote” también se puede entender como “el jefe máximo de todos los sacerdotes”, “el jefe de los sacerdotes” o “el que está por encima de todos los sacerdotes”. “Les confrontó” traduce el verbo “les dijo: ustedes no saben nada”, siendo este “nada” muy enfático. Por supuesto, se puede entender que esta expresión no es un piropo y en la traducción se pueden usar signos de admiración y otras expresiones equivalentes, como: “¡Ustedes no entienden nada!”, «¡Qué tontos son ustedes!» (TEV), «Ustedes no saben lo que dicen» (CEV). Esta declaración muestra que el “ustedes” es enfático y puede encontrar otra equivalencia: “ustedes no están al tanto de los problemas” o “ustedes no están bien informados”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

— Caifás: Ver nota a Mat 26:3.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

u 675 Mat 26:3; Luc 3:2; Hch 4:6

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Caifás. Véase coment. en Mt 26:3.

no sabéis nada. A Caifás le desagradó mucho la actitud indecisa de los fariseos y líderes religiosos. Pero, a la vez, Caifás vio esta crisis como una gran oportunidad para eliminar a Jesús y volver a ganar su posición de poder entre el pueblo judío.

Fuente: La Biblia de las Américas

T195 Εἷς τις significa: uno de.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego