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Comentario de Juan 11:51 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 11:51 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero esto no lo dijo de sí mismo; sino que, como era el sumo sacerdote de aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación;

11:51 Esto no lo dijo por sí mismo, — 1Pe 1:10-12 explica que los profetas tenían que estudiar sus propios escritos. Aquí está otra evidencia de la inspiración verbal (1Co 2:12-13); Dios revela su voluntad en sus propias palabras a través de la boca o la pluma de los hombres. «Caifás fue totalmente libre, no se le impidió de ninguna forma que dijera lo que su malvado corazón lo impulsaba a decir. Sin embargo, la voluntad de Dios, sin resultar en lo más mínimo contaminada, dirigió de tal forma la selección de palabras que iban a salir de los labios de este frío asesino, que resultaron exactamente las que se necesitaban para expresar la verdad más sublime y gloriosa respecto al amor redentor de Dios. ¡Sin tener conciencia de ello el villano se había convertido en profeta!» (GH).

Este caso bien ilustra lo que Pedro dice, «ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana» (2Pe 1:10; 2Pe 1:21). Dios no solamente habló por la boca de Caifás, sino que también habló por la boca de un asna (Núm 22:30). Véase Heb 1:1.

— sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; — Jesús había de morir como substituto, es decir, en lugar de la nación (10:11, el pastor da su vida por las ovejas, 10:15; Mat 20:28).

En esto vemos el aspecto doble de la muerte de Jesús. Desde el punto de vista de los judíos y romanos, Jesús tenía que morir por razones políticas, pero desde el punto del «determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios» (Hch 2:23), murió por los pecados del mundo. «El crimen mayor cometido por los hombres produjo la bendición mayor para la humanidad» (Maclaren, citado por AWP).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

como era el sumo sacerdote aquel año. Éxo 28:30; Jue 20:27, Jue 20:28; 1Sa 23:9; 1Sa 28:6.

profetizó. Núm 22:28; Núm 24:2, Núm 24:14-25; Mat 7:22, Mat 7:23; 1Co 13:2; 2Pe 2:15-17.

que Jesús había de morir por la nación. Jua 10:15; Isa 53:5-8; Dan 9:26; Mat 20:28; Rom 3:25, Rom 3:26; 2Co 5:21; Gál 3:13; Gál 4:4, Gál 4:5; 1Pe 2:24; 1Pe 3:18.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

profetizó. Caifás no reconoció todo lo que implicaban sus palabras. Aunque pronunció blasfemias contra Cristo, Dios parodió su declaración atrevida y la convirtió en gloriosa verdad bíblica (cp. Sal 76:10). La responsabilidad por la intención malvada de sus palabras recayó en Caifás, pero la providencia de Dios dirigió la selección de palabras con el fin de expresar el corazón del plan glorioso de salvación de Dios (Hch 4:27-28). En realidad fue usado por Dios como profeta porque era el sumo sacerdote, y en el orden original el sumo sacerdote era el instrumento usado por Dios para revelar su voluntad (2Sa 15:27).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

11:51 Esto no lo dijo por sí mismo, — 1Pe 1:10-12 explica que los profetas tenían que estudiar sus propios escritos. Aquí está otra evidencia de la inspiración verbal (1Co 2:12-13); Dios revela su voluntad en sus propias palabras a través de la boca o la pluma de los hombres. «Caifás fue totalmente libre, no se le impidió de ninguna forma que dijera lo que su malvado corazón lo impulsaba a decir. Sin embargo, la voluntad de Dios, sin resultar en lo más mínimo contaminada, dirigió de tal forma la selección de palabras que iban a salir de los labios de este frío asesino, que resultaron exactamente las que se necesitaban para expresar la verdad más sublime y gloriosa respecto al amor redentor de Dios. ¡Sin tener conciencia de ello el villano se había convertido en profeta!» (GH).
Este caso bien ilustra lo que Pedro dice, «ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana» (2Pe 1:10; 2Pe 1:21). Dios no solamente habló por la boca de Caifás, sino que también habló por la boca de un asna (Núm 22:30). Véase Heb 1:1.
— sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; — Jesús había de morir como substituto, es decir, en lugar de la nación (10:11, el pastor da su vida por las ovejas, 10:15; Mat 20:28).
En esto vemos el aspecto doble de la muerte de Jesús. Desde el punto de vista de los judíos y romanos, Jesús tenía que morir por razones políticas, pero desde el punto del «determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios» (Hch 2:23), murió por los pecados del mundo. «El crimen mayor cometido por los hombres produjo la bendición mayor para la humanidad» (Maclaren, citado por AWP).

Fuente: Notas Reeves-Partain

Aparece ahora una de esas frecuentes notas explicativas o paréntesis de Juan, cuyo sentido principal es ayudar a la comprensión de los eventos narrados en su sentido profundo: «Pero Caifás no dijo esto por su propia cuenta, sino que, como era sumo sacerdote aquel año, dijo que Jesús iba a morir por la nación judía» (DHH). Varias versiones agregan el nombre de Caifás para hacer más clara la referencia al sumo sacerdote; otras más, incluso, apuntan que la inspiración profética de Caifás provino de Dios: «Caifás no dijo por su propia cuenta, sino que Dios se lo hizo saber porque era el jefe de los sacerdotes» (TLA), «Caifás no hizo esta propuesta por su cuenta, sino que, como desempeñaba el oficio de sumo sacerdote aquel año, anunció bajo la inspiración de Dios que Jesús iba a morir por toda la nación» (LPD).

Los judíos tradicionalmente concebían cierto grado de habilidad profética en el sumo sacerdote. Pero la idea de Juan aquí es que, aunque él no creía en Jesús, sin proponérselo, Dios usó sus palabras como expresión profética de lo que le pasaría a Jesús. “Profetizar” aquí tiene el sentido de “predecir” o “anunciar anticipadamente un hecho”: “dijo con anticipación que Jesús moriría por toda la nación judía” o “anunció anticipándose a los hechos que Jesús iba a morir por todo el pueblo”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

no dijo esto de su propia iniciativa. Juan ve la ironía de las palabras de Caifás señalando que Dios, que es soberano sobre los asuntos humanos, estaba actuando para que las palabras de Caifás tuvieran un doble sentido.

siendo el sumo sacerdote. Fue significativo que una profecía sobre la muerte de Cristo fuera dicha por el sumo sacerdote; pues el sumo sacerdote era el que tenía el privilegio y la responsabilidad de ofrecer el sacrificio por el pecado una vez al año en el Día de la Expiación (Lv 16). Caifás tuvo participación en la condenación y muerte de Jesús porque Cristo representaba los sacrificios que Caifás ofrecía como parte de sus deberes como sumo sacerdote.

ese año. Es decir, ese año en su destino como nación (v. coment. en el vers. 49).

por la nación. Es decir, para el pueblo judío. « Por» enfatiza la muerte de Jesús como substituto del pecador (v. coment. en 6:51).

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit., de sí mismo

Fuente: La Biblia de las Américas