Comentario de Juan 1:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Todas las cosas fueron hechas por medio de él, y sin él no fue hecho nada de lo que ha sido hecho.

1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. — Col 1:15-20; Heb 1:1-3. Cristo es el Creador . ¡El es el Creador y sólo Dios puede ser Creador! Por lo tanto, Cristo es Dios. Satanás aborrece a Dios; por eso, vehementemente niega esta verdad, y enseña la evolución. Si Dios es el Creador del mundo, entonces también es el Juez del mundo. Si el hombre fue creado por Dios, tendrá que dar cuenta a Dios en el Día Final.

La enseñanza del gnosticismo sobre la deidad. Una de las herejías más serias de los primeros siglos fue el gnosticismo. Esta palabra viene de la palabra conocer. Algunos en la iglesia se elevaban a sí mismos como los únicos que conocían a Dios, pero no lo conocían a través de las Escrituras, sino que bebían del pozo de la filosofía de Platón y otros filósofos griegos. Como los judaizantes mezclaban la ley de Moisés con el evangelio, así éstos mezclaban la filosofía griega con el evangelio.

Decían que el Ser Supremo es eterno pero que también la materia es eterna. Pensaban que la materia es mala y, por eso, el Ser Supremo no la podía crear ni tener nada que ver con ella. Por eso, salía del Ser Supremo una serie larga de emanaciones (desprendimientos, manifestaciones) y que la más baja de estas se llamó «demiurgo» (creador). Este «demiurgo» estaba tan retirado del Ser Supremo que no solamente era ignorante acerca de su persona, sino hasta hostil contra él. El «demiurgo» que se identificó con el Dios del Antiguo Testamento, el Dios de los judíos, creó el mundo. Por lo tanto, para ellos el Padre del Señor Jesucristo era inferior al Ser Supremo y los apóstoles de Cristo eran inferiores a los apóstoles del Ser Supremo.

Las emanaciones formaron un cuerpo intermediario llamado pleroma (plenitud). De esta enseñanza salió el concepto católico de la mediación de María y de los «santos». Para combatir este error Pablo dijo, «Porque en él (Cristo) habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad» (Col 2:9-10); también dijo, «Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre» (1Ti 2:5).

Puesto que enseñaban que el cuerpo es malo, decían que no era posible que Cristo viniera en carne (1Jn 2:18; 1Jn 4:1-3). Por causa de esta enseñanza algunos maltrataban el cuerpo para dar más énfasis al espíritu (Col 2:20-23). Estos eran ascéticos y sus «descendientes» son los monjes y monjas del catolicismo. Otros decían que lo que el cuerpo hacía no tenía nada que ver con el espíritu y, por eso, practicaban el libertinaje (Apo 2:6; Apo 2:14-15; Apo 2:20).

La enseñanza de los «testigos» (del Atalaya) sobre la deidad de Cristo. Esta secta blasfema a Cristo, diciendo que El mismo fue creado. Col 1:15-17 dice que «todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten». Todas las cosas quiere decir TODAS las cosas. La TNM intercala la palabra «otras» antes de la palabra «cosas» cinco veces en los ver. 16-20, para enseñar que Cristo fue creado y, por lo tanto, es meramente una criatura, una COSA CREADA. Dice el v. 16 (TNM), «en él fueron creadas todas las (otras) cosas»; agregan a la palabra de Dios, y lo hacen con el motivo más vil de despojar a Cristo de su deidad. Es blasfemia del peor grado. Cristo no puede ser el Creador de todas las cosas si El mismo fue creado. Si Cristo es una criatura, entonces no es el Creador.

Dicen los «testigos» que la palabra primogénito (v. 15) significa que Cristo fue el primero de las cosas creadas. Ya hemos visto muchos textos que dicen claramente que Cristo es Dios, que El es el principio y el fin. Es, pues, eterno y ¡es blasfemia decir que fue creado! La palabra primogénito, como se usa aquí, significa posición de honor y de poder, y no tiene nada que ver con origen. Entre los israelitas el hijo primogénito era el hijo principal, recibía doble porción de la herencia de los hijos, heredaba el puesto de su padre, etc. y la palabra llegó a significar señor. P. ej., Sal 89:27, «Yo también le pondré (a David) por primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra». Se refiere a su grandeza como rey de reyes. Jer 31:9, «Efraín es mi primogénito»; no era literalmente el primogénito de Jacob, pues era el segundo hijo de José. En este texto Efraín se refiere al pueblo de Israel, como el pueblo escogido y grandemente honrado y exaltado de Dios.

Así también Cristo es llamado: (1) primogénito entre hermanos, Rom 8:29; es decir, Señor de ellos; (2) primogénito de entre los muertos», Apo 1:5; es decir, Señor de los muertos; (3) primogénito de toda creación, Col 1:15; el Creador y Señor de toda la creación; (4) simplemente «el primogénito», Heb 1:6, porque equivale a Señor.

La iglesia se llama «la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos», Heb 12:23, indicando la posición exaltada que ocupa ante los ojos de Dios.

Col 1:18 confirma que la palabra primogénito significa posición exaltada: «para que en todo tenga la preeminencia».

Apo 3:14 dice que Cristo es «el principio de la creación de Dios». Debe afirmarse con todo énfasis que estos dos textos (Col 1:15; Apo 3:14) NO DICEN y no enseñan que Cristo es un ser creado. Lo que el texto dice y lo que los «testigos» dicen son dos cosas bien distintas y contradictorias. Repito: estos versos NO DICEN que Cristo fue creado. Las palabras «primogénito» y «Principio» no significan «primera cosa creada», como afirman los «testigos» falsos. La palabra principio traduce la palabra arche. ¿Cómo se usa esta palabra en el Nuevo Testamento? En Luc 12:11 se traduce «magistrados»; en Efe 1:21, «principados»; y en Tit 3:1, «gobernantes». No tiene nada que ver con ORIGEN en ninguno de estos textos, ni mucho menos en Apo 3:14. Cristo es eterno; es el Creador; es Todopoderoso; es adorado; perdona pecados; ¡es Dios!

Cristo es el Principio y también El es el Fin. Si Cristo tiene principio, entonces también tendrá fin. Cristo es el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin, el Primero y el Ultimo. Lo que se afirma de Jehová en Isa 44:6 se afirma de Cristo en Apo 1:8; Apo 1:11; Apo 1:17; Apo 22:12-13. No puede haber dos primeros y dos últimos. No hay dos Dioses. Hay un solo Dios, pero el término Dios es sustantivo plural (Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo).

Los «testigos» tendrán que dar cuenta en Aquel Día a este Cristo (el Juez) por sus muchas blasfemias contra El. Será día de ira para ellos si no se arrepienten.

La enseñanza de los evolucionistas. Otra filosofía humana (pagana) enseña que el hombre (y toda cosa viva) ha evolucionado de un animal pequeñísimo de una sola célula, pero ¿de dónde vino ese animalito? Nunca explican el origen de ese animalito.

«Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía» (Heb 11:3). La palabra de Dios es viva, tiene poder, Gén 1:3; Gén 1:6; Gén 1:11; Sal 33:6; Sal 107:20; Sal 147:15; Isa 55:11; Jer 23:29.

Los evolucionistas no andan por fe en la palabra de Dios, sino por la fe en la filosofía humana. Es imposible probar que el hombre y otras cosas vivas han evolucionado. Es imposible probar que ha habido transmutación de las especies. Por eso, la evolución tiene que ser aceptada por fe. La evolución no es una ciencia. No se puede sujetar a los procesos normales de la ciencia. Los que creen esta filosofía lo hacen porque quieren creerla. La creen porque no quieren creer en Dios, y no quieren creer en Dios porque no quieren reconocer que serán juzgados por sus hechos en el Día Final.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Jua 1:10; Jua 5:17-19; Gén 1:1, Gén 1:26; Sal 33:6; Sal 102:25; Isa 45:12, Isa 45:18; Efe 3:9; Col 1:16, Col 1:17; Heb 1:2, Heb 1:3, Heb 1:10-12; Heb 3:3, Heb 3:4; Apo 4:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Todas las cosas por él fueron hechas (Gr.  ginomai): El Verbo era antes de la creación (Jua 1:1). El tiempo habla de una existencia continua. Sin embargo, la creación misma fue hecha (Jua 1:3); la materia no es eterna. Dios el Padre creó el mundo (Gén 1:1) mediante Dios el Hijo (Col 1:16Heb 1:2). Cristo no era parte de la creación. Todo lo que es creación fue hecho mediante Él, por lo que es el Dios Creador. La enseñanza bíblica sobre la creación, confirmada en este versículo, es que está completa. Los que apoyan los puntos de vista evolutivos y de la reencarnación defienden una creación continua. Sin embargo, esta cesó con la creación original hecha por Dios y que registra Gén 1:1-31; ahora Dios está sosteniendo su obra creativa (Jua 5:17).

 PERSPECTIVA

Juan y los otros Evangelios

Aunque los cuatro Evangelios rastrean el ministerio de Jesucristo, el cuarto Evangelio es diferente de los otros tres, pues contiene un noventa y ocho por ciento de material único. A diferencia de los Evangelios sinópticos que son muy parecidos, Juan no incluye la genealogía de Jesús, su nacimiento, bautismo, tentación, expulsión de demonios, parábolas, transfiguración, la institución de la Cena del Señor, Getsemaní o su ascensión. Pero sí incluye temas que los otros no, como las conversaciones con Nicodemo, la mujer en el pozo, las declaraciones: «Yo Soy» de Jesús, el discurso en un aposento alto y su oración sacerdotal (Jua 17:1-26). Los sinópticos enfatizan el ministerio de Jesús en Galilea; Juan recalca el ministerio de Jesús en Jerusalén. Estas diferencias no son contradictorias, se complementan. Cada escritor de un Evangelio elige el material que apoya su tema. En el caso de Juan, su punto era Jesús, el Hijo de Dios y Mesías. El material que incorpora en su Evangelio desarrolla mejor ese tema.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Todas las cosas por él fueron hechas. Jesucristo fue el agente de Dios el Padre que participó en la creación de todas las cosas en el universo (Col 1:16-17; Heb 1:2).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. — Col 1:15-20; Heb 1:1-3. Cristo es el Creador . ¡El es el Creador y sólo Dios puede ser Creador! Por lo tanto, Cristo es Dios. Satanás aborrece a Dios; por eso, vehementemente niega esta verdad, y enseña la evolución. Si Dios es el Creador del mundo, entonces también es el Juez del mundo. Si el hombre fue creado por Dios, tendrá que dar cuenta a Dios en el Día Final.
La enseñanza del gnosticismo sobre la deidad. Una de las herejías más serias de los primeros siglos fue el gnosticismo. Esta palabra viene de la palabra conocer. Algunos en la iglesia se elevaban a sí mismos como los únicos que conocían a Dios, pero no lo conocían a través de las Escrituras, sino que bebían del pozo de la filosofía de Platón y otros filósofos griegos. Como los judaizantes mezclaban la ley de Moisés con el evangelio, así éstos mezclaban la filosofía griega con el evangelio.
Decían que el Ser Supremo es eterno pero que también la materia es eterna. Pensaban que la materia es mala y, por eso, el Ser Supremo no la podía crear ni tener nada que ver con ella. Por eso, salía del Ser Supremo una serie larga de emanaciones (desprendimientos, manifestaciones) y que la más baja de estas se llamó «demiurgo» (creador). Este «demiurgo» estaba tan retirado del Ser Supremo que no solamente era ignorante acerca de su persona, sino hasta hostil contra él. El «demiurgo» que se identificó con el Dios del Antiguo Testamento, el Dios de los judíos, creó el mundo. Por lo tanto, para ellos el Padre del Señor Jesucristo era inferior al Ser Supremo y los apóstoles de Cristo eran inferiores a los apóstoles del Ser Supremo.
Las emanaciones formaron un cuerpo intermediario llamado pleroma (plenitud). De esta enseñanza salió el concepto católico de la mediación de María y de los «santos». Para combatir este error Pablo dijo, «Porque en él (Cristo) habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad» (Col 2:9-10); también dijo, «Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre» (1Ti 2:5).
Puesto que enseñaban que el cuerpo es malo, decían que no era posible que Cristo viniera en carne (1Jn 2:18; 1Jn 4:1-3). Por causa de esta enseñanza algunos maltrataban el cuerpo para dar más énfasis al espíritu (Col 2:20-23). Estos eran ascéticos y sus «descendientes» son los monjes y monjas del catolicismo. Otros decían que lo que el cuerpo hacía no tenía nada que ver con el espíritu y, por eso, practicaban el libertinaje (Apo 2:6; Apo 2:14-15; Apo 2:20).
La enseñanza de los «testigos» (del Atalaya) sobre la deidad de Cristo. Esta secta blasfema a Cristo, diciendo que El mismo fue creado. Col 1:15-17 dice que «todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten». Todas las cosas quiere decir TODAS las cosas. La TNM intercala la palabra «otras» antes de la palabra «cosas» cinco veces en los ver. 16-20, para enseñar que Cristo fue creado y, por lo tanto, es meramente una criatura, una COSA CREADA. Dice el v. 16 (TNM), «en él fueron creadas todas las (otras) cosas»; agregan a la palabra de Dios, y lo hacen con el motivo más vil de despojar a Cristo de su deidad. Es blasfemia del peor grado. Cristo no puede ser el Creador de todas las cosas si El mismo fue creado. Si Cristo es una criatura, entonces no es el Creador.
Dicen los «testigos» que la palabra primogénito (v. 15) significa que Cristo fue el primero de las cosas creadas. Ya hemos visto muchos textos que dicen claramente que Cristo es Dios, que El es el principio y el fin. Es, pues, eterno y ¡es blasfemia decir que fue creado! La palabra primogénito, como se usa aquí, significa posición de honor y de poder, y no tiene nada que ver con origen. Entre los israelitas el hijo primogénito era el hijo principal, recibía doble porción de la herencia de los hijos, heredaba el puesto de su padre, etc. y la palabra llegó a significar señor. P. ej., Sal 89:27, «Yo también le pondré (a David) por primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra». Se refiere a su grandeza como rey de reyes. Jer 31:9, «Efraín es mi primogénito»; no era literalmente el primogénito de Jacob, pues era el segundo hijo de José. En este texto Efraín se refiere al pueblo de Israel, como el pueblo escogido y grandemente honrado y exaltado de Dios.
Así también Cristo es llamado: (1) primogénito entre hermanos, Rom 8:29; es decir, Señor de ellos; (2) primogénito de entre los muertos», Apo 1:5; es decir, Señor de los muertos; (3) primogénito de toda creación, Col 1:15; el Creador y Señor de toda la creación; (4) simplemente «el primogénito», Heb 1:6, porque equivale a Señor.
La iglesia se llama «la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos», Heb 12:23, indicando la posición exaltada que ocupa ante los ojos de Dios.
Col 1:18 confirma que la palabra primogénito significa posición exaltada: «para que en todo tenga la preeminencia».
Apo 3:14 dice que Cristo es «el principio de la creación de Dios». Debe afirmarse con todo énfasis que estos dos textos (Col 1:15; Apo 3:14) NO DICEN y no enseñan que Cristo es un ser creado. Lo que el texto dice y lo que los «testigos» dicen son dos cosas bien distintas y contradictorias. Repito: estos versos NO DICEN que Cristo fue creado. Las palabras «primogénito» y «Principio» no significan «primera cosa creada», como afirman los «testigos» falsos. La palabra principio traduce la palabra arche. ¿Cómo se usa esta palabra en el Nuevo Testamento? En Luc 12:11 se traduce «magistrados»; en Efe 1:21, «principados»; y en Tit 3:1, «gobernantes». No tiene nada que ver con ORIGEN en ninguno de estos textos, ni mucho menos en Apo 3:14. Cristo es eterno; es el Creador; es Todopoderoso; es adorado; perdona pecados; ¡es Dios!
Cristo es el Principio y también El es el Fin. Si Cristo tiene principio, entonces también tendrá fin. Cristo es el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin, el Primero y el Ultimo. Lo que se afirma de Jehová en Isa 44:6 se afirma de Cristo en Apo 1:8; Apo 1:11; Apo 1:17; Apo 22:12-13. No puede haber dos primeros y dos últimos. No hay dos Dioses. Hay un solo Dios, pero el término Dios es sustantivo plural (Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo).
Los «testigos» tendrán que dar cuenta en Aquel Día a este Cristo (el Juez) por sus muchas blasfemias contra El. Será día de ira para ellos si no se arrepienten.
La enseñanza de los evolucionistas. Otra filosofía humana (pagana) enseña que el hombre (y toda cosa viva) ha evolucionado de un animal pequeñísimo de una sola célula, pero ¿de dónde vino ese animalito? Nunca explican el origen de ese animalito.
«Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía» (Heb 11:3). La palabra de Dios es viva, tiene poder, Gén 1:3; Gén 1:6; Gén 1:11; Sal 33:6; Sal 107:20; Sal 147:15; Isa 55:11; Jer 23:29.
Los evolucionistas no andan por fe en la palabra de Dios, sino por la fe en la filosofía humana. Es imposible probar que el hombre y otras cosas vivas han evolucionado. Es imposible probar que ha habido transmutación de las especies. Por eso, la evolución tiene que ser aceptada por fe. La evolución no es una ciencia. No se puede sujetar a los procesos normales de la ciencia. Los que creen esta filosofía lo hacen porque quieren creerla. La creen porque no quieren creer en Dios, y no quieren creer en Dios porque no quieren reconocer que serán juzgados por sus hechos en el Día Final.

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL CREADOR DE TODAS LAS COSAS

Juan 1:3

Fue el Agente por medio de Quien se hicieron todas las cosas; y no hay ni una sola que exista en el mundo que haya llegado a ser aparte de Él.

Puede que nos parezca extraño que Juan haga tanto hincapié en la manera que se creó el mundo; y puede que también nos lo parezca el que conecte tan definidamente a Jesús con la obra de la creación. Pero tenía que hacerlo a causa de ciertas tendencias que había en el pensamiento de su tiempo.
En los días de Juan había una herejía que se llamaba el gnosticismo. Su característica era que se trataba de un enfoque intelectual y filosófico al Cristianismo. A los gnósticos no les era suficiente con las creencias sencillas de cualquier cristiano corriente. Trataban de construir un sistema filosófico del Cristianismo. Tenían problemas con la existencia del pecado y el mal y el dolor y el sufrimiento del mundo, así que diseñaron una teoría para explicarlo. Esa teoría era como sigue.

En el principio existían dos realidades: la una era Dios, y la otra la materia. La materia había existido siempre, y fue la materia prima de la que se construyó el universo. Los gnósticos insistían en que esa materia era defectuosa e imperfecta. Podríamos decir que el mundo se inició mal desde el principio. Estaba hecho de unos materiales que ya contenían el germen de la corrupción.
Los gnósticos llegaban más lejos. Dios, decían, era espíritu puro, y como tal no podía tocar la materia, y menos aún una materia imperfecta. Por tanto, era imposible que Dios llevara a cabo la obra de la creación por Sí mismo. Lo que hizo fue producir una serie de emanaciones, cada una de las cuales estaba más lejos de Dios que las anteriores; y, cuanto más se alejaban de Dios, menos le conocían. Hacia la mitad de camino de la serie de emanaciones había una que no sabía nada en absoluto de Dios. A partir de ésa, las emanaciones empezaban a ser, no sólo ignorantes, sino hostiles a Dios. Por último había una emanación que estaba tan lejos de Dios que le ignoraba totalmente y le era totalmente hostil, y ésa fue el poder que creó el mundo; porque ya estaba tan lejos de Dios que podía tocar esta materia defectuosa y mala. El dios creador estaba totalmente distanciado y enemistado con el Dios real.
Los gnósticos dieron otro paso más: identificaron al dios creador con el Dios del Antiguo Testamento; y sostuvieron que el Dios del Antiguo Testamento era completamente distinto y distante del Dios y Padre de Jesucristo, del que era enemigo.

En los tiempos de Juan se había extendido mucho esta clase de creencia. La gente creía que el mundo era malo, y que lo había creado un dios malo. Para combatir esta creencia, Juan establece aquí dos verdades cristianas básicas. De hecho, la relación de Jesús con la creación es algo que se repite en el Nuevo Testamento precisamente por este trasfondo intelectual que divorciaba a Dios y al mundo en que vivimos. En Col 1:16 , Pablo escribe: » Porque en Él fueron creadas todas las cosas, en el Cielo y en la Tierra… todas fueron creadas por Él y para Él.» En 1Co 8:6 escribe del Señor Jesucristo «por medio del Cual son todas las cosas.» El autor de Hebreos habla de Uno que era el Hijo, «por medio de Quien Dios hizo el universo» (1:2). Juan y los otros autores del Nuevo Testamento que escribieron estas cosas estaban subrayando dos grandes verdades.

(i) El Cristianismo siempre ha creído en lo que se llama la creación partiendo de la nada. No creemos que en Su creación del mundo Dios tuviera que usar una materia ajena y mala. No creemos que el mundo empezara ya con un defecto de fabricación, ni que tuviera su origen en Dios y en algo más. Nuestra fe es que detrás de todo está Dios, y sólo Él.

(ii) El Cristianismo siempre ha creído que este mundo es de Dios. Lejos de estar tan desconectado del mundo que no puede tener nada que ver con él, Dios está íntimamente comprometido con el mundo. Los gnósticos trataban de echarle la culpa al creador del mal que hay en el mundo. El Cristianismo cree que lo que no está como es debido en el mundo se debe al pecado humano. Pero, aunque el pecado ha causado destrozos en el mundo y le ha impedido llegar a ser lo que hubiera podido ser, no debemos nunca despreciar el mundo, porque es esencialmente de Dios. Si creemos esto, nos da un nuevo sentido del valor del mundo y de nuestra responsabilidad hacia él.

Se cuenta de una niña de los suburbios de una gran ciudad, que la llevaron a pasar un día en el campo. Cuando vio las margaritas en el bosque, preguntó: «¿Cree usted que a Dios le importará que coja unas pocas de Sus flores?» Este es el mundo de Dios; por eso, nada en él está fuera de su control; y por eso, debemos usar todas las cosas dándonos cuenta de que pertenecen a Dios. El cristiano no le hace de menos al mundo creyendo que el que lo hizo era un dios ignorante y hostil, sino que lo glorifica recordando que Dios está en todas partes, detrás de todo y en todo. Cree que el Cristo que recrea el mundo fue el colaborador de Dios cuando, el mundo fue creado al principio y que, en la obra de la redención, Dios está tratando de recuperar algo que fue siempre Suyo.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

El final del v. Jua 1:3 presenta un problema de puntuación. El punto final del versículo Jua 1:3, en este caso, sería antes del verbo. El texto aparece con la puntuación que conecta el final del v. Jua 1:3 con el v. Jua 1:4 por dos razones fundamentales: (1) representa el consenso de traductores antiguos y (2) esta puntuación está más de acuerdo con el ritmo poético del Prólogo. Juan por lo común empieza una oración con la preposición én (cf. Jua 13:35; Jua 15:8; Jua 16:26; 1Jn 2:4; 1Jn 3:10, 1Jn 3:16, 1Jn 3:19; 1Jn 4:2). Además, así se toma en cuenta el estilo reiterativo de Juan y se refleja mejor su pensamiento. Por eso varias versiones en inglés y en español siguen esta puntuación (BJ).

Pánta puede traducirse de muchas maneras, pero hay que tener presente la visión cosmológica expresada en cada idioma: Todas las cosas, “todo lo que existe” o simplemente “todo”. El Verbo es el agente intermediario en la obra de la creación. En algunos idiomas se tiene que distinguir claramente entre el agente primero o iniciador, el cual sería Dios, y el agente segundo o intermediario, el cual sería el Verbo. La idea a comunicar es que Dios creó todo por medio de la acción del Verbo

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Jua 1:10; Col 1:16-17; Heb 1:2.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

g 6 Jua 1:10; 1Co 8:6; Col 1:16; Heb 1:2

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

fueron hechas por medio de El. El Verbo era el agente activo de Dios en la creación, siendo El mismo eterno con Dios (Col 1:16, 17; He 1:2). El Verbo no fue creado, sino que El era Creador: sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho .

Fuente: La Biblia de las Américas

por él fueron hechas. Cristo estaba actuando en la obra de la creación (cp. Col 1:16).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

por Él… → §071.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R751 Οὐδὲ ἕν es más enfático que οὐδέν: ninguna cosa.

TGr138 y sig. La mejor traducción de los vv. 3 y sigs., es: nada fue hecho sin El. En cuanto a lo que ha sido hecho, él fue su vida. Esta traducción se basa en un modismo gramatical según el cual una palabra que esté en el caso nominativo aparece al principio de una oración, pero sintácticamente está aislada del resto de ella (comp. el v. 12).

T70 Aquí parece que hay poca distinción entre el tiempo aoristo y el perfecto (comp. Col 1:16; el verbo perfecto γέγονεν denota un efecto continuo sobre el sujeto, de las cosas creadas, que equivale a existentes [sin embargo, algunas versiones colocan una pausa completa antes de ὅ] -BD342[1]. Al colocar una pausa completa antes de ὅ, y tomar a ὃ γέγονεν como equivalente a una construcción hebrea similar, el resultado es: Por cuanto en El estaba la vida -H436). [Editor. Las evidencias de los manuscritos casi están divididas por igual en cuanto a colocar un punto antes de ὅ, o colocarlo antes de ἐν. El contexto parece que apoya la colocación del punto antes de ἐν, puesto que la cláusula relativa puede traducirse en su sentido más común con referencia a la creación (comp. la traducción de Blass).]

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

por u201?l g §071.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

Se sigue puntuación del NTG.

Fuente: La Biblia Textual III Edición