Biblia

Comentario de Juan 13:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 13:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

De cierto, de cierto os digo que el que recibe al que yo envío, a mí me recibe; y el que a mí me recibe, recibe al que me envió.

13:20 De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. — 17:18; 20:21; Mat 10:40; Mar 9:37; Luc 9:48; Luc 10:16. Los apóstoles deberían recordar y siempre tener presente el hecho de que ellos no solamente serían mensajeros de Cristo, sino también de Aquel que envió a Cristo. Les convenía recordar esto durante todo su ministerio para evitar el desaliento.

Al oír esto, ¿habrá pensado Judas que al rechazar a Jesús rechazaría a Dios? Ese pensamiento debería sacudirle y llenarle de temor.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

El que recibe al que yo enviare, a mí recibe. Jua 12:44-48; Mat 10:40-42; Mat 25:40; Mar 9:37; Luc 9:48; Luc 10:16; Gál 4:14; Col 2:6; 1Ts 4:8.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

13:20 De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. — 17:18; 20:21; Mat 10:40; Mar 9:37; Luc 9:48; Luc 10:16. Los apóstoles deberían recordar y siempre tener presente el hecho de que ellos no solamente serían mensajeros de Cristo, sino también de Aquel que envió a Cristo. Les convenía recordar esto durante todo su ministerio para evitar el desaliento.
Al oír esto, ¿habrá pensado Judas que al rechazar a Jesús rechazaría a Dios? Ese pensamiento debería sacudirle y llenarle de temor.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Empieza con la conocida fórmula juanina “amén, amén”, que significa “con toda seguridad” o “es la pura verdad”. El que reciba al que yo envié, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió, “Les digo la pura verdad que el que recibe al que yo envío, me recibe a mí mismo, y el que me recibe a mí recibe al que me envió”. Se pudiera ampliar la información: “y el que me recibe personalmente a mí, también recibe a la persona que me ha enviado”. La NEB prefiere cambiar el “al que yo envío” por «alguno de mis mensajeros».

Como muchos otros versículos en Juan, éste también afirma la unidad entre Jesús y el Padre, y al mismo tiempo la unidad de Jesús con sus discípulos. “Recibir” en este contexto tiene la idea de “acoger” o “dar la bienvenida”. En algunos contextos “dar la bienvenida” se amplía con la acción de “hospedar” o “abrir su casa”.

Reflexión bíblica y pastoral

Este es sin duda uno de los pasajes más conocidos e importantes de la tradición cristiana. Permite ser interpretado desde diferentes perspectivas ya que es teológicamente muy denso y de mucha importancia en la liturgia y catequesis de la Iglesia. Con este relato Juan sustituye el relato de la cena de pascua y la institución de la eucaristía. Con él quiere mostrar que la muerte de Jesús forma parte del plan de Dios, y que no es obstáculo para aceptar su mesianidad y divinidad. También señala con claridad a sus discípulos que el camino hacia la gloria pasa por la cruz, es decir, por la entrega y el servicio total.

Antes de narrar el acto del lavatorio en sí, Juan menciona que a los suyos Jesús “los amó hasta el fin” (v. Jua 13:1), con lo que pone la escena en la perspectiva del amor. También la pone claramente como parte del plan salvífico de Dios, ya que recuerda que el Padre ha puesto en las manos de Jesús todas las cosas, con lo que también esta escena forma parte de ese plan divino.

Pedro se niega inicialmente a que Jesús le lave los pies, tarea propia de los siervos y no de los señores, pero Jesús le pone la aceptación del gesto como condición de pertenencia a él. Para Jesús es muy importante que se entienda el sentido profundo del lavatorio, por lo que pregunta a sus discípulos: “¿Entienden ustedes lo que les he hecho?” (v. Jua 13:12). Él mismo ofrece la respuesta explicando que les ha puesto un ejemplo del servicio que espera entre sus seguidores. En el proyecto de Jesús la lógica se invierte y el servicio desinteresado y por amor es criterio de grandeza. Y el entender esto es tan importante que afirma que son “bienaventurados” los que lo entienden y lo hacen.

El lavatorio de pies debe verse también en relación al evento de la cruz, donde el Señor toma lugar de siervo y ofrece su vida por la humanidad. También la cruz es un acto de servicio amoroso. Y entre los que creerán para salvación en esa donación no formarán una iglesia donde unos sean señores y otros sean siervos, sino donde todos sean hermanos y hermanas y se sirvan mutuamente inspirados en el ejemplo de Jesús.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Jua 12:44; Mat 10:40; Mat 18:5 y par.; Luc 10:16.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

z 788 Mat 22:3; Gál 4:14

a 789 Mat 10:40; Mat 25:40

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

En verdad, en verdad. Véase coment. en 1:51.

al que yo envié. Antes de su crucifixión y antes de que los discípulos se dispersaran, Jesús reitera el significado y lo sagrado del llamamiento y de la futura misión de sus seguidores. Si los vers. 14 y 16 indican la humildad de ellos, el vers. 20 señala la tarea alta y noble que ellos tienen co mo enviados del Padre y del Hijo (v. coment. en Mt 10:40).

Fuente: La Biblia de las Américas

Los enviados son los apóstoles, como en el v. Jua 13:16.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

me recibe…Mat 10:40; Mar 9:37; Luc 9:48; Luc 10:16.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

g Mat 10:40; Mar 9:37; Luc 9:48; Luc 10:16.

Fuente: La Biblia Textual III Edición