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Comentario de Juan 13:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 13:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

se levantó de la cena; se quitó el manto, y tomando una toalla, se ciñó con ella.

13:4 se levantó de la cena, — Todos los verbos en este texto están en tiempo presente (como está indicado en LBLA por el signo *). Esto podría indicar que ese evento quedó bien grabado en la memoria de Juan y que al registrarlo él vuelve a vivirlo. Ninguno de los apóstoles hizo las veces de siervo para lavar los pies de los demás caminantes porque sus corazones estaban preocupados por sus disputas llenas de ambición y envidia acerca de cuál de ellos sería el mayor en el reino de Cristo. Si alguno de ellos se hubiera humillado para lavar los pies de los demás, esto habría indicado inferioridad. ¡Imagínese la sorpresa de estos que amaban la preeminencia cuando el Maestro mismo se levanta para hacerlo!

— y se quitó (tithesin, se quitó, es el mismo verbo usado en 10:11, da; 10:15, 17, 18; 15:13, traducido poner) su manto, (ta himatia, «el ropón exterior… quedando sólo con la túnica, chiton, ATR). Es lo que hacían los que servían (Luc 22:27), y tomando una toalla, se la ciñó (compárese 1Pe 5:5, «ceñíos de humildad», VM) . — Cronológicamente este texto cabe después de Luc 22:24-30, texto que presenta la disputa de los apóstoles acerca de quién sería el mayor en el reino. Creían que muy pronto Jesús iba a establecer un reino terrenal y ellos querían ser oficiales de alto rango. Por lo tanto, Jesús lavó los pies de los apóstoles para corregir sus conceptos falsos. Véase también Mat 20:25-28.

El lavar los pies al huésped era un acto común de servicio y de hospitalidad (Gén 18:4; Gén 19:2; Gén 43:24; Jue 19:21; Luc 7:44-46), porque la gente acostumbraba viajar a pie llevando solamente sandalias. Comúnmente el lavar los pies era el trabajo de los siervos (véase 1Sa 25:41).

Jesús no inventó el acto de lavar los pies a otros; la práctica ya existía. Se practicaba diariamente como acto de cortesía y de hospitalidad en países orientales. Era, pues, un acto completamente normal y natural entre ellos (como el besar para saludar y el uso del velo en la mujer para indicar la sumisión). Pero los países occidentales no practican el lavamiento de pies como acto de hospitalidad, y si se ofreciera este servicio al huésped, éste se sentiría incómodo y avergonzado.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

y se quitó su manto. Esto es su bata o manto, ιματια, con el cinto con el cual lo sujetaba a su túnica, o manto interior; y en vez de su cinto, se ató una toalla con él, para que la pudiera tener lista para secar los pies de ellos, y para que pudiera aparecer como un siervo. En efecto, toda la acción fue servil; y nunca realizada por un superior hacia un inferior. Luc 12:37; Luc 17:7; Luc 22:27; 2Co 8:9; Flp 2:6-8.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

su manto: Jesús se quitó su prenda de vestir exterior, la cual le impedía moverse libremente.

toalla: Al ponerse un delantal, Jesús parecía un esclavo que tenía asignada la tarea de lavar los pies a los invitados. Aunque los discípulos se dieron cuenta de lo que Jesús hacía, ninguno se ofreció para hacer el trabajo. La servidumbre no estaba en sus mentes. Jesús los amaba conociendo hasta el peor de ellos, Judas. Todos los discípulos sabían lo que era necesario hacer y aunque cualquiera podía hacerlo, nadie lo hizo. Luc 22:24 nos da una pista para la razón. Estaban discutiendo sobre quién iba a ser el mayor; ese tipo de pensamiento no lleva a las acciones serviles (Flp 2:3, Flp 2:4). Nuestras acciones son el resultado de nuestros pensamientos más profundos. ¿Por qué haría esto Jesús, o sea, actuar como sirviente? Porque sabía lo que sabía y pensaba profundamente (vv. Jua 13:1, Jua 13:3). No intimidó a Jesús ser un sirviente temporal porque sabía de dónde venía, a dónde iba y cuál era su comisión. Así, Pablo nos insta: «Que esta mentalidad esté en nosotros, la que también estuvo en Cristo».

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Las condiciones polvorientas y sucias de la región hacían indispensable el lavado de los pies. Aunque es probable que los discípulos hubieran lavado gustosos los pies de Jesús, nunca se les hubiera ocurrido lavarse los pies unos a otros. Esto se debía a que en la sociedad de ese tiempo el lavamiento de los pies era un servicio prestado por los sirvientes más humildes. Entre iguales nadie acostumbraba lavarse los pies, a no ser que se tratara de una ocasión muy especial o como una expresión de amor y respeto profundos. Lucas comenta (Luc 22:24) que en ese momento los discípulos discutían acerca de quién sería el más grande de ellos, así que es obvio que ninguno de ellos estaba dispuesto a agacharse en el suelo para lavar los pies de los demás. Quedaron estupefactos al ver que Jesús se disponía a lavarles los pies. Sus acciones también sirven como un símbolo de la limpieza espiritual (vv. Jua 13:6-9) y un ejemplo supremo de humildad cristiana (vv. Jua 13:12-17). Por medio de su acción Jesús enseñó la lección del servicio abnegado que ejemplificó de manera sublime con su muerte en la cruz.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

13:4 se levantó de la cena, — Todos los verbos en este texto están en tiempo presente (como está indicado en LBLA por el signo *). Esto podría indicar que ese evento quedó bien grabado en la memoria de Juan y que al registrarlo él vuelve a vivirlo. Ninguno de los apóstoles hizo las veces de siervo para lavar los pies de los demás caminantes porque sus corazones estaban preocupados por sus disputas llenas de ambición y envidia acerca de cuál de ellos sería el mayor en el reino de Cristo. Si alguno de ellos se hubiera humillado para lavar los pies de los demás, esto habría indicado inferioridad. ¡Imagínese la sorpresa de estos que amaban la preeminencia cuando el Maestro mismo se levanta para hacerlo!
— y se quitó (tithesin, se quitó, es el mismo verbo usado en 10:11, da; 10:15, 17, 18; 15:13, traducido poner) su manto, (ta himatia, «el ropón exterior… quedando sólo con la túnica, chiton, ATR). Es lo que hacían los que servían (Luc 22:27), y tomando una toalla, se la ciñó (compárese 1Pe 5:5, «ceñíos de humildad», VM) . — Cronológicamente este texto cabe después de Luc 22:24-30, texto que presenta la disputa de los apóstoles acerca de quién sería el mayor en el reino. Creían que muy pronto Jesús iba a establecer un reino terrenal y ellos querían ser oficiales de alto rango. Por lo tanto, Jesús lavó los pies de los apóstoles para corregir sus conceptos falsos. Véase también Mat 20:25-28.
El lavar los pies al huésped era un acto común de servicio y de hospitalidad (Gén 18:4; Gén 19:2; Gén 43:24; Jue 19:21; Luc 7:44-46), porque la gente acostumbraba viajar a pie llevando solamente sandalias. Comúnmente el lavar los pies era el trabajo de los siervos (véase 1Sa 25:41).
Jesús no inventó el acto de lavar los pies a otros; la práctica ya existía. Se practicaba diariamente como acto de cortesía y de hospitalidad en países orientales. Era, pues, un acto completamente normal y natural entre ellos (como el besar para saludar y el uso del velo en la mujer para indicar la sumisión). Pero los países occidentales no practican el lavamiento de pies como acto de hospitalidad, y si se ofreciera este servicio al huésped, éste se sentiría incómodo y avergonzado.

Fuente: Notas Reeves-Partain

La actividad que se menciona en el v. Jua 13:2 se retoma aquí. El relato continúa con una expresión que si se traduce literalmente no queda clara: “se levantó de la cena”, la cual quiere expresar la idea de «se levantó de la mesa» (TLA, DHH, BI), “así que se puso de pie de donde estaba cenando”. En otros idiomas será mejor traducir “se puso de pie” o “se paró”.

“Se quitó el manto” o «capa» (DHH), “puso a un lado su ropa exterior”. El verbo para “quitar” no se usa normalmente para la ropa. Se usa en Jua 10:11, Jua 10:15 para “entregar la vida por otros”. Así que en este contexto el quitarse la ropa alude en forma dramática a la entrega de la vida por parte de Jesús. Más adelante, en el v. Jua 13:12, el ponerse la ropa Jesús está también aludiendo a “volver a tomar” la vida en la resurrección, en correspondencia con Jua 10:17, Jua 10:18.

“Toalla” aparece en el Nuevo Testamento sólo aquí y en el próximo versículo. “Y tomando una toalla se la puso alrededor de la cintura”, literalmente el texto original dice “se la ciñó”, tal como lo haría un criado o sirviente: tomando una toalla, se la ciñó, «se ató una toalla a la cintura» (TLA, DHH), «se la colocó en la cintura» (BA). Esta acción puede tener muchos matices en otras culturas. En algunos contextos “toalla” no es lo más apropiado para usar aquí, en este caso sería mejor “un paño para secar” o “se puso alrededor de la cintura una tela para secar”. La acción de lavar los pies era común y corriente en el antiguo oriente, con lo que se quería honrar a los huéspedes. Por lo general este acto antes de los banquetes lo realizaba un criado, y era considerado un oficio bastante despreciable. El texto es muy escueto y no da detalles de cómo Jesús usa dicho paño.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

REFERENCIAS CRUZADAS

h 769 Flp 2:7

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

su manto. Es decir, la túnica exterior.

toalla. Jesús se ciñó con parte de la toalla y con la otra parte secó los pies de los discípulos (cp. 1 P 5:5). Normalmente esta era una responsabilidad asignada a un sirviente; Jesús asumió el papel de un siervo.

Fuente: La Biblia de las Américas

4 (1) Aquí el manto representa las virtudes y los atributos del Señor en Su expresión. Por lo tanto, quitarse Su manto significa despojarse de lo que El es en Su expresión.

4 (2) Proviene de una palabra latina que denota una toalla de lino.

4 (3) Ceñirse significa ser atado y restringido por la humildad (cfr. 1Pe_5:5).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

T27 El plural ἱμάτια significa: ropa externa (comp. Jua 19:23 y Hch 18:6).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego