Biblia

Comentario de Juan 15:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 15:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, como yo os he amado.

15:12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. — 13:34, 35. No ha dejado el tema de la vid, porque la perfecta armonía es el estado natural de los sarmientos. ¿Cómo nos ha amado Cristo? ¿Qué límite puso sobre su amor hacia nosotros? Entonces, que ese pensamiento sea nuestra guía cuando pensamos en poner límites sobre nuestro amor los unos por los otros. Este mandamiento tan razonable es un ejemplo de sus enseñanzas.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Jua 13:34; Rom 12:10; Efe 5:2; 1Ts 3:12; 1Ts 4:9; 2Ts 1:3; 1Pe 1:22; 1Pe 3:8; 1Pe 4:8; 1Jn 2:7-10; 1Jn 3:11-18, 1Jn 3:23; 1Jn 4:21.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

os améis unos a otros: Para permanecer, un creyente debe obedecer (v. Jua 15:10). Para obedecer, el creyente debe amar a los otros que creen (Jua 13:34, Jua 13:35).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Cp. Jua 13:34-35. Vea las notas sobre 1Jn 2:7-11.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

15:12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. — 13:34, 35. No ha dejado el tema de la vid, porque la perfecta armonía es el estado natural de los sarmientos. ¿Cómo nos ha amado Cristo? ¿Qué límite puso sobre su amor hacia nosotros? Entonces, que ese pensamiento sea nuestra guía cuando pensamos en poner límites sobre nuestro amor los unos por los otros. Este mandamiento tan razonable es un ejemplo de sus enseñanzas.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Ahora se da el contenido del “mandamiento”: Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. La estructura de este versículo es la misma del v. Jua 15:8. Este “que” presenta el contenido del mandamiento, el cual se puede expresar así: “Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros” o «Mi mandamiento es éste: que se amen unos a otros» (DHH). Es factible también expresar primero el mandamiento y luego la oración que lo introduce, como: “Ámense unos a otros así como yo amo a todos: esto es lo que les ordeno”, o también: “Les ordeno lo siguiente: que se amen entre sí unos a otros, de la misma manera que yo les he amado a todos”.

“Ámense” señala una acción continua y recíproca: “sigan amándose mutuamente”. “Como les amé”, tal como literalmente dice el texto original, crea un problema de traducción del tiempo verbal. El tiempo del verbo se puede entender desde la perspectiva del evangelista, que se refiere específicamente al acto de amor de Jesús en la cruz. La mayoría de las versiones lo toman como un verbo en perfecto, es decir una acción pasada cuyo efecto alcanza al tiempo del escritor y sus lectores (“como yo los he amado”). Otras versiones lo toman sin énfasis temporal, como hacen las BL y TEV: «como yo los amo».

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Jua 13:34.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

p 871 Mar 12:31; Jua 13:34; 1Ts 4:9; 1Pe 4:8

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Este es mi mandamiento. El amor resume perfectamente los mandamientos del vers. 10, y recuerda que amor a Dios y amor al prójimo son los dos mandamientos que son el fundamento de todos los demás (v. coment. en Mt 22:37– 39).

Fuente: La Biblia de las Américas

Llaman nuestra atención en este pasaje tres puntos de grande importancia. Las palabras que nuestro Señor empleó acerca de cada uno de ellos son sobremanera instructivas.
Debemos observar primeramente lo que nuestro Señor dice acerca del amor fraternal. Aunque ya había tocado ese punto en la primera parte de su discurso, vuelve ahora á ocuparse de él. Quiero así darnos á entender que no podemos exagerar el valor de de su virtud ni hacer esfuerzos demasiado grandes por practicarla.
Mándanos amarnos los unos á los otros. «Este,» dijo, «es mi mandamiento.» Es un deber de conciencia el poner en práctica esa virtud. De la misma manera que no nos es dado desentendernos de los preceptos del Monte Sinaí, no nos es dado desentendernos de ella.
El amor que él recomienda es el más puro y elevado: «Amaos los unos á los otros como yo os amé.» No debemos menospreciar ni al más débil ni al más ignorante discípulo. Es de nuestro deber amarlos á todos con ese amor verdadero que va siempre acompañado de actos de bondad, de abnegación y de sacrificio. El que no puede ó no procura amar así, desobedece los preceptos de su Maestro.
Las palabras que quedan citadas deben impulsarnos á hacer un escrupuloso examen de conciencia. De nada nos servirá tener opiniones acertadas acerca de las doctrinas cardinales y poseer habilidad para tomar parte en las controversias que se susciten, si no hemos sido animados del amor cristiano. Sin ejercer la caridad podremos acaso jactarnos de ser miembros de la iglesia; mas, como dice el apóstol, seremos tan solo «como metal que resuena, Ó platillos que retiñen.» 1Co 13:1. El cristiano que no es amoroso no se encuentra en estado de penetrar en la celeste morada.
Observemos, en segundo lugar, lo que dice nuestro Señor respecto de la relación que existe entre él y los creyentes. Estas son sus palabras: «Ya no os llamaré siervos,…. mas os he llamado amigos.» Este es, á la verdad, un privilegio glorioso. Conocer á Jesucristo, seguirle, amarlo, obedecerle, trabajar en su viña, combatir en sus filas–todo esto es de no poca consideración. Pero que á unos pecadores como nosotros se nos llame amigos suyos, es algo que nuestro débil entendimiento no alcanza á comprender. El Rey de reyes y el Señor de señores no solo se compadece de los le oreen en él, y los salva, sino que los llama «amigos.» No es, pues, extraño que San Pablo dijera que «el amor de Jesucristo sobrepuja á todo entendimiento..
Que esta expresión aliente á los cristianos á dirigirse frecuentemente al Redentor por medio de la oración. ¿Por qué hemos de temer el abrir nuestros corazones y revelar nuestros secretos al hablar con ese Ser misericordioso que nos llama amigos? «El hombre de amigos,» dice Salomón, «se mantiene en amistad.» Pro 18:24 Nuestro gran Maestro no abandonará á sus amigos. Desdichados é infelices como somos, no nos desechará, más nos acogerá bajo su protección y nos protegerá hasta el fin. David jamás olvidó á Jonatan, y el Hijo de David jamás olvidará á su pueblo.

Fuente: Los Evangelios Explicados

mandamiento…Jua 13:34; Jua 15:17; 1Jn 3:23; 2Jn 1:5.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R992 Ἵνα ἀγαπᾶτε está en aposición con ἐντολή (comp. B213): Este es mi mandamiento, que ustedes se amen.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

g Jua 13:34; Jua 15:17; 1Jn 3:23; 2Jn 1:5.

Fuente: La Biblia Textual III Edición