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Comentario de Juan 17:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 17:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Cuando yo estaba con ellos, yo los guardaba en tu nombre que me has dado. Y los cuidé, y ninguno de ellos se perdió excepto el hijo de perdición, para que se cumpliese la Escritura.

17:12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba (eteroun, vigilar sobre, proteger, preservar de daño) en tu nombre (en la esfera de la comunión con Dios, dirigiéndoles conforme a la voluntad de Dios revelada en las palabras de Dios. Jesús, el Buen Pastor, los guardaba por medio del ejemplo de su perfecta vida personal, su enseñanza, vers. 8, 14, sus exhortaciones, advertencias y reprensiones y sus maravillosas obras) ; a los que me diste (17:6, notas), yo los guardé (ephulaxa, Jesús era su guarda o centinela, Hch 5:23) , y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, — El término hijo tiene varios usos en el Nuevo Testamento. En este texto se refiere a la consecuencia (el fin o destino) de cierta clase de vida; es decir, a los que llevan una vida perdida les espera la perdición. Los «hijos de desobediencia» (Efe 2:2, es decir, esa clase de gente) son también «hijos de ira» (Efe 2:3) o «hijos de perdición». Véase 2Ts 2:3.

Cuando Jesús escogió a Judas para el apostolado él no era «el hijo de perdición». «Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera… Los nombres de los doce apóstoles son estos:… y Judas Iscariote, el que también le entregó» (Mat 10:1-4). Judas podía echar fuera demonios, pero si él ya era un diablo (6:70), entonces Satanás echaba fuera a Satanás (Mat 12:26). Junto con los otros once apóstoles Judas fue dado por el Padre al Hijo, Cristo lo había guardado y enseñado pero, a pesar de toda la ayuda que Cristo dio a sus apóstoles (enseñanza, ejemplo, poder milagroso), él cayó.

Los calvinistas están muy equivocados con respecto a Judas, porque no es cierto que él era un diablo desde el principio, sino que después cayó y llegó a ser un diablo. (Compárense 12:6, «era un ladrón» y 13:27, «Satanás entró en él»).

— para que la Escritura se cumpliese. — 13:18. «Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar» (Sal 41:9; este texto probablemente se refiera al caso de Ahitofel, íntimo amigo de David que llegó a ser consejero de Absalón, 2Sa 17:15. Este caso

— u otro semejante — era tipo de la traición de Judas).

Esto no quiere decir que su condenación era predestinada, sino simplemente que cuando él cayó, cumplió esta Escritura. El «anticipado conocimiento» de Dios (Hch 2:23) no afecta el libre albedrío del hombre. De su propia voluntad Judas entregó al Señor. Voluntariamente «cayó por transgresión, para irse a su propio lugar» (Hch 1:25).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

yo los guardaba en tu nombre. Jua 6:37, Jua 6:39, Jua 6:40; Jua 10:27, Jua 10:28; Heb 2:13.

y ninguno de ellos se perdió. Jua 13:18; Jua 18:9; Luc 4:26, Luc 4:27; 1Jn 2:19.

sino el hijo de perdición. Jua 6:70, Jua 6:71; Jua 13:18; 2Ts 2:3.

para que la Escritura se cumpliese. Sal 109:6-19; Hch 1:16-20, Hch 1:25.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

ninguno de ellos se perdió: Jesús protegió a los discípulos durante su ministerio terrestre (Jua 18:9). Se distingue del resto de los apóstoles a Judas, el hijo de perdición, que nunca fue en realidad uno de los entregados a Cristo (Jua 18:8, Jua 18:9). En realidad nunca fue un creyente (Jua 6:64-71); no había sido limpiado (Jua 13:11).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

yo los guardaba en tu nombre. Jesús los protegió y los mantuvo a salvo del mundo tal como dijo en v. Jua 6:37-40; Jua 6:44. Una ilustración de esto puede verse en Jua 18:1-11. Los creyentes están asegurados por la eternidad gracias a que son mantenidos y guardados por Cristo y por Dios. Vea las notas sobre Jua 10:28-29. el hijo de perdición. Alusión a Judas y a su destino de condenación eterna (Mat 7:13; Hch 8:20; Rom 9:22; Flp 1:28; Flp 3:19; 1Ti 6:9; Heb 10:39; 2Pe 2:1; 2Pe 3:7; Apo 17:8; Apo 17:11). La deserción y traición de Judas no fue una falla por parte de Jesús pero sí había sido anticipada y ordenada de antemano en las Escrituras (Sal 41:9; Sal 109:8; cp. Jua 13:18).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

17:12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba (eteroun, vigilar sobre, proteger, preservar de daño) en tu nombre (en la esfera de la comunión con Dios, dirigiéndoles conforme a la voluntad de Dios revelada en las palabras de Dios. Jesús, el Buen Pastor, los guardaba por medio del ejemplo de su perfecta vida personal, su enseñanza, vers. 8, 14, sus exhortaciones, advertencias y reprensiones y sus maravillosas obras) ; a los que me diste (17:6, notas), yo los guardé (ephulaxa, Jesús era su guarda o centinela, Hch 5:23) , y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, — El término hijo tiene varios usos en el Nuevo Testamento. En este texto se refiere a la consecuencia (el fin o destino) de cierta clase de vida; es decir, a los que llevan una vida perdida les espera la perdición. Los «hijos de desobediencia» (Efe 2:2, es decir, esa clase de gente) son también «hijos de ira» (Efe 2:3) o «hijos de perdición». Véase 2Ts 2:3.
Cuando Jesús escogió a Judas para el apostolado él no era «el hijo de perdición». «Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera… Los nombres de los doce apóstoles son estos:… y Judas Iscariote, el que también le entregó» (Mat 10:1-4). Judas podía echar fuera demonios, pero si él ya era un diablo (6:70), entonces Satanás echaba fuera a Satanás (Mat 12:26). Junto con los otros once apóstoles Judas fue dado por el Padre al Hijo, Cristo lo había guardado y enseñado pero, a pesar de toda la ayuda que Cristo dio a sus apóstoles (enseñanza, ejemplo, poder milagroso), él cayó.
Los calvinistas están muy equivocados con respecto a Judas, porque no es cierto que él era un diablo desde el principio, sino que después cayó y llegó a ser un diablo. (Compárense 12:6, «era un ladrón» y 13:27, «Satanás entró en él»).
— para que la Escritura se cumpliese. — 13:18. «Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar» (Sal 41:9; este texto probablemente se refiera al caso de Ahitofel, íntimo amigo de David que llegó a ser consejero de Absalón, 2Sa 17:15. Este caso — u otro semejante — era tipo de la traición de Judas).
Esto no quiere decir que su condenación era predestinada, sino simplemente que cuando él cayó, cumplió esta Escritura. El «anticipado conocimiento» de Dios (Hch 2:23) no afecta el libre albedrío del hombre. De su propia voluntad Judas entregó al Señor. Voluntariamente «cayó por transgresión, para irse a su propio lugar» (Hch 1:25).

Fuente: Notas Reeves-Partain

Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre, “Cuando estaba con ellos yo los cuidaba y los protegía con el poder de tu presencia que me has dado” o «Mientras yo estaba con ellos, los cuidé con el poder que me diste» (TLA). Aquí se observan problemas textuales similares a los del v. Jua 17:11, con la excepción del modo del verbo “guardar”, que pasa del imperativo al indicativo.

En y ninguno de ellos se perdió el verbo tiene el mismo sentido de “morir”, como en Jua 3:16, Jua 10:28 y Jua 12:25. El tiempo del verbo está en aoristo, pero para mayor claridad es mejor traducirlo en perfecto, ya que Judas sigue todavía teniendo relación con Jesús y los demás discípulos, hasta el cap. Jua 18:1-40.

Sino el hijo de perdición, “sino el hombre que nació para condenarse” o «aquel que fue destinado para perderse» (NAB). Literalmente “perdición” indica en el Nuevo Testamento el destino final de los que mueren sin Dios. En algunas culturas habría que buscar una equivalencia que no dé la idea que Jesús determina que Judas se condene, como si los demás discípulos fueran sus favoritos. Se podría traducir con algo así como: “solamente aquel que fue capaz de perderse” o “sino el hombre que no quiso seguir unido a nosotros y por eso se ha de perder”. En una afirmación de tono más neutral: «El único que nunca creyó en mí fue Judas» (TLA).

Para que la Escritura se cumpliera, “Para que así la Escritura se haga realidad”. Es posible ampliar la información, buscando mayor claridad, como: “Todo esto tiene que pasar para que quede demostrado que la Escritura está en lo cierto”, «Así se cumplió lo que dice la Biblia» (TLA). Juan no menciona el pasaje de la Escritura, pero quizás sea una referencia directa al Sal 41:9-10 al que se refiere en Jua 13:18.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Jua 13:18; Sal 41:9; Hch 1:16; (ver 2Ts 2:3).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— del que tenía que perderse: Lit. del hijo de la perdición.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

u 957 Jua 6:39; Jua 10:28; 1Jn 5:18

v 958 Jua 18:9

w 959 Mar 14:21; Heb 10:27

x 960 Sal 41:9; Sal 109:8; Hch 1:20

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

los guardaba. Jesús protegió constantemente a sus discípulos.

el hijo de perdición. Es una referencia a Judas Iscariote (cp. 6:70).

Fuente: La Biblia de las Américas

12 super (1) Ambas palabras vienen de la misma raíz griega.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

el hijo de perdición. Judas. Cp. Sal 41:9.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

el cual…Véase comentario v. Jua 17:11; cumpliera la Escritura…Sal 41:9.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

T208 Ἀπωλείας se usa como un genitivo adjetival con ὁ υἱός (para presentar una característica de una persona; comp. Hch 3:25).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Algunos mss. dicen: a los que

Fuente: La Biblia de las Américas

Véase comentario anterior.

17.12 g Sal 41:9.

Fuente: La Biblia Textual III Edición