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Comentario de Juan 17:16 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 17:16 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

17:16 No son del mundo, — La palabra mundo significa: (1) el universo, 1:10; 17:5; (2) la tierra habitada, Mat 24:14; (3) la humanidad, 1:29; 3:16; (4) el mundo pecador que persigue a Cristo y sus discípulos, 15:19, y (5) el mundo de los deseos malos; en su primera carta (1Jn 2:15-17) Juan explica el significado de la palabra mundo al decirnos «lo que hay en el mundo, los deseos de la carne (que se muestran en las obras de la carne, Gál 5:19-21), los deseos de los ojos (los deseos carnales que emplean la vista para satisfacerse, Gén 3:6; Jos 7:21; 2Sa 11:2; Job 31:1; Mat 5:28-29; el instrumento principal para satisfacer los deseos carnales de los ojos es la televisión), la vanagloria de la vida» (la arrogancia, la jactancia, Stg 4:13-16; así es el humanismo, que enseña que no se necesita la dirección divina). El cristiano se separa del mundo (Rom 12:2; Efe 2:2; Stg 1:27; Stg 4:4).

Debemos esforzarnos para que el Señor diga lo mismo de nosotros («No son del mundo»). Los que no son del mundo no están bajo el dominio de Satanás; no pertenecen al príncipe del mundo maligno y hostil. No son de él porque son de Dios. En su actitud, su conducta, su habla y en toda actividad y relación de la vida son diferentes, pues son extranjeros y peregrinos en este mundo (1Pe 1:17; 1Pe 2:11). Su «ciudadanía está en los cielos» (Flp 3:20).

Los discípulos de Cristo no tendrán poder para convertir al mundo si imitan al mundo. Si el mundo no puede ver una diferencia clara entre los que profesan ser cristianos y los del mundo, éstos no tendrán ningún deseo de cambiar.

Otro aspecto del mundo es la mundanalidad «respetable». Los que practican esto no van al baile y no toman licor, pero no buscan primeramente el reino de Dios, sino que lo primero en su vida es el trabajo (o el negocio) o el placer (el juego de pelota, la pesca, etc.) que en sí no son malos. Compárese Luc 8:14, «La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto». Las bendiciones materiales son de Dios, pero pueden llegar a ser ídolos (Col 3:5; 1Ti 6:9-10). En la parábola de la gran cena (Luc 14:15-20), los que no fueron a la cena no eran borrachos, sino que fueron detenidos por la hacienda, por cinco yuntas de bueyes, y por el matrimonio. Estos también son del mundo.

— como tampoco yo soy del mundo. — 15:19; 17:14. Jesús se asociaba con los pecadores para salvarlos, pero nadie podía probar que había pecado alguno en El (8:46).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Santifícalos significa «poner aparte». Hay dos formas de entender esta declaración:

(1) como separados para santidad, o

(2) como apartados para servicio. De acuerdo al primer punto de vista, Jesús no sólo estaba orando para que los discípulos se apartaran del mal, sino para que avanzaran en santidad. Sin embargo, en el versículo Jua 17:18, parece que santificación se refiere a la misión de los discípulos, indicando que santificar también puede significar que Jesús estaba apartando a sus discípulos para esto.

tu palabra es verdad es una fuerte declaración de la confianza de Jesús en la veracidad de las Escrituras. La opinión de las personas puede variar, y las experiencias son notablemente indignas de confianza, pero la Palabra de Dios siempre se mantiene veraz.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

17:16 No son del mundo, — La palabra mundo significa: (1) el universo, 1:10; 17:5; (2) la tierra habitada, Mat 24:14; (3) la humanidad, 1:29; 3:16; (4) el mundo pecador que persigue a Cristo y sus discípulos, 15:19, y (5) el mundo de los deseos malos; en su primera carta (1Jn 2:15-17) Juan explica el significado de la palabra mundo al decirnos «lo que hay en el mundo, los deseos de la carne (que se muestran en las obras de la carne, Gál 5:19-21), los deseos de los ojos (los deseos carnales que emplean la vista para satisfacerse, Gén 3:6; Jos 7:21; 2Sa 11:2; Job 31:1; Mat 5:28-29; el instrumento principal para satisfacer los deseos carnales de los ojos es la televisión), la vanagloria de la vida» (la arrogancia, la jactancia, Stg 4:13-16; así es el humanismo, que enseña que no se necesita la dirección divina). El cristiano se separa del mundo (Rom 12:2; Efe 2:2; Stg 1:27; Stg 4:4).
Debemos esforzarnos para que el Señor diga lo mismo de nosotros («No son del mundo»). Los que no son del mundo no están bajo el dominio de Satanás; no pertenecen al príncipe del mundo maligno y hostil. No son de él porque son de Dios. En su actitud, su conducta, su habla y en toda actividad y relación de la vida son diferentes, pues son extranjeros y peregrinos en este mundo (1Pe 1:17; 1Pe 2:11). Su «ciudadanía está en los cielos» (Flp 3:20).
Los discípulos de Cristo no tendrán poder para convertir al mundo si imitan al mundo. Si el mundo no puede ver una diferencia clara entre los que profesan ser cristianos y los del mundo, éstos no tendrán ningún deseo de cambiar.
Otro aspecto del mundo es la mundanalidad «respetable». Los que practican esto no van al baile y no toman licor, pero no buscan primeramente el reino de Dios, sino que lo primero en su vida es el trabajo (o el negocio) o el placer (el juego de pelota, la pesca, etc.) que en sí no son malos. Compárese Luc 8:14, «La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto». Las bendiciones materiales son de Dios, pero pueden llegar a ser ídolos (Col 3:5; 1Ti 6:9-10). En la parábola de la gran cena (Luc 14:15-20), los que no fueron a la cena no eran borrachos, sino que fueron detenidos por la hacienda, por cinco yuntas de bueyes, y por el matrimonio. Estos también son del mundo.
— como tampoco yo soy del mundo. — 15:19; 17:14. Jesús se asociaba con los pecadores para salvarlos, pero nadie podía probar que había pecado alguno en El (8:46).

Fuente: Notas Reeves-Partain

Repite el v. Jua 17:14 : No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo, que puede entenderse como una forma de acentuar la conclusión principal del mensaje, reforzándolo por medio de esta repetición, recurso nada raro en la literatura de aquel entonces.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

REFERENCIAS CRUZADAS

c 965 Col 1:13

d 966 Jua 18:36

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo