Comentario de Juan 17:26 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo daré a conocer todavía, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos.”
17:26 Y les he dado a conocer tu nombre (el carácter y voluntad de Dios; compárese Éxo 34:5-7; Jesús — en su vida y en su enseñanza — dio a conocer los atributos, voluntad y mandamientos de Dios; reveló su amor y plan de salvación, 3:16; 12:32; 3:3-5) , y lo daré a conocer aún, (por medio del Espíritu Santo, 14:26; 15:26; 16:7-14; esta promesa se refiere al entero Nuevo Testamento) para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos. — Rom 5:5. El amor del cual Jesús habla abarca todas las bendiciones que Dios derrama sobre sus hijos por medio de Cristo (Efe 1:3).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
yo les he manifestado tu nombre, y lo daré a conocer. Jua 17:6; Jua 8:50; Jua 15:15; Sal 22:22; Heb 2:12.
para que el amor con que me has amado, esté en ellos. Jua 14:23; Jua 15:9; Efe 1:6, Efe 1:22, Efe 1:23; Efe 2:4, Efe 2:5; Efe 5:30, Efe 5:32; 2Ts 2:16.
y yo en ellos. Jua 17:23; Jua 6:56; Jua 14:20; Jua 15:4; Rom 8:10; 1Co 1:30; 1Co 12:12; Gál 2:20; Efe 3:17; Col 1:27; Col 2:10; Col 3:11; 1Jn 3:24; 1Jn 4:13, 1Jn 4:14.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
17:26 Y les he dado a conocer tu nombre (el carácter y voluntad de Dios; compárese Éxo 34:5-7; Jesús — en su vida y en su enseñanza — dio a conocer los atributos, voluntad y mandamientos de Dios; reveló su amor y plan de salvación, 3:16; 12:32; 3:3-5) , y lo daré a conocer aún, (por medio del Espíritu Santo, 14:26; 15:26; 16:7-14; esta promesa se refiere al entero Nuevo Testamento) para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos. — Rom 5:5. El amor del cual Jesús habla abarca todas las bendiciones que Dios derrama sobre sus hijos por medio de Cristo (Efe 1:3).
Fuente: Notas Reeves-Partain
El texto original sigue con la conjunción “y”, por lo que es correcto traducir este versículo uniéndolo con el anterior por medio de esta partícula, aunque la mayoría de las versiones modernas hacen caso omiso de ella y traducen este versículo en forma independiente del v. Jua 17:25 : Les he dado a conocer tu nombre, «Les he dado a conocer quién eres» (DHH), «Les he dicho quién eres» (TLA), «Les di a conocer tu Nombre» (LPD), “También yo les he dado a conocer quién es tu persona”.
“Y lo haré conocer aún” literalmente tiene la idea de seguir haciendo lo mismo: “y lo seguiré haciendo”, «y no dejaré de hacerlo» (TLA), «y continuaré dándote a conocer» (BA) o “continuaré dando a conocer tu persona, para que el amor con que me has amado sea el amor que ellos tienen entre sí y yo mismo esté unido a ellos”. Se entiende que el amor del Padre a Jesús es el mismo que el Padre tiene a los discípulos y es el mismo que existe entre los discípulos. La continuación dice literalmente “para que el amor con que me has amado en ellos esté y yo en ellos”, lo que también se pudiera expresar como: “para que ellos amen a otros en la misma forma con que tú me has amado, y así yo pueda vivir unido a ellos”, «para que se mantengan unidos a mí, y amen a los demás como tú y yo nos amamos» (TLA), «para que el amor con que me has amado esté en ellos y yo en ellos» (BI). La BL sigue esta idea: «el amor con que me amaste permanecerá en ellos».
Reflexión bíblica y pastoral
Esta famosa oración se denomina con frecuencia en los estudios sobre Juan como la “oración sacerdotal” porque en ella Jesús aparece como mediador entre sus discípulos y Dios. En esta oración aparecen muchos de los temas centrales de la teología de Juan, como gloria-glorificar, conocer, mundo, nombre, envío, amor-amar, unidad, entre otros. Se advierte que el evangelista implica siempre al mundo, a los discípulos, al Padre y a sí mismo en cuanto a las relaciones que se establecen entre ellos. Parece ser que el tema central de esta oración es la unidad de todos los creyentes, teniendo como modelo la unidad perfecta que existe entre el Padre y el Hijo. Jesús pide en primer lugar por sí mismo (vv. Jua 17:1-5), luego por sus discípulos (vv. Jua 17:6-19) y finalmente por todos los que habrán de creer en él (vv. Jua 17:20-26).
Es muy significativo que esta oración está colocada precisamente inmediatamente antes de los acontecimientos finales de la vida terrenal de Jesús. Él necesitaba toda la fuerza espiritual posible para enfrentar los cruentos acontecimientos que le esperan dentro de poco tiempo, y la mejor manera de hacerlo es orando a Dios. Conciente de que su hora ha llegado, pide la glorificación del Hijo, que en este pasaje se relaciona directamente con su poder de dar vida eterna a los suyos. Así, se entiende que la gloria del Hijo no consiste en volver a su estado antes de la encarnación en regiones celestiales, sino en compartir la vida eterna con los creyentes. Y aún más significativo, aquí no relaciona la vida eterna como una vida sin fin solamente, sino principalmente con el conocimiento del Padre y del Hijo: “que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (v. Jua 17:3).
La oración continúa centrándose en la petición por los discípulos, para quienes Jesús pide que sean guardados del mundo y para que puedan guardar la unidad entre ellos. Para el tiempo de la redacción final de esta oración, la unidad de la comunidad cristiana era una condición imprescindible para que pudieran soportar los embates del entorno, caracterizado por la separación del judaísmo rabínico y por brotes de violencia también de parte de las autoridades romanas. Por ello también la oración pide que los discípulos no sean sacados del mundo, porque ese no era el propósito de Dios, sino que en medio del mundo pudieran ellos ser portadores del testimonio respecto del Dios verdadero y de su Hijo Jesucristo. La oración pide principalmente que los discípulos sean protegidos del mundo y santificados en la verdad del mensaje. Jesús espera de ellos una santidad dentro de la conflictividad del mundo, no una santidad de conventículo que se aparta para poder realizarse.
La parte final de la oración incluye en la súplica a los que aún no son creyentes pero que llegarán a serlo. Esta es expresión del amor envolvente de Jesús, que no sólo tiene preocupación por los que ya creen en él, sino en realidad por todo el mundo. Este tipo de amor y preocupación deben ser siempre modelos a las iglesias, para que nuestra preocupación y nuestro amor abarquen siempre a todo el mundo y no sólo a lo propio. Y así como esta oración es un llamado de Jesús a la unidad, así también las iglesias nos convirtamos en promotoras de unidad hacia dentro y hacia fuera, teniendo como fuerza de cohesión el amor. Además, esta unidad por la que Jesús ora es la posibilidad para que el amor del Padre pueda estar en ella y ella lo pueda compartir con el mundo.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
REFERENCIAS CRUZADAS
v 985 Deu 32:3; Mat 6:9; Jua 17:6
w 986 Jua 15:9; Rom 8:39; Efe 3:17
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Yo les he dado a conocer tu nombre. Véase coment. en el vers. 6.
lo daré a conocer. Cristo revelará al Padre por medio del Espíritu que vendrá (15:26).
Fuente: La Biblia de las Américas
26 super (1) Este amor es el amor del Padre. En este amor el Padre dio Su vida y gloria al Hijo y a Sus creyentes para que el Hijo y Sus creyentes le puedan expresar. El Hijo oró para que este amor estuviera en Sus creyentes y para que ellos siempre fuesen conscientes de este amor.