Comentario de Juan 18:11 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces Jesús dijo a Pedro: —Mete tu espada en la vaina. ¿No he de beber la copa que el Padre me ha dado?

18:11 Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; — El acto impulsivo de Pedro sometió al grupo a gran peligro, porque a no ser por la intervención de Jesús, seguramente los soldados los habrían destruido, pero Jesús sanó a Malco (Luc 22:51), y prohibió que sus discípulos resistieran más a los oficiales. De esta manera pasó la crisis.

— la copa que el Padre me ha dado (Mat 26:39; Mar 14:36; Luc 22:42), ¿no la he de beber? — Jesús no había «caído» en esta situación, sino que deliberadamente se adentró en ella. Estuvo allí porque sería «obediente hasta la muerte, y muerte de cruz» (Flp 2:8). Esta fue la copa que el Padre le había dado que beber. Por eso, estaba entregándose a los judíos y romanos para morir por nosotros (10:16, 17). Había dicho a los apóstoles «que le era necesario ir a Jerusalén y padecer… y ser muerto» (Mat 16:21), pero Pedro no entendió en esa ocasión (Mat 16:22) y todavía no entendió y, por esa causa, pensaba pelear y aun morir para evitar que prendieran a Cristo. Cristo no quería esa clase de «ayuda», porque en esos momentos El comenzaba a beber la copa que el Padre le había dado.

Aparte de este propósito principal de Cristo, El explica otro detalle a Pilato: «Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí» (18:36); Pilato no podía negar lo que Jesús decía, porque no había resistido cuando los oficiales le prendieron. El evangelio del reino no había de ser defendido de esa manera. La única espada que sirve para este propósito es la espada que sale de la boca de Cristo (Apo 2:16; Efe 6:17; 2Co 10:3-5).

Cuando Jesús dijo a Pedro, «Vuelve tu espada a su lugar», El explicó que «todos los que tomen espada, a espada perecerán» (Mat 26:52). La prueba más clara de esta verdad se ve en la violencia que prevalece en la actualidad en todas partes del mundo. Las pandillas que día tras día siguen matándose unos a otros bien ilustran lo que Jesús dijo. Al decir esto Jesús no contradice lo que Pablo dice en Rom 13:1-4, pero es cierto que aun los oficiales que llevan la espada para tomar la venganza de Dios frecuentemente son heridos y aun asesinados. Lo que Jesús dijo era mensaje importante para los judíos también, porque tomaron la espada de los romanos para prender y crucificar a Jesús, pero poco después ellos mismos fueron destruidos por la espada de los romanos.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Mete tu espada en la vaina. Jua 18:36; 2Co 6:7; 2Co 10:4; Efe 6:11-17.

la copa. Sal 75:8; Eze 23:31; Mat 20:22; Mat 26:39, Mat 26:42; Mar 10:38, Mar 10:39; Mar 14:35, Mar 14:36; Luc 22:42; Heb 12:2.

que el Padre me ha dado. Jua 11:41, Jua 11:42; Jua 12:27, Jua 12:28; Jua 15:10; Jua 17:24; Jua 20:17; Luc 12:30; Rom 8:15-18; Heb 12:5-10.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

LA COPA. Véase Mat 26:39, nota sobre la copa de tristeza de Cristo.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

la copa … beber. La valentía impulsiva de Pedro en el v. Jua 18:10 no solo estaba mal encaminada, sino que demostraba su incapacidad para comprender la finalidad de la muerte que Jesús vino a padecer. En el AT la «copa» está relacionada con el sufrimiento y en especial con el juicio, es decir, la copa de la ira de Dios (Sal 75:8; Isa 51:17; Isa 51:22; Jer 25:15; Eze 23:31-34; vea las notas sobre Mat 26:39; Mar 14:36; Luc 22:42; cp. Apo 14:10; Apo 16:19).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

18:11 Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; — El acto impulsivo de Pedro sometió al grupo a gran peligro, porque a no ser por la intervención de Jesús, seguramente los soldados los habrían destruido, pero Jesús sanó a Malco (Luc 22:51), y prohibió que sus discípulos resistieran más a los oficiales. De esta manera pasó la crisis.
— la copa que el Padre me ha dado (Mat 26:39; Mar 14:36; Luc 22:42), ¿no la he de beber? — Jesús no había «caído» en esta situación, sino que deliberadamente se adentró en ella. Estuvo allí porque sería «obediente hasta la muerte, y muerte de cruz» (Flp 2:8). Esta fue la copa que el Padre le había dado que beber. Por eso, estaba entregándose a los judíos y romanos para morir por nosotros (10:16, 17). Había dicho a los apóstoles «que le era necesario ir a Jerusalén y padecer… y ser muerto» (Mat 16:21), pero Pedro no entendió en esa ocasión (Mat 16:22) y todavía no entendió y, por esa causa, pensaba pelear y aun morir para evitar que prendieran a Cristo. Cristo no quería esa clase de «ayuda», porque en esos momentos El comenzaba a beber la copa que el Padre le había dado.
Aparte de este propósito principal de Cristo, El explica otro detalle a Pilato: «Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí» (18:36); Pilato no podía negar lo que Jesús decía, porque no había resistido cuando los oficiales le prendieron. El evangelio del reino no había de ser defendido de esa manera. La única espada que sirve para este propósito es la espada que sale de la boca de Cristo (Apo 2:16; Efe 6:17; 2Co 10:3-5).
Cuando Jesús dijo a Pedro, «Vuelve tu espada a su lugar», El explicó que «todos los que tomen espada, a espada perecerán» (Mat 26:52). La prueba más clara de esta verdad se ve en la violencia que prevalece en la actualidad en todas partes del mundo. Las pandillas que día tras día siguen matándose unos a otros bien ilustran lo que Jesús dijo. Al decir esto Jesús no contradice lo que Pablo dice en Rom 13:1-4, pero es cierto que aun los oficiales que llevan la espada para tomar la venganza de Dios frecuentemente son heridos y aun asesinados. Lo que Jesús dijo era mensaje importante para los judíos también, porque tomaron la espada de los romanos para prender y crucificar a Jesús, pero poco después ellos mismos fueron destruidos por la espada de los romanos.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Contiene una orden y una pregunta: «De inmediato Jesús le dijo a Pedro: Guarda tu espada. Si mi Padre me ha ordenado que sufra, ¿crees que no estoy dispuesto a sufrir?» (TLA), “¡Mete esa espada en su vaina! le dijo Jesús a Pedro. ¿Acaso no he de beber la copa que mi Padre me ha dado?”. Sencillamente es suficiente traducir “guarda esa espada”, y así se evita el problema de traducir el forro de cuero o metal donde se guarda el arma, ya sea conocido como “cubierta”, “funda” o “vaina”. Otro aspecto en la traducción es el sentido de “copa”. En algunas culturas no se conoce este utensilio, y en ese caso se usa mejor “taza” o “vaso”. Además, como figura literaria, apunta al sufrimiento en la muerte de Jesús. Se puede, en este caso, hacer explícita dicha información traduciendo así: “¿Acaso no he de beber el vaso de los sufrimientos que mi Padre me ha dado?”. En algunas culturas será difícil asociar “beber” con “sufrir”. En dicho caso mejor traducir “los sufrimientos que mi Padre me ha ofrecido, ¿no los tengo que padecer?”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Mat 20:22-23; Mar 10:38; Mar 14:39-42 y par.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

k 997 Mat 26:52; Luc 22:51; Jua 18:36

l 998 Mat 20:22; Mat 26:42

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

la copa. Véase coment. en Mt 20:22.

Fuente: La Biblia de las Américas

11 super (1) Esta palabra también muestra que el Señor estaba dispuesto a pasar por el proceso de la muerte.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

la copa…Mat 26:39; Mar 14:36; Luc 22:42.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

MT189 En una pregunta que casi es una declaración positiva, parece que un negativo enfático queda totalmente fuera de lugar (οὐ niega las preguntas, y espera una respuesta positiva; pero μή niega el verbo).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

g Mat 26:39; Mar 14:36; Luc 22:42.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

† “Piensas”—implícito.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento