Biblia

Comentario de Juan 18:26 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 18:26 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Uno de los siervos del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja, le dijo: —¿No te vi yo en el huerto con él?

18:26 Uno de los siervos del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dijo: ¿No te vi yo en el huerto con él? — Esta vez la palabra no no es më, sino ou, indicando que se esperaba una respuesta afirmativa, porque, a no ser así, negaría el testimonio de un testigo ocular, pues el acusador había visto a Pedro con Jesús en el huerto. Por eso, este caso es mucho más serio y tal vez explica los juramentos y maldiciones empleados por Pedro en esta última negación (Mat 26:73; Mar 14:71), pues al hombre siempre le parece que cuando dice una mentira, de alguna manera los juramentos y maldiciones la convierten en verdad.

Esta reacción de Pedro le sujetaría al peligro de ser prendido no tanto por haber asaltado a Malco, sino por su lenguaje que parecería amenazante, pero entonces «el gallo cantó. Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro… Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente» (Luc 22:60-62). Esa mirada le hizo reconocer lo enorme de su pecado, como también la tristeza que había causado para Jesús a quien todos habían desamparado.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

pariente de aquél a quien Pedro había cortado la oreja. Jua 18:10.

¿No te vi yo en el huerto con él? Pro 12:19; Mat 26:73; Mar 14:70, Mar 14:71; Luc 22:59, Luc 22:60.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Negó Pedro otra vez: Por tercera vez, Pedro niega al Señor, como Jesús dijo que lo haría (Jua 13:38). En la Última Cena, Pedro había alardeado que seguiría fiel al Señor hasta el final (Jua 13:37; Mat 26:33, Mat 26:35). En el jardín se rindió a los deseos de su cuerpo al dormirse tres veces cuando el Señor le ordenó que siguieran despiertos en oración (Mar 14:32-42). Ahora se sometía a la presión del mundo y negaba al Señor tres veces.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

18:26 Uno de los siervos del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dijo: ¿No te vi yo en el huerto con él? — Esta vez la palabra no no es më, sino ou, indicando que se esperaba una respuesta afirmativa, porque, a no ser así, negaría el testimonio de un testigo ocular, pues el acusador había visto a Pedro con Jesús en el huerto. Por eso, este caso es mucho más serio y tal vez explica los juramentos y maldiciones empleados por Pedro en esta última negación (Mat 26:73; Mar 14:71), pues al hombre siempre le parece que cuando dice una mentira, de alguna manera los juramentos y maldiciones la convierten en verdad.
Esta reacción de Pedro le sujetaría al peligro de ser prendido no tanto por haber asaltado a Malco, sino por su lenguaje que parecería amenazante, pero entonces «el gallo cantó. Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro… Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente» (Luc 22:60-62). Esa mirada le hizo reconocer lo enorme de su pecado, como también la tristeza que había causado para Jesús a quien todos habían desamparado.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Uno de los siervos del Sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dijo, “Pero el pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja, y que también era siervo del jefe de los sacerdotes, le acusó con esta pregunta: ¿No te vi yo con él en el huerto?”. En posible darle más fuerza a la pregunta como una declaración acusatoria: «¡Yo te vi en el jardín cuando arrestaron a ese hombre!» (TLA), «¿Cómo que no? ¡Yo mismo te vi en el huerto con él!» (BI), “¡Yo te vi con mis propios ojos allá en el huerto con ese hombre!”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

REFERENCIAS CRUZADAS

v 1009 Jua 18:10

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

¿No te vi yo. A diferencia de las preguntas anteriores (v. coment. en los vers. 17 y 25), la pregunta esperaba una respuesta positiva y tenía un tono acusador. Pero como las brasas (vers. 18) emitían probablemente un resplandor rojizo y no una luz clara, el acusador no podía estar completamente seguro de quién se trataba (cp. Mt 26:73 y coment. allí).

Fuente: La Biblia de las Américas

rtf1fbidisansiansicpg1252deff0fonttblf0fromanfprq2fcharset2 Wingdings 3; . aquel.

Fuente: La Biblia Textual III Edición