Aquél era la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene al mundo.
1:9 Aquella luz verdadera, — Juan no dice alethes que significa verdadero (no falso), sino alethinos, real, genuino. Por eso, la palabra verdadera no contrasta la verdad con el error, sino la realidad con lo irreal, lo que no es realidad, lo substancial con lo imaginario. Lo que la Biblia dice es cierto, es realidad. Se trata de hechos, de lo que existe o existirá. Por ejemplo, Rom 1:25, «cambiaron la verdad de Dios por la mentira», es decir, ídolos, porque «un ídolo nada es en el mundo» (1Co 8:4); 1Ts 1:9, «os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero». Heb 9:24, «Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo» (el tabernáculo era sombra, «el cielo mismo» es la realidad, el tabernáculo verdadero).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Aquel era la luz verdadera. Jua 1:4; Jua 6:32; Jua 14:6; Jua 15:1; Isa 49:6; Mat 6:23; 1Jn 1:8; 1Jn 2:8; 1Jn 5:20.
alumbra a todo hombre. Jua 1:7; Jua 7:12; Jua 12:46; Isa 8:20; 1Ts 5:4-7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Para dar un informe debido sobre la encarnación de Jesús, este versículo debe parafrasearse: «Esta era la luz verdadera que vino al mundo, y que alumbra a cada hombre». Jesús llegó a ser hombre para revelar la verdad a todas las personas. Jesucristo da luz a todo ser humano al ser el Creador. La creación ilumina a todos en la tierra revelando que existe un Creador en el cielo (Rom 1:20). La inclusión de todas las personas aparece en contraste con el exclusivismo del mundo antiguo. Los profetas judíos enseñaban y muchos judíos creían que Zacarías Zac 14:1-21 se cumpliría en los últimos días, y los gentiles se convertirían. Esto se ve en contraste con el mundo griego y romano. El mundo griego nunca soñó con que el conocimiento fuera para todos. Los romanos despreciaban a los bárbaros como la casta más baja que no poseía leyes. Jesucristo vino a ser la luz para todos, aunque no todos recibirían su luz; esto no significa que todos creerían. La parte de Juan era dar testimonio de esa luz. Y nosotros hoy día deberíamos usar cada oportunidad que tengamos para reflejar la luz. Dependiendo del contexto, mundo puede aludir a
(1) el universo;
(2) la tierra;
(3) la humanidad; o
(4) el sistema humano que se opone a Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ALUMBRA A TODO HOMBRE. Cristo alumbra a toda persona que oye su evangelio al impartirle una medida de gracia y entendimiento a fin de que pueda decidir libremente el aceptar o rechazar ese mensaje. Aparte de esa luz de Cristo, no hay otra luz por la cual podamos ver la verdad y ser salvos.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Aquella luz verdadera … venía a este mundo. También se puede traducir: «esta era la luz verdadera que al venir al mundo, da luz a todo hombre», porque las palabras «venía a este mundo» tienen conexión gramatical a «luz» y no a «todo hombre». Esto resalta la encarnación de Jesucristo (v. Jua 1:14; Jua 3:16). que alumbra a todo hombre. A través del poder soberano de Dios, todo hombre tiene luz suficiente para ser responsable. Dios ha plantado su conocimiento en el hombre mediante la revelación general en la creación y en la conciencia. Ahora bien, como resultado de la revelación general no se produce la salvación, sino que más bien este conocimiento nos lleva a la luz completa de Jesucristo o produce condenación en aquellos que le rechazan como la «luz» (vea las notas sobre Rom 1:19-20; Rom 2:12-16). La venida de Jesucristo fue el cumplimiento y la encarnación de esa luz que Dios había puesto dentro del corazón del hombre. este mundo. El sentido básico de esta palabra griega cuyo modo verbal significa «adornar», está ilustrado en 1Pe 3:3 y en usos actuales como «cosmético». Mientras que se usa en el NT un total de ciento ochenta y cinco veces, Juan tenía una atracción singular hacia este término porque lo usó setenta y ocho veces en su Evangelio, veinticuatro veces en 1 a 3 Juan y tres en Apocalipsis. Juan le asigna diversas tonalidades de significado: 1) el universo físico creado (v. Jua 1:9; cp. el v. Jua 1:3; Jua 21:24-25), 2) la humanidad en general (Jua 3:16; Jua 6:32; Jua 6:51; Jua 12:19) y 3) el sistema espiritual invisible de maldad dominado por Satanás y todo lo que ofrece en oposición a Dios, su Palabra y su pueblo (Jua 3:19; Jua 4:42; Jua 7:7; Jua 14:17; Jua 14:22; Jua 14:27; Jua 14:30; Jua 15:18-19; Jua 16:8; Jua 16:20; Jua 16:33; Jua 17:6; Jua 17:9; Jua 17:14; cp. 1Co 1:21; 2Co 4:4; 2Pe 1:4; 1Jn 5:19). El tercer concepto constituye el nuevo uso que adquiere el término en el NT y que predomina en Juan. De este modo, en la mayoría de las ocasiones en las que Juan emplea la palabra, esta presenta un matiz negativo.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:9 Aquella luz verdadera, — Juan no dice alethes que significa verdadero (no falso), sino alethinos, real, genuino. Por eso, la palabra verdadera no contrasta la verdad con el error, sino la realidad con lo irreal, lo que no es realidad, lo substancial con lo imaginario. Lo que la Biblia dice es cierto, es realidad. Se trata de hechos, de lo que existe o existirá. Por ejemplo, Rom 1:25, «cambiaron la verdad de Dios por la mentira», es decir, ídolos, porque «un ídolo nada es en el mundo» (1Co 8:4); 1Ts 1:9, «os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero».
Heb 9:24, «Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo» (el tabernáculo era sombra, «el cielo mismo» es la realidad, el tabernáculo verdadero).
Cristo no es «una luz falsa de piratas de costa que atraen barcos a los escollos, sino el faro fiable que conduce a un puerto seguro» (AB; ATR). La creación (Gén 1:1-31) fue una realidad. Gén 1:1-31 no es mitología, pero la evolución es ficción y fantasía, producto de la imaginación de hombres opuestos a Dios. La moralidad bíblica es práctica; tiene que ver con la realidad y trae bendición y felicidad, pero la religión del humanismo se basa en caprichos humanos y produce miseria de toda clase. La religión humana ofrece una salvación imaginaria, pero la del Nuevo Testamento ofrece la salvación verdadera (el perdón de Dios ahora y la promesa de vida eterna).
— que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. — Algunos (por ejemplo, los cuáqueros) citan este texto para probar que todo el mundo posee una «Luz interior» que le guía, pero todo texto tiene que ser interpretado a la luz de otros textos. La Biblia no enseña que todo el mundo tiene la mente iluminada espiritualmente aunque no lo quiera. En este mismo contexto Juan habla de los que rechazan a Cristo. El punto es que Cristo es la verdadera luz, la única fuente de toda luz moral y espiritual para toda la humanidad.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA LUZ DE TODAS LAS PERSONAS
Juan 1:9
El Que sí era la luz real era el Que, en Su venida al mundo, da la luz a todas las personas.
Aquí Juan usa una palabra muy significativa para describir a Jesús: dice que Jesús era la luz real. En griego hay dos palabras que se parecen mucho. La versión Reina-Valera usa verdadero-a para las dos; pero tienen diferentes matices. La primera palabra es aléthés, que quiere decir verdadero como opuesto a falso; es la palabra que usaríamos para decir que una aseveración es verdad. La segunda palabra es aléthinós, que quiere decir real o genuino, opuesta a irreal.
Así pues, lo que Juan está diciendo es que Jesús es .la luz` real que viene a iluminar a la humanidad. Antes de que Jesús viniera, había: otras luces que seguían las personas. Algunas eran parpadeos de la verdad; otras, vislumbres fugaces de la realidad; otras, fuegos fatuos, o meras luciérnagas… Todavía existen las luces fugaces, y los fuegos artificiales, y quienes se conforman con ellos; pero sólo Jesús es la luz genuina, la luz real que guía a las personas en su camino.
Juan dice que Jesús, al venir al mundo, trajo a la humanidad la luz real. Su venida fue como un destello de luz, como la venida de la aurora: Cierto viajero nos dice que se encontraba una vez en Italia, en una colina que mira a la bahía de Nápoles: estaba tan oscuro que no se podía ver nada; pero de repente hubo un relámpago, y todo se iluminó con todo detalle. Cuando Jesús vino a este mundo la luz real iluminó todo lo que antes había estado sumido en tinieblas.
(i) Su venida disipó las sombras de la duda. Hasta que él vino todo lo que se sabía de Dios eran suposiciones. «Es difícil descubrir nada de Dios -dijo uno de los griegos-; y cuando has descubierto algo es imposible comunicárselo a otro.» Para los paganos, o Dios moraba en tinieblas inescrutables, o en una luz deslumbradora e: inaccesible. Pero -cuando vino Jesús la humanidad pudo ver con toda claridad cómo es Dios. Las sombras y las nieblas huyeron; los días de las suposiciones se acabaron; ya no hubo necesidad de seguir en un agnosticismo melancólico. Se hizo la luz.
(ii) Su venida disipó las sombras de la desesperación. Jesús vino a un mundo que estaba sumido en la desesperación. «La humanidad -decía Séneca– es consciente de su indefensión en las cosas fundamentales.» Las personas anhelaban una mano que se les tendiera para levantarlas. «Odian sus pecados, pero no se pueden librar de ellos.» La humanidad desesperaba de hacerse a sí misma o al mundo mejores. Pero con la venida de Jesús entró en la vida un nuevo poder. Jesús no sólo trajo conocimiento, sino también poder. Vino no sólo para indicar el buen camino, sino para capacitarnos para andar por él. Nos dio no sólo instrucción, sino una presencia con la que todo lo que era imposible se hizo posible. La oscuridad del pesimismo y de la desesperación desaparecieron para siempre.
(iii) Su venida disipó las tinieblas de la muerte. El mundo antiguo le tenía pánico a la muerte. Lo mejor que se podía pensar de ella era la aniquilación, y el alma humana se estremecía al pensarlo. Lo peor era una eternidad de torturas en manos de los dioses que fuera, y el alma humana tenía miedo. Pero Jesús, con Su venida, con Su vida y con Su muerte y Su Resurrección ha demostrado que la muerte no tiene que ser más que la entrada a una vida más plena. La tiniebla se ha dispersado. Stevenson tiene una escena en una de sus historias en la que traza el cuadro de un joven que ha quedado con vida milagrosamente después de un duelo en el que estaba seguro de que le iban a matar. Al alejarse, su corazón va cantando: «La amargura de la muerte ha pasado.» Gracias a Jesús la amargura de la muerte puede haber pasado para todos los seres humanos.
Además, Jesús es la luz que alumbra a todas las personas que vienen a este mundo. El mundo antiguo era excluyente. Muchos judíos odiaban. a los gentiles y decían que los gentiles no habían sido creados nada más que para servir de leña en el infierno. Es verdad que hubo profetas que vieron que la misión de Israel era ser una luz para los gentiles (Isa 42:6 ; Isa 49:6 ), pero esa era una misión que la mayoría del pueblo rehusaba asumir. El mundo griego nunca soñó que el conocimiento fuera para toda la humanidad. El mundo romano despreciaba a los bárbaros, los salvajes que vivían sin ley. Pero Jesús vino para ser la luz de todos. Sólo el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo tiene un corazón suficientemente grande para albergar a todo el mundo.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
c. La actividad de la luz (v. Jua 1:9)
Las traducciones bíblicas se dividen aquí en cuanto a la relación del v. Jua 1:9 con los versículos anteriores y posteriores. Unas aceptan el v. Jua 1:9 como conclusión del párrafo que empieza en el v. Jua 1:6 (TLA). Otras colocan el v. Jua 1:9 al comienzo del párrafo siguiente (RV95, BL1«).
Ahora bien, si se acepta que la estructura poética de vv. Jua 1:1-5 continúa en el v. Jua 1:10, es mejor colocar v. Jua 1:9 como continuación narrativa de la prosa de vv. Jua 1:6-8. Por otra parte el tema del v. Jua 1:10 empieza con la referencia directa a “él” (el Verbo) y no a “ella” (la luz), la que se relaciona mejor con los vv. Jua 1:1-5.
La traducción de este v. Jua 1:9 se puede prestar a ambigüedades. Las preguntas son: ¿A quién se refiere el verbo “venía”? y ¿cuál es el sujeto del verbo “era”? Si se traduce el versículo literalmente no comunica mucho: “La luz verdadera que alumbra a todo hombre viniendo al mundo”. Se podría entender que el hombre es quien “viniendo al mundo” (La Vulgata: veniens in mumdum ), o también el sujeto “él” (o la luz) del verbo principal.
Como “luz” y “viniendo” pueden identificarse de género neutro, es posible que el verbo se refiera a la luz. Viniendo a este mundo es como la luz ilumina a todas las personas. Quedan así dos posibilidades para entender el sujeto del verbo. Por el contexto inmediato se puede tomar como sujeto “luz”. Y si se toma el contexto anterior el sujeto es él (el Verbo) y la “luz verdadera” como atributo del verbo “era”: la luz verdadera, «esa luz verdadera» (NVI).
Estas observaciones tienen validez por las siguientes razones: (1) Juan nunca habla de los hombres viniendo al mundo, y sí de Jesús que está viniendo al mundo (cf. Jua 6:14; Jua 9:39; Jua 11:27; Jua 16:28). (2) Como se ve por el contexto anterior, la alusión directa es a la luz. En algunos idiomas habrá dificultad para traducir “luz verdadera”, en concreto, el adjetivo verdadera. Si se traduce verdadera, genuina o real se puede confundir al lector con la idea de una luz literal como una lámpara o antorcha. Quizás el problema se resuelva traduciendo por ejemplo: “donde brilla esta luz no hay nada de oscuridad” o “no hay nada de falsedad ni tinieblas donde brilla esa luz” o “la luz que no falla” o “la luz que siempre ausenta la oscuridad”. O, siguiendo a la versión LPD, pero usando un lenguaje inclusivo: «La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todas las personas».
Otros dos asuntos se desprenden del v. Jua 1:9. (1) La traducción de “hombre” con la idea de incluir a todo el género humano (hombres y mujeres), todas las personas, toda la gente, todos los seres humanos. Por eso una traducción fidedigna debe expresar la idea que incluya también a las mujeres y no solo a las personas del género masculino. (2) La idea de mundo, que en Juan tiene un uso rico y variado, puede tener el sentido del mundo creado: la creación. Generalmente se usa en el sentido del mundo habitado por las personas, como en el caso del v. Jua 1:9. También mundo tiene un sentido ético negativo en referencia a todo lo que se opone al bien y a Dios. Finalmente, una extensión de ese sentido ético se encuentra en Juan cuando se refiere a las autoridades judías, el mundo como oposición a Jesús. Así, mundo llama la atención a todo lo que se opone o expresa hostilidad a Jesús.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
— … al mundo: O bien, según otra posible traducción: La verdadera luz, la que con su venida al mundo ilumina a todos los humanos, ya existía.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
1Jn 2:8.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
luz que vino al mundo
El autor cambia del testigo al tema de ese testigo como lo más importante. La luz verdadera (9) es el Verbo, que aún no ha sido identificado con Jesús. Cuando dice que vino, se refiere a su encarnación. Esto es más inteligible que otra posible traducción, que relaciona su venida a cada persona, lo que daría la impresión de que cada uno recibe esta luz al tiempo de su nacimiento. Antes de la venida de Cristo, ciertamente la luz existía, pero era luz derivada. Cristo es la principal fuente de luz como él mismo lo declaró (cf. 8:12).
Debe notarse que cuando Juan usa la palabra mundo, está queriendo decir algo más que el mundo creado. El término es usado con amplitud para abarcar tanto a la gente como a los seres creados que se oponen a Dios. De hecho, en este Evangelio hay una distinción entre los que creen y el mundo que no cree. La afirmación de que el mundo no le conoció (10) muestra que en la mente de Juan no hay cuestión de dualismo. La responsabilidad moral recae en aquellos que rechazan la luz.
La traducción del v. 11 ha llevado a diversas ideas. Una es que el Verbo vino a lo que por derecho le pertenecía. Otra es que el Verbo vino a su propio hogar, o sea a su propio pueblo de Israel. Ambas son verdaderas pero, dado que las palabras son masculinas, lo más probable es que debe preferirse la segunda traducción. Para el autor, creer y recibir es idéntico.
Los vv. 12 y 13 deben verse como una modificación de los anteriores. Hay algunos que han recibido al Verbo y ahora Juan pone su mira en ellos. Los creyentes reciben el poder de llegar a ser hijos de Dios en el sentido de ser el pueblo del pacto de Dios. Juan no está hablando de la descendencia natural (13). Aquí hay una alusión al nuevo nacimiento, que aparece más explícitamente en el cap. 3. Como el nacimiento espiritual es distinto del físico, Juan excluye los medios sexuales (la decisión humana, la voluntad del esposo).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) Véase Jua 3:16, n.
REFERENCIAS CRUZADAS
q 17 Mat 4:16; Jua 3:19; 1Jn 2:8
r 18 Jua 9:39; Jua 12:46
s 19 Hch 13:47
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
alumbra. Esta palabra se refiere a la revelación sobrenatural de la verdad divina (cp. 1 Co 4:5; Ef 1:18).
todo hombre. No implica que toda persona ha de salvarse (cp. 3:36); pero el N.T. es muy claro en mostrar que Dios se da a conocer a todos de alguna manera. Las buenas nuevas de salvación son ofrecidas a todos, pero sólo son salvos los que cree en Cristo y su obra redentora.
Fuente: La Biblia de las Américas
alumbra a todo hombre. No es que todo hombre sea redimido automáticamente, porque la redención se aplica mediante fe en el Salvador (Jua 1:12). Pero esta luz está a la disposición de todos los hombres.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
La Luz… Es decir, Aquél era la Luz verdadera.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
T87 Aunque ἦν y el participio están separados por toda una cláusula completa, aun forman una construcción perifrástica (comp. H452): la luz verdadera … venía.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, Había, o, Era
O, que alumbra a todo hombre que viene al mundo
Fuente: La Biblia de las Américas
Es decir, Aquél era la luz verdadera.