Biblia

Comentario de Juan 19:32 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 19:32 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Luego los soldados fueron y quebraron las piernas al primero, y después al otro que había sido crucificado con él.

19:32 Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que había sido crucificado con él. — Los soldados romanos estaban acostumbrados a toda forma de violencia. Con algún instrumento pesado (p. ej., un mazo) quebraban las piernas y caderas, causando postración nerviosa. Cometían tales actos de crueldad, pues, como trabajo rutinario. Así son las naciones que no conocen a Dios. Para los tales la vida no vale nada y tales actos de crueldad y violencia son la forma normal de vida.

El ladrón que se arrepintió dijo, «Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso» (Luc 23:42-43). Así pues, aunque el acto de los soldados era cruel, al mismo tiempo fue una bendición para el ladrón arrepentido, porque de esa manera no siguió sufriendo más (tal vez por días), sino que murió y fue al paraíso con Jesús. (Jesús no dijo que en dos o tres días estarás conmigo en el paraíso, sino «que hoy estarás conmigo en el paraíso»).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

al primero, y asimismo al otro. Jua 19:18; Luc 23:39-43.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

19:32 Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que había sido crucificado con él. — Los soldados romanos estaban acostumbrados a toda forma de violencia. Con algún instrumento pesado (p. ej., un mazo) quebraban las piernas y caderas, causando postración nerviosa. Cometían tales actos de crueldad, pues, como trabajo rutinario. Así son las naciones que no conocen a Dios. Para los tales la vida no vale nada y tales actos de crueldad y violencia son la forma normal de vida.
El ladrón que se arrepintió dijo, «Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso» (Luc 23:42-43). Así pues, aunque el acto de los soldados era cruel, al mismo tiempo fue una bendición para el ladrón arrepentido, porque de esa manera no siguió sufriendo más (tal vez por días), sino que murió y fue al paraíso con Jesús. (Jesús no dijo que en dos o tres días estarás conmigo en el paraíso, sino «que hoy estarás conmigo en el paraíso»).

Fuente: Notas Reeves-Partain

«Los soldados fueron y les quebraron las piernas a los dos que habían sido clavados junto a Jesús» (TLA), «Los soldados quebraron las piernas de los dos que habían sido crucificados con Jesús» (BI). Varias versiones siguen de cerca el texto original al traducir «quebraron las piernas del primero y del otro» (BL, BJ, DHH), «a los dos crucificados con él» (BP), «al primer hombre que había sido crucificado con Jesús, y luego al otro» (NVI). El texto dice “con él”, pero es mejor especificar el nombre “Jesús”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Lit., El

Fuente: La Biblia de las Américas