Jesús le dijo: —Suéltame, porque aún no he subido al Padre. Pero vé a mis hermanos y diles: “Yo subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.”
20:17, 18 Jesús le dijo: No me toques (deja de aferrarte a mí, RVR77; Lit. no me agarres, LBLA, margen) , — Jesús no prohibió que sus discípulos le tocaran (20:27; Luc 24:39) y aun permitió que le adoraran (Mat 28:9), pero parece que María no entendía el significado de la resurrección de Jesús. Había resucitado de entre los muertos, pero ahora habría un cambio significativo en la relación entre El y sus discípulos. Sin duda en esos momentos estaba pensando, ahora, otra vez, tenemos a Cristo con nosotros y siempre estará con nosotros. Durante su ministerio personal El estaba con ellos todo el tiempo, y parece que María creía que otra vez estaría con ellos como antes, física y perpetuamente, que ahora otra vez tendrían la misma relación física con El como su amado Maestro. A ella le gustó mucho estar con El, escuchar su enseñanza, observar sus señales y buenas obras. Quería un Cristo visible, el buen Amigo (15:15). Quería oír su voz, servirle (Luc 8:3) y adorarle. No le faltaba devoción pero sí le faltaba comprensión, pues no entendía que esos días de andar por vista ya se estaban acabando, y que ahora tendría que andar por fe. No entendía que sólo por unos cuantos días Jesús se manifestaría de manera breve a sus discípulos y entonces volvería al Padre. — porque aún no he subido a mi Padre; — La relación permanente que Jesús tendría con sus discípulos comenzaría cuando El ascendiera al Padre, y les enviara al Espíritu Santo. De esta relación o comunión El había hablado en Jua 14:18; Jua 14:23; Jua 14:28. Así pues, la verdadera y permanente comunión entre Cristo y sus discípulos comenzaría después de la ascensión de Cristo y el descenso del Espíritu Santo.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
No me toques. O más bien, «no me abraces», o «no me aferres» (μη [G3361], [G3450], �����), «No pases más tiempo conmigo ahora en gozosas gratificaciones. Porque no soy sin embargo, yendo inmediatamente a ascender a mi Padre, tendrás muchas oportunidades de volver a verme, pero ve y diles a mis discípulos que partiré a mi Padre y a tu Padre «. Jua 20:27; 2Re 4:29; 2Re 7:9; Mat 28:7, Mat 28:9; Luc 10:4.
ve a mis hermanos. Sal 22:22; Mat 12:50; Mat 25:40; Mat 28:10; Rom 8:29; Heb 2:11-13.
Subo a mi Padre. Jua 13:1, Jua 13:3; Jua 14:2, Jua 14:6, Jua 14:28; Jua 16:28; Jua 17:5, Jua 17:11, Jua 17:25; Sal 68:18; Sal 89:26; Luc 24:49-51; Efe 1:17-23; Efe 4:8-10; 1Pe 1:3.
y a vuestro Padre. Jua 1:12, Jua 1:13; Rom 8:14-17; 2Co 6:18; Gál 3:26; Gál 4:6, Gál 4:7; 1Jn 3:2; Apo 21:7.
y a vuestro Dios. Gén 17:7, Gén 17:8; Sal 43:4; Sal 48:14; Isa 41:10; Jer 31:33; Jer 32:38; Eze 36:28; Eze 37:27; Zac 13:7-9; Heb 8:10; Heb 11:16; Apo 21:3.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
María se colgó de Jesús como si tratara de no dejarlo ir. Pero Él le explicó que no podía quedarse porque tenía que ascender al Padre.
mis hermanos se refiere a los discípulos (v. Jua 20:18). Jesús envió a María a los discípulos con el primer testimonio después de la resurrección. Aunque puede ser que María era una mujer de mala reputación, esto no evitó que Jesús la comisionara para llevar el mensaje del evangelio a los apóstoles (Mar 16:11).
mi Padre … vuestro Padre: Dios es el Padre de Cristo y de los creyentes (Jua 1:14, Jua 1:18; Jua 3:16, Jua 3:18).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
NO ME TOQUES. Es probable que este versículo signifique: «No te aterres de mí; todavía no voy a subir a mi Padre. Tendrás oportunidad de verme otra vez.» Mientras tanto Él le hace un encargo.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
No me toques, porque aún no he subido a mi Padre. María manifestó su deseo de asirse del Señor por temor a no perderlo de nuevo. La alusión de Jesús a su ascensión deja en claro que solo estaría con ellos por un tiempo, y aunque ella quisiera con empeño que Él se quedara, esto no era posible. Jesús permaneció con ellos solo durante cuarenta días y luego ascendió (Hch 1:3-11). Después de ir al Padre, Él enviaría al Espíritu Santo («el Consolador») para que no se sintieran desamparados (vea la nota sobre Jua 14:18-19). mis hermanos. Hasta entonces, los discípulos habían sido llamados «siervos» o «amigos» (Jua 15:15), pero no «hermanos». Gracias a la obra de Jesús en la cruz en la cual tomó el lugar del pecador, fue posible establecer esta nueva relación con Cristo (Rom 8:14-17; Gál 3:26-27; Efe 1:5; Heb 2:10-13).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
20:17, 18 Jesús le dijo: No me toques (deja de aferrarte a mí, RVR77; Lit. no me agarres, LBLA, margen) , — Jesús no prohibió que sus discípulos le tocaran (20:27; Luc 24:39) y aun permitió que le adoraran (Mat 28:9), pero parece que María no entendía el significado de la resurrección de Jesús. Había resucitado de entre los muertos, pero ahora habría un cambio significativo en la relación entre El y sus discípulos. Sin duda en esos momentos estaba pensando, ahora, otra vez, tenemos a Cristo con nosotros y siempre estará con nosotros. Durante su ministerio personal El estaba con ellos todo el tiempo, y parece que María creía que otra vez estaría con ellos como antes, física y perpetuamente, que ahora otra vez tendrían la misma relación física con El como su amado Maestro. A ella le gustó mucho estar con El, escuchar su enseñanza, observar sus señales y buenas obras. Quería un Cristo visible, el buen Amigo (15:15). Quería oír su voz, servirle (Luc 8:3) y adorarle. No le faltaba devoción pero sí le faltaba comprensión, pues no entendía que esos días de andar por vista ya se estaban acabando, y que ahora tendría que andar por fe. No entendía que sólo por unos cuantos días Jesús se manifestaría de manera breve a sus discípulos y entonces volvería al Padre.
— porque aún no he subido a mi Padre; — La relación permanente que Jesús tendría con sus discípulos comenzaría cuando El ascendiera al Padre, y les enviara al Espíritu Santo. De esta relación o comunión El había hablado en Jua 14:18; Jua 14:23; Jua 14:28. Así pues, la verdadera y permanente comunión entre Cristo y sus discípulos comenzaría después de la ascensión de Cristo y el descenso del Espíritu Santo.
— mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. — ¿Por qué distingue entre mi y vuestro? La relación entre Cristo y el Padre era única (5:18; 10:30), y esta era otra manera de afirmar su Deidad.
— Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas. — «Volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás… Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían» (Luc 24:11; Mar 16:11; Mar 16:14). Los apóstoles no esperaban la resurrección de Jesús, y aun ahora rehúsan creer a las mujeres piadosas que lo habían visto. Este detalle efectivamente refuta el argumento de los incrédulos de que los apóstoles eran crédulos, que como niños creían en la resurrección porque tanto la anhelaban. ¡Ellos no la esperaban! ¡No la anhelaban! En lugar de ser crédulos eran muy incrédulos, y sólo con las apariciones de Jesús en las cuales El insistía en que ellos vieran y palparan sus manos, sus pies y costado, se convencieron.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Jesús le dijo: ¡Suéltame! El imperativo muestra que María ya tiene sujeto a Jesús, por lo que se puede traducir también: “¡No me sigas agarrando!”, «no me toques más» (NEB), «no me detengas» (TLA), «no me retengas» (DHH, BI). Porque aún no he subido a mi Padre, “Porque todavía no he regresado a donde está el Padre”. El verbo “he regresado” traduce el “he ascendido” del original griego.
Pero ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios, “Pero mejor ve a mis hermanos y diles: regreso a mi Padre que es también el Padre de ustedes; a mi Dios, que es también el Dios de ustedes”. Es importante que “mis hermanos” no se entienda como los hermanos carnales de Jesús, ya que aquí se refiere a los discípulos: “ve a mis discípulos que son como hermanos para mí”. La expresión literal “mi Padre y el Padre de ustedes, mi Dios y el Dios de ustedes” tiene varias posibilidades de traducción, pero cualquiera que sea la equivalencia se debe evitar la idea de que el Padre de Jesús es diferente al Padre de los discípulos, y que Dios es diferente al Padre. Por eso es válido traducir también: “a mi Padre que es el mismo Padre de ustedes, y él es el Dios que adoro, y el mismo Dios que ustedes adoran”. El verbo “regreso” es equivalente aquí a “subo” o “asciendo”.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Mat 28:8-10; Mar 16:7; Mar 16:10; Luc 24:9-10.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
n 1089 Sal 22:22; Mat 12:50; Mat 25:40; Mat 28:10; Rom 8:29; Heb 2:11
ñ 1090 Jua 14:28; Jua 16:28
o 1091 1Co 11:3; Efe 1:17; Col 1:3
p 1092 Gén 17:7; Heb 11:16
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Suéltame. Jesús le recuerda a María que el verdadero significado de la resurrección no era reasumir su presencia física entre sus seguidores, sino iniciar una presencia espiritual (14:12; 16:7).
todavía no he subido. Jesús parece decirle que todavía habrá tiempo suficiente para estar en contacto con El durante las semanas anteriores a su ascensión (Hch 1:3).
Subo. El anuncio de su ascensión confirma su resurrección y prepara a sus discípulos para recibir al Espíritu Santo (14:12; 16:7).
mi Padre…vuestro Padre. La relación de Jesús con el Padre como su igual en esencia y deidad es completamente diferente de la que tienen los discípulos con Dios. Pero cuando alguien cree en Cristo llega a ser hijo de Dios, a qu ien ahora puede llamar « Abba Padre» (v. coment. en Ro 8:15).
Fuente: La Biblia de las Américas
17 (1) El día que el Señor resucitó, ascendió al Padre. Esta fue una ascensión secreta, fue el cumplimiento final de la ida que predijo en 16:7, y ocurrió cuarenta días antes de Su ascensión pública, la cual se llevó a cabo ante los ojos de los discípulos ( Hch_1:9-11). En la madrugada del día de resurrección, El ascendió para satisfacer al Padre, y más tarde, al anochecen El regresó a los discípulos (v.19). El Padre debe ser el primero en disfrutar la frescura de la resurrección, así como en tipología las primicias deja cosecha eran traídas primeramente a Dios.
17 (2) Anteriormente, el término más íntimo que el Señor había usado al referirse a Sus discípulos era «amigos» (15:14-15). Pero después de resucitar, comenzó a llamarlos «hermanos», porque mediante Su resurrección Sus discípulos fueron regenerados ( 1Pe_1:3) con la vida divina que fue liberada por Su muerte que imparte vida, como se indica en 12:24. El era el grano de trigo que cayó en tierra, murió y creció para producir muchos granos, a fin de producir un solo pan, el cual es Su Cuerpo ( 1Co_10:17). El era el único Hijo del Padre, es decir, la expresión individual del Padre. Por medio de Su muerte y resurrección, el Unigénito del Padre llegó a ser el Primogénito entre muchos hermanos ( Rom_8:29). Sus muchos hermanos son los muchos hijos de Dios y son la iglesia ( Heb_2:10-12), la expresión corporativa de Dios el Padre en el Hijo. Esta es la intención final de Dios. Los muchos hermanos son la propagación de la vida del Padre y la multiplicación del Hijo en la vida divina. Por lo tanto, en la resurrección del Señor, se cumple el propósito eterno de Dios.
17 (3) Por medio de Su muerte y Su resurrección, que imparten vida, el Señor hizo que Sus discípulos fueran uno con El. Por lo tanto, Su Padre es el Padre de Sus discípulos, y Su Dios, el Dios de ellos. En la resurrección, ellos tienen la vida del Padre y la naturaleza divina de Dios, así como El. Al hacerlos Sus hermanos, El les impartió la vida del Padre y la naturaleza divina de Dios. Al hacer que ellos tengan a Su Padre y a Su Dios, El los ha llevado a Su misma posición la posición de Hijo delante del Dios y Padre. Así que, en vida y naturaleza, interiormente, y en posición, exteriormente, ellos son iguales al Señor, con quien ellos han sido unidos.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
No me toques. Lit., Cesa de asirte a Mi. I.e., a fin de sujetarme. Esto era inapropiado a causa de Su nueva relación como Señor resucitado.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
No me retengas… En los casos en que el negativo griego me= no, acompaña a un imperativo presente, prohíbe la continuación de una acción. No es: no me toques, sino suéltame, deja de agarrarte o aferrarte → §294; al Padre… TR registra mi Padre.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R853 En la prohibición en presente μή μου ἅπτου, Jesús indica que María debe dejar de asirse a El (deja de tocarme -T67).
R870 En el presente futurista ἀναβαίνω, no sólo se indica profecía, sino certeza de la expectación (comp. BD323[3]).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., No me agarres
Fuente: La Biblia de las Américas
TR registra mi Padre.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
‡ Queriendo decir: no me detengas sujetándome.