Y después de hacer un látigo de cuerdas, los echó a todos del templo, junto con las ovejas y los vacunos. Desparramó el dinero de los cambistas y volcó las mesas.
2:15, 16 — Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; — Este es el Cristo desconocido por muchísimas personas que profesan ser sus discípulos, porque su concepto de Cristo es el de las pinturas católicas de un alto, rubio, europeo con cabello de mujer, cargando un corderito en los brazos. Tal «cristo» no existe excepto en la ignorancia de los que no aman la verdad. Los tales deben leer con cuidado este texto y también 18:4-6; Luc 4:29-30; y Apo 1:12-18. Cristo recibe con toda ternura a los pecadores arrepentidos, y tiene paciencia con sus discípulos aunque tengan muchas debilidades (con tal que sean sinceros), pero es «el León de la tribu de Judá» (Apo 5:5) para con los rebeldes, obstinados e hipócritas (Mat 23:1-39). — y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado (emporiou, emporio, centro comercial ). — Según Mat 21:12 (Mar 11:15-19; Luc 19:45-48) Jesús hizo la misma cosa otra vez cerca del fin de su ministerio. Zac 14:21, «y no habrá en aquel día más mercader en la casa de Jehová de los ejércitos». De esta manera Jesús condenó el espíritu mundano y carnal de los judíos. Según Mat 21:12 Jesús dijo que hacían de la casa de Dios una cueva de ladrones (Marcos y Lucas dicen lo mismo). Esto indica que no solamente hacían mercadería de las cosas de Dios, sino que eran avaros, deshonestos, y chuecos y que defraudaban a la gente. Se aprovechaban de la necesidad de la gente de conseguir los animales apropiados para los sacrificios y de cambiar su dinero romano en dinero judío. Por todo esto les cobraban precios exorbitantes.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
echó a todos fuera del templo. Jua 18:6; Zac 4:6; 2Co 10:4.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El azote de cuerdas de Jesús era más probablemente un símbolo que un arma; sin embargo, fue eficaz para dispersar a los cambistas de monedas y los animales que estaban vendiendo. Las acciones de Jesús fueron una señal de autoridad y juicio.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
ECHÓ FUERA DEL TEMPLO A TODOS. Véase Luc 19:45, nota.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Juan registra la purificación del templo al comienzo del ministerio de Jesús, mientras que los Evangelios sinópticos la narran al final, durante la última semana de Pascua antes de su crucifixión (Mat 21:12-17; Mar 11:15-18; Luc 19:45-46). Las circunstancias históricas y el contexto literario de las dos purificaciones del templo difieren tanto que resulta infructuoso intentar equipararlas. Además, sería apropiado considerar dos purificaciones diferentes en el contexto del ministerio de Jesús, dado que la nación judía en su conjunto nunca reconoció su autoridad como Mesías (Mat 23:37-39). Antes bien, al rechazar tanto su mensaje como su persona, es muy posible (así como necesario) que Jesús haya efectuado varias purificaciones del templo. echó fuera del templo a todos. Cuando la santidad de Dios y la adoración a Él estaban en juego, Jesús actuó con rapidez y furor. «Todos» indica que echó fuera no solo a los hombres, sino a los animales. Con todo, aunque su acción física fue enérgica, no fue cruel. La moderación de sus actos se refleja en el hecho de que no surgió un tumulto bullicioso, el cual hubiera producido la pronta reacción del gran contingente de tropas romanas que vigilaban el templo desde la Fortaleza Antonia en Jerusalén durante la concurrida fiesta. Aunque la referencia fundamental apunta a las acciones del Mesías en el reino del milenio, la purificación del templo fue un primer cumplimiento de Mal 3:1-3 (y de Zac 14:20-21) que habla de la purificación de la adoración religiosa del pueblo efectuada por el Mesías.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2:15, 16 — Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; — Este es el Cristo desconocido por muchísimas personas que profesan ser sus discípulos, porque su concepto de Cristo es el de las pinturas católicas de un alto, rubio, europeo con cabello de mujer, cargando un corderito en los brazos. Tal «cristo» no existe excepto en la ignorancia de los que no aman la verdad. Los tales deben leer con cuidado este texto y también 18:4-6; Luc 4:29-30; y Apo 1:12-18. Cristo recibe con toda ternura a los pecadores arrepentidos, y tiene paciencia con sus discípulos aunque tengan muchas debilidades (con tal que sean sinceros), pero es «el León de la tribu de Judá» (Apo 5:5) para con los rebeldes, obstinados e hipócritas (Mat 23:1-39).
— y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado (emporiou, emporio, centro comercial ). — Según Mat 21:12 (Mar 11:15-19; Luc 19:45-48) Jesús hizo la misma cosa otra vez cerca del fin de su ministerio. Zac 14:21, «y no habrá en aquel día más mercader en la casa de Jehová de los ejércitos». De esta manera Jesús condenó el espíritu mundano y carnal de los judíos. Según Mat 21:12 Jesús dijo que hacían de la casa de Dios una cueva de ladrones (Marcos y Lucas dicen lo mismo). Esto indica que no solamente hacían mercadería de las cosas de Dios, sino que eran avaros, deshonestos, y chuecos y que defraudaban a la gente. Se aprovechaban de la necesidad de la gente de conseguir los animales apropiados para los sacrificios y de cambiar su dinero romano en dinero judío. Por todo esto les cobraban precios exorbitantes.
Mar 11:17, «Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones». Llegaban los gentiles (como Cornelio) al único lugar que podían ocupar, y al llegar ¿qué veían, oían y olían? El bramido o mugido de bueyes y vacas, balido de ovejas, el arrullo de las palomas, los gritos de los vendedores, el regateo, y el tintineo de las monedas. ¿Y el olor? ¿Qué impresión habrá tenido todo esto sobre el gentil que buscaba a Dios? ¡Qué bienvenida! Cristo denunciaba a los que impedían la llegada de la gente a Dios (Mat 23:13; Luc 11:52), como a todos los que causan tropiezos (Mat 18:6-7).
Es interesante observar otro detalle narrado por Marcos (11:16), «Y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno». Parece que algunos usaban los atrios del templo como travesía, y esto también era acto de desprecio.
Jesús limpió el templo dos veces: al iniciar su ministerio y terminarlo. Sin embargo, al concluir su ministerio Jesús vio el templo como una «causa perdida» y lo llama «vuestra casa» (Mat 23:38) y dice que «os es dejada desierta» (sería destruida) (24:2).
Muchas iglesias — católicas, evangélicas, etc., y hasta algunas iglesias de Cristo — no deben criticar a estos judíos, porque sus propios «templos» se han convertido en casas de mercancía, o de diversión (teatro, películas, bailes) o, en algunos casos, aun de campañas políticas. El clero romano ofrece rifas, juegos de bingo, para competir con los casinos y la lotería. Entre las iglesias hay muchas casas de comercio . Muchas iglesias cometen el mismo error que los que vendían ganado y cambiaban dinero en el templo, porque venden pasteles, tamales, ropa usada, etc. para sufragar gastos de la iglesia (principalmente los del pastor). Aun piden donativos a los inconversos, mayormente a los comerciantes.
Si hoy en día Cristo escribiera cartas a las iglesias de Cristo como las de Apo 2:1-29 y 3, limpiaría otra vez su templo. Si visitara a las iglesias de Cristo de Estados Unidos y de otros países, ¿qué encontraría? Que muchos hermanos han aceptado el evangelio social que, según ellos, es el evangelio completo, el evangelio para el hombre entero (espiritual, mental, físico, social). Por lo tanto, han dejado el patrón bíblico y han establecido escuelas, clínicas, asilos, etc., para imitar a los sectarios.
«Harán mercadería de vosotros», 2Pe 2:3. Pedro habla de aquellos que abusan de su posición religiosa para la ganancia personal. Sobre todo, se aprovechan de la ignorancia de la gente. Los que rehúsan estudiar para aprender la voluntad de Dios para probar a los espíritus (1Jn 4:1) llegan a ser víctimas de los tales. Pablo habla de aquellos que «toman la piedad como fuente de ganancia» (1Ti 6:3). «No sirven al Señor sino a sus propios vientres» (Rom 16:18). «Se han lanzado por lucro en el error de Balaam» (Jud 1:11). «Cazan las almas de mi pueblo para mantener así su propia vida» (Eze 13:18). «Se apacientan a sí mismos» (Eze 34:1-31, Jud 1:12). «Devoráis las casas de viudas y como pretexto hacéis largas oraciones» (Mat 23:14).
El diezmo es el medio más efectivo para sacar fondos de la gente. El diezmo era para el mantenimiento de los levitas porque esta tribu no tenía herencia en la tierra (solamente tenían ciudades) (Lev 27:30-34; Núm 18:21; Mal 3:10). ¿De qué tabernáculo hablan estos textos? ¿de los tabernáculos de los evangélicos? ¿los pastores evangélicos son levitas?
Los televangelistas se desvelan para idear y maquinar medios de separar a sus oyentes de su dinero (para que llegue al bolsillo del televangelista). Ofrecen un surtido casi sin límite de artículos que ellos «regalan» (libros, música grabada, estudios) a los que les envíen ofrendas. Prometen orar por todos los que apunten en un papelito sus problemas, enfermedades, etc. con tal que envíen su ofrenda.
Sería bueno volver a leer los textos (Jua 2:1-25, Mat 21:1-46) que demuestran el celo de Jesús por la casa de Dios. ¿No tendrá aun más celo por la limpieza de la iglesia que es su esposa? Los que promueven toda clase de mercadería desprecian a la iglesia. Para ellos la iglesia es simple y sencillamente un mercado conveniente. Sin embargo, las víctimas del sistema son responsables por su ignorancia y por dejar que los falsos maestros abusen de su confianza. En cualquier momento la gente puede rechazar la mercadería religiosa y gozar de la libertad en Cristo.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Jesús hizo un azote de cuerdas. Jesús hace un azote o látigo con cuerdas de las que posiblemente se usaban para amarrar a los animales. La palabra flagélliones una latinización, pues viene de flagellum (flagelo). Se usaba para designar el azote o látigo con que se guiaba a los animales, y éste es posiblemente el sentido también aquí. Juan es el único de los evangelistas que menciona este detalle. No se permitía portar en el recinto del templo armas, ni siquiera un azote o palo. Quizás por eso Jesús tuvo que hacer su propio azote para echar a los mercaderes y a los animales. Jesús riega las monedas y derriba las mesas de los cambistas. Algunas versiones traducen en una secuencia diferente a la del texto griego, mencionando primero el derribo de las mesas y ello como la causa de que las monedas sean regadas por el suelo (NAB, NEB, TEV). Como aparece en el texto griego, también es posible entender que Jesús arrojó las monedas y después derribó las mesas, por lo que la inversión del orden de las acciones en estas versiones no se justifica. Se pudiera traducir que Jesús tiró las mesas e hizo que las monedas salieran por el suelo en todas direcciones, pero el texto no es tan específico en detalles.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
REFERENCIAS CRUZADAS
o 97 Mat 21:12; Mar 11:15; Luc 19:45
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
15 (1) El caso de la purificación del templo revela el propósito de la vida, esto es, que la vida tiene como fin la edificación de la casa de Dios.
15 (2) Lit, cuerda hecha de juncos.