Los otros discípulos llegaron con la barca, arrastrando la red con los peces; porque no estaban lejos de tierra, sino como a doscientos codos.
21:8 — 10 Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos (unos cien metros, LBLA). Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar. — Aunque el modernista William Barclay está equivocado al decir que la pesca maravillosa de este texto no fue un milagro, él da una buena razón por la cual se relata: «Los Evangelios se preocupan de manera especial en afirmar que el Cristo resucitado no era una visión, ni una alucinación, ni siquiera un espíritu sino una persona real. Insisten que el sepulcro estaba vacío. Afirman que el Cristo resucitado tenía un cuerpo real con las señales de los clavos y de la lanza que le atravesó el costado… No es probable que una visión o un espíritu señale un cardumen de peces a un grupo de pescadores. Tampoco encendería un fuego en la orilla de un lago. Ni es probable que una visión o un espíritu prepare una comida y la comparta con otros. Sin embargo, tal como se representa este relato, eso fue lo que hizo el Cristo resucitado… No se trataba de una visión, ni del producto de la imaginación excitada de algunos discípulos; no se trataba de la aparición de un fantasma o espíritu: era Jesús que había vencido a la muerte y que ahora regresaba».Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
como doscientos codos, o unos cien metros. Deu 3:11.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
doscientos codos son aproximadamente noventa metros.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
doscientos codos. A unos 90 m de la orilla.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
21:8 – 10 Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos (unos cien metros, LBLA). Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar. — Aunque el modernista William Barclay está equivocado al decir que la pesca maravillosa de este texto no fue un milagro, él da una buena razón por la cual se relata: «Los Evangelios se preocupan de manera especial en afirmar que el Cristo resucitado no era una visión, ni una alucinación, ni siquiera un espíritu sino una persona real. Insisten que el sepulcro estaba vacío. Afirman que el Cristo resucitado tenía un cuerpo real con las señales de los clavos y de la lanza que le atravesó el costado… No es probable que una visión o un espíritu señale un cardumen de peces a un grupo de pescadores. Tampoco encendería un fuego en la orilla de un lago. Ni es probable que una visión o un espíritu prepare una comida y la comparta con otros. Sin embargo, tal como se representa este relato, eso fue lo que hizo el Cristo resucitado… No se trataba de una visión, ni del producto de la imaginación excitada de algunos discípulos; no se trataba de la aparición de un fantasma o espíritu: era Jesús que había vencido a la muerte y que ahora regresaba».
Fuente: Notas Reeves-Partain
Los otros discípulos fueron con la barca, arrastrando la red llena de peces, “Pero los otros discípulos llegaron en el bote a la playa arrastrando la red llena de pescados”. Aunque literalmente el texto original dice “pero los otros discípulos llegaron en el bote porque no estaban lejos de tierra solo unos doscientos codos” es más natural dejar para el final del versículo la distancia que estaba el bote de la playa. Para eso se puede cambiar el orden del versículo: “estaba llena de pescados, porque no estaban tan lejos de la playa, sólo como unos cien metros de distancia”. Otras posibles traducciones serían: “Pero por el contrario, los otros discípulos llegaron a la playa en el bote, y como sólo estaban lejos de la playa apenas unos cien metros, venían arrastrando la red repleta de pescados”, «Los otros discípulos llegaron a la orilla en la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban como a cien metros de la playa» (TLA), «como la distancia que los separaba de tierra era sólo de unos cien metros, llegaron a la orilla en la barca arrastrando la red llena de peces» (BI).
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
— unos cien metros: Lit. como unos doscientos codos. Ver TABLA DE PESAS, MEDIDAS Y MONEDAS.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) O: “unos trescientos pies”. Lit.: “unos doscientos codos”. Véase Ap. 8A.
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
8 super (1) Es decir, unos 100 metros.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
doscientos codos. Casi 100 m., ya que el codo medía de 45 a 50 cm.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
doscientos codos… Esto es, 90 m.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R499 El genitivo en τὸ δίκτυον τῶν ἰχθύων sólo denota la red llena de peces.
R521 Τῷ πλοιαρίῳ se usa aquí como un locativo (o instrumental): vinieron, o por bote.
BD161(1) La frase prepositiva con ἀπό denota cuán lejos estaban (comp. Jua 11:18).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., 200 codos
Fuente: La Biblia de las Américas
Esto es, 90 m.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
Biblia Peshitta 2006 Notas:
[19] 21.8 Literalmente, doscientos codos.
Fuente: Peshitta en Español