Comentario de Juan 4:19 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Le dijo la mujer: —Señor, veo que tú eres profeta.

4:19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta. — No negó lo que le dijo, sino que reconoció que lo que El dijo acerca de ella era cierto y, por eso, concluyó que Jesús era profeta. Compárese 1:48, 49; 3:2.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Señor, me paréce. Jua 4:29; Jua 1:48, Jua 1:49; 2Re 5:26; 2Re 6:12; Luc 7:39; 1Co 14:24, 1Co 14:25.

que tú eres profeta. Jua 6:14; Jua 7:40; Jua 9:17; Luc 7:16; Luc 24:19.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Debido a lo que Jesús dijo de ella, la mujer concluyó que Jesucristo era un profeta, una persona divinamente inspirada con conocimientos sobrenaturales (1Sa 9:9).

 EN CONTEXTO

«Judíos y samaritanos no se tratan entre sí»

El odio entre los judíos y samaritanos era intenso y existía desde hace mucho tiempo. Era desde el tiempo de la caída del reino norteño de Israel en 722 a.C Los victoriosos asirios deportaron veinte mil israelitas, la mayoría de la clase alta, y los reemplazaron con colonos de Babilonia, Siria y varias otras naciones. Estos extranjeros introdujeron ídolos paganos y se casaron con los hebreos, creando así una población mezclada étnicamente.

Cuando los judíos de Judá regresaron del cautiverio babilónico, encontraron oposición de los samaritanos mientras trataban de reconstruir el Templo, Jerusalén, y el resto de su sociedad. Los judíos despreciaron a sus primos del norte debido a sus matrimonios mixtos y prácticas idolátricas. Muy pronto, se erigieron muros permanentes de amargura entre ambos lados. En los días de Jesús, las hostilidades eran tan graves que la mujer en el pozo estaba sorprendida de que Jesús siquiera le hablara. Como Juan explicó, «judíos y samaritanos no se tratan entre sí» (Jua 4:9).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

tú eres profeta. El conocimiento de Jesús concerniente a la vida de la mujer demuestra que tenía inspiración divina.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta. — No negó lo que le dijo, sino que reconoció que lo que El dijo acerca de ella era cierto y, por eso, concluyó que Jesús era profeta. Compárese 1:48, 49; 3:2.

Fuente: Notas Reeves-Partain

2) Jesús explica la adoración al Padre (vv. Jua 4:19-26)

Como Jesús revela el pasado de la mujer, ésta descubre en él una persona inspirada. Ella piensa en un profeta, alguien con autoridad divina. Como la palabra “profeta” no tiene artículo se traduce «un profeta» (TLA, DHH). Es posible que ella no pensara en Jesús como “el Profeta”, la figura mesiánica de Deu 18:15.

El término “profeta” se puede expresar de varias formas, dependiendo del contexto de las Escrituras. En algunos momentos el sentido es “alguien que dice el futuro”; en otras ocasiones es “la persona que se expresa con inspiración”. En algunos idiomas la tendencia ha sido a traducir “profeta” con un término que signifique “adivino” o “alguien que dice el futuro”, “vidente”. Lo más común es traducirlo por “alguien que habla en el nombre de Dios” o “un mensajero de Dios”. Esta última frase queda muy bien en este versículo.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

REFERENCIAS CRUZADAS

m 190 Luc 7:16; Luc 7:39; Jua 9:17

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

tú eres profeta. Aunque los profetas eran primordialmente mensajeros de Dios, se creía que tenían una intuición especial (cp. Lc 7:39). Los samaritanos consideraban a Moisés como el único y verdadero profeta, y pensaban que el Mesías era el profeta predicho en Dt 18:18. La confesión de la mujer pudiera mostrar que ella presentía que en verdad Jesús era ese profeta.

Fuente: La Biblia de las Américas

M7 Parece que θεωρῶ se usa como un simple presente (definido). Significa: yo percibo (tal vez θεωρῶ no se use por ninguna razón mejor que por el hecho de que no hay un aoristo conveniente para este verbo particular).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego