Comentario de Juan 5:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Por esta razón los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios.

5:18 Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba (violaba, LBLA) el día de reposo, — En primer lugar, » el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo» (Mat 12:8) y no quebrantó su propia ley. Jesús profanaba el día de reposo solamente como los sacerdotes lo profanaban al llevar a cabo su trabajo en el día de reposo (Mat 12:5). Como estos estaban sin culpa también Jesús estaba sin culpa al llevar a cabo su obra.

— sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. — Muchas personas que profesan ser seguidores de Cristo no creen este texto. Los testigos del Atalaya aceptan la herejía de Ario quien afirmaba que Cristo era un ser creado. También los pentecostales, de la rama llamada «apostólica», siguen a Sabelio quien enseñaba que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son idénticos y que son una sola y la misma persona. Esta sección del libro de Juan (el cap. 5) registra mucho testimonio para demostrar claramente que Cristo es Dios el Hijo.

Algunos hermanos (véase 1:14) enseñan que aquí en la tierra Cristo no era igual a Dios, pues tuercen Flp 2:6-7 para enseñar que aunque Cristo había sido igual a Dios, cuando vino a la tierra se despojó a sí mismo de esa igualdad, pero Pablo no dijo que Cristo «existía» (como dice LBLA), sino «existiendo» (gerundio, tiempo presente). Dios (Deidad) es inmutable. Como Dios el Padre o Dios el Espíritu Santo no pueden cambiar, tampoco puede cambiar Dios el Hijo. Son uno en esencia (substancia), en propósito y en obra. «Hijo» de Dios no indica inferioridad sino identidad.

Los enemigos de Cristo entendían lo que El decía y, por eso, le querían apedrear por blasfemar (10:30-33); sabían que cuando Jesús hablaba de sí mismo como el «Hijo de Dios», quería decir que era Dios, igual a Dios, y en base a esto demandaban que Pilato le crucificara (19:7). Obsérvese con cuidado esta verdad: al decir Jesús que «Dios era su propio Padre» daba a entender que «Hijo de Dios» significa «igual a Dios».

Cuando Jesús dijo, «El Padre mayor es que yo» (14:28) no se refería a su naturaleza o esencia (Deidad), ni a los atributos divinos (omnipotencia, omnisciencia, etc.), sino a su papel de subordinación al Padre, su humillación al llegar a ser hombre, para poder morir por nosotros (Flp 2:6-8). Durante esta gran humillación El era Emanuel, Dios con nosotros. Demostró esto repetidas veces, demostrando su omnipotencia, su omnisciencia, perdonando pecados y siendo adorado. El mismo había dicho, «Al Señor tu Dios adorarás» (Mat 4:10). Por eso, al ver que El mismo (Jesús) aceptó la adoración, la conclusión ineludible es que El es Dios.

En cuanto a su relación con Dios Jesús afirmaba (1) que había venido del Padre, 6:33, 38; 8:23; y que volvería al Padre; (2) que El solo había visto al Padre, 1:18; 6:46; pero que «El que me ha visto a mí, ha visto al Padre», 14:6; (3) que El conoce al Padre, 7:29; 8:55; 10:14, 15; 17:25; (4) que El revela al Padre, 1:18; 8:19; 12:44, 45, 49-50; 14:7-9; (5) que es igual a Dios, 5:18; 10:30; Heb 1:3; (6) que El hace las obras de Dios y, por eso, posee el poder de Dios, 5:19; (6) que posee los atributos de Dios: eterno, 8:58; 17:5; omnipotente, 11:11; omnisciente, 2:24; 4:16-18; 7:29; 12:32, 33; podía leer los pensamientos de la gente; omnipresente, 14:14-18, 28.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

los judíos aun más procuraban matarle. Jua 7:19.

quebrantaba el día de reposo. Jua 7:22, Jua 7:23; Mat 12:5.

decía que Dios era su Padre. Jua 5:23; Jua 8:54, Jua 8:58; Jua 10:30, Jua 10:33; Jua 14:9, Jua 14:23; Zac 13:7; Flp 2:6; Apo 21:22, Apo 21:23; Apo 22:1, Apo 22:3.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

HACIÉNDOSE IGUAL A DIOS. Jesús hace varias asombrosas declaraciones en este pasaje:

(1) Dios es su Padre de una manera especial y extraordinaria;

(2) Él mantiene la unidad, la comunión y la autoridad con Dios (v. Jua 5:19-20);

(3) El tiene el poder para dar vida y resucitar (v. Jua 5:21);

(4) Él tiene el derecho de juzgar a todas las personas (v. Jua 5:22);

(5) Él tiene el derecho a la honra divina (v. Jua 5:23); y

(6) Él tiene el poder para dar vida eterna (v. Jua 5:24).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Aunque la oposición a Jesús crepitaba bajo la superficie (p. ej. Jua 2:13-20), el relato de la sanidad obrada por Jesús en el estanque de Betesda marca el comienzo de la hostilidad abierta contra Él en Jerusalén y en la región sureña de Palestina. El pasaje se puede dividir en tres partes: 1) un milagro es realizado (vv. Jua 5:1-9), 2) el Maestro es perseguido (vv. Jua 5:10-16) y 3) un homicidio es planificado (vv. Jua 5:16-18).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Este versículo confirma que los judíos entendieron al instante las implicaciones de las palabras de Jesús en el sentido de haber afirmado ser Dios (vea las notas sobre el v.Jua 5:17).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

5:18 Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba (violaba, LBLA) el día de reposo, — En primer lugar, » el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo» (Mat 12:8) y no quebrantó su propia ley. Jesús profanaba el día de reposo solamente como los sacerdotes lo profanaban al llevar a cabo su trabajo en el día de reposo (Mat 12:5). Como estos estaban sin culpa también Jesús estaba sin culpa al llevar a cabo su obra.
— sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. — Muchas personas que profesan ser seguidores de Cristo no creen este texto. Los testigos del Atalaya aceptan la herejía de Ario quien afirmaba que Cristo era un ser creado. También los pentecostales, de la rama llamada «apostólica», siguen a Sabelio quien enseñaba que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son idénticos y que son una sola y la misma persona. Esta sección del libro de Juan (el cap. 5) registra mucho testimonio para demostrar claramente que Cristo es Dios el Hijo.
Algunos hermanos (véase 1:14) enseñan que aquí en la tierra Cristo no era igual a Dios, pues tuercen Flp 2:6-7 para enseñar que aunque Cristo había sido igual a Dios, cuando vino a la tierra se despojó a sí mismo de esa igualdad, pero Pablo no dijo que Cristo «existía» (como dice LBLA), sino «existiendo» (gerundio, tiempo presente). Dios (Deidad) es inmutable. Como Dios el Padre o Dios el Espíritu Santo no pueden cambiar, tampoco puede cambiar Dios el Hijo. Son uno en esencia (substancia), en propósito y en obra. «Hijo» de Dios no indica inferioridad sino identidad.
Los enemigos de Cristo entendían lo que El decía y, por eso, le querían apedrear por blasfemar (10:30-33); sabían que cuando Jesús hablaba de sí mismo como el «Hijo de Dios», quería decir que era Dios, igual a Dios, y en base a esto demandaban que Pilato le crucificara (19:7). Obsérvese con cuidado esta verdad: al decir Jesús que «Dios era su propio Padre» daba a entender que «Hijo de Dios» significa «igual a Dios».
Cuando Jesús dijo, «El Padre mayor es que yo» (14:28) no se refería a su naturaleza o esencia (Deidad), ni a los atributos divinos (omnipotencia, omnisciencia, etc.), sino a su papel de subordinación al Padre, su humillación al llegar a ser hombre, para poder morir por nosotros (Flp 2:6-8). Durante esta gran humillación El era Emanuel, Dios con nosotros. Demostró esto repetidas veces, demostrando su omnipotencia, su omnisciencia, perdonando pecados y siendo adorado. El mismo había dicho, «Al Señor tu Dios adorarás» (Mat 4:10). Por eso, al ver que El mismo (Jesús) aceptó la adoración, la conclusión ineludible es que El es Dios.
En cuanto a su relación con Dios Jesús afirmaba (1) que había venido del Padre, 6:33, 38; 8:23; y que volvería al Padre; (2) que El solo había visto al Padre, 1:18; 6:46; pero que «El que me ha visto a mí, ha visto al Padre», 14:6; (3) que El conoce al Padre, 7:29; 8:55; 10:14, 15; 17:25; (4) que El revela al Padre, 1:18; 8:19; 12:44, 45, 49-50; 14:7-9; (5) que es igual a Dios, 5:18; 10:30; Heb 1:3; (6) que El hace las obras de Dios y, por eso, posee el poder de Dios, 5:19; (6) que posee los atributos de Dios: eterno, 8:58; 17:5; omnipotente, 11:11; omnisciente, 2:24; 4:16-18; 7:29; 12:32, 33; podía leer los pensamientos de la gente; omnipresente, 14:14-18, 28.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Por esto, “Por lo que Jesús dijo” establece el porqué quieren matar a Jesús. El versículo empieza como el v. Jua 5:16 : Por esta causa los judíos perseguían a Jesús e intentaban matarlo. El comparativo aún más indica el alto grado de persecución e insinúa que ya existía una conspiración contra Jesús: «Los jefes judíos se molestaron tanto que tuvieron aún más ganas de matar a Jesús» (TLA), “Por eso con mayor razón buscaban cómo matar a Jesús”.

Las dos últimas oraciones que motivan la decisión de las autoridades judías deben hacerse más explícitas al traducir: “Ellos decidieron hacer eso no porque el quebrantó la ley del sábado, sino también porque él mismo hacía de Dios su propio Padre” o “él hablaba de Dios como si fuera su propio Padre”, “porque no quebrantaba el sábado, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios”.

Los judíos entienden perfectamente las implicaciones de las palabras de Jesús. Saben que él no se refiere a la carpintería de su padre José. Ellos concluyen inmediatamente que “él se hace igual a Dios”. Otras equivalencias a esta conclusión de los judíos son: “él se pone a la misma altura de Dios”, “él mismo se considera como Dios”, “él mismo se pone al lado de Dios”.

Reflexión bíblica y pastoral

Es nuevamente una fiesta judía el marco que utiliza Juan para narrar otro hecho extraordinario de Jesús. Esta piscina o estanque parece que fue una especie de balneario cuyas aguas medicinales atraían al pueblo sencillo en busca de sanidad. Como el estanque era alimentado por algunas aguas subterráneas es natural que al movimiento que provocaban se les atribuía un origen en fuerzas sobrenaturales.

Seguramente el estanque era un lugar de concentración de pobres, de aquellos que no tenían acceso a servicios médicos de ningún tipo, como era el caso de esta “multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos” (v. Jua 5:3). Es de notarse que Jesús recurre a ese lugar en un tiempo de fiesta, donde seguro había actividades y lugares más interesantes por visitar en Jerusalén. Aquí se percibe una intencionalidad en el evangelista, que seguro es un reflejo de la práctica del Jesús terrenal, su interés de buscar a los marginados de la sociedad y a los considerados impuros por la ley. Seguramente este lugar no propiciaba una fe demasiado ortodoxa, sino más bien una supersticiosa. Pero para Jesús siempre fue más importante la vida humana que la ortodoxia, la ley y la opinión de los líderes religiosos, así que esta gente y estos lugares para él también eran importantes.

A uno de estos desdichados Jesús lo aborda, una vez que ha indagado respecto a su situación lamentable, que consiste en llevar treinta y ocho años enfermo. La pregunta de Jesús parece algo necia: “¿Quieres ser sano?” (v. Jua 5:6), ya que pudiera sobreentenderse que ese fuera el máximo anhelo de ese hombre. Después de escuchar el argumento del hombre enfermo, Jesús simplemente lo sana con el poder de su palabra. Son muy significativas y de gran fuerza expresiva las tres palabras imperativas con que lo sana: “Levántate, toma tu camilla y anda” (v. Jua 5:8). Este levantarse puede considerarse no como la orden de alzarse del suelo, sino también de levantarse en todos los aspectos de su vida, de reiniciar una vida en plenitud, creyendo en Jesús y obedeciendo la voluntad de Dios. El tomar la camilla es una manera simbólica de hacerse dueño de aquello a lo que estaba atado en su estado de postración. El andar es recuperar la fuerza, la voluntad y la capacidad de moverse libremente, sin depender de la caridad o el auxilio de los demás. Este milagro es una restauración integral de una vida humana que había sido destruida por la enfermedad y todo lo que ella conlleva. La sanidad del hombre es total, ya que no recibe la restauración física sino también de su vida espiritual y emocional, como se entiende de la posterior exhortación de Jesús “no peques más” (v. Jua 5:14).

La reacción de los dirigentes judíos no se hace esperar, ya que el hombre sanado carga su camilla el día sábado, cuando estaba prohibido cargar cualquier objeto. Aquí se refleja sin duda la polémica sobre el sábado entre la sinagoga y las comunidades cristianas del tiempo del evangelista. Para los líderes religiosos era más importante el cumplimiento estricto de la ley que la vida restaurada del hombre, contrario a la posición de Jesús. Debido a esto los líderes intentan matar Jesús, en una intención que resulta paradójica pues quieren quitar la vida a aquél que es capaz de salvarla. El argumento de Jesús respecto a su actividad taumatúrgica en día sábado es teológicamente muy fuerte: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” (v. Jua 5:17). Jesús declara su obra en paralelo con el obrar de Dios, a quien llama Padre, y con ello no se hace igual a Dios, sino también declara implícitamente su obrar como santo y justo.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Jua 7:1; Jua 19:25; Jua 8:37; Jua 8:40; Jua 10:30; Jua 10:33; Jua 11:53; Mat 12:14; Mat 26:4; Mar 14:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

j 246 Jua 7:1; Jua 7:19

k 247 Jua 10:38; Jua 14:28

l 248 Flp 2:6

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

igual a Dios. La acusación no era meramente que Jesús llamara a Dios Padre, sino que proclamara que Dios era su propio Padre. Los judíos lo interpretaron como una blasfemia. Al aseverar que es el Hijo de Dios, Jesús dice que El es igual con Dios (cp. 10:30). Su igualdad con el Padre se ve en que Jesús da vida (vers. 21), juzga (vers. 22), recibe honor (vers. 23), da vida eterna (vers. 24; 10:28) y resucita muertos (vers. 25, 28; 11:25– 26).

Fuente: La Biblia de las Américas

18 (1) Los religiosos, por un lado, guardaban el sábado, pero por otro, procuraban matar a Jesús. ¿Cómo podían ellos tener reposo? Debido a su concepto religioso ellos pensaban que matar a aquellos que no guardaran sus ritos religiosos era rendir servicio a Dios (16:2). Los conceptos religiosos, pues, son el veneno que Satanás da a la gente, haciendo. que ellos maten, así como él envenena a la gente con el pecado.

18 (2) En realidad el Hijo y el Padre son uno solo (10:30).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

R884 Ἔλυεν se usa como un imperfecto reiterativo (comp. Jua 3:22; repetidamente).

MT90 Hay aquí un énfasis innegable en el uso de ἴδιον (comp. Jua 1:41): su propio Padre.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego