Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?
5:47 Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras? — Cristo era el tema principal del Antiguo Testamento (Luc 24:27; Luc 24:44-46; carta a los Hebreos). Moisés habló de Cristo en Deu 18:15-18 (Hch 3:22-23), pero también habló de El en todos los tipos, figuras y sombras de la ley. Cristo testifica que Moisés era el autor del Pentateuco. Los que niegan esto y dicen que los cinco libros de Moisés son fraudulentos tienen disputa con Jesús.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Luc 16:29, Luc 16:31.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
no creéis a sus escritos: El problema final era que el pueblo no creyó la Palabra de Dios escrita mediante Moisés.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
SI NO CREÉIS A SUS ESCRITOS. Este pasaje es importante al establecer el punto de vista de Cristo sobre el AT. Él creía que Moisés escribió el Pentateuco. La lección que necesitaban los judíos, y la que necesita la iglesia actual, es esta: el que no cree en la inspiración y la veracidad de los libros del AT, tampoco cree ni se somete a la autoridad de las palabras de Jesús y de los libros del NT que dan testimonio de Él (véanse Hch 24:14, nota sobre el punto de vista de Pablo respecto al AT; y el ARTÍCULO LA INSPIRACIÓN Y LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA, P. 1756. [2Ti 3:16-17]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
5:47 Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras? — Cristo era el tema principal del Antiguo Testamento (Luc 24:27; Luc 24:44-46; carta a los Hebreos). Moisés habló de Cristo en Deu 18:15-18 (Hch 3:22-23), pero también habló de El en todos los tipos, figuras y sombras de la ley.
Cristo testifica que Moisés era el autor del Pentateuco. Los que niegan esto y dicen que los cinco libros de Moisés son fraudulentos tienen disputa con Jesús.
Fuente: Notas Reeves-Partain
El capítulo, la argumentación y la sección terminan no con otra oración condicional, sino también con una pregunta retórica. El versículo comienza con un peropara contraste: Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras? El contraste aquí se da entre “sus” y “mis”, entre los escritos de Moisés y las palabras de Jesús: «Si no creen en lo que él escribió, ¿cómo van a creer en lo que yo les digo?» (TLA). Literalmente las letras hacen pensar en lo que se escribe y las palabras en lo que se dice. Por eso algunas versiones prefieren las formas verbales «lo que él escribió» y «lo que yo digo» (BL, DHH, NEB). Otras versiones optan por el verbo “escribir” y el sustantivo “palabras” (BP), mientras que otras más conservan el sentido literal entre escritos y palabras (BJ).
Reflexión bíblica y pastoral
En este pasaje Jesús enumera ante los judíos a las personas e instancias que dan testimonio de él. Así Jesús afirma que él no hace y dice nada por antojo o mero voluntarismo, sino que está cumpliendo una tarea divina, con el respaldo de las mejores tradiciones de su pueblo, y de acuerdo a la voluntad y el plan salvífico de Dios. Evidentemente que este pasaje es una autodefensa de Jesús contra los que no quieren reconocer su personalidad divina y la validez de su misión. Por ello es que él argumenta enumerando los poderosos testigos que avalan su obra y mensaje: Juan Bautista, las obras que Jesús realiza, el Padre mismo. Ahora bien, si a pesar de que estos testimonios no fueran suficiente, Jesús los exhorta a indagar en las Escrituras, donde la máxima autoridad de los judíos también dio testimonio respecto a Jesús: Moisés mismo.
Tomados en conjunto, apreciamos que los testigos de Jesús están dentro de una tradición muy rica que incluye figuras del pasado y acciones del presente, del ámbito divino y del humano, es decir, la autoridad a Cristo le viene de sí mismo, pero está dentro de las más respetadas y aceptadas tradiciones de su pueblo, pero principalmente su autoridad le viene de Dios mismo.
Seguramente que el evangelista Juan compuso este pasaje teniendo como trasfondo el ambiente de confrontación del judaísmo con las comunidades cristianas, donde el origen y la autoridad de Jesús eran cuestionados por la ortodoxia judía. En la actualidad, los argumentos de legitimación que Jesús alude aquí son muy importantes en las iglesias, donde con mucha frecuencia existe un liderazgo que no posee una legitimidad incuestionable. Haría muy bien que se consideren fuentes de legitimación para el liderazgo de las iglesias factores como las obras a favor de la vida de los más necesitados, el testimonio positivo de la comunidad, la certeza de actuar en el cumplimiento de la voluntad de Dios, entre otros, y no aceptar que cualquiera ejerza una autoridad incuestionable, que no esté fundamentada en el servicio y en una vida de entrega al cumplimiento de la voluntad de Dios.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Luc 16:29-31.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
z 290 Luc 16:31
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
R1012 Aquí la cláusula condicional está determinada como si se hubiera cumplido: ya que ustedes no creen sus escritos.