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Comentario de Juan 6:56 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Juan 6:56 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí, y yo en él.

6:56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. — La palabra permanece es término clave para entender este texto. El comer la carne y beber la sangre de Cristo significa recibir los beneficios de la muerte de Cristo por medio de la obediencia al evangelio, y estar espiritualmente unidos a El, y tener comunión con El (es decir, participar de toda bendición espiritual, como también participar en su servicio).

Obsérvese en otros textos lo que Juan dice acerca de vivir o permanecer en Cristo:

11:25, 26, «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente».

15:4-6, » Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden». En los escritos de Juan permanecer en el Señor significa tener comunión con El.

17:21-23, «para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros… Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad». Debemos unirnos a Cristo como El se une al Padre, para que seamos «perfectos en unidad».

1Jn 2:6, «El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo». Si nos unimos a El y tenemos comunión con El, andaremos como El anduvo.

1Jn 2:24, «Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre». Esto indica que para unirnos a Cristo y al Padre tenemos que retener la enseñanza que nos fue entregada por Cristo y los apóstoles (Hch 2:42; Jua 14:26; 1Jn 4:6). Solamente los que tienen comunión con los apóstoles pueden tener comunión con el Padre y el Hijo (1Jn 1:3).

1Jn 3:6-9, «Todo aquel que permanece en él no peca» (es decir, practica el pecado, ver. 8). El cristiano tropezará de vez en cuando y al hacerlo tiene perdón si acude a su Abogado y confiesa su pecado (1Jn 1:8-10; 1Jn 2:1-2), pero el cristiano no persiste en la práctica (habitual, continua) del pecado porque ahora participa o tiene comunión (habitual y continua) con Cristo.

1Jn 3:24, «Y el que guarda sus mandamientos permanece en Dios» .

1Jn 4:12, «Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros».

1Jn 4:15, «Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios».

1Jn 4:16, «el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él».

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

El que come mi carne y bebe mi sangre. Lam 3:24.

en mí permanece, y yo en él. Jua 14:20, Jua 14:23; Jua 15:4, Jua 15:5; Jua 17:21-23; Sal 90:1; Sal 91:1, Sal 91:9; 2Co 6:16; Efe 3:17; 1Jn 3:24; 1Jn 4:12, 1Jn 4:15, 1Jn 4:16; Apo 3:20.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

6:56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. — La palabra permanece es término clave para entender este texto. El comer la carne y beber la sangre de Cristo significa recibir los beneficios de la muerte de Cristo por medio de la obediencia al evangelio, y estar espiritualmente unidos a El, y tener comunión con El (es decir, participar de toda bendición espiritual, como también participar en su servicio).
Obsérvese en otros textos lo que Juan dice acerca de vivir o permanecer en Cristo:
— 11:25, 26, «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente».
— 15:4-6, » Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden». En los escritos de Juan permanecer en el Señor significa tener comunión con El.
— 17:21-23, «para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros… Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad». Debemos unirnos a Cristo como El se une al Padre, para que seamos «perfectos en unidad».
— 1Jn 2:6, «El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo». Si nos unimos a El y tenemos comunión con El, andaremos como El anduvo.
— 1Jn 2:24, «Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre». Esto indica que para unirnos a Cristo y al Padre tenemos que retener la enseñanza que nos fue entregada por Cristo y los apóstoles (Hch 2:42; Jua 14:26; 1Jn 4:6). Solamente los que tienen comunión con los apóstoles pueden tener comunión con el Padre y el Hijo (1Jn 1:3).
— 1Jn 3:6-9, «Todo aquel que permanece en él no peca» (es decir, practica el pecado, ver. 8). El cristiano tropezará de vez en cuando y al hacerlo tiene perdón si acude a su Abogado y confiesa su pecado (1Jn 1:8-10; 1Jn 2:1-2), pero el cristiano no persiste en la práctica (habitual, continua) del pecado porque ahora participa o tiene comunión (habitual y continua) con Cristo.
— 1Jn 3:24, «Y el que guarda sus mandamientos permanece en Dios» .
— 1Jn 4:12, «Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros».
— 1Jn 4:15, «Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios».
— 1Jn 4:16, «el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él».

Fuente: Notas Reeves-Partain

Los versículos no están unidos por ninguna partícula o conjunción. Nótese el uso del tiempo presente en los verbos: Permanece en mí y yo en él. Es la misma línea de pensamiento de Jua 15:4. El verbo “permanecer” es uno de los más importantes en el pensamiento juanino. Se usa para expresar la relación entre el Padre y el Hijo (Jua 14:10), y entre el creyente y el Hijo (Jua 6:56; Jua 15:4). En Jua 1:32-33 el Espíritu desciende y permanece con Jesús. También se usa en Jua 5:38; Jua 8:31; Jua 15:7, Jua 15:9-10, con sentido muy parecido. La idea aquí es “vivir en comunión”, “seguir unido a”. Este concepto de unión y compañerismo con Cristo se expresa en otros idiomas como “compartir con”, “estar junto con”, “vivir con” o “habitar con”: «viven unidos a mí, y yo vivo unido a ustedes» (TLA, DHH), «es uno conmigo y yo soy uno con él» (CEV).

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Jua 15:5; 1Jn 3:24.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) “En unión conmigo.” O: “en mí”. Gr.: en e·mói.

REFERENCIAS CRUZADAS

f 350 Jua 14:23; Jua 15:4; 1Jn 3:24

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

56 super (1) Esto indica que el Señor tenía que resucitar para poder morar en nosotros como nuestra vida y como nuestro suministro de vida.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro