Comentario de Juan 7:10 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero cuando sus hermanos habían subido a la fiesta, entonces él también subió, no abiertamente sino en secreto.

entonces él también subió a la fiesta. Sal 26:8; Sal 40:8; Mat 3:15; Gál 4:4.

no abiertamente. Jua 11:54; Isa 42:2, Isa 42:3; Amó 5:13; Mat 10:16.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Cuando Cristo fue a la fiesta no lo hizo abiertamente como le sugirieron sus hermanos (v. Jua 7:4), fue «en secreto»; estuvo oculto.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

en secreto. Esto indica que el Padre le permitió a Jesús ir a Jerusalén. De este modo, Jesús salió de Galilea por última vez antes de la cruz. Este viaje secreto demuestra su discreción máxima que fue todo lo opuesto a lo exigido por sus hermanos (cp. v. Jua 7:4).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

VEREDICTOS SOBRE JESÚS

Juan 7:10-13 (conclusión)

En este capítulo hay una serie de veredictos sobre Jesús.

(i) Hay un veredicto de que era una buena persona (versículo 12). Ese veredicto es verdad, pero no es toda la verdad. Napoleón hizo una famosa observación: «Yo conozco a los hombres, y Jesucristo es más que un hombre.» Jesús es, desde luego, un hombre verdadero; pero es, además, el verdadero Hombre, y en Él está la Mente de Dios. Cuando habla, no es sólo un hombre hablando a los hombres; si fuera sólo eso podríamos discutir Sus mandamientos. Cuando Él habla, es Dios hablando a la humanidad; el Cristianismo no consiste en discutir Sus mandamientos, sino en cumplirlos.

(ii) Hay un veredicto de que era un profeta (Versículo 40). También eso es verdad. El profeta es uno que anuncia la voluntad de Dios, uno que ha vivido tan cerca de Dios que conoce Su pensamiento y propósito. Eso es verdad de Jesús; pero hay una gran diferencia entre un profeta y Jesús. El profeta dice: » Así dice el Señor.» Tiene una autoridad prestada y delegada. Su mensaje no tiene su origen en él mismo. Pero Jesús dice: » Yo os digo.» Tiene derecho a hablar, y su autoridad no es delegada, sino que le es propia.

(iii) Hay un veredicto de que era un loco que vivía fuera de la realidad (versículo 20). La disyuntiva es: o Jesús es la única Persona totalmente sana que ha habido en el mundo, o es un loco. Escogió la Cruz cuando hubiera podido tener el poder. Fue el Siervo doliente cuando hubiera podido ser un rey conquistador. Lavó los pies de sus discípulos cuando hubiera podido tener a toda la humanidad a sus pies. Vino para servir cuando hubiera podido someter al mundo entero a su servicio. No es sentido común lo que nos imparten las palabras de Jesús, sino un sentido que le es exclusivo. Él puso la escala de valores del mundo patas arriba porque trajo a un mundo loco la suprema sensatez de Dios.

(iv) Hay un veredicto de que era un hereje. Las autoridades judías vieron en Él a uno que estaba desviando a la gente de la verdadera religión. Le acusaron de todos los crímenes contra la religión que había en lista: de quebrantar el sábado, de ser un borrachín y un glotón, de tener los amigos menos recomendables, de ir en contra de la religión ortodoxa. Está bien. claro que, si preferimos nuestra idea de la .religión a la suya, nos parecerá un hereje; y una de las cosas más difíciles del mundo es el reconocer que se está en un error. . .

(v) Hay un veredicto de que era un valiente (versículo 26). Nadie podrá jamás dudar de su coraje. Tenía valor moral para desafiar los convencionalismos y ser diferente. Tenía el valor físico para soportar los más terribles sufrimientos. Tuvo el valor de seguir adelante cuando su familia le abandonó, sus amigos le desampararon y uno de su propio círculo le traicionó. Le vemos aquí entrando valientemente en Jerusalén sabiendo que era para Él como la cueva de los leones. » Temía a Dios tanto que no le tenía miedo a ningún hombre», se dijo del reformador escocés John Knox. ¡Con mucha más razón podría decirse de Jesús!

(vi) Hay un veredicto de que tenía la personalidad más dinámica (versículo 46): El veredicto de los alguaciles que mandaron a prenderle en el templo y volvieron con las manos vacías fue que nunca había hablado nadie como Él. Julian Duguid nos cuenta que una vez iba haciendo un viaje en el mismo trasatlántico que Wilfred Grenfell; y dice que se podía saber cuando Grenfell entraba en una habitación aunque se estuviera de espaldas por la ola de autoridad que emanaba. Cuando pensamos en cómo el carpintero galileo se enfrentaba con los más poderosos del país y los dominaba hasta el punto de que eran ellos los que estaban sometidos a juicio y no Él, estamos obligados a reconocer que Él era, por lo menos, una de las personalidades supremas de la Historia. El cromo de un Jesús blanducho y anémico no le va. Del verdadero Jesús fluía un poder que hizo volver alucinados y con las manos vacías a los que habían sido enviados a detenerle.

(vil) Hay un veredicto de que era el Cristo, el Ungido de Dios. Es un hecho innegable que Jesús no encaja en ninguna de las categorías humanas que hay disponibles; sólo la categoría de lo divino le pertenece por derecho propio.

Hay otras tres reacciones a Jesús que debemos considerar.

(i) Está la reacción de temor de la multitud (versículo 13). Hablaban de Él, pero tenían miedo de hacerlo en voz demasiado alta. La palabra que usa Juan es onomatopéyica -es decir, que imita el sonido de lo que describe. Es la palabra gonguysmós. La palabra de la Reina-Valera es murmullo, mormollo en la Biblia del Oso; cuchicheando en la Nueva Biblia Española. Indica una especie de gruñido de queja en voz baja. Es la palabra que se usa de la murmuración de los israelitas contra Moisés en el desierto; era algo que hacían en voz baja porque tenían miedo de decirlo en alto. El miedo puede impedir que se proclamen las convicciones; pero el cristiano no debe tener miedo de decirle al mundo que cree en Jesucristo.

(ii) La reacción de algunos de la multitud fue la fe (versículo 31). Eran hombres y mujeres que no podían negar lo que les resultaba evidente. Oían lo que decía Jesús; veían lo que hacía; recibían el impulso de su dinamismo, y creían en Él. Cuando una persona se desembaraza de sus prejuicios y temores no tiene más remedio que acabar creyendo. .

(iii) La reacción de Nicodemo fue defender a Jesús (versículo 50). En aquel concilio de las autoridades judías, la suya fue la única voz que se levantó en su defensa. Ahí está el deber de todos nosotros. Ian Maclaren solía decirles a sus alumnos cuando predicaban: «¡Decid algo bueno de Jesús!» Hoy vivimos en un mundo hostil al Evangelio de muchas maneras y en muchos sitios; pero lo sorprendente es que la gente no ha estado nunca tan dispuesta a hablar de Cristo y a discutir de religión. Vivimos en una generación en la que es fácil ganarse el título de los reyes de «Defensor de la fe.» Dios nos ha dado el privilegio de poder ser abogados y defensores de Cristo frente a las críticas, y hasta las burlas, de los que no le conocen, pero le necesitan desesperadamente.

REACCIONES A JESÚS

Juan 7:10-13

Cuando Sus hermanos ya se habían ido a la fiesta, entonces fue también Jesús, no abiertamente sino, como si dijéramos, de incógnito.
Así que los judíos le estaban buscando entre los asistentes, y no hacían más que decir:

-¿Dónde se habrá metido?

Y había muchas discusiones acaloradas entre la gente acerca de Él. Algunos decían:

-¡Es una buena persona!

-¡De eso nada! -replicaban otros-. ¡Está llevando a la gente por mal camino!
Pero nadie hablaba de Él abiertamente, porque tenían miedo de los judíos.

Jesús eligió su momento, y fue a Jerusalén. Aquí se nos presentan las reacciones de la gente. Uno de los puntos supremamente interesantes de este capítulo son las diferentes reacciones que nos cuenta que se produjeron entre la gente. Vamos a recogerlas aquí ahora.

(i) Tenemos la reacción de sus hermanos (versículos 1-5).

Reaccionaron realmente burlándose y tomándole el pelo despectivamente. No creían en Él; estaban provocándole como si se tratara de un chiquillo travieso. Sigue siendo frecuente esa actitud de desprecio tolerante a Jesús.
George Bernanos, en su Diario de un cura rural, nos cuenta que a veces invitaban al cura en la casona aristocrática de la parroquia. El amo le animaba a hablar y a discutir con los otros invitados, pero siempre lo hacía para divertirse un poco y con un desprecio tolerante, como si estuviera animando a un niño o a un perrillo a desplegar sus gracias. Aún hay quienes no parece que se han dado cuenta de que la fe cristiana es una cuestión de vida o muerte.

(ii) Tenemos el odio declarado de los fariseos y de los principales sacerdotes (versículos 7 y 19). No le odiaban por la misma razón; porque, de hecho, se odiaban entre sí. Los fariseos odiaban a Jesús porque pasaba de sus mezquinas reglas y normas. Si Él tenía razón, ellos no la podían tener; y amaban su propio sistema más de lo que amaban a Dios. Los saduceos eran un partido político. No observaban las reglas y normas de los fariseos. Casi todos los sacerdotes eran saduceos. Colaboraban con los dominadores Romanos, y gozaban de una situación muy cómoda y hasta lujosa. No querían un Mesías; porque cuando viniera se desintegraría su posición política y se les acabaría el chollo. Odiaban a Jesús porque interfería en sus intereses creados, que eran para ellos algo mucho más importante que las cosas de Dios.
Todavía sigue sucediendo el que una persona ame más su propio pequeño sistema que a Dios, y que coloque sus intereses creados por encima del desafío de una vida aventurera y sacrificial.
(iii) Ambas reacciones confluían en un deseo ardiente de eliminar a Jesús (versículos 30 y 32). Cuando los ideales de una persona están en conflicto con los de Cristo, o bien se somete o tratará de buscar la manera de eliminarle a Él. Hitler no quería tener cristianos cerca, porque reconocen una lealtad superior a la que los ata al estado. Una persona se enfrenta con una sencilla alternativa si deja que Cristo entre en su órbita. Tiene que escoger entre lo que ella misma quiere, o lo que Cristo quiere; y, si quiere seguir haciendo su propia voluntad, tiene que tratar de eliminar de su vida a Cristo.
(iv) Tenemos el desprecio arrogante (versículos 15, 47-49). ¿Qué derecho tenía este Hombre para venir a establecer su ley? Jesús no tenía títulos académicos; no había estudiado en las escuelas rabínicas. ¿Qué persona inteligente iría a escucharle? Aquí tenemos la reacción de los intelectuales presumidos.
Muchos grandes poetas y escritores y predicadores no tenían títulos. Esto no es decir, ni mucho menos, que el estudio no sirva para nada; pero debemos tener cuidado con rechazar a nadie e incluirle entre los que no tienen ninguna importancia simplemente porque carece del equipo técnico de las escuelas.
(v) Tenemos la reacción de la multitud. Tenía dos caras; la primera era una reacción de interés (versículo 11). La única actitud que es imposible cuando Cristo realmente invade la vida es la indiferencia. Aparte de todo lo demás, Jesús es la figura más interesante de la Historia. Y la segunda fue la reacción de la discusión (versículos 12 y 43). Se hablaba de Jesús; se presentaban puntos de vista acerca de Él; se debatía su persona. Aquí hay tanto de valor como de peligro. El valor es que nada ayuda a aclarar nuestra opinión tanto como contraponerla a las de los demás. La mente se aguza con la mente como el hierro con el hierro. El peligro es que la religión se puede convertir muy fácilmente en una cuestión de discusión y de debate que se prolonga toda la vida sin llegar a nada. Hay una gran diferencia entre ser un teólogo amateur que no pasa de la discusión, y ser una persona realmente creyente, que ha pasado de hablar de Cristo a conocerle personalmente de veras.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Análisis de discurso

Los vv. Jua 7:10-13 presentan el escenario donde Jesús dará su discurso polémico en los vv. Jua 7:14-24.

Los vv. Jua 7:14-24 son el contenido de un discurso compuesto de materiales polémicos que se basan en la confrontación de Jesús con las autoridades judías en Jerusalén. Básicamente contiene una colección de las réplicas de Jesús contra los ataques de las autoridades. El flujo narrativo es constantemente interrumpido por preguntas y respuestas. Mientras Jesús argumenta con la multitud, detrás, entre bambalinas, los judíos traman su arresto. De hecho todo el ambiente de la fiesta de liberación, como era Tabernáculos, es paradójicamente de agresión contra Jesús. Esta segunda secuencia de la fiesta presenta tres instancias narrativas donde los personajes se enmarcan en el espacio del templo y en el tiempo dentro de la fiesta.

TÍTULO: Consideramos que los títulos tradicionales son sencillos y recogen bien la temática del texto: Jesús en la fiesta de los Tabernáculos (RV60, RV95), Jesús en la fiesta de las Enramadas (DHH, TLA). Cualquiera de estos títulos es adecuado.

Análisis textual y morfosintáctico

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

b. La opinión de los incrédulos (vv. Jua 7:10-13)

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Pero después que sus hermanos subieron, entonces él también subió a la fiesta. Los comentaristas tratan de explicar esta aparente contradicción en las palabras de Jesús, parecida a la que hubo en Caná (Jua 2:1). Por otra parte, se entiende que esta técnica de redacción del evangelista alarga el desenlace en Jerusalén y mantiene el suspenso sobre los acontecimientos futuros ante las autoridades. También se entiende que al ser ésta la última vez que Jesús sale de Galilea haya aquí una intención teológica por parte del evangelista, porque de aquí en adelante Jesús se queda en Jerusalén y sus alrededores hasta la crucifixión.

Este versículo es una transición que trata de suavizar cualquier contradicción. En realidad Jesús no va a esta fiesta públicamente. Para el evangelista es importante señalar que Jesús va de forma encubierta, en secreto. No sigue las indicaciones e intereses de sus hermanos.

Pero después que sus hermanos subieron, entonces él también subió a la fiesta es el primer contraste donde se separa la subida de los hermanos de la de Jesús. Las traducciones intentan hacer claro el contraste agregando: «Sin embargo» (NVI), «Y solamente después» (BL), Pero después. El segundo contraste del versículo establece la forma de esa subida a la fiesta: no abiertamente, sino como en secreto, «Jesús fue en secreto a la fiesta, sin decírselo a nadie» (TLA), «aunque no públicamente, sino casi en secreto» (DHH), «pero no públicamente, sino de incógnito» (BI). Se debe expresar la forma clandestina como Jesús subió a esa fiesta. En este sentido el uso de adverbios al lado del verbo “ir” o “subir” aclara esa acción: “clandestinamente”, “encubiertamente”, “secretamente”, “a escondidas”, “ocultamente”. En algunas culturas habrá que usar una oración explicativa: “el fue a la fiesta oculto para que nadie lo pudiera reconocer”, “de tal manera que nadie podía saber quién era”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

La autoridad que respaldaba la enseñanza de Jesús. Cuando Jesús decidió ir a la fiesta, lo hizo en una atmósfera de especulaciones por parte de los judíos (10, 11). Esto llevó a algún debate entre la gente en cuanto a dónde estaban (11) y su carácter (12). La bondad y el engaño se excluyen mutuamente lo que demuestra la naturaleza arbitraria de la evaluación popular. En esta etapa, ni Jesús ni el populacho en general podían actuar abiertamente (10, 13), aunque sus razones eran diferentes. Jesús estaba siguiendo el plan de su Padre, pero la gente actuaba por temor. Esto explica por qué Jesús no temió ir al templo cuando ya había pasado la mitad de la fiesta (14). Fue claramente con un propósito específico. Lo que confundía a los judíos era la naturaleza autoritativa de la enseñanza de Jesús, aunque no tenía educación formal (15). Respondiendo, Jesús señaló la verdadera naturaleza de su enseñanza. No era suya propia sino de Dios (16); podía ser verificada por cualquiera que deseara hacer la voluntad de Dios (17); no estaba basada en mi propia cuenta (17); se basaba en buscar la honra de Dios y, por lo tanto, era verdadera (18). La conclusión de la respuesta de Jesús fue abrupta. Apeló a Moisés y a la Ley (19). Cuando dijo que ninguno de ellos guardaba la ley, debe significar que no captaban el verdadero propósito de la ley, porque ciertamente no la descuidaban. Era algo central en el pensamiento religioso común. Jesús vio claramente más allá de su profesión de honrar la ley y los desafió a partir del hecho de que estaban maquinando matarle, al tiempo que la ley condenaba el asesinato (Exo. 20:13). En su propia defensa, los judíos acusaron a Jesús de posesión demoníaca (20). No habían reconocido sus propias intenciones malignas para con él. Respondiendo Jesús señaló su incoherencia al interpretar la ley permitiendo la circuncisión en sábado, pero no la sanidad (21-23). La relación del pensamiento en el v. 23 es que la interpretación judía permitía la circuncisión en sábado, a pesar de la ley contra el trabajo, porque ello perfeccionaba al niño, y Jesús declaró que el hacer que una persona fuera sana tenía el mismo fin. En el v. 24 Jesús criticó los criterios que ellos estaban usando, pues la verdadera fe no aparecía en su evaluación.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

j 380 Mat 10:16

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

no abiertamente. Haber ido a la fiesta con un grupo grande de peregrinos habría traído para Jesús una publicidad que El no deseaba. El rechaza el consejo de sus hermanos porque tenía una misión distinta que cumplir.

Fuente: La Biblia de las Américas

10 super (1) Aunque el Señor es el Dios Todopoderoso, como hombre bajo persecución fue limitado también en relación con Sus actividades.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

no abiertamente…Apo 19:11-21.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit., como en

Fuente: La Biblia de las Américas