Comentario de Juan 7:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Sin embargo, nadie hablaba abiertamente de él, por miedo de los judíos.

7:13 Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos. — Los judíos lo habían denunciado y decían que si alguien confesara a Jesús como el Cristo, el tal sería expulsado de la sinagoga (9:22; 12:42; 19:38). Por eso, Jesús dijo, «Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles» Mar 8:38.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo de los judíos. Jua 3:2; Jua 9:22, Jua 9:34; Jua 12:42, Jua 12:43; Jua 19:38; Jua 20:19; Pro 29:25; Gál 2:12, Gál 2:13; 2Ti 2:9-13; Apo 2:13.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Esta sección tiene dos partes: 1) Jesús impide cualquier contratiempo en el plan soberano de Dios (vv. Jua 7:1-9), y 2) Jesús se somete con obediencia al tiempo perfecto en el plan soberano de Dios (vv. Jua 7:10-13).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

7:13 Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos. — Los judíos lo habían denunciado y decían que si alguien confesara a Jesús como el Cristo, el tal sería expulsado de la sinagoga (9:22; 12:42; 19:38). Por eso, Jesús dijo, «Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles» Mar 8:38.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA AUTORIDAD SUPREMA

Juan 7:13-18

Los judíos estaban alucinados; y se decían:

-¿Cómo es que sabe leer Este sin haber estudiado?

-Lo que yo enseño -decía Jesús- no son cosas mías, sino que pertenecen al Que Me envió. EL que quiera hacer Su voluntad percibirá si Mi enseñanza procede de Dios o si lo que estoy diciendo no tiene su fuente más allá de Mí mismo. El que habla por cuenta propia está buscando su propia gloria; el que busca la gloria del que le envió es veraz y no tiene ninguna malicia.

Ya hemos tenido ocasión de advertir que es probable que algunos pasajes del evangelio de Juan no estén colocados en su debido sitio. Puede que el mismo Juan no tuviera tiempo para ponerlos en orden; o que las diversas hojas en que estaba escrito se reunieran equivocadamente. Esta sección y la siguiente son dos de los ejemplos más claros de colocación que se supone errónea. Tal como aparecen aquí resultan difíciles de entender porque no parecen guardar ninguna relación con el contexto.
Es casi seguro que deberían aparecer después Dt 5:47 . El capítulo 5 nos relata la curación del inválido de la piscina. Jesús realizó ese milagro en sábado, y las autoridades judías lo consideraron un quebrantamiento de aquel día santo. En Su defensa Jesús cita los escritos de Moisés, y dice que, si los judíos de veras supieran lo que esos escritos querían decir y los creyeran, también creerían en Él. El capítulo termina: «Si hubierais creído a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribía acerca de mí. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer mis palabras?» (Jn 5:47 ).

Si pasamos directamente de ahí Hch 7:15-24 obtenemos muy buen sentido. Jesús acaba de referirse a los escritos de Moisés, y los líderes judíos expresan su sorpresa diciendo: «¿Cómo es que sabe leer este sin haber estudiado?» Entenderemos mucho mejor el sentido y lo pertinente de Jn 7:15-24 si suponemos que seguía originalmente a Jn 5:47 ; tengámoslo presente al estudiar ahora ese pasaje en cuestión.

La objeción que le hacían a Jesús era que era un iletrado. Es exactamente la misma acusación que hicieron contra Pedro y Juan cuando comparecieron ante el sanedrín (Hch 4:13 ). Jesús no había estudiado en las escuelas rabínicas. La costumbre era que no se permitía explicar las Sagradas Escrituras y hablar de la Ley nada más que a los discípulos de maestros reconocidos. Ningún rabino se atrevería jamás a hacer ninguna afirmación sobre la base de su propia autoridad. Siempre empezaba: «Hay una enseñanza de que…», y proseguía citando las autoridades que sustentaban lo que él quería decir. Y aquí estaba ese Carpintero galileo, Que no tenía estudios de ninguna clase, y que se atrevía a citar y a explicar nada menos que lo que había dicho Moisés.

Aquí Jesús habría podido caer en una trampa. Podría haber dicho: » Yo no necesito ningún maestro. Soy autodidacto; no he recibido la enseñanza ni la sabiduría de ningún otro.» Pero, en vez, dijo: «¿Preguntáis quién ha sido mi maestro? ¿Queréis saber qué autoridad aduzco para mi exposición de la Escritura? Mi autoridad es Dios.» Jesús se presentaba como discípulo de Dios. De hecho, esta es una afirmación que hizo repetidas veces. «No he hablado de mi propia capacidad. El Padre que me envió me ha mandado lo que tengo que decir y hablar» (Jn 12:49 ). «Las cosas que Yo os digo no las hablo por mi propia cuenta» (Jn 14:10 ).

Frank Salisbury cuenta que recibió una carta después de pintar su gran cuadro El entierro del guerrero desconocido en la abadía de Westminster. Un compañero artista le decía: «Quiero felicitarte por el gran cuadro que has pintado -o más bien, el cuadro que Dios te ha ayudado a pintar.» Todas las grandes .producciones de la mente o del espíritu humano son dones de Dios. Si nos gloriamos de ser autodidactos, si pretendemos que cualquier descubrimiento que hayamos hecho es nuestra exclusiva obra, estamos, a fin de cuentas, glorificando solamente nuestra reputación y nuestro ego. Los hombres más grandes no piensan en el poder de su propia mente o mano, sino siempre en el Dios que les dice lo que saben y les enseña lo que pueden hacer.

Además, Jesús establece a continuación una verdad. Sólo los que hacen la voluntad de Dios pueden comprender de veras su enseñanza. Ésa no es una verdad teológica, sino universal. Aprendemos haciendo. Un médico puede aprender la técnica de la cirugía de los libros. Puede que llegue a saber la teoría de todas las operaciones posibles. Pero eso no le hará cirujano; tiene que aprender haciendo. Uno puede estudiar el funcionamiento de un motor de coche; en teoría puede que sea capaz de planificar cualquier arreglo o ajuste; pero eso no le hará un buen mecánico. Tiene que aprender haciendo.

Así sucede con la vida cristiana. Si esperamos hasta comprenderlo todo para ponerlo por obra, nunca empezaremos. Pero, si empezamos a hacer la voluntad de Dios hasta donde la conocemos, la verdad de Dios se nos hará más y más clara. Si alguien dice: «Yo no puedo ser cristiano, porque hay mucho de la doctrina cristiana que no entiendo, y tengo que esperar hasta entenderlo todo,» la respuesta correcta sería: «Nunca lo entenderás todo por completo; pero, si empiezas por tratar de vivir la vida cristiana hasta donde ya la entiendes, la entenderás más y más cada día.» En el Cristianismo, como en todo lo demás, la manera de aprender es ponerlo por obra.
Recordemos que es muy probable que este pasaje debería venir realmente detrás de la historia de la curación del inválido de Betesda. Han acusado a Jesús de impiedad porque devolvió la salud a uno en sábado, y Él pasa a demostrar que estaba buscando solamente la gloria de Dios, y que no había ninguna mala intención en su obra.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Refuerza el sentido del v. Jua 6:12 y rápidamente describe el ambiente de miedo y represión que siente la gente: Sin embargo, ninguno hablaba abiertamente de él por miedo a los judíos, «Todos hablaban de él en secreto, porque tenían miedo de los jefes judíos» (TLA). “Abiertamente” se entiende también como “a viva voz”, “para que todo el mundo le oyera”. Se da luego la razón de esa clandestinidad: por miedo a los judíos. El miedo a los judíos es un tema muy presente en Juan. El miedo también se manifiesta en las autoridades en Jerusalén (cf. Jua 7:13; Jua 9:22; Jua 12:42; Jua 19:38; Jua 20:19). Otra forma de traducir esta oración sería: “porque los peregrinos tenían pavor de lo que las autoridades podían hacerles” o “de las represalias de los judíos contra ellos”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Jua 9:22; Jua 19:38; Jua 20:19.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— los judíos: Ver nota a Jua 1:19.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

m 383 Jua 9:22; Jua 12:42; Jua 19:38

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

a los judíos. Puesto que la multitud (v. Jua 7:12) eran todos judíos, aquí deben entenderse las autoridades judías.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

R500 El genitivo τῶν Ἰουδαίων se refiere a temor hacia los judíos o con referencia a ellos.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego