Comentario de Juan 7:9 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Habiendo dicho esto, él se quedó en Galilea.

7:9, 10 Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea. Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto. — No fue con sus hermanos, porque obviamente ellos esperaban alguna manifestación pública de su poder. Después El y sus apóstoles entraron, pero sin publicidad.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

7:9, 10 Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea. Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto. — No fue con sus hermanos, porque obviamente ellos esperaban alguna manifestación pública de su poder. Después El y sus apóstoles entraron, pero sin publicidad.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Y habiéndoles dicho esto se quedó en Galilea. Jesús se queda atrás para no subir a Jerusalén por voluntad o capricho humano. En algunos idiomas habrá que aclarar que “él se quedó en Galilea por algunos días”. Habría que evitar verbos que sugieran que Jesús se quedó permanentemente: “Y él permaneció por un tiempo en Galilea”.

Reflexión bíblica y pastoral

Jesús se ha refugiado en Galilea conciente del peligro que corría en Judea, donde ya había complot para matarlo. Cuando se acerca la fiesta de los Tabernáculos o de las Tiendas, sus hermanos lo exhortan a subir a Jerusalén para que muestre públicamente las obras que hace. Las palabras de los hermanos son literalmente un desafío a mostrarse al mundo, a ponerse en una confrontación directa y abierta con las autoridades judías o “el mundo”. Pero Jesús no se precipita pues él sabe que su tiempo no está determinado por ninguna voluntad humana, sino por Dios. Jesús sabrá cuando su tiempo esté maduro, cuando se haya cumplido su hora, entonces él hará libremente lo que tenga que hacer.

Parece ser que sus hermanos lo presionan para que se imponga de una vez, que muestre con señales verdaderamente portentosas su cualidad de Hijo de Dios. Podemos decir que sus miras son puramente humanas, así que el tiempo que le exigen para subir a Jerusalén es un tiempo percibido meramente desde criterios humanos. Pero Jesús va por otro camino, lo mueve otra lógica, y su tiempo tiene también una cualidad diferente, y ese nadie se lo dicta.

Si las iglesias tuviéramos la suficiente sensibilidad para captar que el tiempo del obrar de Dios se mide y determina de manera diferente al tiempo común, también seríamos capaces de saber esperar y saber actuar con criterios diferentes. Jesús no se dejaba dictar sus decisiones ni imponer ritmos y acciones ajenos a su voluntad. Él confiaba en Dios y actuaba en el tiempo de Dios, cumpliendo su voluntad y siempre en íntima comunicación con él.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

BD332(1) Si el aoristo de un verbo como μένω se usa sin límite de tiempo, eso sólo indica el hecho de una estada en contraste con una partida (ἔμεινεν ἐν τῇ Γαλιλαίᾳ equivale a οὐκ ἀνέβη εἰς Ἰεροσόλυμα).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego