Comentario de Juan 8:36 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Así que, si el Hijo os hace libres, seréis verdaderamente libres.

8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. — Lamentablemente los judíos no querían ser «verdaderamente libres», sino solamente políticamente libres.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Jua 8:31, Jua 8:32; Sal 19:13; Sal 119:32, Sal 119:133; Isa 49:24, Isa 49:25; Isa 61:1; Zac 9:11, Zac 9:12; Luc 4:18; Rom 8:2; 2Co 3:17; Gál 5:1.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

SERÉIS VERDADERAMENTE LIBRES. Los que no han recibido la salvación son esclavos del pecado, la impureza y la anarquía (v. Jua 8:34; Rom 6:17-20). Viven satisfaciendo las pasiones de su naturaleza pecaminosa y siguen los caminos de Satanás (Efe 2:1-3).

(1) Los creyentes verdaderos, que poseen la salvación en Cristo con la gracia acompañante de la presencia del Espíritu Santo, son libertados del poder del pecado y de la inmoralidad (Rom 6:17-22; Rom 8:1-17). Por eso cuando sienten la tentación de pecar, tienen el poder para actuar según la voluntad de Dios. Son libres para ser esclavos de Dios y de la justicia (Rom 6:18; Rom 6:22).

(2) La libertad de la esclavitud del pecado es una norma segura por la cual todos los creyentes pueden probar si tienen vida eterna con su gracia regeneradora y santificadora viviendo en ellos. Cualquiera que esté actualmente en un estado de esclavitud a la inmoralidad nunca ha experimentado el renacimiento espiritual por el Espíritu Santo o, si ha experimentado la regeneración espiritual, se ha entregado al pecado y ha entrado una vez más en la muerte espiritual que produce la esclavitud al pecado (Rom 6:16; Rom 6:21; Rom 6:23; Rom 8:12-13; véase 1Jn 3:15, nota).

(3) Sin embargo, eso no quiere decir que los creyentes sean libres de la lucha espiritual contra el pecado. Mientras haya vida será necesario luchar constantemente contra las presiones del mundo, la naturaleza pecaminosa y el diablo (véanse Gál 5:17, nota; Efe 6:11-12, notas). La liberación absoluta de la tentación y de la influencia del pecado vendrá sólo con la plena redención a la hora de la muerte o cuando Cristo vuelva por sus fieles. Lo que ofrece Cristo ahora es el poder santificador de su vida, mediante el cual los que siguen al Espíritu son liberados de los deseos de la naturaleza pecaminosa (Gál 5:16-24) y capacitados para llevar una vida santa y libre de culpa delante de Él (Efe 1:4).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. — Lamentablemente los judíos no querían ser «verdaderamente libres», sino solamente políticamente libres.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Termina con el tema iniciado en el v. Jua 8:31, y es una consecuencia de lo expresado en el v. Jua 8:34. Es una oración condicional como una conclusión anticipada, pues el versículo empieza con la partícula juanina “así que”, “entonces”, “por tanto”. La verdad que libera ahora se especifica en el Hijo. La mayúscula en Hijo es una interpretación, pues no aparece en el texto. Todas las versiones lo tienen con mayúscula referido a Jesús, el Hijo de Dios: Así que, si el Hijo os liberta, seréis verdaderamente libres o, en forma más explícita: «Por eso, si yo, el Hijo de Dios, les perdono sus pecados, serán libres de verdad» (TLA).

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

REFERENCIAS CRUZADAS

k 474 Gál 5:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

realmente libres. Solamente Cristo puede ofrecer la verdadera libertad espiritual que muchos judíos creían tener (1 Cr 17:13, 14).

Fuente: La Biblia de las Américas

Biblia Peshitta 2006 Notas:

[7] 8.36 En el contexto de los versículos 31-36 se nos habla de ser libertados de la esclavitud del pecado, no de que un cristiano ya no vaya a pecar nunca. Ser libres, pues, de una esclavitud subyugante y opresiva. Llegar a conocer la verdad, es el sello y la certeza de que somos libres de la esclavitud del pecado. El que conoce la verdad, tiene una visión clara de quién es el Señor y lo que representa para su vida. Una cosa es ser creyente y otra es conocer la verdad. (Ver 1Ti 2:4; 1Ti 4:3; 1Ti 6:5; 2Ti 2:25; 2Ti 3:7; Tit 1:1).

Fuente: Peshitta en Español