De cierto, de cierto os digo que si alguno guarda mi palabra, nunca verá la muerte para siempre.
8:51 De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte. — Aquí está otra de las afirmaciones muy importantes de Jesús. Al decir, el que no se refiere solamente a los judíos sino también a los gentiles. La palabra guarda (tereo) quiere decir obedecer. Se refiere, desde luego, a la muerte segunda (Apo 2:11; Apo 20:14). Los fieles no temen la muerte física, porque es en realidad la puerta a la vida verdadera (2Co 5:6-8, Flp 1:21-23).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
el que. Jua 3:15, Jua 3:16; Jua 5:24; Jua 6:50; Jua 11:25, Jua 11:26.
guardare mi palabra. Jua 8:55; Jua 15:20.
nunca verá muerte. Jua 8:12; Sal 89:48; Luc 2:26.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Misericordiosamente, Jesús extendió a los líderes judíos la promesa de perdón y vida eterna.
mi palabra se refiere a la palabra relativa a quién es Él.
muerte no alude a la muerte física, sino a la espiritual que resulta en la separación eterna de Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
nunca verá muerte. El resultado de atender a la enseñanza de Jesús y de seguirlo es la vida eterna (Jua 6:63; Jua 6:68). La muerte física no puede apagarla (vea Jua 5:24; Jua 6:40; Jua 6:47; Jua 11:25-26).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
8:51 De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte. — Aquí está otra de las afirmaciones muy importantes de Jesús. Al decir, el que no se refiere solamente a los judíos sino también a los gentiles. La palabra guarda (tereo) quiere decir obedecer. Se refiere, desde luego, a la muerte segunda (Apo 2:11; Apo 20:14). Los fieles no temen la muerte física, porque es en realidad la puerta a la vida verdadera (2Co 5:6-8, Flp 1:21-23).
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA VIDA Y LA GLORIA
Juan 8:51-55
Jesús continuó diciéndoles:
Lo que os digo es la pura verdad: el que cumpla Mi Palabra nunca verá la muerte.
Ahora estamos seguros de que estás loco -Le contestaron los judíos-. Abraham murió, y los profetas también; ¿y Tú dices: «El que cumpla Mi Palabra no probará la muerte jamás» ? ¡No te creerás más importante que nuestro padre Abraham, que murió! ¡Y los profetas también murieron! ¿Quién te has creído que eres?
-Si fuera Yo el que Me glorificara a Mí mismo, Mi gloria no tendría ningún valor-les respondió Jesús-. Es Mi Padre el Que Me glorifica; el Que vosotros pretendéis que es vuestro Dios, aunque no sabéis nada de Él. Pero Yo sí Le conozco; si dijera que no Le conocía, sería tan mentiroso como vosotros. Pero Le conozco y cumplo Su Palabra.
Este capítulo pasa de un relámpago a otro de sorpresas. Jesús presenta Sus credenciales una tras otra, cada vez más tremendas. Aquí presenta Su prerrogativa de que el que guarde Su Palabra nunca conocerá la muerte. Esto escandaliza a los judíos. Zacarías había dicho: «Vuestros padres, ¿dónde están?; y los profetas, ¿han de vivir para siempre?» (Zac 1:5 ). Abraham murió, y los profetas lo mismo; ¿y no habían guardado en su tiempo y generación la Palabra de Dios? ¿Quién es este Jesús para colocarse por encima de los grandes de la fe? Fue el literalismo de los judíos lo que les bloqueó el entendimiento. Jesús no estaba pensando en la vida y en la muerte físicas. Quería decir que, para la persona que Le acepte plenamente, la muerte habrá perdido su finalidad; porque habrá entrado en una relación con Dios que ni el tiempo ni la eternidad podrán interrumpir. Irá, no de la vida a la muerte, sino de la vida temporal a la vida eterna; la muerte es sólo la entrada a una comunión más plena con Dios.
De ahí pasa Jesús a hacer una gran afirmación: Todo verdadero honor debe venir de Dios. No es difícil honrarse a uno mismo; de hecho, es fatalmente fácil regodearse en la propia estimación. Tampoco es tan difícil recibir honores de los demás, porque el mundo honra a los que tienen alguna clase de éxito. Pero el verdadero honor es el que sólo la eternidad puede revelar, y los veredictos de la eternidad no son como los del tiempo.
A continuación, Jesús hace dos afirmaciones que son el mismo fundamento de Su vida.
(i) Se atribuye un conocimiento exclusivo de Dios. Afirma conocerle como nadie más Le ha conocido ni Le conocerá jamás. Y no reducirá esa prerrogativa, porque el hacerlo sería faltar a la verdad. La única manera de llegar a un conocimiento pleno de la mente y el corazón de Dios es por medio de Jesucristo. Con nuestra mente podemos espigar fragmentos de conocimiento acerca de Dios; pero sólo en Jesucristo se encuentra el orbe completo de la verdad, porque sólo en Él vemos a Dios como es en realidad.
(ii) Se atribuye una obediencia única a Dios. Mirar a Jesús es poder decir: «Así es como Dios quiere que yo viva.» Contemplar Su vida es decir: «Esto es servir a Dios.»
Sólo en Jesús vemos lo que Dios quiere que sepamos, y lo que Dios quiere que seamos.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Empieza con la fórmula de Juan “amén, amén”. Se repite de nuevo la idea ya expresada en Jua 5:24 y Jua 6:40, Jua 6:47, que también aparecerá en Jua 11:25. Se refiere a cualquier persona que literalmente “guarda mi palabra”, con el sentido también de “cumplir” u “obedecer”. “La palabra” ya se ha visto como el mensaje de Jesús o su enseñanza (vv. Jua 8:31, Jua 8:37, Jua 8:43). “Les aseguro con toda franqueza que la persona que obedece mis enseñanzas, de ninguna manera morirá”, que el que guarda mi palabra nunca verá muerte, «que quien obedezca mi enseñanza, vivirá para siempre con Dios» (TLA). “No verá la muerte jamás” es una oración cargada de sentido hebreo. “No ver la muerte” es “no morir”. “Nunca experimentará la muerte” puede dar la idea de cierto tipo de inmortalidad en este tiempo. En otras culturas mejor expresar la idea de “condenación”: “Jamás recibirá condenación alguna”. Sin embargo, esta lectura puede ser confusa al traducir el versículo que sigue, por lo que será mejor conservar el sentido de muerte: “jamás tendrá una muerte para siempre”.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Jua 5:24; (ver Mat 11:25).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
k 501 Jua 5:24; Jua 11:26; 1Co 15:54; Rev 20:6
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
si alguno guarda mi palabra. Varias veces Jesús enfatiza que un fiel discípulo se ocupa en observar sus enseñanzas (vers. 52, 55; 14:15, 21, 23, 24; 15:10, 20; 17:6; cp. 1 Jn 2:3– 5; 3:22, 24; 5:3). Este evangelio hace un gran énfasis en esto.
Fuente: La Biblia de las Américas
51 super (1) Según el principio establecido en el cap.2, esto también es cambiar la muerte en vida.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
nunca verá muerte. El creyente no verá muerte espiritual (separación de Dios), porque mediante la fe posee vida espiritual (Jua 5:24). También puede tener el sentido de que no verá la muerte para siempre; esto es, aunque el creyente muere físicamente, esta muerte es temporal solamente, siendo vencida un día por la resurrección del cuerpo.