Comentario de Juan 9:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Y le dijeron: —¿Dónde está él? El dijo: —No sé.

9:12 Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? — (7:11) . ¿Se regocijaron con él? ¿Dieron gloria a Dios por tan maravillosa bendición? o ¿solamente querían saber «¿Dónde está él?» ¿Fueron movidos por su amor y gratitud al ir en busca de Jesús? Muchos querían saber donde estaba para destruirlo.

— El dijo: No sé. — Apenas sabía su nombre: «Aquel hombre que se llama Jesús… «

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

¿Dónde está él? Jua 5:11-13; Jua 7:11; Éxo 2:18-20.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

9:12 Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? — (7:11) . ¿Se regocijaron con él? ¿Dieron gloria a Dios por tan maravillosa bendición? o ¿solamente querían saber «¿Dónde está él?» ¿Fueron movidos por su amor y gratitud al ir en busca de Jesús? Muchos querían saber donde estaba para destruirlo.
— El dijo: No sé. — Apenas sabía su nombre: «Aquel hombre que se llama Jesús… «

Fuente: Notas Reeves-Partain

El plural se refiere a los vecinos: “Y ellos le preguntaron con insistencia: ¿Dónde está ese hombre?”. La respuesta escueta del hombre curado puede señalar la imposibilidad de saber algo más de Jesús: “Yo no lo sé” o “No tengo ni idea donde está”.

Reflexión bíblica y pastoral

En este pasaje se presenta a Jesús rechazando la lógica de su tiempo, según la cual el bienestar y el infortunio, la salud y la enfermedad, eran fruto de la piedad religiosa o del pecado, respectivamente. La ceguera de este hombre, seguramente una desgracia, no es castigo de Dios por los pecados de él o de sus padres, sino que servirá para que se manifiesten el poder y el amor de Dios. En caso concreto, servirá aquí para que Jesús se revele como la luz verdadera.

Como con frecuencia acontece en los evangelios, Jesús es presentado en la correspondencia entre sus actos y sus palabras, los cuales se explican y complementan mutuamente. Jesús, utilizando la típica fórmula juanina, se revela como “yo soy la luz del mundo” (v. Jua 9:5) y, como también es típico en Juan, la enseñanza de la narración se mueve en dos planos, también complementarios. En un nivel, se trata de la narración de la sanidad del hombre que nació ciego, en otro nivel, se trata de la enseñanza profunda de que Jesús es la luz que alumbra a todas las personas del mundo, como ya Juan lo había mostrado desde el cap. Jua 1:1-51.

Por supuesto que el milagro causa conmoción entre los habitantes de Jerusalén, y empieza la controversia, tanto en torno a la personalidad del hombre curado como en torno a la del sanador. Curiosamente el ciego afirma su identidad con palabras que conocemos como fórmula de revelación de Dios y de Jesús, “yo soy”, aunque no es seguro que Juan tuviera una intención específica al hacerlo así.

Entre las varias preguntas que le hacen al hombre, una de ellas parece tener una importante carga simbólica: “¿Dónde está él?” (v. Jua 9:12). La respuesta del hombre es literal y sincera: “No sé”. Jesús no se ha quedado en el lugar para recibir los honores correspondientes a su obra. Él ha realizado un signo y éste empieza a hacer su obra: despierta preguntas, genera inquietudes, invita a profundizar en el evento. Jesús se ha revelado como la luz del mundo y aquí le ha regalado la “luz” a este hombre, así como la ha ofrecido a toda la humanidad.

TÍTULO: El título que ofrece la BA Los fariseos investigan el caso nos parece algo neutral, mientras que Los fariseos y el ciego sanado (TLA) tampoco hace referencia al carácter polémico del encuentro. La opción Los fariseos interrogan al ciego sanado (RV60, RV95, DHH) nos parece más apropiado. También se puede subrayar la dimensión teológica con El ciego sanado da testimonio de Jesús.

Análisis textual y morfosintáctico

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción