Comentario de Juan 9:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Los judíos, pues, no creían que él había sido ciego y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista,

9:18 Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista, — Pero en 9:15 «volvieron… a preguntarle… cómo había recibido la vista». Esto muestra su hipocresía. Al examinar a este hombre querían menospreciar a Cristo, pero habiendo fracasado en esto, ahora se dirigieron hacia los padres con la esperanza de probar que su hijo ni siquiera nació ciego, y de esa manera probar que no había milagro. Sin duda les hubiera gustado probar que había una conspiración entre Jesús y el ciego y que el milagro era un engaño (Mat 24:24; 2Ts 2:9).

¿Por qué no tenían los fariseos el mismo conocimiento de este hombre que la gente tenía? (9:8, «los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego»). Esto demuestra la indiferencia de los líderes hacia los pobres y desafortunados. Compárese Luc 10:31-32 «un sacerdote… viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita… viéndole, pasó de largo». ¡Cuántas veces habrán pasado de largo estos fariseos al ver al ciego!

Si sospecharan que el que había sido ciego en realidad no nació ciego (sino que solamente fingía la ceguera), ¿por qué creían que los padres les dirían la verdad?

Después de escucharles, volvieron a tratar de intimidar al hijo (9:24). Sin embargo, lo que dicen después (9:34, «Tú naciste del todo en pecado») parece indicar que ellos creían que había nacido ciego como castigo por el pecado. En esto se puede ver la inconsecuencia e hipocresía de los judíos.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Jua 5:44; Jua 12:37-40; Gén 19:14; Isa 26:11; Isa 53:1; Luc 16:31; Heb 3:15-19; Heb 4:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

llamaron a los padres. Aunque los vecinos podrían equivocarse en cuanto a la identidad del hombre, los padres sabrían si en realidad era su hijo. Las autoridades consideraban que el testimonio del hombre sanado carecía de valor.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

9:18 Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista, — Pero en 9:15 «volvieron… a preguntarle… cómo había recibido la vista». Esto muestra su hipocresía. Al examinar a este hombre querían menospreciar a Cristo, pero habiendo fracasado en esto, ahora se dirigieron hacia los padres con la esperanza de probar que su hijo ni siquiera nació ciego, y de esa manera probar que no había milagro. Sin duda les hubiera gustado probar que había una conspiración entre Jesús y el ciego y que el milagro era un engaño (Mat 24:24; 2Ts 2:9).
¿Por qué no tenían los fariseos el mismo conocimiento de este hombre que la gente tenía? (9:8, «los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego»). Esto demuestra la indiferencia de los líderes hacia los pobres y desafortunados. Compárese Luc 10:31-32 «un sacerdote… viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita… viéndole, pasó de largo». ¡Cuántas veces habrán pasado de largo estos fariseos al ver al ciego!
Si sospecharan que el que había sido ciego en realidad no nació ciego (sino que solamente fingía la ceguera), ¿por qué creían que los padres les dirían la verdad?
Después de escucharles, volvieron a tratar de intimidar al hijo (9:24). Sin embargo, lo que dicen después (9:34, «Tú naciste del todo en pecado») parece indicar que ellos creían que había nacido ciego como castigo por el pecado. En esto se puede ver la inconsecuencia e hipocresía de los judíos.

Fuente: Notas Reeves-Partain

c. El interrogatorio de los fariseos a los padres del ciego (vv. Jua 9:18-23)

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

El texto original dice los judíos por lo que habría que traducir mejor como “Las autoridades judías” o «los jefes judíos» (TLA) pera evitar dar la idea de que se refiere a todo el pueblo judío. No creyeron que él había sido ciego y que había recibido la vista, «no quisieron creer que había sido ciego y que ahora podía ver» (DHH), «se resistían a creer que aquel hombre hubiese estado ciego y hubiese comenzado a ver» (BI). Tal vez traducir enfáticamente “no creyeron” no sea lo mejor porque puede confundir en algunos idiomas ya que es evidente que los fariseos podían darse cuenta que el hombre sí veía. Otra opción puede ser: “No aceptaron que había sido ciego y que ahora estaba curado de su ceguera”. Por eso, la narración continúa literalmente “hasta llamaron a los padres del que había vuelto a ver”. “Llamaron” no se debe traducir con la idea de que gritaron a voz en cuello por los padres. La idea es que “enviaron por los padres”, “enviaron un mensaje para que sus padres se presentaran” u “ordenaron que sus padres fueran traídos ante las autoridades”. El hombre ahora es definido de otra manera: “el que volvió a ver” o “el que ahora había recuperado la vista”. Suena redundante traducir “que había sido ciego y había recuperado la vista” y al final volver ha decir “los padres del que había recuperado la vista”. Este énfasis es intencional en el evangelista, por lo que será importante conservarlo en las traducciones. Quizás se puedan encontrar equivalencias en otros idiomas que respete este énfasis.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

B330 Ἕως ὅτου es en efecto una conjunción compuesta, que tiene la misma fuerza de la conjunción simple ἕως: hasta que.

M121 y sig. La última vez que aparece αὐτοῦ en este versículo tiene un carácter extraño; parece que el contexto exige: los mismos padres (τοὺς γονεῖς αὐτούς); no los padres del mismo hombre.

T67 En las palabras: que él había sido ciego y había recibido la vista, el imperfecto aparece en discurso indirecto para indicar un relativo tiempo pasado, mientras que el aoristo se usa para indicar acción definida (comp. Jua 6:22).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit. que era ciego y vio.

9.18 Lit. que había visto.

Fuente: La Biblia Textual III Edición