Comentario de Juan 9:2 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

y sus discípulos le preguntaron diciendo: —Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?

9:2 Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? — A los discípulos este hombre presentó una oportunidad para la especulación teológica, mientras que a Jesús se le presentó una oportunidad para manifestar en sí mismo la gloria de Dios y la autoridad de Dios, pues el abrir los ojos era una señal convincente de que el Mesías había venido (Isa 35:5; Isa 29:18; Isa 32:3; Isa 42:7; Mat 12:22; Luc 4:18-19) (PTB).

Parece que los discípulos compartían la idea errónea de que las enfermedades y otros sufrimientos son el resultado de algún pecado específico. En el caso del hombre que nació ciego creían que había solamente dos alternativas: «¿quién pecó, éste o sus padres?» Hoy en día muchos preguntan por qué algunos sufren grandes aflicciones y otros no, algunos sufren mucho por causa de los desastres de la naturaleza (tormentas, inundaciones) y otros no.

En sentido general es cierto que el pecado es la causa de todas las aflicciones, así como es la causa de todo mal. Jesús dijo al hombre que sanó en Betesda, «no peques más, para que no te venga alguna cosa peor» (5:14), pero no es cierto que todo caso específico de aflicción es causado por algún pecado específico. Pablo dice, «llorad con los que lloran» (Rom 12:15), pero ¿por qué llorar con ellos si están sufriendo lo que merecen? El sufrimiento de los más inocentes puede ser la consecuencia de los pecados de otros, pero los inocentes no sufren la pena de tales pecados.

Algunos afirman que los judíos creían en la reincarnación (la transmigración de almas) y que citaban Gén 25:22 para enseñar que los niños pueden pecar antes de nacer, pero no hay prueba de esto. Además, Pablo dice, «pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal» (Rom 9:11). Algunos piensan que la pregunta de los discípulos indica que ellos aceptaban la idea platónica de la preexistencia del alma; es decir, que podría sufrir en esta vida la pena de pecados cometidos en una existencia precedente (B-S), pero no se puede probar que los discípulos de Jesús hayan tenido en mente tales teorías. La verdad es que ellos, al igual que millones de otras personas, estaban perplejos con respecto a la causa del sufrimiento.

Éxo 20:5 dice, «visito la maldad de los padres sobre los hijos», es decir, los hijos sufren las consecuencias de los pecados de los padres. También los hijos heredan debilidades físicas y mentales de sus padres, pero Eze 18:20 dice claramente que «el hijo no llevará el pecado del padre» (el hijo no es culpable del pecado del padre). Los calvinistas citan Sal 51:5, «He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre» para probar que los niños nacen pecadores, pero David no habla de nacer con «maldad en mí», sino de nacer en un mundo lleno de pecado. Compárese Job 31:18, «desde el vientre de mi madre fui guía de la viuda». Recuérdese Ecl 7:29, «He aquí, solamente esto he hallado; que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones».

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

¿quién pecó, éste o sus padres? Jua 9:34; Mat 16:14.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

quién pecó: Comúnmente se suponía que la enfermedad era resultado del pecado. Se pensaba que los pecados cometidos por un bebé aún en la matriz o los cometidos por los padres resultarían en que un bebé naciera con una enfermedad. Jesús rechazó ambas indicaciones (v. Jua 9:3).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

¿quién pecó … ? Aunque el pecado puede ser una causa importante del sufrimiento, como lo indican con claridad las Escrituras (vea Jua 5:14; Núm 12:1-16; 1Co 11:30; Stg 5:15), este no es siempre el caso (vea Job; 2Co 12:7; Gál 4:13). Los discípulos supusieron, como la mayoría de palestinos de su tiempo, que el pecado era la causa principal, si acaso no exclusiva, de todo sufrimiento. No obstante, en este caso particular Jesús dejó en claro que el pecado personal no era la razón de la ceguera (vea el v. Jua 9:3).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

9:2 Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? — A los discípulos este hombre presentó una oportunidad para la especulación teológica, mientras que a Jesús se le presentó una oportunidad para manifestar en sí mismo la gloria de Dios y la autoridad de Dios, pues el abrir los ojos era una señal convincente de que el Mesías había venido (Isa 35:5; Isa 29:18; Isa 32:3; Isa 42:7; Mat 12:22; Luc 4:18-19) (PTB).
Parece que los discípulos compartían la idea errónea de que las enfermedades y otros sufrimientos son el resultado de algún pecado específico. En el caso del hombre que nació ciego creían que había solamente dos alternativas: «¿quién pecó, éste o sus padres?» Hoy en día muchos preguntan por qué algunos sufren grandes aflicciones y otros no, algunos sufren mucho por causa de los desastres de la naturaleza (tormentas, inundaciones) y otros no.
En sentido general es cierto que el pecado es la causa de todas las aflicciones, así como es la causa de todo mal. Jesús dijo al hombre que sanó en Betesda, «no peques más, para que no te venga alguna cosa peor» (5:14), pero no es cierto que todo caso específico de aflicción es causado por algún pecado específico. Pablo dice, «llorad con los que lloran» (Rom 12:15), pero ¿por qué llorar con ellos si están sufriendo lo que merecen? El sufrimiento de los más inocentes puede ser la consecuencia de los pecados de otros, pero los inocentes no sufren la pena de tales pecados.
Algunos afirman que los judíos creían en la reincarnación (la transmigración de almas) y que citaban Gén 25:22 para enseñar que los niños pueden pecar antes de nacer, pero no hay prueba de esto. Además, Pablo dice, «pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal» (Rom 9:11). Algunos piensan que la pregunta de los discípulos indica que ellos aceptaban la idea platónica de la preexistencia del alma; es decir, que podría sufrir en esta vida la pena de pecados cometidos en una existencia precedente (B-S), pero no se puede probar que los discípulos de Jesús hayan tenido en mente tales teorías. La verdad es que ellos, al igual que millones de otras personas, estaban perplejos con respecto a la causa del sufrimiento.
Éxo 20:5 dice, «visito la maldad de los padres sobre los hijos», es decir, los hijos sufren las consecuencias de los pecados de los padres. También los hijos heredan debilidades físicas y mentales de sus padres, pero Eze 18:20 dice claramente que «el hijo no llevará el pecado del padre» (el hijo no es culpable del pecado del padre). Los calvinistas citan Sal 51:5, «He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre» para probar que los niños nacen pecadores, pero David no habla de nacer con «maldad en mí», sino de nacer en un mundo lleno de pecado. Compárese Job 31:18, «desde el vientre de mi madre fui guía de la viuda». Recuérdese Ecl 7:29, «He aquí, solamente esto he hallado; que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones».

Fuente: Notas Reeves-Partain

Y le preguntaron sus discípulos. El pronombre personal “sus” se refiere a Jesús. Si no se ha hecho explícito el nombre de Jesús este versículo queda ambiguo, y se puede dar la idea de que el hombre ciego tiene discípulos. En algunos idiomas hay que hacer explícito el hecho de que estos son discípulos de Jesús. “Le preguntaron diciendo”, como literalmente expresa el texto, es una fórmula de estructura semita en griego que anticipa un discurso directo. Algunas versiones modernas omiten “diciendo” y presentan el discurso directo. Rabí es el título hebreo para “Maestro”, como lo traducen la mayoría de las versiones.

Este versículo refleja la creencia judía de que si alguien caía enfermo se debía al pecado de esa persona o de sus padres. Si alguien nacía con alguna deformidad física era consecuencia de algún pecado que sus padres habían cometido. Sin embargo, algunos rabinos incluso enseñaban que era posible para un bebé pecar cuando aún estaba en el vientre de la madre. Esta creencia se refleja en la pregunta de los discípulos que se hacen eco de estas tradiciones, sin reconocer la alternativa que plantearon siglos antes los profetas Jeremías y Ezequiel (cf. Jer 31:1-40; Eze 18:1-32). En síntesis: para los discípulos no hay sufrimiento sin culpa que lo provoque.

La manera como está formulada la pregunta presenta alguna dificultad. Aunque la idea de que el pecado es la causa de la ceguera es en general conocida en muchas culturas, gramaticalmente la pregunta se puede presentar de varias formas. La traducción puede ofrecer dos preguntas, la primera en forma general y la segunda presentando el problema del pecado personal: “¿Por qué este hombre está ciego? ¿Quién pecó, él mismo o sus padres?”, “¿Qué maldad ha sucedido aquí? ¿Ha sido la maldad misma de este hombre ciego o la de sus padres?”, «¿por qué nació ciego este hombre? ¿Por el pecado de sus padres, o por su propio pecado?» (DHH).

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

— Maestro: Lit. Rabí. Ver nota a Jua 1:38.

— ¿sus pecados o los de sus padres? Los discípulos de Jesús se hacen eco de la creencia judía que vinculaba de forma casi mecánica la enfermedad con el pecado: bien con el pecado personal (Deu 24:16; Eze 18:2-20), bien con el comunitario o familiar (Éxo 20:5; Éxo 34:7; Núm 14:18; Deu 5:9; Jer 32:18).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

a 516 Jua 1:38

b 517 Luc 13:2

c 518 Éxo 20:5; Eze 18:19

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

discípulos. Posiblemente se refiere, no sólo a los doce, sino a un grupo de seguidores que se encontraban presentes.

¿quién pecó. La enseñanza de los rabinos judíos consideraba que la enfermedad era el resultado de algún pecado cometido por el enfermo o por sus padres.

Fuente: La Biblia de las Américas

2 (1) Esta pregunta, lo mismo que las de 4:20-25 y 8:3-5., requería un sí o un no, lo cual pertenece al árbol del conocimiento, cuyo producto es la muerte ( Gén_2:17). Pero la respuesta del Señor en el v.3 los dirige a El mismo, quien es el árbol de la vida, cuyo fruto es vida ( Gén_2:9).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

La enfermedad y el sufrimiento eran considerados comúnmente como consecuencias del propio pecado. Sin embargo, el problema religioso se tornaba incómodo cuando la víctima nacía con una incapacidad tal como la ceguera. Jesús corrigió primeramente esta idea y luego puso el enfoque en el objetivo de este sufrimiento particular, que proveyó una ocasión para revelar la gloria de Dios.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

B218 Ἵνα se usa para expresar un resultado esperado: ¿para que naciera ciego? (el efecto es real; pero se infiere la causa -B219; con el resultado de que, es decir, resultado real -BD391[5]; este es resultado consecutivo, pero la variante débil con ὅτι indica que los ecribas lo entendieron como un ἵνα causal -T102).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, Maestro

Fuente: La Biblia de las Américas